Por Redaccioninfovaticana | 21 de Marzo de 2023
El cardenal estadounidense Raymond Burke y el cardenal alemán Gerhard Müller han unido sus voces para pedir medidas urgentes contra los obispos alemanes que están desobedeciendo a Roma y aprobando medidas contrarias a la fe católica.
En una entrevista con EWTN ambos purpurados han arremetido con claridad contra la decisión del episcopado alemán de bendecir el pecado, es decir, las parejas homosexuales.
«Ya se trate de un alejamiento, de una enseñanza herética y de la negación de una de las doctrinas de la fe -o de apostasía en el sentido de simplemente alejarse de Cristo y de su enseñanza en la Iglesia católica- con el fin de abrazar alguna otra forma de religión, se trata de delitos», afirmó Burke en una entrevista con EWTN.
El cardenal Burke instó al Vaticano a sancionar a los obispos que votaron a favor de bendecir las uniones homosexuales.
“Ya sea una desviación, enseñanza herética y negación de una de las doctrinas de la fe, o apostasía en el sentido de simplemente alejarse de Cristo y de su enseñanza en la Iglesia para abrazar alguna otra forma de religión, estos son crímenes”, dijo el purpurado estadounidense. “Quiero decir, estos son pecados contra Cristo mismo y, obviamente, entonces, de la naturaleza más grave. Y el Código de Derecho Canónico prevé las sanciones correspondientes”, agregó.
El cardenal advirtió que la Iglesia está siendo “utilizada” para impulsar una agenda ideológica. “Estas son invenciones humanas, ideologías humanas que están siendo impulsadas y la Iglesia está siendo utilizada”, añadió Burke. “Y lo que hace es convertir a la Iglesia en una especie de agencia humana, casi como una agencia gubernamental que está siendo manipulada para fomentar ciertos programas y cierta agenda. Y entonces tenemos que despertar a lo que está sucediendo”.
“Notarán que en gran parte de esta charla, nunca escuchan el nombre de Nuestro Señor”, dijo Burke. “Nunca se oye hablar de lo que Nuestro Señor Jesucristo nos está enseñando, de lo que nos está pidiendo. Así que esta es una situación muy grave”. Además, con gran acierto, el purpurado remarcó que “nosotros somos los que amamos al Papa y tratamos de ayudarlo a cumplir su misión, mientras que estas personas que simplemente ignoran lo que les dice Roma, lo que les dice la Sede de Pedro, demuestran que no tienen respeto para él, sean cuales sean los enemigos del Papa. Creo que está claro que cualquier persona razonable puede ver eso”.
Müller pide destituir a sus compatriotas
Por su parte, el purpurado alemán y ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe sumó su voz a la de su colega del Colegio Cardenalicio y solicitó sanciones contra los obispos alemanes causantes de esta deriva de la Iglesia en Alemania.
«Debe haber un juicio, y deben ser condenados, y deben ser destituidos de su cargo si no se convierten y no aceptan la doctrina católica», ha señalado Müller.
«Es muy triste que una mayoría de obispos haya votado explícitamente contra la doctrina revelada, y la fe revelada de la Iglesia católica y de todo nuestro pensamiento cristiano, contra la Biblia, la palabra de Dios en la Sagrada Escritura y en la tradición apostólica y en la doctrina definida de la Iglesia católica», ha agregado.
Müller dijo que los laicos y los obispos que apoyaron estas resoluciones en el Camino Sinodal Alemán están «influenciados por esta ideología LGBT y despertada, que es materialista y nihilista».
“Es absolutamente blasfemo bendecir aquellas formas de vida que son, según la doctrina bíblica y eclesial, pecado porque toda forma de sexualidad fuera de un matrimonio válido es pecado y no puede ser bendecida”, dijo.
Urgen medidas contundentes
De este modo, la presión para que el Papa Francisco tome medidas contra los obispos rebeldes alemanes aumenta día tras día. Existe un verdadero y patente clamor internacional dentro de la Iglesia, tanto en la Curia como entre los sacerdotes y laicos de a pie, que demandan al Papa Francisco una intervención urgente en Alemania.
Dejar pasar los días solo provocará que los obispos herejes alemanes sigan avanzando en su agenda anticatólica. Esta ola de confusión doctrina y de herejías no se soluciona a base de un intercambio de cartas, más o menos contundentes, por parte de algunos cardenales en representación del Papa. La herida está abierta y sangra. El Santo Padre tiene la obligación de actuar cuanto antes por el bien de los católicos de Alemania, y de todo el mundo, que están siendo confundidos y manipulados por unos pastores desnortados y que han abandonado la fe católica para abrazar la ideología del mundo.
Francisco nos ha demostrado que no le tiembla el pulso para cesar obispos, o excomulgar a quien haga falta o incluso reducir al estado laical a sacerdotes e incluso cardenales. El Papa Francisco debe mandar un mensaje claro a toda la Iglesia. Un mensaje claro que no puede ser delegado en su círculo íntimo de cardenales. Un mensaje que no debe limitarse a una carta. El Sumo Pontífice ha de ejercer como tal y destituir cuanto antes a los obispos alemanes que con hechos probados han decidido separarse de la Iglesia católica.
Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:
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