
Por Jaime Gurpegui | 23 de Junio de 2025
Ayer, el Papa León XIV recorrió solemnemente las calles de Roma portando el Santísimo Sacramento expuesto. Sí, expuesto. Al sol, a la brisa romana y a los ojos de los fieles. Todo muy tradicional, muy Corpus Christi, muy católico.
Lástima que, según ciertas luminarias del progresismo eclesial, eso pueda causar “narrowness” (estrechez), o incluso “percepciones distorsionadas del Sacramento”. Así lo dijo en 2023 el inefable cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago y campeón del miedo pastoral a todo lo que huela a adoración, silencio o custodia. Cupich —que solo permite procesiones si el Santísimo va escondido como un polizón litúrgico— explicó que la adoración eucarística, si no está “conectada con la Misa”, puede ser… peligrosa. Como si mirar al Señor pudiera dañar la vista espiritual. Como si la Iglesia no hubiera sobrevivido veinte siglos gracias, entre otras cosas, a mirar mucho al Señor.
Pero no está solo. También tenemos al profesor Andrea Grillo, experto en liturgia post-litúrgica, que lleva años explicando que la adoración al Santísimo es un invento tardío, superado, casi patológico. Para Grillo, el único modo legítimo de mirar al Sacramento es de reojo, en Misa, y con sospecha preconciliar. Adorarlo fuera de ese contexto sería, por supuesto, una “regresión cultural”. O peor: una señal de tradicionalismo litúrgico, esa enfermedad infantil de los que aún creen en la Presencia Real.
Y sin embargo, el Papa León XIV no solo no les ha hecho caso, sino que ha cargado con el Sacramento expuesto en procesión, como si estuviéramos en Trento. Sin nota explicativa. Sin pie de página sinodal. Sin Andrea Grillo en la acera protestando con una pancarta que diga ¡Fuera custodias, viva el banquete comunitario!
Tal vez el nuevo Papa no ha leído a Cupich. Tal vez no sigue el blog de Grillo. O, peor aún, tal vez sí lo ha hecho… y ha decidido que es hora de volver a la fe de la Iglesia.
Habrá que ir avisando a Chicago y a Sant’Anselmo: lo próximo podría ser una bendición con el Santísimo. Y sin pedir permiso.
Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:
Video tomado de YOUTUBE: