ROMA, Noviembre 4 de 2015 / 06:31 p.m. (ACI).
En marzo de 2013, cuando el cónclave elegía al Papa Francisco, un personaje llamó la atención de la prensa internacional: un hombre vestido como mendigo que rezaba de rodillas en la Plaza de San Pedro. Este martes el mismo “mendigo” ha regresado a Roma para rezar por la Iglesia y exhortar a los fieles a hacer penitencia.
En marzo de 2013, cuando el cónclave elegía al Papa Francisco, un personaje llamó la atención de la prensa internacional: un hombre vestido como mendigo que rezaba de rodillas en la Plaza de San Pedro. Este martes el mismo “mendigo” ha regresado a Roma para rezar por la Iglesia y exhortar a los fieles a hacer penitencia.
“Estoy andando aquí para hacer penitencia por la Iglesia, para rezar desde esta mañana; para rezar a Dios que tenga piedad de su Iglesia, que está en una situación muy, muy difícil, y que son un escándalo lamentablemente”, expresó Massimo Coppo a ACI Prensa.
A pesar de parecer a simple vista un monje mendigo, Massimo aclaró que no es sacerdote, sino laico y miembro de la comunidad Familia de Belén, creada en la tierra de San Francisco de Asís hace más de 30 años.
Massimo vive en dicha localidad y eligió el voto de pobreza y la vida dedicada a la oración a los 32 años. Antes de eso había vivido su juventud en Estados Unidos, por lo que también domina el idioma inglés. Es licenciado en Ciencias de la Agricultura y ha sido profesor.
Sobre su presencia en la Plaza de San Pedro, relató que "llegó por envío de Marcelo, su “padre espiritual”, para pedir a Dios por su Iglesia". “He hecho mía la oración del profeta Daniel que dice ‘Señor, hemos pecado, pero aleja tu ira’, porque estamos en tiempos en que Dios está juzgando a su Iglesia”, advirtió.
Por ello, "exhortó a los fieles a sumarse y hacer penitencia". “Es una palabra que no nos gusta. Debemos hacer penitencia (…). Cualquier cosa fea que sucede en esta plaza, en cualquier iglesia de Roma, en cualquier iglesia de Italia. Tenemos los enemigos externos que son sobre todo los terroristas islámicos; tenemos los enemigos internos, como los llamaba el Papa Ratzinger a los que generan escándalo dentro de la Iglesia”.
Ante esto, señaló, “solo podemos hacer una cosa: hacer penitencia por amor a Jesús y por amor a su Iglesia”.
Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM: