sábado, 15 de septiembre de 2012

Lectura del Santo Evangelio Según San Marcos 8, 27-35


27. Desde allí partió Jesús con sus discípulos por las aldeas comarcanas de Cesarea de Filipo; y en el camino les hizo esta pregunta:

"¿Quién dicen los hombres que soy Yo?"

28. Respondiéronle:

"Quién dice que Juan Bautista; quién Elías; y otros, en fin, que eres como uno de los antiguos profetas"

29. Díceles entonces:

"¿Y vosotros, quién decís que soy Yo?"

Pedro, respondiendo por todos, le dice:

"Tú eres el Cristo o Mesías"

30. Y les prohibió rigurosamente el decir ésto de Él a ninguno, hasta que fuese la ocasión de publicarlo.

31. Y comenzó a declararles cómo convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y fuese desechado por los ancianos, y por los príncipes de los sacerdotes, y por los escribas, y fue fuese muerto, y que resucitase a los tres días.

32. Y hablaba de ésto muy claramente. Pedro entonces, tomándole aparte, comenzó a reprenderle respetuosamente.

33. Pero Jesús vuelto contra él y mirando a sus discípulos para que atendiesen bien a la corrección, reprendió ásperamente a Pedro, diciendo:

"Quítateme de delante, Satanás, porque no te saboreas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres"

34. Después, convocando al pueblo con sus discípulos, les dijo a todos:


"Si alguno quiere venir en pos de mí niéguese a sí mismo, y cargue con su cruz, y sígame.

35. Pues quien quisiere salvar su vida a costa de su fe, la perderá para siempre; mas quien perdiese su vida por amor de Mí y del Evangelio, la pondrá en salvo eternamente".

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús