Mi nota personal
¿Un legítimo sacerdote católico puede idolatrar a un equipo de fútbol?
¡NO!
¡JAMÁS!
No, los sacerdotes católicos no deben idolatrar el fútbol, ni ninguna otra cosa que no sea Dios. Aunque el fútbol, como cualquier deporte, puede ser una actividad recreativa saludable, no debe convertirse en una obsesión o fuente de idolatría. El primer mandamiento de la ley de Dios dice:
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas".
Esto significa que Dios debe ser la prioridad en la vida de un sacerdote, y cualquier cosa que tome ese lugar, incluyendo el fútbol, se convierte en un ídolo.
¿O es sacerdote de Dios o es hincha?
Está incumpliendo el Primer Mandamiento de la Ley de Dios:

Los sacerdotes católicos NUNCA
pueden idolatrar el fútbol
La Iglesia Católica enseña que los sacerdotes tienen una vocación especial para servir a Dios y a la comunidad, y deben ser un ejemplo de devoción y fe. Esto implica que deben evitar cualquier actividad que pueda distraerlos de su misión o que pueda ser considerada idolatría.
Si un sacerdote se encuentra obsesionado con el fútbol, o si el fútbol le impide cumplir con sus deberes sacerdotales, entonces se ha convertido en una forma de idolatría y debe ser abordada.
En resumen, el fútbol puede ser una actividad recreativa, pero no debe convertirse en una forma de idolatría para un sacerdote católico. La prioridad de un sacerdote siempre debe ser Dios y su servicio a la Iglesia.
NOTA: Los hinchas volcaron "SU FE" y utilizaron como "AMULETO DE SUERTE" una planta que es frecuentemente usada en rituales demoníacos, llamada "ruda", y así ofrecen su alma al diablo para obtener beneficios, caso concreto: "que el equipo DIM" consiguiera el título como campeón.

24 de Junio de 2025 - Noticias Telemedellín
Nevardo Cataño es un sacerdote de Barbosa, enamorado de Dios y del Deportivo Independiente Medellín. Es querido por su tradicional Eucaristía del Deporte todos los domingos en el Parque de Banderas y por ser el capellán del ‘Poderoso’ desde hace más de tres décadas.
“Empecé con ‘El Flaco’ Rodríguez, gracias a una invitación, siendo capellán de Eafit, para que jugara un partido con la universidad y allí lo conocí, le dije que era hincha del Medellín y él me invitó al equipo”, contó Nevardo Cataño, sacerdote.
Este amante del fútbol ha acompañado con sus celebraciones litúrgicas al equipo dentro y fuera de la ciudad en las temporadas del ‘Chiqui’ García, ‘Piscis’ Restrepo, ‘El Bolillo’ Gómez, Pedro Sarmiento y Hernán Torres. Además de ser amigo del ‘Rojo de la Montaña’, es un sacerdote de la gente y se lleva muy bien con la ‘Rexixtenxia Norte’.
Nevardo ora todos los días con y por el ´Poderoso’, y cree que este año sucederá el anhelado milagro.
“A unos amigos les dije que iba a la tumba del papa Francisco a pedirle que Medellín fuera campeón y algunos me dijeron: “más fácil resucita Francisco”. Pues vea dónde estamos y creo que va a ser el primer milagro del papa Francisco”, añadió el sacerdote, quien mantiene la fe intacta.
El capellán del rojo recuerda muchos momentos, desde guerras de almohadas, bautizos, sepelios y matrimonios, hasta el amor que sintió Germán Ezequiel Cano por uno de sus elementos litúrgicos.
Al padre Nevardo las críticas no le molestan y el sacerdote más hincha de Independiente Medellín pone en manos de Dios este compromiso.
https://telemedellin.tv/nevardo-sacerdote-enamorado-dim/766604/

Ni la ruda ayudó al Medellín:
la planta subió de precio,
se agotó y no funcionó
Lunes 30 de Junio de 2025 - 08:52 AM
La planta, convertida en cábala de fe para los hinchas del DIM, no pudo evitar la derrota ante Santa Fe en la final. El furor por la ruda llevó su precio a triplicarse en Medellín.
Publicado por: Luisa Fernanda Garzón Ochoa
La ruda, una planta tradicionalmente asociada con la buena suerte y la protección contra las malas energías, se convirtió durante los últimos meses en parte del ritual de aliento para los hinchas del Deportivo Independiente Medellín.
La iniciativa comenzó con un pequeño grupo de seguidores en la tribuna oriental del estadio Atanasio Girardot, quienes buscaban aportar un elemento simbólico que ayudara a cambiar el ambiente entre la afición.
Juan Sebastián Laverde, uno de los fundadores de la cuenta @Labandadelaruda, relató a Telemedellín que la idea surgió en medio de un sentimiento generalizado de pesimismo.
“Nos dábamos cuenta que siempre faltaba algo para lograr los objetivos. Quisimos encontrar algo muy local, muy nuestro, que ayudara a devolver la fe”, explicó.
La ruda fue la elegida por su carga cultural y por ser reconocida en el imaginario colectivo como una planta protectora. Desde entonces, se volvió parte del paisaje habitual en los encuentros del DIM.
El partido que afianzó la creencia
El uso de la planta se consolidó luego de un partido contra el Deportivo Pereira, cuando el jugador Francisco Chaverra anotó un gol de tiro libre. Desde entonces, los miembros de la banda de la ruda no dejaron de llevarla al estadio, convencidos de que era parte del cambio en la actitud del equipo y la hinchada.
“Desde que llevamos la ruda no hemos perdido, todo ha sido victorias o empates”, dijo Juan José González, otro de los impulsores del grupo.
Según relató, muchos asistentes comenzaron también a llevar su propia rama, lo que generó una respuesta emocional en la tribuna y una percepción de mayor optimismo entre los aficionados.
Aumento en la demanda y en el precio
La creciente popularidad de la planta entre los hinchas del Medellín tuvo efectos inesperados en el mercado local. Con la llegada de la final, la demanda se disparó, lo que derivó en una escasez de ruda en viveros y puntos de venta. El precio, que inicialmente rondaba los $5.000, llegó a triplicarse.
“La comprábamos en cinco mil pesos, pero ayer me tocó pagar quince mil”, relató González antes de la final del 29 de junio.
La escena se repitió entre decenas de aficionados que buscaban una ramita como parte de su ritual para acompañar al equipo en uno de los partidos más importantes del semestre.
Una final que terminó en decepción
Pese a la tradición y la carga simbólica que representó la ruda para parte de la hinchada, el Deportivo Independiente Medellín no logró el resultado esperado en la final del torneo colombiano.
El equipo cayó 1-2 en casa ante Independiente Santa Fe, que se coronó campeón por décima vez en su historia.
El DIM abrió el marcador a los 18 minutos con un gol de Francisco Fydriszewski, pero el equipo bogotano remontó con anotaciones de Santiago Mosquera y Hugo Rodallega.
Pese a los intentos del Medellín por igualar el resultado en el segundo tiempo, la defensa de Santa Fe resistió y logró asegurar el título.
Más allá del resultado,
un símbolo para la hinchada
Aunque el resultado no fue favorable para el DIM, la historia de la ruda dejó ver cómo un elemento cultural puede transformarse en símbolo colectivo dentro del fútbol.
Más allá de sus supuestas propiedades, la planta representó para muchos hinchas un acto de conexión, comunidad y esperanza en torno al equipo.
La experiencia también demostró cómo las tradiciones dentro del deporte pueden tomar nuevas formas, con impacto incluso fuera de la cancha. Aunque la ruda no pudo cambiar el resultado de la final, sí logró dejar una huella emocional entre quienes creyeron en su poder simbólico.
Fuente - Texto tomado de VANGUARDIA.COM:

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