MICHAEL RENNIER | Marzo 28 de 2018
Se enfrentaron al peor mal imaginable, y salieron victoriosas
Las historias sobre personas que sufren heroicamente me impresionan, pero también me asustan. Me da miedo no poder ser nunca tan valiente. ¿Te has preguntado alguna vez, por ejemplo, si lo habrías arriesgado todo para esconder a un judío de los nazis o si habrías muerto en una cámara de gas para proteger a otra persona, como hizo Maximiliano Kolbe?
Me gusta mucho mi vida sencilla y libre de dolor. Cuando la peor parte del día es cuando se acaba el café en la oficina, sé que tengo una existencia notablemente cómoda. Hace que me pregunte de qué estoy realmente hecho y si de verdad tengo el carácter y la fortaleza que creo (¿espero?) tener. ¿Qué pasaría si tú y yo fuéramos a perderlo todo…? ¿Cómo responderíamos?
Existe un fenómeno psicológico conocido como “crecimiento postraumático” que significa que, a veces, el sufrimiento es bueno para nosotros. Lidiar con el trauma, de hecho, estimula el desarrollo personal y crea cambios vitales positivos. Esto implica que vivir la vida fácil, aunque tenga la ventaja de que es, bueno, fácil, no es siempre la mejor situación para encontrarnos a nosotros mismos. Los héroes solo se hacen en circunstancias desafiantes y las cualidades que demuestran quizás solo puedan nacer del sufrimiento.
La difunta Madre María Angélica de la Anunciación, fundadora de la televisión Eternal World Television Network (EWTN), explicó esto desde una perspectiva espiritual, escribiendo:
“Todo dolor que soportamos con amor, toda cruz cargada con resignación, beneficia a todo hombre, mujer y niño…”. Continúa diciendo que el sufrimiento confiere curación y crea crecimiento interior.
“Todo dolor que soportamos con amor, toda cruz cargada con resignación, beneficia a todo hombre, mujer y niño…”. Continúa diciendo que el sufrimiento confiere curación y crea crecimiento interior.
Aunque quizás no sea tan sano desearnos directamente el sufrimiento o buscarlo, puede ser alentador leer sobre los ejemplos de cómo otras personas, aparentemente corrientes como nosotros, no cedieron al miedo, sino que se fortalecieron ante el sufrimiento. Quizás estas cualidades estén ocultas en nuestro interior también, esperando a manifestarse.
Estas cinco mujeres se enfrentaron tal vez al peor mal imaginable, el Holocausto, y surgieron victoriosas:
1. Sophie Scholl
Era miembro de un movimiento de resistencia anti-nazi en Alemania hasta que, a los 21 años, fue arrestada y ejecutada. Como estudiante antes del estallido de la guerra, a menudo era retratada como sonriente y divertida, pero el sufrimiento y el mal revelaron su valentía ante una muerte segura y su tranquila heroicidad en su defensa del bien. Hay dos películas sobre Sophie, La rosa blanca y Sophie Scholl: Los últimos días, y ambas representan el tenso horror circundante y su valentía en medio de la locura de los interrogadores nazis. Nosotros, que también parecemos corrientes y tranquilos, no deberíamos infravalorar la fuerza oculta en nuestro interior que solo espera al momento de revelarse.
2. Ana Frank
Es famosa por el diario que escribió mientras se ocultó de los nazis. Con el tiempo, fue capturada y murió en un campo de concentración, pero a través de sus escritos salió victoriosa. Durante el período de dos años de su ocultación, su escritura crece en matices y madurez y Ana hace las paces con su hermana y su madre, con quienes antes tenía desacuerdos. A través de su sufrimiento, gana una sabiduría que supera su edad y se convierte en una escritora de talento ya a los 14 años. Se sincera sobre las relaciones humanas, la espiritualidad y se convierte en una especie de libro abierto, una obra de arte viviente. Los nazis le quitaron la vida, pero sus palabras valientes siguen leyéndose y estudiándose por los escolares de hoy día. Cuando reflexionamos sobre o nos enfrentamos a una situación difícil, nosotros también crecemos espiritualmente.
3. Edith Stein
Era una judía conversa al catolicismo y, aunque la guerra la encontró instalada en un monasterio carmelita, los nazis la consideraron judía. Terminó siendo arrestada junto a su hermana y enviada a un campo de exterminio. Allí perdió toda consideración por su propia comodidad y seguridad y se pasó los últimos días de su vida cuidando de las necesidades de otras personas. De joven, Edith Stein era inquieta y vacilante sobre su futuro y el significado de su vida, pero más tarde tuvo un despertar espiritual que quedó enormemente fortalecido por la persecución nazi. Llegó a ver su vida como un don que entregar y el sufrimiento que experimentó le dio la oportunidad de vivir su destino. El sufrimiento a menudo crea amor y compasión en nosotros.
4. Sofka Skipwith
Empezó su vida en 1907 como princesa rusa, de nombre Sofia Dolgorouky. Después de la Revolución rusa de 1917, la vida de princesa ya no era segura, así que Sofka terminó emigrando y viviendo en varios lugares de Europa. Sin embargo, en mayo de 1940, estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. Mientras cuidaba de su madre en París, los nazis invadieron la ciudad y ella fue enviada a un campo de concentración. Estando allí, se enteró de que el avión de su marido había sido derribado por los nazis y que había muerto. Pero la tragedia no frenó su iniciativa, ya que Sofka elaboró numerosos planes ingeniosos para ayudar a escapar a otros prisioneros, como pasar mensajes secretos escritos dentro de cigarrillos y deslizar un bebé en una cesta debajo de un agujero en la valla. Ella fue responsable de la salvación de cientos de vidas durante su aprisionamiento. Si el sufrimiento crea empatía y abnegación, entonces nosotros emergeremos mejores y más fuertes.
5. Etty Hillesum
Tuvo un despertar espiritual en el campo de concentración de Westerbork. Según escribió: “Estos dos meses tras los alambres de espino, que son los meses más intensos y más ricos de mi vida, que han confirmado los últimos y más profundos valores de mi vida. Me he encariñado tanto con este Westerbork”. Se negó a convertirse en víctima y, en el sufrimiento, encontró una nueva vida interior que nunca antes había conocido. Los tiempos de adversidad nos enseñan a confiar en nuestros recursos interiores y a desarrollarlos.
Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG:
https://es.aleteia.org/2018/03/28/deja-que-estas-5-mujeres-del-holocausto-te-ensenen-lo-que-es-ser-fuerte/#