Refiere el beato Alano y Bonifacio, que vivía en Florencia una joven llamada Benita, pero que más bien merecía llamarse maldita por la vida escandalosa y deshonesta que llevaba.
Para su fortuna llegó a predicar en una ciudad Santo Domingo, y ella, por mera curiosidad fue a escucharle.
Y el Señor le puso tal compunción en su corazón al oírlo, que llorando se fue a confesar con el santo. Éste la confesó, la absolvió y le impuso de penitencia rezar el Rosario diariamente.
Pero la infeliz, arrastrada por sus malos hábitos, volvió a su mala vida. Lo supo el santo, y yéndola a buscar, obtuvo de ella que se confesara de nuevo.
Y Dios, para confirmarla en la virtud, le hizo ver el Infierno y en él, algunos que por su culpa se habían condenado. Después, en un libro abierto, le hizo leer el pavoroso recuento de sus pecados.
Horrorizada la penitente ante semejante visión, acudió a María para que le ayudase. Y se le dio a entender que esta divina Madre le había conseguido de Dios espacio de tiempo para llorar todas sus liviandades.
Pasada la visión, Benita se entregó a una vida santa; pero teniendo siempre ante los ojos aquel terrible proceso que había visto, un día se puso a rezarle así a su consoladora:
"Madre, es verdad que yo, por mis excesos debería estar en lo profundo del Infierno, pero ya que Tú, con tu intercesión, me has librado obteniéndome tiempo de hacer penitencia, te pido esta otra gracia: no quiero dejar nunca de llorar mis pecados, pero haz que sean borrados de aquel libro"
Hecha esta oración, se le apareció la Virgen y le dijo que, para obtener lo que pedía, era necesario que, en adelante, se acordase de la misericordia que Dios había tenido con ella y de la Pasión que su Hijo había sufrido por amor de ella; y que considerase que cuántos, con menos culpas que ella, se habían condenado.
Habiendo obedecido Benita fielmente a la Santísima Virgen, un día se le apareció Jesucristo, mostrándole aquel libro le dijo:
"Mira tus pecados están borrados y el libro en blanco: escribe ahora actos de amor y de virtud"
Así lo hizo Benita, llevando una vida santa y teniendo una santa muerte.
MI NOTA PERSONAL
¿Cuántas veces Jesús ha estado buscándonos para convertirnos de nuestra vida de pecado y llevarnos a su Reino del Cielo?
¿Cuántos pecados tenemos registrados en nuestro "LIBRO DE LA VIDA"?
¡La conversión de todos nosotros debe ser INMEDIATA!
O usted cree...
Que tiene "comprada su existencia" y que cada segundo, minuto, hora... ¿son suyos?
Que tiene en "perfecto control su vida"...
¿Usted sabe cuántos días vivirá en este mundo?
Y que sus "PLANES, OBJETIVOS, METAS"... ¿los logrará conseguir por su preparación educativa, inteligencia, dinero, poder, atributos personales?
¡CONVIÉRTETE, BUSCA Y AMA A DIOS, CONFIÉSATE, CREE EN EL EVANGELIO, CUMPLE CON LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS Y LLEVA UNA VIDA SANTA!