Por Carlos Esteban | 22 de Agosto de 2022
Francisco pide “diálogo abierto y sincero” frente a la persecución en Nicaragua
El Papa ha roto por fin su desconcertante silencio sobre la persecución que sufren los católicos bajo la tiranía de Daniel Ortega en Nicaragua, pero no se puede decir que haya condenado la postura del gobierno de Managua.
“Quisiera expresar mi convicción y deseo que, por medio de un diálogo abierto y sincero, se pueda aún encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, fue la receta recomendada por el Santo Padre durante el Ángelus para superar una alarmante situación de acoso al clero nicaragüense por parte del sandinista Daniel Ortega.
El Santo Padre evitó cuidadosamente una denuncia directa o siquiera referencias a la esencia del problema, empezando su discurso: “Sigo de cerca con preocupación y dolor la situación creada en Nicaragua, que involucra a personas e instituciones”. La “situación”.
La propia referencia a un “diálogo abierto y sincero” transmite la impresión de que estamos ante un desacuerdo entre dos padres parejamente legítimas, y no ante una sencilla operación de acoso y aniquilación de la voz de la Iglesia ante la barbarie liberticida del régimen.
No se puede exigir a los católicos una ceguera del intelecto hasta el punto de que no adviertan lo que tienen delante de las narices, es decir, la evidencia clamorosa de que Francisco es siempre más benigno e indulgente con los regímenes de izquierdas que con el resto.
Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:
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