Domingo de la Tentación
"No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Antífona de Comunión, Mt 4, 4)
Reflexión
Antes de comenzar su actividad pública, Jesús, llevado por el Espíritu Santo, se retira al desierto durante cuarenta días. Allí, como leemos hoy en el evangelio, el diablo lo pone a prueba, presentándole tres tentaciones comunes en la vida de todo hombre: el atractivo de los bienes materiales, la seducción del poder humano y la presunción de someter a Dios a los propios intereses.
La escena de las tentaciones de Cristo en el desierto se renueva cada año al comienzo de la Cuaresma. La liturgia invita a los creyentes a entrar con Jesús en el desierto y a seguirlo en el típico itinerario penitencial de este tiempo cuaresmal, que ha comenzado el miércoles pasado con el austero rito de la ceniza.
¿Qué es la penitencia sino un regreso humilde y sincero a las fuentes de la fe, rechazando prontamente la tentación y el pecado, e intensificando la intimidad con el Señor en la oración? En efecto, sólo Cristo puede liberar al hombre de lo que lo hace esclavo del mal y del egoísmo: de la búsqueda ansiosa de los bienes materiales, de la sed de poder y dominio sobre los demás y sobre las cosas, de la ilusión del éxito fácil, y del frenesí del consumismo y el hedonismo que, en definitiva, perjudican al ser humano.
Queridos hermanos y hermanas, esto es lo que nos pide claramente el Señor para entrar en el clima auténtico de la Cuaresma. Quiere que en el desierto de estos cuarenta días aprendamos a afrontar al enemigo de nuestras almas, a la luz de su palabra de salvación... estemos dispuestos a afrontar con valentía la incesante lucha de vencer el mal con el bien". (Homilía de S.S. Juan Pablo II, Misa del Primer Domingo de Cuaresma, 1 de marzo de 1998).
Oración
Al celebrar un año más la santa Cuaresma concédenos, Dios todopoderoso, avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en su plenitud. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
FEBRERO 23 - FEBRERO 28
Lunes, Febrero 23
"Os aseguro -dice el Señor- que cada vez que lo hicisteis con alguno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis". (Antífona de Comunión, Mt 25, 40. 34).
Oración
Conviértenos a ti, Dios Salvador nuestro; ilumínanos con la luz de tu palabra, para que la celebración de esta Cuaresma produzca en nosotros sus mejores frutos. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Martes, Febrero 24
"Señor, Tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre Tú eres Dios." (Antífona de Entrada, Sal 89, 1-2).
Oración
Señor, mira con amor a tu familia y a los que moderan su cuerpo con la penitencia aviva en su espíritu el deseo de poseerte. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Miércoles, Febrero 25
"Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas, pues los que esperan en Ti no quedan defraudados. Salva, oh Dios, a Israel de todos "(Antífona de Entrada, Sal 24, 6.3.22).
Oración
Señor, mira complacido a tu pueblo que desea entregarse a Ti con una vida santa; y a los que moderan su cuerpo con la penitencia transfórmales interiormente mediante el fruto de las buenas obras. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Jueves, Febrero 26
"Señor, escucha mis palabras, atiende mis gemidos, haz caso de mis gritos de socorro. Rey mío y Dios mío". (Antífona de Entrada, Sal 5,2-3).
Oración
Concédenos la gracia, Señor, de pensar y practicar siempre el bien, y pues sin Ti no podemos existir ni ser buenos, haz que vivamos siempre según tu voluntad. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Viernes, Febrero 27
"Señor, ensancha mi corazón oprimido y sácame de mis tribulaciones. Mira mis trabajos y mis penas y perdona todos mis pecados". (Antífona de Entrada, Sal 24, 17-18).
Oración
Dios, Padre eterno, vuelve hacia ti nuestros corazones, para que, consagrados a tu servicio, no busquemos sino a ti, lo único necesario, y nos entreguemos a la práctica de las obras de misericordia. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Sábado, Febrero 28
"La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante". (Antífona de Entrada, Sal 18, 8).
Oración
Dios, Padre eterno, vuelve hacia ti nuestros corazones, para que, consagrados a tu servicio, no busquemos sino a ti, lo único necesario, y nos entreguemos a la práctica de las obras de misericordia. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Fuente - Texto tomado de EWTN.COM: