Por Carlos Esteban | 20 de Octubre de 2022
Como esperaba el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, China ha aceptado renovar los pactos secretos con la Santa Sede que tanta perplejidad causan en muchos católicos, especialmente en la propia China.
El Vaticano ha anunciado que el acuerdo “provisional” para el nombramiento de obispos será prorrogado por otros dos años, hasta el 22 de octubre de 2024, cuatro años después de la primera firma preparada durante décadas de encuentros secretos.
La delegación vaticana y representantes del gobierno chino se reunieron entre finales de agosto y principios de septiembre en Tianjin, en el norte de China. Como explicó el Papa Francisco, el diálogo con Pekín “es una cosa lenta, pero se dan siempre pasos adelante”. Ahora que, en teoría, se han superado las viejas distinciones entre la Iglesia clandestina y la ‘patriótica’, dependiente del partido comunista y antaño cismática, los representantes de la Santa Sede, en Tianjin, hayan podido reunirse con el obispo «clandestino» Melchiorre Shi Hongzhen, de 92 años.
El texto del acuerdo, todavía confidencial, prevé que el nombramiento papal de un obispo sea comunicado a la parte china para su aprobación. En estos cuatro años no ha habido más ordenaciones episcopales ilegítimas, las celebradas por la Iglesia «patriótica» sin el consentimiento del Papa. Han sido nombrados en cambio seis obispos decididos por el Pontífice con el consentimiento de las autoridades chinas. De igual importancia, otros seis obispos «clandestinos», elegidos en el pasado por la Santa Sede pero no considerados como tales por la Iglesia del partido, han sido reconocidos mientras tanto por Pekín.
Según datos, recogidos por Asianews, del «Consejo de obispos chinos» vinculado al gobierno, en China hay 98 diócesis, 4.202 iglesias y otros 2.238 «sitios activos», con 66 obispos y por tanto un tercio de las diócesis no cubiertas. Pero mientras tanto, «todos los obispos católicos chinos presentes hoy en China están en plena y pública comunión con el obispo de Roma», señala el director Gianni Valente en la agencia de noticias vaticana Fides.
El texto del acuerdo no ha sufrido cambios pero «puede mejorarse, de acuerdo con las autoridades chinas», explican en el Vaticano. Hay resistencias, provincias en las que los funcionarios se oponen al nuevo rumbo.
Está el caso del cardenal Joseph Zen, de noventa años —el más tenaz opositor al diálogo—, el emérito de Hong Kong detenido en mayo y ahora juzgado, con relativa «preocupación» por parte del Vaticano. «Entender China es una cosa gigante», señaló el Papa Francisco el mes pasado: «No hay que perder la paciencia: se necesita, eh, se necesita mucho, pero hay que seguir adelante con el diálogo”.
Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:
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