Por las almas de los sacerdotes y religiosos (Diario, N° 1212)
Jesús misericordioso, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.
Padre Eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación, y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.
Invocación para todos los días de la Novena
Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como manantial de misericordia para nosotros, en ti confío.
Texto tomado del Libro: Novena del Señor de la Divina Misericordia - Caballeros de la Virgen