Akita, la Fátima de Oriente,
pasadas cuatro décadas:
una aparición aprobada
por su obispo local
El 12 de junio de 1973, la hermana Agnes Sasagawa, novicia de las Siervas de la Eucaristía, mientras oraba en la capilla de su convento en Akita, 200 kilómetros al norte de Tokio, observó una luz extraña que emanaba de la estatua de la Virgen María de la capilla. Era una estatua de madera de una pieza, inspirada en una estampita pequeña de Nuestra Señora de todos los Pueblos (apariciones aprobadas en Holanda), pero con la cara de la Virgen con rasgos orientales, tallada por un escultor budista Japonés, Saburo Wakasa. La religiosa declararía haber visto rayos brillantes que emanaban del tabernáculo. El mismo signo se repitió los próximos dos días. Fue el inicio de los fenómenos de Akita.
Capilla de los hechos de Akita
Sangre y dolor
El 28 de junio, una llaga en forma de cruz apareció en la palma de la mano izquierda de Sor Agnes. Sangraba mucho y le dolía.
El 6 de julio, estando en oración, Sor Agnes escuchó una voz procedente de la estatua de la Virgen María en la capilla. Era el primer mensaje. El mismo día, algunas hermanas descubrieron gotas de sangre que fluían de la mano derecha de la estatua. Este flujo de sangre se repitió cuatro veces. La llaga en la mano de la estatua permaneció hasta el 29 de septiembre. Ese mismo día, la estatua comenzó a "sudar", especialmente por la frente y el cuello.
El 3 de agosto de 1973, Sor Agnes recibió un segundo mensaje y el 13 de octubre del mismo año, el tercero y último.
Cuando habían pasado 14 meses sin mensajes ni fenómenos, el 4 de enero de 1975, la estatua de la Virgen comenzó a llorar y continuó llorando en diferentes ocasiones por 6 años y 8 meses. La última vez fue el 15 de septiembre de 1981, fiesta de Nuestra Señora Dolorosa. Fueron un total de 101 lacrimaciones.
El director espiritual, testigo
El sacerdote Thomas Aquinas Yasuda, director espiritual de la religiosa y testigo presencial en casi todas las lacrimaciones, considerado la mayor autoridad sobre el fenómeno de Akita, consideraba que las lacrimaciones se relacionaban con las lágrimas de María en el Calvario. Agnes explicó que un ángel le había detallado el significado de las lacrimaciones: llamar la atención al mundo entero y en particular a la Iglesia Católica, la verdad de la Corredención por la Santísima Virgen María (una doctrina que la Iglesia Católica aún no ha definido).
Así, entiende Yasuda, si Lourdes era un respaldo a la doctrina de la Inmaculada Concepción, Akita debería interpretarse como un respaldo a la doctrina de María como co-redentora.
Lacrimaciones con ángel:
caso único
El padre Yasuda ha detallado varias veces que ha habido muchas lacrimaciones de estatuas en distintos lugares del mundo y en diferentes tiempos, pero ninguna ha sido explicada a través de la visión de un ángel (así lo explicó en una Conferencia Internacional de Vox Populi Mariae Mediatrici, en Roma, el 31 de mayo de 1997).
Uno de los signos de estas apariciones es la curación milagrosa de la sordera de la hermana Agnes Sasagawa. Nacida en 1931, desde niña fue de salud frágil y fue sometida varias veces a operaciones y largas estancias en los hospitales. A los 25 años fue curada de una de sus enfermedades al beber agua de Lourdes, pero más tarde, el 16 de mayo de 1973, perdió la audición.
El padre Yasuda, que era asesor espiritual del convento desde un año antes de empezar los fenómenos, explica en su conferencia de 1997 los detalles de las curaciones.
Yasuda describe los milagros
"Siempre que la Hermana Agnes tenía encuentros con eventos sobrenaturales que no podían ser explicados como fenómenos naturales (ya sean mensajes de la Santísima Madre o del ángel) la hermana, antes que nada, reportaba dichos eventos al Obispo John Ito o a mí mismo, solicitando guía espiritual. En ninguna ocasión la Hermana Agnes anunció ella misma esos eventos al público. Cuando recibió el mensaje más importante que explicaba el significado de los 101 episodios de lágrimas de la estatua, también reaccionó de la misma manera.
La autenticidad sobrenatural de las lágrimas de la estatua de la Santísima Madre María fue sustanciado y corroborado por otros dos milagros objetivos. Uno de ellos, es la curación milagrosa de un cáncer cerebral en 1981 de una ama de casa de Corea del Sur, la Sra. Teresa Chun Sun Ho. La Sra. Chun había entrado en coma a causa de los tumores cerebrales que la redujeron a una existencia meramente vegetativa. Sus parientes, familiares y amistades le rogaron a la Santísima Madre María de Akita que curara a la mujer encamada colocando la fotografía de la estatua de las lágrimas junto a la almohada.
Entonces, una visión de la Virgen María, que era exactamente la misma imagen que la de la Santísima Madre María de Akita, se le apareció a la Sra. Teresa Chun a la medianoche del 4 de agosto, en medio del coma. Entonces, quedó totalmente curada. Los radiografías de su cerebro (tomadas en el Hospital de San Pablo en Seúl) certifican la total desaparición del cáncer de su cerebro. Después de la curación, la Sra. Teresa Chun declaró:
“La Santísima Madre María de Akita, quien tenía un cordero blanco en sus brazos, se me apareció, cuando estaba encamada, y exhaló sobre mi frente tres veces. Vi que la lana del cordero se movía y agitaba debido a las fuertes exhalaciones de la Santísima Madre”
Este milagro fue atestiguado por el Dr. Gil Song Lee con un certificado médico, el cual fue enviado a la Santa Sede junto con un documento escrito por el Padre Maryknoll Roman Theisen, S.T.D., entonces jefe del Tribunal Arquidiocesano de la Sede de Seúl. La Iglesia de Corea del Sur estableció un comité que se formó para trabajar por la canonización de 103 mártires Coreanos y envió documentos reportando su curación a la Santa Sede. El milagro fue empleado para obtener la autorización de la Santa Sede para la solicitud del comité por la canonización de 103 mártires.
El otro de los dos milagros, es la curación de la sordera completa de la misma Sor Agnes en 1982. Para entonces, ya habían pasado nueve años desde que perdió el oído en 1973. El 30 Mayo, en festividad de Pentecostés, su sordera fue curada al momento en que recibió la bendición con el Santísimo Sacramento en la custodia que yo elevé en la capilla.
Al momento en que se dio la bendición con la Eucaristía, ella oyó una campanilla de adoración tocada por otra hermana religiosa. Su curación fue atestiguada en un certificado médico emitido por el Dr. Tatsuhiko Arai, del Hospital de la Cruz Roja en Akita.
La aprobación del obispo
El 22 de abril de 1984 el obispo John Shojiro Ito, el ordinario local de la diócesis donde ocurrieron las apariciones marianas, emitió una carta pastoral en la cual autorizaba la veneración de la Santa Madre de Akita. Su sucesor, el obispo Francisco K. Sato, mantuvo la autorización.
El obispo Shojiro Ito celebra misa en la capilla de Akita |
Los 3 mensajes de Akita
La hermana Agnes recibió mensajes de la Virgen en 3 días: el 6 de julio, el 3 de agosto y el 13 de octubre de 1973.
Mensaje del 6 de julio de 1973
"Mi hija, mi novicia, me has obedecido bien abandonándolo todo para seguirme. ¿Es dolorosa la enfermedad de tus oídos? Tu sordera será sanada, estate segura. ¿Te causa sufrimiento la herida de tu mano? Reza en reparación por los pecados de los hombres. Cada persona en esta comunidad es mi hija irremplazable. ¿Haces bien la oración de las Siervas de la Eucaristía? Entonces, oremos juntas:
Sacratísimo Corazón de Jesús,
verdaderamente presente
en la Santa Eucaristía,
te consagro mi cuerpo y alma
para ser enteramente uno con Tu Corazón,
sacrificado cada instante
en todos los altares del mundo
y dando alabanza al Padre,
implorando por la venida de Su Reino.
Ruego que recibas
esta humilde ofrenda de mi ser.
Utilízame como quieras
para la gloria del Padre
y la salvación de las almas.
Santísima Madre de Dios,
no permitas que jamás
me separe de tu Divino Hijo.
Te ruego me defiendas
y protejas como tu hijo especial.
Amén.
"Reza mucho por el Papa, los obispos y los sacerdotes. Desde tu bautismo siempre has orado fielmente por ellos. Continúa orando mucho... mucho. Dile a tu superior todo lo ocurrido hoy y obedécele en todo lo que te diga. Él ha pedido que ores con fervor".
Mensaje del 3 de agosto de 1973
"Mi hija, mi novicia, ¿amas al Señor? Si amas al Señor, escucha lo que tengo que decirte". "Es muy importante... se lo comunicarás a tu superior"
"Muchos hombres en este mundo afligen al Señor. Yo deseo almas que lo consuelen para suavizar la ira del Padre Celestial. Yo deseo, con Mi Hijo, almas que repararán con sus sufrimientos y pobreza por los pecadores e ingratos".
"Para que el mundo conozca su ira, el Padre Celestial está preparando para infligir un gran castigo sobre toda la humanidad. Con mi Hijo yo he intervenido tantas veces para apaciguar la cólera del Padre. Yo he prevenido la venida de calamidades ofreciéndole los sufrimientos del Hijo en la Cruz, Su Preciosa Sangre, y amadas almas que Le consuelan formando una corte de almas víctimas. Oración, penitencia y sacrificios valientes pueden suavizar la cólera del Padre. Yo deseo esto también de tu comunidad... que ame la pobreza, que se santifique y rece en reparación por la ingratitud y el ultraje de tantos hombres".
"Recita la oración de las Siervas de la Eucaristía con conciencia de su significado; ponla en práctica; ofrece en reparación (cualquier cosa que Dios envíe) por los pecados. Que cada uno se esfuerce, según su capacidad y posición, en ofrecerse enteramente al Señor".
"Aún en un instituto secular la oración es necesaria. Ya las almas que desean rezar están en camino de ser reunidas. Sin poner demasiada atención a la forma, sé fiel y ferviente en la oración para consolar al Maestro".
Después de un silencio:
"¿Es verdad lo que piensas en tu corazón?, ¿estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada? Mi novicia, deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos. Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. Él sabrá como entenderte y dirigirte".
Mensaje del 13 de octubre de 1973
"Mi querida hija, escucha bien lo que tengo que decirte. Tú informarás a tu superior".
Después de un corto silencio:
"Como te dije, si los hombres no se arrepienten y se mejoran, el Padre infligirá un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo mayor que el diluvio, tal como nunca se ha visto antes. Fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la humanidad, tanto a los buenos como a los malos, sin hacer excepción de sacerdotes ni fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que les quedarán serán el Rosario y la Señal dejada por Mi Hijo. Cada día recita las oraciones del Rosario. Con el Rosario, reza por el Papa, los obispos y los sacerdotes".
"La obra del demonio infiltrará hasta dentro de la Iglesia de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros... iglesias y altares saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan componendas y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor".
"El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. Pensar en la pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y gravedad, no habrá ya perdón para ellos".
"Con valentía, habla con tu superior. Él sabrá como dar a cada uno valor para rezar y lograr obras de reparación". "Es el obispo Ito quien dirige vuestra comunidad".
"¿Todavía tienes algo que preguntar? Hoy es la última vez que yo te hablaré con voz viva. Desde ahora en adelante obedecerás al que se te envía y a tu superior".
"Reza mucho las oraciones del Rosario. Sólo Yo puedo todavía salvarles de las calamidades que se acercan. Aquellos que ponen su confianza en Mí se salvarán".
Fuente - Texto tomado de FUNDACIÓN CARI FILII: