miércoles, 28 de febrero de 2024

MISTERIO - S.S. Papa Benedicto XVI escribió "La Carta Encíclica de María Corredentora"

 




S.S. Papa Benedicto XVI se apareció en una visión a una monja colombiana, el día 2 de febrero de 2023, a las 11:00 p.m. (Día de la Presentación del Señor - Día de La Candelaria). Y le comunicó lo siguiente:

"La Encíclica de María Corredentora", que había escrito donde proclamaba dogmáticamente la corredención de la Madre de Dios.

Carta Encíclica, que terminé de redactar el 25 de marzo del año 2022 de mi puño y letra. Donde después de tres años, con sus días y noches, en profunda oración y pidiendo a Dios, se dignara iluminar a su siervo con su santo espíritu, conocedor de toda la documentación completa y precisa, que reposa en los archivos, y que acompaña este nuevo dogma Mariano. Declaraba solemne y dogmáticamente, el rol revelado a la bienaventurada Virgen María, como la Madre espiritual de todos los pueblos, bajo sus tres aspectos principales: Corredentora, Mediadora y Abogada. Permitiéndole ejercer plenamente su maternidad espiritual, Don que su hijo Jesucristo le dio en la cruz para la humanidad entera de todos los tiempos.

La Encíclica decía: "La Odise, la Santísima Virgen María es nuestra Madre en el orden de la gracia, Corredentora, Mediadora y Abogada, cuya maternidad es Universal, alcanzando a todos los pueblos y razas, desde la creación del mundo. A partir de la redención realizada por su Hijo Jesucristo y finalizaba diciendo: "Hoy más que nunca apremia la intercesión de la Madre de Dios, ante la crisis sin precedentes de fe, familia, sociedad y paz, que marcan la condición humana actual". Estoy convencido (agrega Benedicto), que esta definición papal de la maternidad espiritual de la Santísima Virgen María, será un remedio extraordinario a la actual crisis global, que amenaza hoy a la humanidad y firmaba (dice él):

Benedictus P.P. XVI
Pastor de pastores

Al terminar de redactar esta carta encíclica (dice Benedicto), se me concedió una señal de lo alto. En mi corazón tuve la certeza que mi carrera había llegado a su fin. Era lo último que debía hacer como sumo pontífice, y que comenzaba a partir de ese momento la cuenta regresiva. Me sentí en ese momento como la Omega cerrando un ciclo en la Iglesia. Y dando inicio a una nueva y fuerte persecución religiosa".




Favor leer estos artículos relacionados: