CONVOCATORIA MUNDIAL EN CUARESMA
Oremos a Dios
por el mundo entero
y las intenciones
de todos ustedes
En este tiempo de Cuaresma, acompañemos a Jesús durante 40 días en el desierto y soledad, apartados de todo cuanto pueda tentarnos: hacernos perder el estado de gracia de nuestras almas y llevarnos a cometer pecados, que ofenden gravemente a Dios.
Preparemos nuestras almas para santificarnos: haciendo ayuno, oración, penitencia, conversión, buscando la reconciliación con Dios a través del Sacramento de la Confesión. Creer firmemente en Dios y buscar la auténtica conversión. Practicar la abstinencia de todo cuanto pueda pervertir nuestros cuerpos y almas.
Todo esto aleja al Demonio, porque él no resiste este tipo de prácticas y ejercicios espirituales... Si queremos triunfar sobre Satanás, abramos nuestros corazones al espíritu de penitencia y mortificación...
El Demonio no soporta a los que practicamos la ascesis, mortificación, sacrificios, oración, penitencia; las buenas costumbres y modales, valores morales, religiosos y éticos.
Derrotemos la Maldad que se está implantando en el mundo entero, con el Demonio y todas sus huestes infernales...
Pidamos a Dios, por intercesión de su Santísima Madre, la Virgen María, y de su Castísimo Padre San José, por toda la humanidad, por ustedes e intenciones de todo el mundo.
Estamos en GRAVE PELIGRO y esto es REAL... El Demonio se ha infiltrado hasta en la Santa Iglesia Católica, desde el interior y está atacando a todos sus fieles...
Con nuestras oraciones y súplicas podemos interceder por todo el mundo, porque Dios siempre escucha nuestro clamor y peticiones, y nos envía su gracia santificante.
¿Queremos que nuestras almas crezcan en santidad y gracia?
Procedamos con absoluta confianza en Dios, con profunda fe y el amor de nuestros corazones...
Recemos juntos:
¡Muchas gracias a todos
y que recibamos abundantes bendiciones de Dios!
Esperemos con confianza:
la Santa Voluntad de Dios
y su gracia santificante...
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