Por Carlos Esteban | 6 de Julio de 2023
No estaba anunciada ni el Vaticano ha dado explicaciones sobre una audiencia privada que intriga a muchos, ni más ni menos que el expresidente Bill Clinton y a Alexander Soros, recientemente ‘ungido’ como heredero del imperio de su padre. Lo único que se ha informado oficialmente es que hablaron de “la paz”.
El Papa ha cancelado, desde su reciente salida del hospital, las audiencias públicas, pero no las privadas, como la que se produjo ayer, sin previo aviso por parte de la oficina de prensa vaticana. Y, sin embargo, los convocados son cualquier cosa menos particulares desconocidos para el público: Bill Clinton y el heredero del imperio de George Soros, su hijo Alexander.
El momento difícilmente podía ser más ‘oportuno’, poco después de que el ‘perejil de todas las salsas’ geopolíticas, George Soros, haya traspasado la égida de su formidable imperio a su hijo menor, Alexander, y cuando Estados Unidos escucha conmocionado al expresidente Trump insinuar que los Clinton podrían estar detrás de la muerte del proxeneta de menores Jeffrey Epstein.
Ambos personajes, por otra parte, han sido protagonistas de denodados esfuerzos de ingeniería social a escala nacional (caso de Clinton) y planetaria (caso de Soros) en un sentido agresivamente anticristiano, fomentando a tiempo y a destiempo el aborto, la reducción de los nacimientos y la ideología de género.
La Open Society Foundation de Soros, sus filiales y sus grupos aliados han financiado esfuerzos para legalizar el aborto en Irlanda, Polonia, México y otros países tradicionalmente católicos. La red Soros también ha financiado iniciativas para cambiar las prioridades políticas de los católicos estadounidenses y aprobar una legislación fuertemente a favor del aborto, como una medida electoral de Michigan para declarar el aborto como un derecho constitucional.
Mientras, los dos cardenales supervivientes de las ‘dubia’, Raymond Burke y Walter Brandmüller, siguen esperando que el Papa les reciba en audiencia desde hace años.
Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:
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