Por SPECOLA | 13 de Agosto de 2021
Los incendios forman parte del paisaje de esta época del año. El calor ha llegado con fuerza, los bosques mal cuidados y las temperaturas extremas son una mezcla peligrosa. Ayer eran noticia los 48,8 grados registrados en Siracusa, récord absoluto desde que se controlan las temperaturas meteorológicas en Europa desde los 48 grados de Atenas en 1977. La ola de calor viene llamada ‘lucifer’ y golpea peligrosamente Europa. No queremos entrar en comparaciones fáciles, pero tenemos la convicción de que los humos de satanás nos rodean. Jesucristo, que sabía bien de qué hablaba, siempre unía el infierno y Satanás con los calores, nunca con el frío, por algo será. Lucifer está muy suelto estos días.
El Papa Francisco, antes de que finalizara el miércoles el encuentro con los fieles en el Aula Pablo VI, fue abordado por su asistente que le entregó un teléfono, como si lo estuviera esperando, escuchó por un par de minutos, con el celular en la oreja izquierda, parado en el escenario, le habló en voz baja a su interlocutor, pronunciando las frases, como si estuviera dando instrucciones. Los rumores no se hicieron esperar comenzando por los temores, desmentidos, sobre la salud del Papa Benedicto XVI. El tema de la salud de los ‘papas’ es de gran preocupación por lo que puede suponer para los que ocupan la actual administración. Las edades son las que son y los problemas de salud evidentes. Se ha decretado el silencio absoluto sobre el tema al más puro estilo de las viejas monarquías: «el papa siempre tiene buena salud hasta que muere».
Hasta ahora pensábamos que el Papa no es el dueño de la Iglesia, no es Cristo, es su Vicario, con poder, claro, pero con límites claros. La Constitución de la iglesia es el Evangelio y, junto con él, la Tradición y todo Papa está obligado por el Evangelio y el Depósito de la fe. La Iglesia no tiene nada que ver con las diversas formas de absolutismo autocrático que han tenido lugar en la historia. Presenciamos un momento en el que el Evangelio, la Tradición, los cardenales, el derecho canónico, el pueblo de Dios, cada vez más desapegado, han perdido todos sus papeles. La impresión que crece por días es que una sola persona, con todo el poder posible, cubierto por los medios seculares, ha construido un verdadero «culto a la personalidad» como en la época de Stalin. Son tiempos de grandes y pequeñas purgas, noches de los cuchillos largos, sínodos controlados… El terror reina hoy en la Iglesia, porque mientras se celebra la misericordia, todos pueden caer bajo la autoridad despótica. La cascada de deformación va descendiendo a todos los niveles y muchos obispos se comportan como sus superiores, haciendo lo que quieren, a nivel doctrinal y pastoral, sin ningún tipo de restricción.
El Motu Proprio Traditionis Custodes, sigue presente y un artículo de hoy nos plantea su repercusión en la Congregación para la Vida Religiosa. El tema está en manos del franciscano José Rodríguez Carballo, exnúmero uno de los franciscanos y bajo cuya dirección consiguió devolver la orden a la pobreza absoluta, incluso con deudas que sin duda es una nueva forma de pobreza mucho más perfecta, gracias a su inutilidad y no a su eximia virtud, provocando una quiebra económica sin precedentes. La guillotina esta siempre lista para los que no estén de acuerdo. Tenemos dos ejemplos, entre muchos más: el último documento sobre la misa en latín y la situación de los franciscanos de la Inmaculada. Carballo es el responsable de los institutos y monasterios de rito tradicional desde el punto de vista empresarial y administrativo. En este tipo de estructuras de gobierno siempre son necesarios hombres chantajeables para hacer el trabajo sucio. Los ejemplos se multiplican y Hitler es un maestro que tenía informes sobre todos los jerarcas nazis para poder controlarlos, usarlos, bloquearlos a voluntad. ¿Carballo? ¿Zanchetta? ¿Rica? ¿Becciu? ¿McCarrich?…
El tema de las vacunas debería de ser puramente médico. Estamos en pleno proceso de vacunación por razones mucho más políticas que médicas. Hay muchos silencios en la clase médica y mucho nos tememos que las cosas no están nada claras, el tiempo nos irá diciendo si sirven, o no sirven. Hoy nos lanzan una voz de alarma sobre el riesgo de los vacunados de desarrollar una intensificación de la infección viral en comparación con los no vacunados que, pueden desarrollar una infección asintomática con el desarrollo de la inmunidad natural y la memoria inmunológica. Seguir vacunando conducirá al desarrollo de variantes cada vez más resistentes a las vacunas y quienes pagarán el precio serán los vacunados. El tema tiene sus implicaciones Vaticanas, ya que su actual administración y el Papa Francisco son descarados defensores de la vacunación masiva. Lo único seguro a estas alturas es que hay muy pocas cosas seguras, demasiadas estrategias políticas y una falta creciente de sentido común.
Seguimos a vueltas con el Vaticano II, el concilio 21 entre los concilios, y su continuidad con la tradición milenaria o su ruptura con todo lo anterior. Un católico fiel no puede aceptar que la Iglesia ha estado equivocada durante siglos y que el Espíritu Santo estaba despistado hasta el Vaticano II. Si hay pasajes en los documentos del último Concilio que parecen entrar en conflicto con esa tradición, entonces se necesita una mayor aclaración, un mayor desarrollo o tal vez incluso una simple corrección.
Entrevista a Parolin al final de sus vacaciones. Los temas se mueven en lo políticamente correcto, como era de esperar, desde el final del mandato del presidente de la República Sergio Mattarella, hasta los próximos compromisos del Papa Francisco, que se recupera bien, las relaciones internacionales con China y de las próximas visitas institucionales, todo muy ‘parolín’.
«¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer…?»
Buena lectura.
Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:
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