De manera similar, la Conferencia Episcopal Británica ha publicado un comunicado en el que anima a todos los cristianos a colocar una luz en su ventana el 31 de octubre como una señal para los transeúntes (en Inglaterra y Gales) que son seguidores de Jesucristo.
La iniciativa se llama Noche de Luz "Night of Light", y es la inspiración de Damián Stayne, el fundador de la comunidad católica, Cor et Lumen Christi. Explicó: "La Noche de la Luz es una iniciativa internacional para reclamar Halloween como una celebración cristiana gozosa". La noche del 31 de octubre es el llamado Halloween ("All Hallows Eve") y la vigilia (inicio) de la Fiesta de Todos los Santos, la fiesta en que los católicos celebran la gloria de Dios en sus santos, la victoria de la luz sobre la oscuridad en las vidas de los santos de Dios en el cielo.
Jesús es "la Luz del Mundo". Los santos viven por esa luz y se convirtió en un faro en su propia generación. Todos estamos llamados por Jesús para vivir esta vocación: Llegar a ser "la luz del mundo de hoy para los demás".
- La asistencia a una misa de vigilia de la Fiesta de Todos los Santos.
- Pasar toda la noche adorando a Jesús en el Santísimo Sacramento.
- Proporcionar golosinas y diversión para los niños en la celebración de Todos los Santos y la Luz de Cristo, por ejemplo, una hoguera o disfrazarse de santos.
- Colocar una luz en tu ventana (con seguridad) como una señal para los transeúntes, que el suyo es un hogar cristiano y Cristo es tu luz.
Algunos pueden usar ropa blanca como un símbolo de su fidelidad a Cristo, Nuestra Luz.
El Arzobispo Vincent Nichols recientemente escribió en su carta pastoral a su diócesis: "Hacer visible la fe es una parte tan importante de la invitación que el Santo Padre ha extendido a todos nosotros". Participar en la Noche de la Luz se ofrece como una forma de responder a esa invitación.
¿Qué experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta de Halloween?
Si aceptamos el Halloween, aceptamos todas las ideas y las tomamos a la ligera en "aras de la diversión de los niños". Cuando estos niños lleguen a ser jóvenes y adultos (a quienes durante su infancia les permitimos jugar al Halloween, con todas sus actividades, ceremonias y prácticas, las cuales pueden alimentar la curiosidad y atracción por las ciencias ocultas), posteriormente acudirán a los brujos, hechiceros, médiums, y los que leen las cartas, y todas estas actividades son contrarias a lo que nos enseña la Biblia en la Iglesia Católica.
Nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz para el mundo, ¿nos identificamos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de temor, injusticia, miedo y oscuridad? Si somos sinceros con nosotros mismos y buscamos ser fieles a los valores de la Iglesia Católica, llegaremos a la conclusión de que el Halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano de los Fieles Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los principios elementales de nuestra fe.
Halloween no es una fiesta Cristiana. La Iglesia Católica la trató de suprimir desde el Siglo VII. Diferentes denominaciones la han condenado. La Iglesia no celebra esta fiesta en ningún país del mundo.
Siempre hay excusas:
"Yo no participo de nada satánico, solamente me disfrazo y me divierto".
"A los niños les gusta, y ellos no entienden".
Es nuestra obligación delante de DIOS como cristianos enseñar a los niños desde temprano a no participar de la maldición y la maldad y a no comprometer la Palabra de DIOS con prácticas no recomendables.
Fuentes: