En los inicios de la conquista los españoles fundaron en la isla de Cubagua, la ciudad de Nueva Cádiz. En poco tiempo dicha ciudad creció vertiginosamente derivado de la extracción de perlas que abundaban en sus mares. Durante este período los habitantes de Nueva Cádiz encargaron a España una imagen de la Inmaculada Concepción para poner la ciudad bajo su protección. La imagen llegó a Cubagua en el año 1530, pero pocos años después, el 25 de diciembre de 1541, un huracán arrasó Nueva Cádiz y con ella la iglesia donde estaba la imagen de la Virgen.
Al salvarse milagrosamente la imagen de la Virgen, los pobladores de Cubagua decidieron ponerla a salvo de nuevos cataclismos, llevándola en 1542 a una hacienda en el Valle de la isla de Margarita, lugar llamado "el Valle del Espíritu Santo", donde le construyeron una pequeña ermita. Con el paso del tiempo el lugar dio el nombre a la Imagen, que comenzó a llamarse la Virgen del Valle.
En el año de 1608, la isla de Margarita experimentó una gran sequía. Por tal motivo, los margariteños decidieron sacar la Virgen y llevarla en procesión hasta la Asunción. De acuerdo con los testimonios que se tienen de la época, en el momento en que la procesión llegó a esta ciudad, el cielo se ennegreció y pronto comenzó a precipitarse una fuerte lluvia sobre toda la isla. Además del relato anterior, existen varias leyendas sobre la Virgen del Valle. Según una de éstas, la imagen de la Virgen fue pintada por los ángeles que se la llevaron a los indios para que Ella los protegiera de los abusos de los conquistadores. Unos guaiqueríes la encontraron sobre unos matorrales y se la llevaron a Palguarime para construirle allí una capilla. No obstante, al poco tiempo la Virgen apareció nuevamente en el sitio donde se le había encontrado. Finalmente, los indígenas entendieron que era allí donde quería la Virgen ser venerada y le construyeron una capilla que con el tiempo, se habría de transformar en el santuario de hoy.
Según otra leyenda, la Virgen estuvo al lado de los patriotas en la batalla de Matasiete, durante la guerra de Independencia. En este sentido, ella animaba a los patriotas y curaba sus heridas, por lo que también se le conoce como la Virgen Patriota.
La Virgen del Valle es también conocida como la Patrona de los marineros, que la llaman en oriente "la más tierna y dulce de las madres" y siempre la invocan antes de zarpar o lanzar la red. Según otra leyenda, un pescador llamado Domingo estaba buscando perlas en el fondo del mar y pisó una enorme raya que le hincó su púa. Como consecuencia de ésto, la pierna se le ulceró y los médicos opinaron que había que amputarla para salvarle la vida. Ante estas circunstancias la esposa de Domingo fue a pedirle con mucha fe a la Virgen del Valle por la salud de éste. Al poco tiempo el pescador sanó de manera milagrosa, por lo que le prometió que en pago le ofrecería la primera perla que consiguiera. Fue al mar y al abrir una ostra, halló una perla que reproducía con asombrosa fidelidad la forma de su pierna y hasta el rastro de su cicatriz. Un hecho que de alguna manera confirma este asombroso relato, es que la perla que encontró Domingo se puede observar en el museo del santuario, junto con numerosos objetos de oro, plata y piedras preciosas que le han regalado a la Virgen en pago de milagros concedidos.
La Virgen del Valle, es venerada en todo el oriente venezolano, en especial en el estado Nueva Esparta, sin embargo es considerada Patrona de la región oriental, en sus estados propios como, Anzoategui, Nueva Esparta, Delta Amacuro, parte de Bolívar, y la ciudad de Zaraza en el estado Guarico.
Cada año se tiene la procesión, la Eucaristía solemne, con participación de una gran multitud, que testimonian la fe en Dios, gracias a la intercesión de la Virgen. En 1995 el hoy San Juan Pablo II declaró Basílica Menor, el lugar donde se rinde culto a la Virgen Nuestra Señora del Valle.
Fuente - Texto tomado de VENEZUELATUYA.COM:
http://www.venezuelatuya.com/religion/virgendelvalle.htm