Por coronel Gustavo Roa Cuervo
Abril 25 de 2022
El tema de las mentiras de Petro no es un problema político ni de izquierda, es un problema mucho más grave, que afecta todas las esferas de la sociedad.
Desde el emperador Julio César a Vladímir Putin, pasando por grandes monstruos de la historia de la humanidad como Hitler o Stalin, sus biografías muestran cómo sus enfermedades mentales en muchos casos, condicionaron sus decisiones gubernamentales a su personalidad.
Petro es un mitómano que está afectado en su personalidad y su comportamiento, por otros serios problemas psicológicos como sus traumas, problemas de identidad, adicciones y su pasado, cosa que es profundamente peligrosa en un dirigente.
Como lo indica el psicólogo Juan Moisés de la Serna, que ha tratado a varias personas con estos problemas, considera que:
«El mitómano busca con sus engaños la aceptación de los demás, bajo cualquier circunstancia y compensar sus bajos niveles de autoestima».
Las personas que están afectadas con estas patologías psicológicas, como en el caso del candidato del Pacto Histórico, actúan con odio, resentimiento y venganza y regularmente tienen que recurrir a sustancias psicoactivas, al licor u otras drogas estimulantes para superar episodios depresivos generados por los traumas originados en su niñez, pubertad o juventud.
Una persona en esas condiciones requiere ayuda profesional, pero no puede dirigir el futuro de un país.
Los riesgos de una persona de esas condiciones como presidente, los podemos recordar a través de la historia, cuando Alemania, tuvo que aceptar a regañadientes que Hitler, un enajenado mental, ególatra y mitómano dirigiera los destinos de esa gran nación.
Guardadas proporciones miremos años después cómo terminó esta horrible pesadilla, no sólo para Alemania, sino para el mundo entero.
Petro desea implementar la estrategia de «tierra arrasada», con todo lo que no le es afín.
Nadie puede controvertirlo, él es el principio y fin de las ideas, es la verdad revelada.
La historia universal nos permite conocer, ejemplos de muchos líderes mundiales con problemas similares a los de Petro, los cuales han llevado a sus Naciones al abismo social, económico y político.
Cuando lo vemos o escuchamos a través de los medios de comunicación participar en entrevistas o debates, es incomprensible algunas de sus actitudes, su evidente esfuerzo en mantener la cordura y con la facilidad y cinismo como miente, inventando cifras y datos, que muchas veces dejan sorprendidos a sus mismos interlocutores.
Esta facilidad enfermiza, para convencer sobre lo imposible, hace que sus seguidores adopten posiciones de sumisión y alabanza, similares a las, que producen líderes de sectas religiosas, donde incluso la violencia es su principal argumento filosófico.
Si no lo creen, recuerden la violenta actitud de uno de sus seguidores, Armando Benedetti contra el candidato Federico Gutiérrez, al cual lo retó públicamente para irse a los golpes, después de que Gutiérrez lo señaló como un corrupto, inmerso en investigaciones.
Analicemos la actitud agresiva de Bolívar, Cepeda, la Pizarro, Roy Barreras, Piedad Córdoba, Aida Abella, cuando deben argumentar la razón de sus posiciones, el disenso con sus antagonistas o la defensa del pasado de su jefe político.
No me puedo imaginar unas personas con estas características, dueño de poder omnímodo, qué le podrían entregar a sus deslumbrados seguidores.
Fuente - Texto tomado de IFMNOTICIAS.COM:
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