La fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebra el sábado después de Corpus Christi. La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebra el día anterior (viernes). La Iglesia celebra las dos fiestas en días consecutivos para manifestar que estos dos Corazones son inseparables. María siempre nos lleva a Jesús.
La historia de la devoción del Inmaculado Corazón se inicia en el siglo XVII, como consecuencia del movimiento espiritual que procedía de San Juan Eudes.
En diciembre del año 1925, la Virgen Santísima se le apareció a Lucía Martos, vidente de Fátima, y le prometió asistir a la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en los primeros sábados de cinco meses consecutivos, se confesasen, recibieran la Sagrada Comunión, rezasen una tercera parte del Rosario, con la intención de darle reparación.
En la tercera aparición de Fátima, Nuestra Madre le dijo a Lucía:
"Nuestro Señor quiere que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado. Si se hace lo que te digo se salvarán muchas almas y habrá paz; terminará la guerra... Quiero que se consagre el mundo a mi Corazón Inmaculado y que en reparación se comulgue el primer sábado de cada mes... Si se cumplen mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz... Al final triunfará mi Corazón Inmaculado y la humanidad disfrutará de una era de paz".
En un diálogo entre Lucía y Jacinta, ella, de 10 años, dijo a Lucía:
"A mí me queda poco tiempo para ir al Cielo, pero tú te vas a quedar aquí abajo para dar a conocer al mundo que nuestro Señor desea que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María".
"Diles a todos que pidan esta gracia por medio de Ella y que el Corazón de Jesús desea ser venerado juntamente con el Corazón de su Madre. Insísteles en que pidan la paz por medio del Inmaculado Corazón de María, pues el Señor ha puesto en sus manos la paz del mundo".
La fiesta del Corazón Inmaculado de María fue oficialmente establecida en toda la Iglesia por el Papa Pío XII, el 4 de mayo de 1944, para obtener por medio de la intercesión de María:
"La paz entre las naciones, libertad para la Iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las virtudes".
El Papa Juan Pablo II declaró que la conmemoración del Inmaculado Corazón de María, será de naturaleza "obligatoria" y no "opcional". Es decir, por primera vez en la Iglesia, la liturgia para esta celebración debe realizarse en todo el mundo Católico.
Después de su entrada a los cielos, el Corazón de María sigue ejerciendo a favor nuestro su amorosa intercesión. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió al morir, y así la veneramos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos su ayuda maternal en nuestro camino a su Hijo.
El Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre, es el camino más rápido y seguro para llegar a Jesús.
Venerar el Inmaculado Corazón de María es venerar a la mujer que está llena del Espíritu Santo, llena de gracia, y siempre pura para Dios. Su corazón femenino siempre está lleno de amor por sus hijos. Por eso se representa rodeado de rosas blancas.
Textos tomados de CORAZONES.ORG:
Textos tomados de ACIPRENSA: