Nacimiento: Año 1381 - Roccaporena (Italia).
Fallecimiento: Mayo 22 de 1457 - Cascia (Italia).
Beatificación: Año 1627 por Urbano VIII.
Canonización: Mayo 24 de 1900 por León XIII.
Atributos: Cruz, corona de espinas, rosas, higos.
Santa Rita es patrona de:
- Las enfermedades.
- Las heridas.
- Los problemas maritales.
- Las causas imposibles.
- Las pérdidas.
- El abuso.
- Las madres.
Santa Rita junto con San Judas Tadeo, es la patrona de las causas perdidas. En España se la llama la santa de los imposibles.
Su
vida comenzó en tiempos de guerras, terremotos, conquistas y
rebeliones. Países invadían a países, ciudades atacaban a ciudades
cercanas, vecinos se peleaban con los vecinos, hermano contra hermano.
Los problemas del mundo parecían más grandes que lo que la política y
los gobiernos pudieran resolver. Nacida de devotos padres, Antonio
Mancini y Amata Ferri a los que se conocía como los "Pacificadores de
Jesucristo", pues los llamaban para apaciguar peleas entre vecinos.
Ellos no necesitaban discursos poderosos ni discusiones diplomáticas,
sólo necesitaban el Santo Nombre de Jesús.
Las abejas
Parecía
que desde el primer momento de su nacimiento, Dios tenía designios
especiales para Rita. Según una tradición, desde que era bebé, mientras
dormía en una cesta, abejas blancas se agrupaban sobre su boca,
depositando en ella la dulce miel sin hacerle daño y sin que la niña
llorara para alertar a sus padres. Uno de los campesinos, viendo lo que
ocurría trató de dispersar las abejas con su brazo herido. Su brazo se
sanó inmediatamente. Después de 200 años de la muerte de Santa Rita,
algo extraño ocurrió en el monasterio de Casia. Las abejas blancas
surgían de las paredes del monasterio durante Semana Santa de cada año y
permanecían hasta la fiesta de Santa Rita, el 22 de mayo, cuando
retornaban a la inactividad hasta la Semana Santa del próximo año. El
Papa Urbano VIII, sabiendo lo de las misteriosas abejas pidió que una de
ellas le fuera llevada a Roma. Después de un cuidadoso examen, le ató
un hilo de seda y la dejó libre. Ésta se descubrió más tarde en su nido
en el monasterio de Casia, a 138 kilómetros de distancia. Los huecos en
la pared, donde las abejas tradicionalmente permanecen hasta el
siguiente año, pueden ser vistos claramente por los peregrinos que
llegan hoy al Monasterio.
Matrimonio
Sus
padres, sin haber aprendido a leer o escribir, enseñaron a Rita desde
niña todo acerca de Jesús, la Virgen María y los más conocidos santos.
Rita, al igual que Santa Catalina de Siena nunca
fue a la escuela a aprender a escribir o a leer. A Santa Catalina le
fue dada la gracia de leer milagrosamente por Nuestro Señor Jesucristo,
para Santa Rita su único libro era el Crucifijo. Ella quería ser
religiosa toda su vida, pero sus padres, Antonio y Amata, avanzados ya
en edad, escogieron para ella un esposo, Paolo Ferdinando, lo cual no
fue una decisión muy sabia. Pero Rita obedeció. Quiso Dios así darnos en
ella el ejemplo de una admirable esposa, llena de virtud, aún en las
más difíciles circunstancias.
Después
del matrimonio, su esposo demostró ser bebedor, mujeriego y abusador.
Rita le fue fiel durante toda su vida de casada. Encontró su fortaleza
en Jesucristo, en una vida de oración, sufrimiento y silencio. Tuvieron
dos gemelos, los cuales sacaron el temperamento del padre. Rita se
preocupó y oró por ellos. Después de 20 años de matrimonio y oración por
parte de Rita, el esposo se convirtió, le pidió perdón y le prometió
cambiar su forma de ser. Rita le perdona y él deja su antigua vida de
pecado y pasaba el tiempo con Rita en los caminos de Dios. Ésto no duró
mucho, porque mientras su esposo se había reformado, no fue así con sus
antiguos amigos y enemigos. Una noche Paolo no fue a la casa. Antes de
su conversión ésto no hubiera sido extraño, pero en el Paolo reformado
esto no era normal. Rita sabía que algo había ocurrido. Al día
siguiente, lo encontraron asesinado.
Su
pena fue aumentada cuando sus dos hijos, que ya eran mayores, juraron
vengar la muerte de su padre. Las súplicas no lograban disuadirlos. Fue
entonces que Santa Rita, comprendiendo que más vale salvar el alma que
vivir mucho tiempo, rogó al Señor que salvara las almas de sus dos hijos
y que tomara sus vidas antes de que se perdieran para la eternidad por
cometer un pecado mortal. El Señor respondió a sus oraciones. Los dos
padecieron una enfermedad fatal. Durante el tiempo de enfermedad, la
madre les habló dulcemente del amor y el perdón. Antes de morir lograron
perdonar a los asesinos de su padre. Rita estuvo convencida de que
ellos estaban con su padre en el cielo.
Entra en la vida religiosa
Al
quedar sola no se deja vencer por la tristeza y el sufrimiento. Santa
Rita quiso entrar con las hermanas Agustinas, pero no era fácil
lograrlo. No querían una mujer que había estado casada. La muerte
violenta de su esposo dejó una sombra de duda. Ella se volvió de nuevo a
Jesús en oración. Ocurrió entonces un milagro. Una noche, mientras Rita
dormía profundamente, oyó que la llamaban ¡Rita, Rita, Rita! esto
ocurrió tres veces, a la tercera vez Rita abrió la puerta y allí
estaban San Agustín, San Nicolás de Tolentino y San Juan El Bautista,
del cual ella había sido devota desde muy niña. Ellos le pidieron que
los siguieran. Después de correr por las calles de Roccaporena, en el
pico del Scoglio, donde Rita siempre iba a orar sintió que la subían en
el aire y la empujaban suavemente hacia Casia. Se encontró arriba del
Monasterio de Santa María Magdalena en Casia. Entonces cayó en éxtasis.
Cuando salió del éxtasis se encontró dentro del Monasterio, ante aquel
milagro las monjas Agustinas no pudieron ya negarle entrada. Es admitida
y hace la profesión ese mismo año de 1417, y allí pasa 40 años de
consagración a Dios.
Más Pruebas
Durante
su primer año, Rita fue puesta a prueba no solamente por sus
superioras, sino por el mismo Señor. Le fue dado el pasaje de la
Escritura del joven rico para que meditara. Ella sentía en su corazón
las palabras, ¡Sí quieres ser perfecta!
Un
día Rita fue puesta a prueba por su Madre Superiora. Como un acto de
obediencia, Rita fue ordenada a regar cada día una planta muerta. Rita
lo hizo obedientemente y de buena manera. Una mañana la planta se había
convertido en una vid floreciente y dio uvas que se usaron para el vino
sacramental. Hasta este día sigue dando uvas.
Amor a la Pasión de Cristo
Rita
meditaba muchas horas en la Pasión de Cristo, meditaba en los insultos,
los rechazos, las ingratitudes que sufrió en su camino al Calvario.
Durante la Cuaresma del año 1443 fue a Casia un predicador llamado
Santiago de Monte Brandone, quien dio un sermón sobre la Pasión de
Nuestro Señor que tocó tanto a Rita que a su retorno al monasterio le
pidió fervientemente al Señor ser partícipe de sus sufrimientos en la
Cruz. Recibió los estigmas y las marcas de la Corona de Espinas en su
cabeza. A la mayoría de los santos que han recibido este don exudan una
fragancia celestial. Las llagas de Santa Rita, sin embargo exudaban olor
a podrido, por lo que debía alejarse de la gente. Por 15 años vivió
sola, lejos de sus hermanas monjas. El Señor le dio una tregua cuando
quiso ir a Roma para el primer Año Santo. Jesús removió el estigma de su
cabeza durante el tiempo que duró la peregrinación. Tan pronto como
llegó de nuevo a casa el estigma volvió a aparecer y teniéndose que
aislar de nuevo.
En
su vida tuvo muchas llamadas pero ante todo fue una madre tanto física
como espiritualmente. Cuando estaba en el lecho de muerte, le pidió al
Señor que le diera una señal para saber que sus hijos estaban en el
cielo. A mediados del invierno recibió una rosa del jardín cerca de su
casa en Roccaporena. Pidió una segunda señal. Esta vez recibió un higo
del jardín de su casa en Roccaporena, al final del invierno. Los últimos
años de su vida fueron de expiación. Una enfermedad grave y dolorosa la
tuvo inmóvil sobre su humilde cama de paja durante cuatro años. Ella
observó como su cuerpo se consumía con paz y confianza en Dios.
Las Rosas de Santa Rita
Durante
la enfermedad, a petición suya, le presentaron algunas rosas que habían
brotado de manera prodigiosa en el frío invierno en su huertecito de
Roccaporena. Ella las aceptó sonriente como don de Dios.
Muerte de la Santa
Santa
Rita recorrió el camino de la perfección, la vía purgativa, la
iluminativa y unitiva. Conoció el sufrimiento y en todo creció con
caridad y confianza en Dios. El Crucifijo es su mejor maestro. Es en
almas puras como la de ella que Dios puede hacer portentos sin que por
ello se desenfrenen y caigan en el orgullo espiritual. Al morir la celda
se ilumina y las campanas tañen solas por el gozo de un alma que entra
al cielo. Su muerte, acaecida en 1457, fue su triunfo. La herida del
estigma desapareció y en lugar apareció una mancha roja como un rubí,
la cual tenía una deliciosa fragancia. Debía haber sido velada en el
convento, pero por la muchedumbre tan grande se necesitó la iglesia.
Permaneció allí y la fragancia nunca desapareció. Por eso, nunca la
enterraron. El ataúd de madera que tenía originalmente fue reemplazado
por uno de cristal y ha estado expuesta para veneración de los fieles
desde entonces. Multitudes todavía acuden en peregrinación a honrar a la
santa y pedir su intercesión ante su cuerpo que permanece incorrupto.
León XIII la canonizó en 1900.
Oraciones
Santa de lo imposible.
Oh Santa Patrona de los necesitados,
Santa Rita, cuyas plegarias
ante el Divino Señor son casi irresistibles,
quien por la generosidad
en otorgar favores has sido llamada
Mediadora de los sin esperanza
e incluso de lo Imposible;
Santa Rita, tan humilde, tan pura,
tan mortificada, tan paciente
y de tan compasionado amor
por Jesús Crucificado,
que podrías obtener de Él
cualquier cosa que le pidas.
A cuenta de ésto recurrimos
confiados a ti, esperando,
si no siempre alivio, al menos consuelo.
Sé favorable a nuestra petición,
mostrando el poder de Dios
a nombre de este/a suplicante,
sé generosa con nosotros,
como lo has sido en tantos
casos maravillosos, para la más
grande gloria de Dios,
por la divulgación de tu propia devoción,
y por el consuelo de aquellos
que confían en ti.
Prometemos,
si nuestra petición es concedida,
glorificar tu nombre,
informando del favor concedido,
para bendecir y cantar
tus alabanzas por siempre.
Confiando entonces en los méritos
y poder ante el Sagrado Corazón de Jesús,
te rogamos (mencione ahora su petición):
Obtén para nosotros nuestra petición.
Por los singulares méritos de tu infancia,
Por la perfecta unión con la Divina Voluntad,
Por los heroicos sufrimientos
durante tu vida de casada,
Por el consuelo que experimentaste
con la conversión de tu esposo,
Por el sacrificio de tus niños
antes de verlos ofender gravemente a Dios,
Por tu milagrosa entrada al Convento,
Por las austeras penitencias
y las sangrientas ofrendas tres veces al día.
Por el sufrimiento causado
por la herida que recibiste
con la espina del Salvador Crucificado;
Por el amor divino que consumió tu corazón,
Por la notable devoción al Sagrado Sacramento, con el cual exististe por cuatro años,
Por la felicidad con la cual partiste
de tus pruebas para reunirte
con el Divino Esposo,
Por el ejemplo perfecto
que diste a la gente de cada estado de vida.
Santa de lo Imposible
Oremos:
Oh Dios, quien en tu infinita
ternura has sido bondadoso
para escuchar la plegaria
de Tu sierva, Santa Rita,
y otorgas a su súplica
lo que es imposible a la vista,
conocimiento y esfuerzos,
en recompensa de su compasionado
amor y firme confianza en Tu promesa,
ten piedad en nuestra adversidad
y socórrenos en nuestras calamidades,
que el no creyente pueda saber
que Tú eres la recompensa del humilde,
la defensa de los sin esperanza,
y la fuerza de aquellos
que confían en Ti,
a través de Jesucristo,
Nuestro Señor.
Amén.
Ruega por nosotros,
oh Sagrada Santa Rita,
para que seamos dignos
de las promesas de Cristo.
Fuente - Texto tomado de EWTN:
Fuente - Texto tomado de WIKIPEDIA:
http://es.wikipedia.org/wiki/Rita_de_Casia
Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:
http://www.catolico.org/santos/ritade_cascia.htm