Dos expertos en coronavirus explican, para LD: las causas de los brotes, el impacto real de la variante india y lo que puede pasar en España.
Yésica Sánchez - 2021-06-27El coronavirus en varios países
Reino Unido fue el primer país de Europa en comenzar la campaña de vacunación contra la Covid. Fue el 8 de diciembre de 2020. Desde entonces, ha inmunizado con la pauta completa a más del 60,3% de su población adulta, mientras que un 82,5% ya ha recibido al menos una dosis. Sin embargo, en las últimas semanas se ha producido un significativo aumento de los contagios, volviendo a cifras del mes de febrero. El 23 de junio, las autoridades británicas notificaron que habían detectado un total de 16.135 nuevos casos en la última jornada, la cifra diaria más alta en cuatro meses. Este sábado, 26 de junio, han confirmado 18.270 positivos. Esto significa que casi se habrían duplicado en una semana, ya que siete días antes registraron 10.321 infectados.
Chile, que arrancó el proceso de vacunación el 25 de diciembre de 2020, junto con México y Costa Rica, pronto se posicionó como uno de los países del mundo con mayor porcentaje de vacunados. Tanto es así que, el pasado 23 de junio, logró alcanzar el hito del 80% de su población con al menos una inyección de la vacuna. Para ese día, había inoculado un total de 21,7 millones de dosis y un 64% de los chilenos ya tenía la pauta completa. No obstante, llama la atención que apenas unas semanas antes, a finales de mayo y principios de junio, sufrió un importante incremento de los contagios.
Estos repuntes no han pasado inadvertidos para los los antivacunas, que no han dudado en aprovecharlos para poner en cuestión -una vez más- la eficacia de las vacunas contra la Covid. Algo que poco o nada tiene que ver con el motivo real de estos brotes. No obstante, el asunto es complejo y requiere de una explicación detallada por parte de voces expertas en la materia. Podemos adelantar que advierten de que la historia se podría repetir en otros países, pero huyen de alarmismos innecesarios, que pueden resultar contraproducentes. En LD, hemos hablado con:
Ana María Ortega Prieto, investigadora en el Departamento de Enfermedades Infecciosas del King’s College de Londres, donde estudia los mecanismos moleculares que contribuyen a la patogenicidad del SARS-CoV-2, y trabaja en el desarrollo y caracterización de nuevas terapias antivirales para avanzar en la lucha frente al virus. Es Doctora en Biociencias Moleculares por la Universidad Autónoma de Madrid y realizó un periodo postdoctoral de 5 años en el Imperial College de la capital británica, desarrollando y caracterizando modelos animales y modelos celulares avanzados frente al virus de la Hepatitis B, Hepatitis C, VIH, gripe o el Zika.
Javier Cantón, profesor de Biología y Biotecnología de Coronavirus en el Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa (CISDE), además de asesor de comunicación científica y divulgador. Es Doctor en Virología, especialidad en Coronavirus por la Universidad Autónoma de Madrid y realizó un Máster en Bioinformática y diseño de fármacos en la Universidad Autónoma de Barcelona. Durante seis años, estuvo trabajando en el laboratorio de coronavirus de Luis Enjuanes (CSIC) y su tesis doctoral versó sobre el MERS-CoV, otro coronavirus humano.
Causas de los brotes
Las vacunas contra la Covid nos protegen de los síntomas graves de la enfermedad que provoca el Sars-Cov-2, pero no impiden la transmisión del virus en su totalidad, como explicamos en un reportaje dedicado a los tipos de inmunidad que confieren estos fármacos. Precisamente por no ser totalmente esterilizantes, la comunidad científica sigue dudando de si se puede alcanzar la llamada "inmunidad de rebaño" con las vacunas de las que disponemos en la actualidad. De lo que sí tiene certeza es de que, a día de hoy, el fármaco es eficaz y la pauta completa nos protege de todas las variantes conocidas. Es decir, una sola dosis no es suficiente para combatir algunas mutaciones del virus, por eso es importante terminar el proceso de inmunización cuanto antes.
Esta premisa es el punto de partida para explicar lo que está ocurriendo en países como Reino Unido, donde los casos crecen y lo hacen exponencialmente, cada vez a un ritmo mayor. Ana María Ortega Prieto señala dos posibles causas: la aparición de nuevas variantes más transmisibles y la relajación de las medidas de prevención.
"En Reino Unido, hace un par de semanas que han levantado muchas de las medidas de prevención. En Londres, hemos pasado de no encontrar grupos grandes de personas en la calle a ver de nuevo una actividad, al menos en exteriores, prácticamente igual a la que había antes de la pandemia: el metro abarrotado, los restaurantes llenos de gente y un distanciamiento social que no siempre se respeta", explica la investigadora del Kings College.
"En Chile hemos visto algo parecido, el país relajó sus restricciones demasiado pronto, cuando gran parte de la población seguía sin vacunar o contaba con solo una dosis de la vacuna", añade la experta en coronavirus.
Y esto podría ser la clave. En el país hispanoamericano, inicialmente optaron por vacunar a mucha gente con una sola dosis, en lugar de establecer grupos prioritarios e ir completando la vacunación. No obstante, es complicado saber cuál hubiera sido el resultado si la estrategia hubiera sido otra. Además, con el tiempo aumentaron el ritmo de la campaña superando a la mayoría de los países. Hoy, su porcentaje de población con las dos inyecciones es bastante mayor que el de España, por ejemplo.
Hay quien ha culpado del aumento de las infecciones a la escasa efectividad de las vacunas chinas administradas en Chile. Sin embargo, los datos de los que disponemos "son temporales", advierte Javier Cantón, por lo que son necesarios "más estudios". "Lo que sí parece claro es que reducen la transmisión, independientemente del porcentaje de efectividad", destaca.
En el caso de Israel, por ejemplo, también se ha producido un pequeño aumento de casos después de haber levantado las últimas restricciones. "Principalmente en niños", destaca la doctora Ortega Prieto. Para ella, "estos datos nos muestran la importancia de completar la pauta de vacunación y recibir la segunda dosis lo antes posible".
La constatación de que estos contagios se están dando mayoritariamente en personas sin vacunar o con la pauta incompleta es una muy buena noticia. "Estamos confirmando, una vez más, que las vacunas protegen frente a la COVID-19", asevera.
"El aumento de casos en países con altas tasas de vacunación es el ejemplo perfecto de que no hay que confiarse y relajar las medidas de prevención demasiado pronto", añade. "Hay que tener en cuenta que si un país tiene a un 50% de las personas completamente vacunadas, todavía le quedará otro 50% susceptible a la infección", explica Ana María. Por tanto, "el virus va a seguir circulando, infectando y generando nuevas mutaciones".
Javier Cantón es muy tajante a la hora de afirmar que los casos de coronavirus "están aumentando más por la relajación de medidas que por la llegada de nuevas variantes. Hasta la fecha, ninguna variante ha sido capaz de atravesar una buena mascarilla bien ajustada en un entorno con distancia y/o ventilación".
El papel de la variante india
La variante detectada por primera vez en India, renombrada como Delta por la OMS, acaba de llegar -al menos oficialmente- a Chile. El 24 de junio de 2021, las autoridades chilenas notificaron el primer caso de esta mutación del coronavirus en el país: el de una mujer de 43 años procedente de Estados Unidos.
La variante dominante en el país es la mutación brasileña, ahora conocida como Gamma, que es hasta dos veces más transmisible que sus predecesoras y tiene un mayor porcentaje de reinfección, como recoge un estudio publicado en Science que ha sido realizado por científicos de la Universidad de Sao Paulo y del Imperial College de Londres. Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Salud chileno, los nuevos contagios diarios oscilan entre los 5.000 y los 7.000, mientras que la incidencia acumulada a 14 días casi alcanza los 500 casos confirmados por 100.000 habitantes. Y, lo peor, la capacidad hospitalaria continúa en niveles críticos, con una ocupación UCI que al 15 de junio alcanzaba el 96,3%.
En Reino Unido, sin embargo, la variante india ya se ha convertido en dominante, desplazando a la británica. Y esto ha ocurrido porque "tiene mutaciones que le confieren alguna ventaja biológica respecto a variantes anteriores", advierte Ana María Ortega Prieto. Se está imponiendo muy rápidamente, ya es la responsable de más del 90% de los casos de COVID-19 identificados en el país.
Por el momento, señala la investigadora del Kings College, "lo único que tenemos son datos epidemiológicos que indican que podría transmitirse mejor que variantes anteriores. Sin embargo, en la práctica todavía no se ha demostrado que esta nueva variante delta sea más transmisible, peligrosa o letal que las variantes anteriores".
Eso sí, ya se han identificado casos de positivos con esta variante en distintos países de Europa, incluyendo España. "Viendo lo fácilmente que se impone frente a otras variantes, lo esperable sería que la variante Delta se convirtiera en la predominante en los próximos meses", añade.
Javier Cantón advierte de que esto "ya ocurrió cuando mutó el virus en Reino Unido", dando lugar a la variante británica, recientemente renombrada como Alfa por la Organización Mundial de la Salud. "Ciertas mutaciones confieren una ventaja evolutiva a un organismo y se reproduce más rápido. Es la evolución en su forma más pura", exclama.
"El virus sigue jugando a la lotería, haciendo millones de mutaciones", explica en virólogo. De forma que "unas variantes sustituyen y otras son sustituidas, conforme pasa el tiempo". Y esto nos indica que "la variante Delta (india) no será la última mientras queden personas sin vacunar".
No obstante, Ortega Prieto insiste en que "hasta la fecha, ninguna de las variantes identificadas es resistente a las vacunas cuando se administra la vacunación completa". Estudios recientes nos indican que "una dosis del fármaco de AstraZeneca o Pfizer reduce en un 33% la probabilidad de desarrollar la enfermedad causada por la variante Delta, y en un 50% si nos infectamos con la variante Alfa". Y los porcentajes "aumentan considerablemente con la segunda dosis". Por tanto, la vacuna sigue siendo "la mejor forma de luchar contra al avance de nuevas variantes".
Por su parte, Javier Cantón explica que es lógico pensar que "el aumento de los contagios por cualquier variante se va a traducir siempre en más hospitalizaciones porque, de momento, las mutaciones observadas no atenúan al virus". Es decir, "si este virus tiene una mortalidad del 0,1% en jóvenes y 20% en ancianos, cuantos más se contagien, más enfermarán".
Según señala el virólogo, "ahora cuesta más que antes que una variante se expanda en países con altos porcentajes de vacunación, porque la transmisión es menor". Sin embargo, "la aparición de variantes como la india, que se estima que tiene una transmisibilidad un 60% mejor, compensaría en parte la presencia de vacunados".
"Lo importante es que una gran parte de la población de riesgo ha recibido ya la vacunación completa", añade la investigadora del Kings College. Además, destaca, "aunque la protección sea menor con una sola dosis, siempre va a ser mejor que no estar vacunado".
De hecho, los datos que nos llegan del PHE (el organismo de salud pública del Reino Unido) indican que las personas que han recibido una dosis de la vacuna tienen un 75% menos de probabilidad de acabar hospitalizadas por COVID-19 con la variante india que las que no se han recibido ninguna dosis. Una cifra que alcanza el 94% cuando se completa la pauta de vacunación.
¿Qué pasará en España?
Los expertos consultados por LD hacen un llamamiento a la tranquilidad, aunque reconocen que todo apunta a que la variante india se convertirá en la dominante en las próximas semanas. Especialmente porque se están reduciendo las medidas que -en su opinión- deben ser complementarias a la vacunación.
Javier Cantón considera que el escenario perfecto para que pueda "consolidarse como la variante mayoritaria", dada la "relajación de medidas bajo el paraguas de las bajas incidencias acumuladas". "Aunque hay literatura científica que apoyaría este tipo decisiones aún es pronto para confiar todo a la buena voluntad de los ciudadanos", advierte. Para el virólogo hay muchos matices a tener en cuenta, por ejemplo a la hora de eliminar las mascarillas al aire libre: "No todo espacio abierto está bien ventilado" y hay que valorar otros factores "como la fiesta o el alcohol". Cree que puede ser peligroso transmitir la sensación de que "esto está superado ya". Todo ello indica, a su parecer, "que la muerte de un porcentaje de jóvenes (aunque sea poco) es asumible políticamente".
De la misma forma, Ana María Ortega señala que "lo esperable es que (la variante india) se acabe imponiendo, como ha ocurrido en Reino Unido". De hecho, advierte de que "posiblemente haya más casos que no han sido detectados, porque solo se secuencia una pequeña parte de los positivos".
No obstante, según explica la investigadora, "el principal riesgo de que una variante sea más transmisible radica en que podría aumentar el número de casos de forma más rápida y por lo tanto colapsar el sistema sanitario antes". Pero ahora "hay que tener en cuenta que -afortunadamente- tenemos un aliado con el que antes no contábamos, las vacunas". Y, recuerda, "ninguna variante identificada es resistente" a los fármacos contra la Covid.
El cuento del lobo
Ambos expertos valoran de forma negativa que se alarme de manera excesiva sobre la aparición de nuevas variantes o que se sobredimensione el impacto que la india -por ejemplo- pueda tener en nuestro país.
"Estamos viviendo una pandemia en directo, con un exceso de información, y eso puede jugar en nuestra contra", explica Ana María Ortega. "Los mensajes alarmistas y catastrofistas están a la orden del día y cada nueva variante que aparece parece ser mucho peor que la anterior. Lo vimos con la variante Alfa (británica) en su momento, con la variante de California, apodada como "el diablo", o con las identificadas en Sudáfrica o Brasil". Sin embargo, asevera, "la realidad es que ninguna de estas profecías apocalípticas se ha cumplido.
De hecho, la variante británica, que es la que predomina en España en estos momentos, no ha causado un aumento significativo de los casos, las hospitalizaciones o los fallecimientos, como ocurrió en Reino Unido. Por lo tanto, "aunque es importante vigilar la aparición de nuevas variantes de preocupación, para ver la evolución del virus y actuar en consecuencia si se confirma una mayor transmisibilidad o letalidad, es mejor no caer en mensajes alarmistas". La especialista en enfermedades infecciosas cree que "esto podría llevar al hartazgo de la población y a una pérdida de credibilidad".
Ya ven, los expertos consultados por LD aconsejan guardan la calma y seguir con las medidas de protección complementarias a la vacunación, huyendo de generar alarmas innecesarias que puedan ser contraproducentes... Podría pasar lo que en el cuento ‘Que viene el lobo’, que de tanto anunciar su llegada, nadie se lo creyó el día que llegó verdaderamente.
Fuente - Texto tomado de LIBERTADDIGITAL.COM:
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