|
Virgen de Coromoto Patrona de Venezuela |
Entre los Indios que habitaban la región de Guanare había una parte designada con el nombre Cospes. Cuando en 1591 llegaron los españoles allí y se hizo el reparto de tierras e Indios en encomiendas, unas cuantas familias de los Cospes se disgregaron de su Tribu y huyeron internándose en las selvas de las dilatadas montañas y valles que se extienden entre Boconó de Trujillo y Guanare, hacia las riberas del río Tucupido. En esos lugares apartados se mantuvieron los Cospes muchos años sin acordarse nadie de ellos, hasta que sonó en el reloj de la Providencia la hora de su conversión mediante la maternal intervención de María Santísima.
Un español noble y honrado, buen cristiano, llamado Juan Sánchez, había obtenido años atrás unos terrenos en la margen derecha del Guanare a unas 5 leguas de la Villa de Espíritu Santo que es la ciudad de Guanare. Varios años llevaban los Indios Cospes sin que los civilizadores extranjeros hubieran podido conseguir que ellos descendieran a tomar parte en el aprendizaje del cultivo de los campos y de la Doctrina Cristiana. Estaban, según refieren en la historia, en aquellos lugares de la montaña en donde ellos se habían ocultado hacia las fuentes del río Tucupido y su margen derecha.
Aquí se dejó ver la Virgen no solo del Jefe de la Tribu sino de varios otros indios y es también donde les mandó a que fueran a donde los blancos Españoles a que los Bautizaran; por indicación de la Virgen, los Indios en número de varios centenares dejaron la montaña y se pusieron a las órdenes de Juan Sánchez quien les fijó para su residencia y trabajo unos campos de su propiedad conocidos con el nombre de Coromoto, nombre propio de una quebrada en la confluencia de los ríos Tucupido y Guanare de la cual toma la denominación de aquel paraje la Santísima Virgen que allí apareció.
Según refiere la Historia la Virgen de Coromoto apareció repetidas veces a los Indios Cospes y no solamente a los mayores sino también a los hijos de éstos según testimonio de los que fueron Párrocos de Guanare en el tiempo no lejano de las apariciones.
La primera Aparición tuvo lugar en el año de 1651 cuando el cacique de los Cospes se dirigía en compañía de su mujer al trabajo de campo. Al llegar a una quebrada, una hermosa Señora que sostenía en sus brazos un precioso niño, apareció caminando sobre las aguas diciéndoles en la lengua propia de los Indios:
"Salgan a donde están los blancos para que les echen agua sobre sus cabezas para subir al Cielo"
El Cacique de los Cospes que en un principio asistía gustoso a las instrucciones catequísticas disgustó luego añorando sin duda la soledad de los bosques y se retiró sin recibir el bautismo. Triste y meditabundo estaba el Indio recostado en su choza días antes de su fuga. Con él se hallaban su esposa, su hermana Isabel y un hijo de éste el cual era llamado Juan.
Todo era silencio en la noche pues las Indias al ver de tan mal humor al Cacique que no se atrevían a decir palabra. Habrían transcurrido algunos instantes desde la llegada del cacique cuando de modo visible y corpóreo se presentó la Virgen Santísima en el umbral del bohío, despidiendo rayos abundantes como los rayos del sol a medio día, según palabras de la India Isabel, que iluminaron el recinto con celestial claridad.
Al verla el Cacique pensó que la Gran Señora venía a reprocharle su mal proceder y le dijo:
"¿Hasta cuándo me quieres perseguir?, bien te puedes volver, no he de hacer más lo que tú me mandes. Por ti dejé mis conucos y he venido a pasar trabajos"
Como las mujeres reprendieron al Indio el modo como trataba a la Bella Mujer, le dijo a la Virgen que lo miraba sonriente:
"¿Con matarte me dejarás?"
Adelantándose entonces la Virgen hacia el Cacique, él se abalanzó sobre ella para asirla del brazo y echarla fuera quedando todo envuelto en tinieblas.
"Aquí la tengo", dice el Indio en tono de furia y triunfo.
"Muéstrala para verla" responden las mujeres.
Y a la luz de las ascuas que arden en el tosco fogón, abrió el Indio su mano y contemplan todos el retrato de la bella mujer. El pobre Indio resistió por algún tiempo más la acción de la gracia que golpeaba insistentemente a las puertas de su corazón, pero al fin, la Virgen salió triunfante pues el Cacique al verse mortalmente herido por la mordedura de una serpiente cuando huía a la espesura de la selva, pidió a gritos el Bautismo que le fue suministrado por un buen Cristiano de la Ciudad de Barinas.
De las palabras que la Virgen dijo al Cacique y a los Indios Cospes desde la primera de sus apariciones era que:
"Salieran a donde estaban los Blancos para que les echara agua en la cabeza para ir al Cielo"
Se deduce que la Virgen se constituyó en Misionera de los Indios Venezolanos siendo en la Aurora de la Fe del nuevo mundo como un sol brillantísimo que irradiara los más fulgurantes resplandores. Más no hizo sus apariciones solo para convertir a los Indios sino que dejó su retrato en esta tierra privilegiada para que la iluminara en la sucesión de los tiempos. No significa otra cosa los múltiples prodigios que su poder ha obrado en favor de sus devotos y continúa obrando en el orden de la naturaleza como el de la gracia para conservar siempre el vivo rescoldo de la Fe en el pueblo Venezolano.
Muchas son las devociones marianas como las distintas advocaciones de la Santísima Virgen en Venezuela. Todas son sin duda dignas de consideración y aprecio pero ninguna como la de la Virgen de Coromoto. Ella es la primera en el orden del tiempo pues ninguna como ella puede remontarse a los tiempos de la Evangelización primitiva de los Indios cuando la Fe empezaba a nacer en tierras Americanas. Ella es la única que tiene por origen la aparición real de la Santísima Virgen en persona a nuestros aborígenes, dejándoles el don inestimable de su imagen. Ella es la que con más fuerzas atrae los corazones de toda Venezuela pues desde las remotas regiones acudieron llenos de Fe y amor los peregrinos.
Ella, por tanto, tiene más derechos que ninguna otra devoción a ser proclamada Patrona Celestial de Venezuela.
Proclámala tú muy alto en el fondo de tu corazón, entronízala en tu hogar y conviértete en el apóstol de la devoción a Nuestra Señora de Coromoto.
El 1º de mayo de 1942 fue declarada Patrona de Venezuela por el Episcopado Nacional. El 7 de octubre de 1944, S.S. Pío XII, la declaró "Celeste y Principal Patrona de toda la República de Venezuela", su coronación canónica se celebró en 1952. El Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto fue declarado Basílica por S.S. Pío XII el 24 de mayo de 1949.
La Sagrada Imagen - Reliquia
Nuestra Señora de Coromoto
La imagen es un daguerrotipo tomado a la Reliquia en 1896 por el fotógrafo francés Émile Favré. Éste fue el sorprendente resultado obtenido. La Bendita Madre nos concedió el inestimable regalo de esta Reliquia, dejada en la mano del cacique de los Cospes, como símbolo y constancia de su aparición en esta Tierra de Gracia. La Milagrosa Imagen –Reliquia- que, aún hoy, es objeto de estudio y análisis, está dentro de uno de los misterios espirituales y religiosos que bien merece un estudio aparte.
La Milagrosa Imagen – Reliquia dejada por la Virgen el día 8 de septiembre de 1652 en las manos del cacique es diminuta, y tiene forma ovalada. Es del tamaño de una moneda de 100 bolívares aproximadamente, midiendo 27 milímetros de alto por 22 milímetros de ancho. En la custodia que la preserva, esta miniatura está encerrada en un óvalo hecho de oro de 41 mm. de alto por 33 mm. de ancho. Según informe de los declarantes del archivo de la aparición de la Virgen, recogido en 1746, es “una impresión hecha sobre algo parecido a un papel como de seda”.
En 1922, 1951 y en 1976, esta reliquia fue examinada y fotografiada por unos potentes lentes. Según consta, es una imagen hecha por trazos de pluma a rayas y puntos muy finos, como si fuera hecho en la técnica de la tinta china.
En la foto anterior se puede apreciar el estado lamentable que presenta dicha imagen. Los colores están muy apagados que casi no se distinguen y el lugar donde está el Niño Jesús está muy raído y deteriorado, lo cual es bastante alarmante. Según lo descrito con detalle en varios documentos de la época, la imagen presenta a la Santísima Madre con el Niño Jesús en Su Regazo, con la mano derecha levantada en actitud de bendecir y con un globo imperial (una esfera coronada por una cruz) en la otra mano. La Madre Bendita está, aparentemente, sentada en una especie de camarín, un arco que forma como un portal sostenido por pilares delgados, y tanto Ella como el Niño están coronados. Ambos tienen túnicas de color blanco dorado, y Ella tiene un manto carmesí morado que cubre sus espaldas y hombros, dejando al descubierto Sus Manos que sostienen y presentan al Divino Niño.
Una copia hecha en 1766 de la Imagen – Reliquia de la Virgen de Coromoto se conservaba en el convento de las monjas Carmelitas de Caracas. Dichas copias se hacían in situ y eran llevadas y traidas desde y hacia Guanare para ser bendecidas y llevadas por los devotos en sus viajes y mudanzas.
Curiosamente tiene gran similitud con la Virgen del Principio. Pintura que le atribuyen al propio Evangelista Lucas, y que fue venerada en Nápoles desde el siglo IV. La interesante investigación titulada: “Extrañas Coincidencias, Similitud de la Virgen del Principio con la Virgen de Coromoto” escrita por, Medardo D´Ambrosio, en: La Voce D´Italia (27 de mayo del 2002), dejan perplejo a cualquier investigador que esté dispuesto a escudriñar las resonancias de los primeros siglos del cristianismo en suelo venezolano. En tal sentido, tenemos en Venezuela la imagen más próxima a la primera pintura de la Madre de Jesucristo con la cual se inició el culto mariano en el mundo.
En marzo de 2009 se dedica un laboratorio dentro del Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto. Equipo de trabajo compuesto por los restauradores Pablo Enrique González y Nancy Jiménez. Los hallazgos dejaron perplejos a los “incrédulos” científicos. Descubriendo, por ejemplo, que una vez analizadas las aguas empleadas en el tratamiento original, el pH resultó ser neutro. Hecho inexplicable para la ciencia. Detectaron símbolos ancestrales, que para el antropólogo Nemesio Montiel, son claramente de origen indígena. Por observación microscópica, se logró identificar en los ojos de la Virgen, de menos de 1 milímetro (aproximadamente 2 micras), la presencia del iris. Se pensaba que los ojos de la pintura eran simples puntos. Al profundizar en el estudio del ojo izquierdo, se pudo definir un ojo con las características humanas. Se observa claramente el orbe ocular, el conducto lacrimal, el iris y un pequeño punto de luz en el mismo. Maximizando el punto de luz, se pudo observar que el mismo parece formar la imagen de una figura humana con características bien específicas y naturales.
Con el tiempo, dicha imagen se fue dando a conocer con pequeñas variantes, mas sin alterar demasiado lo esencial de la misma. En estos momentos, la Imagen – Reliquia de la Virgen se encuentra en una riquísima custodia elaborada en 1948 en España por la mediación de los Reverendos Padres Paúles, en especial el padre Félix García, y fue sufragado para la época en Bs. 10.000, lo cual equivaldría a la suma de Bs. 25 millones de bolívares netos hoy en día. El simbolismo de este hermoso trabajo de orfebrería es muy bello: en el centro se encuentra representada una choza indígena en la cual está colocada la Imagen – Reliquia de la Virgen, y a su vez la humilde choza se encuentra bajo la representación del Arco Triunfal del Campo de Carabobo, alusión a la visita que hizo el Libertador Simón Bolívar a la Santísima Virgen de Coromoto la víspera misma de la gran Batalla de Carabobo entre finales de mayo y principios de junio de 1821, custodiado por dos ángeles con las alas desplegadas en acto de veneración. El pie de la custodia es una base que contiene los escudos de todos los Estados de Venezuela para la época y el escudo nacional de la patria, y de todos ellos surgen raíces que se concentran en un tronco de árbol que despliega airosamente sus ramas para sostener la custodia de la Sagrada Imagen de la Virgen y el Niño. Este pequeño templete está ubicado en la parte posterior del altar mayor del Santuario Nacional Templo Votivo de la Virgen de Coromoto, justo debajo del pilar que sostiene una imagen grande de la Excelsa y Celeste Patrona de Venezuela.
Oración de S.S. Juan Pablo II
Guanare - 10 de febrero de 1996
¡Virgen y Madre nuestra de Coromoto!
Virgen y Madre nuestra de Coromoto, que siempre has preservado la fe del pueblo venezolano. En tus manos pongo sus alegrías y esperanzas, las tristezas y sufrimientos de todos tus hijos.
Implora sobre los Obispos y Presbíteros los dones del Espíritu, para que, fieles a sus promesas sacerdotales, sean infatigables mensajeros de la Buena Nueva, especialmente entre los más pobres y necesitados.
Infunde en los religiosos y religiosas el ejemplo de tu entrega total a Dios, para que en el servicio abnegado a los hermanos los acompañe en sus trabajos y necesidades.
Madre de la Iglesia, alienta a los fieles laicos, comprometidos con la Nueva Evangelización, para que, con la promoción humana y la evangelización de la cultura, sean auténticos
apóstoles en el Tercer Milenio.
Protege a todas las familias venezolanas, para que sean verdaderas Iglesias domésticas, donde se custodie el tesoro de la fe y de la vida, donde se enseñe y se practique siempre la caridad fraterna.
Ayuda a los católicos a ser sal y luz para los demás, como auténticos testigos de Cristo, presencia salvadora del Señor, fuente de paz, de alegría, de esperanza.
Reina y Madre Santa de Coromoto, ilumina a quienes rigen los destinos de Venezuela, para que trabajen por el progreso de todos, salvaguardando los valores morales y sociales cristianos.
Ayuda a todos y cada uno de tus hijos e hijas, para que, con Cristo Nuestro Señor y Hermano, caminen juntos hacia el Padre, en la unidad del Espíritu Santo.
Amén
Esta es la oración promovida
por la Conferencia Episcopal,
que se reza diariamente
a la Virgen de Coromoto,
patrona de Venezuela,
en todas las iglesias del país:
Jesucristo, Señor Nuestro,
acudimos a Ti en esta hora de tantas
necesidades en nuestra patria.
Nos sentimos inquietos y esperanzados,
y pedimos la fortaleza
como don precioso de tu Espíritu.
Anhelamos ser un pueblo identificado
con el respeto a la dignidad humana,
la verdad, la libertad, la justicia
y el compromiso por el bien común.
Como hijos de Dios,
danos la capacidad de construir
la convivencia fraterna,
amando a todos sin excluir a nadie,
solidarizándonos con los pobres
y trabajando por la reconciliación y la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro,
para que juntos construyamos
"la civilización del amor",
a través de una real participación
y de una solidaridad fraterna.
Tú nos convocas como Nación y te decimos:
Aquí estamos, Señor,
junto a nuestra Madre,
María de Coromoto,
para seguir el camino
emprendido y testimoniar la fe
de un pueblo que se abre
a una nueva esperanza.
Por eso todos juntos gritamos:
¡Venezuela!
¡Vive y camina con Jesucristo,
Señor de la historia!
Amén
Fuente - Texto tomado de OBLATOS.COM:
http://www.oblatos.com/dematovelle/index.php?option=com_content&view=article&id=3048:11-de-septiembre-fiesta-de-nuestra-senora-de-coromoto&catid=124:legion-de-maria&Itemid=166
Fuente - Texto tomado de REPORTECATOLICOLAICO.COM:
http://www.reportecatolicolaico.com/2012/09/la-sagrada-imagen-reliquia-de-nuestra-senora-de-coromoto/
Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/turismoreligioso/845/2925/articulo.php?id=32834