Nacimiento: 8 de enero de 1894 (Zdunska Wola – Reino de Polonia – Reino sometido al Imperio Ruso).
Fallecimiento: 14 de agosto de 1941 (Auschwitz – campo de concentración de la Alemania Nazi).
Beatificación: 17 de octubre de 1971 (por el Santo Padre Pablo VI).
Canonización: 10 de octubre de 1982 (por el Santo Padre Juan Pablo II).
Sueño
Cuando era pequeño tuvo un sueño en el cual la Virgen María le ofrecía dos coronas, si era fiel a la devoción mariana. Una corona blanca y otra roja. La blanca era la virtud de la pureza. Y la roja, el martirio. Tuvo la dicha de recibir ambas coronas.
Hecho Heroíco
A fines de julio de 1941 se fugó un preso del campo de concentración de Auschwitz, y —según una norma intimidatoria de los nazis— por cada hombre fugado deberían morir diez. La primera elección recayó sobre el sargento polaco Franciszek Gajowniczek (de 40 años), quien en medio del silencio empezó a llorar: «Dios mío, tengo esposa e hijos. ¿Quién los va a cuidar?». Entonces Maximiliano Kolbe se ofreció para sustituir a ese hombre, diciendo: «Yo me ofrezco para sustituir a este hombre, soy sacerdote católico y polaco, y no estoy casado».
El oficial lo aceptó y el padre Kolbe fue puesto en ayuno hasta morir. Incluso en prisión y también en la celda de hambre, celebró, mientras pudo, todos los días la Santa Misa, distribuyendo la Comunión a otros prisioneros: el pan dado a los prisioneros era ácimo y podía ser utilizado para la Eucaristía; guardianes que simpatizaban con él le hacían llegar el vino.
Pero como —tras padecer tres semanas de hambre extrema— sobrevivió (junto con tres más) a otros nueve presos represaliados, el 14 de agosto de 1941 fue asesinado por una inyección de fenol. Tenía 47 años de edad.
En agosto de 1945, en el final de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Nagasaki, donde Kolbe tenía una de sus imprentas, fue destruida por la bomba atómica. Todos los trabajadores fallecieron más tarde, pero la imprenta quedó incólume.
El Papa Pablo VI lo declaró beato en 1971; a la fiesta asistió Franciszek Gajowniczek (de 70 años), el hombre por el cual Kolbe había ofrendado su propia vida treinta años atrás. Once años después, el Papa Juan Pablo II canonizó a éste ante una multitud de polacos, el 10 de octubre de 1982.