PADRE DE JESÚS Y ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA - MARZO 19 DE 2010
La Fiesta de San José se celebra el 19 de marzo desde el pontificado de Sixto IV (1471 - 1484). En 1870 el Bienaventurado Papa Pío IX lo declaró Patrono de la Iglesia Universal, y San Pío X, aprobó en 1909 la Letanía en alabanza del santo.
Para conocer más de la vida de San José, debemos remitirnos a los primeros capítulos de los Evangelios de San Mateo y San Lucas: su genealogía y su descendencia de la casa de David (Mt 1, 1-5 y Lc 3, 23-38), y el hecho de ser esposo de María Santísima, la Virgen Madre del Mesías (Mt 1, 18 y Lc 1, 27).
Pero hay una antigua tradición que cuenta el bellísimo episodio de su desposorio con la Virgen María. Consta que María estaba en el Templo, ya en edad de casarse. También Ella pertenecía a la estirpe de David. Entre sus pretendientes fueron seleccionados algunos, de las mejores familias, de los más virtuosos de Israel. Cada uno llevaba en su mano un bastón de madera seca. Al momento de la elección, el bastón de José floreció milagrosamente, naciendo bellos lirios en su punta, símbolo de la pureza que él había prometido guardar siempre. Este hecho le dio seguridad a María, que también había hecho promesa de virginidad. El guardián de la Sagrada Familia quedó maravillado con la decisión de su esposa, una vez él mismo había tomado igual decisión.
El Santo del Silencio
San José es llamado el "Santo del Silencio", puesto que no conocemos palabras proferidas por él mismo, sino tan sólo sus obras y actos de fe, amor y protección hacia su amadísima esposa, la Virgen María, y el Niño Jesús.
Fue un escogido de Dios y desde el comienzo recibió la gracia de ir discerniendo los designios divinos sobre sí, por estar llamado a guardar los más preciosos tesoros del Padre Celestial: Jesús y María.
San José también es considerado Patrono de la Vida Interior, por ser un ejemplo de espíritu de oración, sufrimiento y admiración. Siendo jefe de familia, admiraba a su esposa virgen, concebida sin mancha del pecado de Adán, y al fruto de sus entrañas, Dios hecho Hombre, mucho mayores que él mismo.
No se sabe exactamente cuándo murió San José, pero la Iglesia considera que fue antes de iniciarse la vida pública de Nuestro Señor Jesucristo, pues en las Bodas de Caná Él estaba únicamente en compañía de su Madre María.
La muerte de San José se dio en medio de la alegría y el consuelo de estar al lado de Jesús y María, convirtiéndose así en Patrono de la Buena Muerte.
Una criatura dando consejos al Creador
¿Cuántas veces tuvo en brazos San José al Divino Infante? El día entero viviendo con el Niño Jesús, observándolo rezar, hablar, hacer todos los actos de su vida común... En esa contemplación continua, para la que tenía un alma maravillosamente apta, recibía gracias extraordinarias y se dejaba moldear. A veces, el Niño Jesús se detenía frente a él para decirle "Te pido un consejo: ¿cómo debo hacer tal cosa?" San José se conmovía, considerando que quien estaba pidiéndole un consejo ¡era el propio Hijo de Dios!
Era el hombre al que la Providencia había dado los labios suficientemente puros y una humildad lo bastante grande para algo tan formidable como responder a Dios. ¡La criatura plasmada por las manos del Creador le daba consejos! Era el predestinado a ejercer una verdadera autoridad sobre la Santísima Virgen y el Niño Jesús, el privilegiado que alcanzó una altísima intimidad con Jesús y María, el bienaventurado a quien se otorgó la gracia de expirar entre los brazos de Dios, su Hijo, y de la Madre de Dios, su Esposa.
Texto tomado del Libro San José Custodio del Redentor - Caballeros de la Virgen - Heraldos del Evangelio.