Es
el patrono de los agricultores del mundo. Nació en Madrid en el año
1082 y murió el 30 de noviembre de 1172. Sus padres eran unos campesinos
sumamente pobres que ni siquiera pudieron enviar a su hijo a la
escuela. Pero en casa le enseñaron a tener temor a ofender a Dios y gran
amor de caridad hacia el prójimo y un enorme aprecio por la oración y
por la Santa Misa y la Comunión.
Huérfano
y sólo en el mundo cuando llegó a la edad de 10 años, Isidro se empleó
como peón de campo, ayudando en la agricultura a Don Juan de Vargas un
dueño de una finca, cerca de Madrid. Allí pasó muchos años de su
existencia labrando las tierras, cultivando y cosechando.
Se casó con una sencilla campesina que también llegó a ser santa y ahora se llama Santa María de la Cabeza (no
porque ese fuera su apellido, sino porque su cabeza es sacada en
procesión en rogativas, cuando pasan muchos meses sin llover). Isidro se
levantaba muy de madrugada y nunca empezaba su día de trabajo sin haber
asistido antes a la Santa Misa. Varios de sus compañeros muy envidiosos
lo acusaron ante el patrón por "ausentismo" y abandono del trabajo. El
señor Vargas se fue a observar el campo y notó que sí era cierto que
Isidro llegaba una hora más tarde que los otros (en aquel tiempo se
trabajaba de seis de la mañana a seis de la tarde), pero mientras Isidro
oía misa, un personaje invisible (quizá un ángel) le guiaba los bueyes y
estos araban juiciosamente como si el propio campesino los estuviera
dirigiendo.
Éste
es uno de los milagros (Ángeles) atribuidos a San Isidro: Popularmente
narrado como que los ángeles araban el campo, mientras que San Isidro
rezaba (aunque según las actas de canonización, Juan de Vargas vio cómo
dos ángeles ayudaban a Isidro a arar más rápido, tras haberse detenido
éste anteriormente a rezar en todas las parroquias por las que pasaba de
camino al trabajo).
Los
mahometanos se apoderaron de Madrid y de sus alrededores y los buenos
católicos tuvieron que salir huyendo. Isidro fue uno de los inmigrantes y
sufrió por un buen tiempo lo que es irse a vivir donde nadie lo conoce a
uno y donde es muy difícil conseguir empleo y confianza de las gentes.
Pero sabía aquello que Dios ha prometido varias veces en la Biblia:
Y confió en Dios y fue ayudado por Dios. Lo que ganaba como jornalero, Isidro lo distribuía en tres partes: una para el templo, otra para los pobres y otro para su familia (él, su esposa y su hijito). Y hasta para las avecillas tenía sus apartados, En pleno invierno cuando el suelo se cubría de nieve, Isidro esparcía granos de trigo por el camino para que las avecillas tuvieran con qué alimentarse. Un día lo invitaron a un gran almuerzo. Él se llevó a varios mendigos a que almorzaran también. El invitador le dijo disgustado que solamente le podía dar almuerzo a él y no para los otros. Isidro repartió su almuerzo entre los mendigos y alcanzó para todos y sobró.
"Yo nunca te abandonaré"
Y confió en Dios y fue ayudado por Dios. Lo que ganaba como jornalero, Isidro lo distribuía en tres partes: una para el templo, otra para los pobres y otro para su familia (él, su esposa y su hijito). Y hasta para las avecillas tenía sus apartados, En pleno invierno cuando el suelo se cubría de nieve, Isidro esparcía granos de trigo por el camino para que las avecillas tuvieran con qué alimentarse. Un día lo invitaron a un gran almuerzo. Él se llevó a varios mendigos a que almorzaran también. El invitador le dijo disgustado que solamente le podía dar almuerzo a él y no para los otros. Isidro repartió su almuerzo entre los mendigos y alcanzó para todos y sobró.
Los
domingos los distribuía así: Un buen rato en el templo rezando,
asistiendo a misa y escuchando la Palabra de Dios. Otro buen rato
visitando pobres y enfermos y por la tarde saliendo a pasear por los
campos con su esposa y su hijito. Pero un día mientras ellos corrían por
el campo, dejaron al niñito junto a un profundo pozo de sacar agua y en
un movimiento brusco del chiquitín, la canasta donde estaba dio vuelta y
cayó dentro del hoyo. Alcanzaron a ver esto los dos esposos y corrieron
junto al pozo, pero éste era muy profundo y no había cómo rescatar al
hijo. Entonces se arrodillaron a rezar con toda fe y las aguas de aquel
aljibe fueron subiendo y apareció la canasta con el niño y a éste no le
había sucedido ningún mal. No se cansaron nunca de dar gracias a Dios
por tan admirable prodigio.
Volvió
después a Madrid y se alquiló como obrero en una finca, pero los otros
peones, llenos de envidia lo acusaron ante el dueño de que trabajaba
menos que los demás por dedicarse a rezar y a ir al templo. El dueño le
puso entonces como tarea a cada obrero cultivar una parcela de tierra. Y
la de Isidro produjo el doble que las de los demás, porque Nuestro
Señor le recompensaba su piedad y su generosidad.
En
el año 1130 sintiendo que se iba a morir hizo humilde confesión de sus
pecados y recomendando a sus familiares y amigos que tuvieran mucho amor
a Dios y mucha caridad con el prójimo, murió santamente. A los 43 años
de haber sido sepultado en 1163 sacaron del sepulcro su cadáver y estaba
incorrupto, como si estuviera recién muerto. Las gentes consideraron
ésto como un milagro. Poco después el rey Felipe III se hallaba
gravemente enfermo y los médicos dijeron que se moriría de aquella
enfermedad. Entonces sacaron los restos de San Isidro del templo a donde
los habían llevado cuando los trasladaron del cementerio. Y tan pronto
como los restos salieron del templo, al rey se le fue la fiebre y al
llegar junto a él los restos del santo se le fue por completo la
enfermedad. A causa de ésto el rey intercedió ante el Sumo Pontífice
para que declarara santo al humilde labrador, y por éste y otros muchos
milagros, el Papa lo canonizó en el año 1622 junto con Santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier y San Felipe Neri.
Fuente - Texto tomado de EWTN:
https://www.ewtn.com/es/catolicismo/santos/isidro-labrador-14913
Fuente - Texto tomado de ES.WIKIPEDIA.ORG: