
José Quinn
Martes, 4 de noviembre de 2025 - 10:19 am EST
(LifeSiteNews) — El Vaticano ha declarado que el título mariano de “Corredentora” es inapropiado y teológicamente “contraproducente”.
Las declaraciones figuran en una nota doctrinal titulada Mater Populi Fidelis («Madre del Pueblo Fiel de Dios»), publicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) el 4 de noviembre y firmada por su prefecto, el cardenal Víctor Manuel Fernández. El documento fue aprobado por el papa León XIV el 7 de octubre.
“Cuando una expresión requiere muchas explicaciones repetidas para evitar que se desvíe de su significado correcto”, señala la nota, “no sirve a la fe del Pueblo de Dios y se vuelve inútil”.
En ella se afirmaba que el título de “Corredentora” corre el riesgo de “eclipsar el papel exclusivo de Jesucristo” y “no sería un verdadero honor para su Madre”.
La nota también desaconsejaba el título generalizado de “Mediadora de todas las gracias”, sugiriendo que carece de un fundamento sólido en el Apocalipsis y conlleva “limitaciones que no favorecen una correcta comprensión del lugar único de María”.
En cambio, el Vaticano animó a los fieles a adoptar títulos arraigados en la maternidad de María, como “Madre de Dios” y “Madre del Pueblo Fiel de Dios”.
En declaraciones a LifeSiteNews, el padre Dave Nix dijo:
“María no es solo objeto de nuestra dulce devoción. También es conocida como la exterminadora de todas las herejías”.
“Por eso los modernistas la desprecian. Y esos malvados del Vaticano saben que les queda poco tiempo, pues nos acercamos rápidamente al Triunfo del Inmaculado Corazón”.
En el prefacio del documento, Fernández señaló un aumento del lenguaje devocional “expresado intensamente a través de las redes sociales” y advirtió contra lo que describió como confusión derivada de ciertos “grupos de reflexión mariana”, publicaciones y dogmas marianos propuestos.
De hecho, ambos títulos han formado parte de la piedad popular durante siglos. Si bien el Vaticano señala que «Corredentora» surgió en el siglo XV, el teólogo Padre Juniper B. Carol rastreó su uso hasta un libro litúrgico del siglo XIV de Salzburgo.
Añadió que la novedad de una palabra no descalifica su legitimidad, señalando términos como “transubstanciación” y “Theotokos”, que en su momento fueron nuevos pero se convirtieron en piedras angulares doctrinales.
También argumentó que el título forma parte del magisterio ordinario, estando “consagrado por el uso eclesiástico” en los textos papales del siglo XX.
En el Misal Romano tradicional aparece una Misa en honor de “Nuestra Señora, Mediadora de Todas las Gracias”, en la sección de Misas para Diversos Lugares, un reconocimiento litúrgico que subraya la aceptación histórica del título. (p. 194)
Si bien los títulos en cuestión tienen profundas raíces en la devoción y la teología católica, la nota señala una clara ruptura con esta trayectoria, poniendo un renovado énfasis en la receptividad de María en lugar de su participación activa en la obra de redención de Cristo o en la santificación de los cristianos.
El tono del documento se hace eco de los esfuerzos posconciliares anteriores por reducir el lenguaje teológico considerado un obstáculo para el diálogo ecuménico. Presenta las nuevas restricciones como un intento de profundizar la «fidelidad a la identidad católica» al tiempo que apoya los esfuerzos ecuménicos hacia la unidad con entidades no católicas.
El enfoque de la nota recuerda el giro hacia la conciliación ecuménica posterior al Concilio Vaticano II. El arzobispo Annibale Bugnini, principal artífice de la reforma litúrgica, afirmó que los ritos de la Semana Santa debían revisarse para «eliminar toda piedra que pudiera constituir, aunque fuera remotamente, un obstáculo» para la unidad con «los hermanos separados».
La teología tradicional sostiene que los decretos de las Congregaciones Romanas, especialmente cuando son aprobados de forma específica por el Papa, requieren asentimiento religioso. Sin embargo, el peso vinculante que se le atribuye a Mater Populi Fidelis sigue siendo ambiguo. Al momento de redactar este informe, no se encontraba disponible una versión en latín en el sitio web de la DDF, y no estaba claro si el Papa León XIV la había aprobado de forma específica o general.
La nota adopta además un tono más discursivo, presentando su rechazo a los títulos Corredentora y Mediadora como una cuestión de prudencia teológica y preocupación ecuménica.
No obstante, sus implicaciones prácticas son claras. Se espera que la nota sirva de guía a las conferencias episcopales y a los teólogos en la aplicación de las normas revisadas para el lenguaje mariano, lo que representa una ruptura decisiva con siglos de precedentes litúrgicos y afirmaciones teológicas.
Fuente - Texto tomado de LIFESITENEWS.COM:

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