Los católicos decimos NO a Satanás y a sus huestes infernales...
No vamos a festejar HALLOWEEN. No nos dejaremos "tentar" por el mundo ni por el diablo, ni por sus fiestas paganas satánicas...
Los católicos que seguimos a Jesús "La Luz del mundo", a su Santísima Madre, la Virgen María, y a su Padre Terrenal, San José, no vamos a perder nuestra "dignidad de ser hijos de Dios", utilizando los "disfraces mundanos" para opacar nuestras almas con la fealdad, la obscenidad, la monstruosidad, y lo más asqueroso que hace apología al demonio y al infierno. Ni tampoco a participar en rituales satánicos (en los cuales se ofrecen víctimas en holocaustos), ni en fiestas paganas.
Quienes se "disfrazan" no están conformes con su bella naturaleza humana creada por Dios... parece que están desafiando y demostrándole a Papito Dios que, están compitiendo contra su Maravillosa Creación, y en cambio, todo lo "Mundano y Satánico" es lo que ellos escogieron... parece que estuvieran preparando su camino hacia la eterna condenación...
Los "disfraces" se usan para demostrar a los demás: cómo son realmente sus almas negras y perversas... que son seres tenebrosos, negativos, obscenos, tóxicos o violentos.
Quienes amamos a Dios, no necesitamos cubrir nuestros cuerpos que son "templos del Espíritu Santo", con trapos o máscaras mundanas, o por el contrario, exponer nuestros cuerpos con disfraces obscenos, vulgares y asquerosos que hacen apología a las tinieblas y a las formas más perversas de sexualidad, que tanto ofende a Dios...
Así sean "disfraces de santos", estamos cayendo en el juego de Satanás, porque "disfrazados" estamos "apoyando al Demonio y celebrando su noche de las tinieblas y muerte".
Después no se "extrañen" de tantas catástrofes, derrumbes, inundaciones, terremotos, tsunamis, huracanes, enfermedades, pandemias, plagas, sida, viruela del "mono", y tantas otras situaciones caóticas e inexplicables...
¿Tú eres católico?
No ofendas a Dios celebrando HALLOWEEN...
¿Tienes tu vida comprada?
¿Qué pasaría si mueres "disfrazado" ofendiendo a Dios o cometiendo algún pecado?
Las personas que controlan las instituciones internacionales y los gobiernos no son quienes dicen ser.
No son personas agnósticas o indiferentes hacia los diferentes sistemas de creencias religiosas, como ellos pretenden ser. Algunos pueden presentarse como ateos. Pero esa no es la verdadera realidad de lo que controla el sistema mundial.
Todo esto está siendo planeado y orquestado literalmente por la mano de lucifer.
Lucifer se presenta como el portador de la luz, el que viene a emancipar a la humanidad.
Todos ellos son luciferianos.
Y en esta estrategia de quitar a Dios de la escena pública se han ido camuflando con diferentes nombres, para impulsar sus ideas sin mayores contraindicaciones.
Aquí veremos por qué quienes gobiernan el mundo, la educación, la cultura, y las organizaciones internacionales son luciferianos. Y cómo descubrirlos.
Estos luciferianos tratan de separar a lucifer de Satanás, diciendo esencialmente que lucifer no es un enemigo, sino que, en cambio, es la luz que ilumina nuestro entendimiento y nos trae conocimiento.
Han creado una personificación diferente de lucifer que la bíblica. Donde se lo ve como el príncipe de este mundo que intenta devorarnos como un león rugiente.
Esta ideología no es nueva, es antigua. Esto ha existido desde la caída del hombre. Siempre ha habido un esfuerzo por rehabilitar a lucifer como redentor y salvador de la humanidad.
Las escuelas de misterios fueron las precursoras de la idea de que ellas eran las guardianas sagradas de la verdad y el conocimiento. Y decían que recibían el conocimiento directamente del portador de la luz original, lucifer.
Aunque no escucharás a los masones de los grados más bajos decir esto. Pero cuánto más asciendes en los rangos de la masonería, más te acercas al conocimiento de que el Gran Arquitecto del Universo es en realidad lucifer.
La agenda luciferiana nos hace esta pregunta:
“¿Quieres ser como animales que no tienen conocimiento o quieres tener el conocimiento del bien y del mal?”
Si es así, serán como dioses, podrás alcanzar un nivel superior de humanidad y serás superior. Pero según ellos hay alguien que conspira contra esto: Yahweh, Dios, al que consideran como el tirano opresivo, un símbolo de arrogancia, la encarnación de la ignorancia y la superstición religiosa.
Sin embargo piensa en el estado de la naturaleza que existía dentro del Jardín del Edén, donde literalmente Adán no tenía que trabajar arduamente para labrar la tierra y recibir sus frutos. Dios creó un sistema que funcionaba de manera perfecta. El hombre dependía de Él y podía obtener lo que necesitaba sin dificultades.
Pero el luciferianismo dijo:
“No, ¿por qué querrías depender de Dios? Puedes depender de ti mismo. Tú mismo puedes ser un dios. Tú mismo puedes hacer lo que quieras”
Sin embargo, la verdadera realización de nuestra vida está en dejar que Yahweh sea Dios y permitirnos a nosotros ser sus hijos, sus siervos.
Aquí es donde realmente encuentras tu propósito último.
Pero adorar a lucifer no es ampliamente aceptado, porque mucha gente tiene aún la cosmovisión bíblica y asocian a lucifer como el mal. Por eso están usando el concepto del humanismo.
Es la filosofía que nos han inculcado de que podemos vivir sin Dios, que podemos proveer solos nuestras propias necesidades. Que no necesitamos depender de Él para nada y que, en cambio, debemos confiar sólo en nuestras propias capacidades. Esta ideología se nos ha inculcado en la educación, los medios de comunicación y casi todos los aspectos de la vida moderna. Se nos ha inculcado desde jóvenes, cuando nos decían: “puedes ser lo que quieras ser”, “puedes hacer lo que quieras hacer”.
Y aunque estos mensajes pueden parecer positivos, no son espiritualmente ciertos. Espiritualmente, y también físicamente, hay limitaciones. No podemos hacer todo lo que queramos. No hemos sido creados para hacer todas las cosas.
Si vives tu vida de acuerdo con la voluntad de Dios, tu corazón debería inclinarse hacia lo que Dios quiere para ti, en lugar de seguir simplemente tus propios deseos.
¿Pero qué nos enseña el humanismo?
Que sigamos nuestros propios impulsos, nuestras propias pasiones, sin necesidad de buscar la voluntad de Dios. Se nos enseña que la humanidad debe asumir la responsabilidad de su propio destino, sin intervención externa de un poder superior.
Este tipo de enseñanzas son las que se promueven en las organizaciones globales, como las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales.
Si piensas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, están diseñados bajo esta premisa: que la humanidad puede lograr los grandes cambios y resolver los problemas globales sin Dios.
Que podemos erradicar la pobreza, el hambre, y solucionar los problemas del cambio climático por nuestra cuenta.
Lo que están diciendo aquí es que los problemas del mundo pueden ser resueltos exclusivamente a través de la razón humana y el método científico, eliminando cualquier necesidad de intervención divina.
Esto es lo que escuchamos una y otra vez en las conversaciones sobre cómo resolver problemas globales: “confía en la ciencia”, “confía en los expertos”, y nunca se menciona a Dios o la fe como parte de la solución.
Nos enseñan a poner nuestra fe y esperanza en el conocimiento humano y en lo que la ciencia puede lograr, pero nunca en la intervención divina o en la oración.
Este enfoque es exactamente lo que promueve el humanismo, y que viene del luciferianismo. Aunque no hay nada malo en desarrollar habilidades y contribuir a la sociedad, pero este enfoque excluye por completo a Dios del proceso.
Y está profundamente arraigado en la sociedad moderna, tanto en la educación como en los medios de comunicación y en las instituciones globales como la ONU.
Y ahora estamos viendo que esto está evolucionando hacia una nueva fase: el transhumanismo.
El transhumanismo es una extensión del humanismo
Dice que mediante la tecnología, los seres humanos pueden literalmente trascender sus limitaciones biológicas y convertirse en dioses. Mediante la manipulación genética, la inteligencia artificial, y otras tecnologías avanzadas, afirman que los humanos pueden mejorar y prolongar sus vidas indefinidamente, e incluso alcanzar la inmortalidad.
¿Por qué querrían hacer esto?
Porque aquellos que siguen esta filosofía entienden que, si la Biblia es cierta, eventualmente enfrentarán el juicio de Dios. Al prolongar sus vidas indefinidamente, están tratando de evitar el juicio y continuar viviendo en su propio poder, sin Dios.
El transhumanismo y la búsqueda de la inmortalidad mediante la tecnología reflejan el deseo de eludir las limitaciones humanas impuestas por Dios, incluyendo la muerte.
En lugar de aceptar la vida y la muerte como parte del diseño divino, el transhumanismo busca prolongar la vida indefinidamente, manipulando la biología humana y fusionándola con la tecnología, para crear una nueva especie de seres que trascienden la humanidad: los posthumanos.
Y me gustaría preguntarte si las personas que conoces que apoyan el humanismo se dan cuenta que están apoyando la agenda luciferiana o crees que no.
Aquí queremos ver esta señal de los tiempos: el crecimiento del poder del narcotráfico, en la política de los países latinoamericano, especialmente Colombia.
El narcotráfico es un negocio que mueve 500 mil millones de dólares al año, conectado con el tráfico de armas, la minería ilegal, la trata de personas y el lavado financiero.
Y ya no son carteles aislados, sino una red multinacional del crimen, con nutridas alianzas políticas.
Y América Latina está en el centro de ese mapa.
Allí se cultiva, se procesa, y se exporta la mayor parte de la cocaína del mundo.
En Colombia, Perú y Bolivia está el origen.
En Venezuela, Ecuador y Centroamérica están las rutas.
Y en Estados Unidos, esa droga ya mata a más gente que todas las guerras del siglo XX.
Por eso, Washington no lo ve como un delito más, sino como una amenaza directa a su seguridad nacional.
Pero además hay un ingrediente geopolítico.
El narco ahora busca reconfigurar el poder central en los países.
Lo que hasta hace poco era lograr el control de zonas de un país,
ahora se dirige al control de todo el país.
Porque está siendo apalancado, por la reconfiguración mundial del poder, que se está produciendo.
China y Rusia están ganando poder en el mundo.
Y creciendo en influencia en una América Latina, que siempre fue una zona controlada por EE.UU.
En Venezuela, Cuba, Nicaragua… y ahora Colombia, los gobiernos de izquierda hacen alianzas con Rusia, Irán y China.
Y el narcotráfico aprovecha para acceder a más poder.
Por eso, su enfrentamiento actual con Gustavo Petro en Colombia, es parte tanto de una estrategia geopolítica, como del combate del narcotráfico en sí.
El conflicto actual entre EE.UU. y Colombia, comenzó apenas días después de la segunda asunción de Trump, en enero de 2025.
Empezó con un gesto que pareció menor: dos aviones estadounidenses, cargados con colombianos deportados, se dirigían a Bogotá.
Pero Petro ordenó negarles el aterrizaje. Y los aviones tuvieron que desviarse y volver a Panamá.
Y Trump respondió de inmediato: anunció aranceles altísimos a las exportaciones colombianas, y suspensión de visas para todos los funcionarios del gobierno.
Con aranceles altos, el golpe era inmediato en las exportaciones y el empleo.
Y el expresidente Uribe salió a pedir calma y el presidente Petro aceptó las condiciones.
Pero esa fue la chispa que encendió la crisis.
A partir de ahí, Trump puso foco en informes de inteligencia, sobre el aumento de la producción de coca en Colombia.
Y el 19 de octubre de 2025 lanzó un mensaje que hizo temblar a Colombia y a la región.
Trump dijo:
“El presidente Gustavo Petro es el líder del narcotráfico colombiano. Fomenta la producción masiva de drogas y no hace nada para detenerla, a pesar de recibir millones de dólares de ayuda estadounidense. A partir de hoy, toda subvención a Colombia queda cancelada”.
Y cerró con una frase que se volvió viral:
“O cierras esos campos de droga o Estados Unidos los cerrará por ti”.
Con eso, anunció el fin de la cooperación bilateral, y el bloqueo de unos 700 millones de dólares en cooperación y equipos.
Además, restricciones de visa que alcanzaban a miembros del gobierno y a simpatizantes clave.
Y quedó bloqueado el ingreso de Petro a EE.UU. y en la práctica su aislamiento diplomático.
Y quedaron planteadas, posibles intervenciones directas en zonas específicas de cultivo, con el argumento de proteger la seguridad de Estados Unidos.
Y además Trump dejó otra línea roja:
"Si un presidente es “líder del narcotráfico”, el siguiente paso es tratar su estructura como organización terrorista".
Mientras Petro respondió acusándolo de “ignorante y grosero”, y defendiendo su política como una “revolución humana y ecológica”.
Y después de su discurso en la ONU, Petro llamó a “soldados y policía” en EE.UU., a desobedecer al comandante en jefe por su apoyo a Israel.
Ese gesto rompió puentes y alimentó la idea de una provocación deliberada de Petro.
Trump había seguido el mismo guion que usó con Nicolás Maduro en 2020.
En aquel entonces, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Maduro, a Diosdado Cabello y al general Padrino López, de dirigir el cartel de los Soles; una red que enviaba toneladas de cocaína a Norteamérica.
Y el gobierno estadounidense ofreció recompensas millonarias por su captura, congeló activos, impuso sanciones, y desplegó barcos en el Caribe para cortar las rutas del narcotráfico.
Y ahora repite esa estrategia con Petro.
Pero con una diferencia enorme: Colombia era un socio estratégico.
Pasar de aliado a sospechoso es un golpe político y simbólico sin precedentes.
A los ojos de Washington, Colombia se transformó en una nueva Venezuela.
Un país donde la izquierda llegó al poder con un discurso de paz, pero terminó rodeada de guerrillas, carteles, y alianzas con regímenes autoritarios.
¿Y quién es Petro y por qué lo relacionan con los narcos?
Gustavo Petro nació en el movimiento guerrillero M-19, un grupo armado que en los años 70 y 80 secuestró, robó, y protagonizó la toma del Palacio de Justicia en 1985.
Y después de la desmovilización, el M-19 entró en la política, y Petro se convirtió en congresista.
El exlugarteniente del famoso narco Pablo Escobar, John Jairo Velásquez, alias “Popeye”, asegura que el M-19 tenía acuerdos con el cartel de Medellín.
Según su testimonio, el grupo de Petro secuestró a Marta Nieves Ochoa, hermana de los fundadores del cartel de Medellín.
Y eso llevó a Escobar a crear el grupo MAS —Muerte a Secuestradores—, y luego a negociar directamente con el M-19 para liberar a la rehén.
Y de ahí nació una alianza.
Porque el M-19 recibía dinero y armas del cartel, y a cambio, protegía los intereses del cartel, y apoyaba a Escobar en su lucha contra la extradición a Estados Unidos.
“Popeye” asegura que Escobar financió la toma del Palacio de Justicia, por parte del M-19, con el objetivo de quemar los expedientes de extradición que lo comprometían.
Y afirma que el cartel de Medellín y el M-19 compartieron rutas de tráfico, y entrenamiento en Panamá y Nicaragua, con la protección de Manuel Noriega y Daniel Ortega.
Además, como hecho adicional, Petro ha mantenido una relación tensa con sectores católicos y evangélicos, especialmente por sus posturas sobre el aborto, el matrimonio igualitario y la legalización de drogas.
¿Y qué indicadores objetivos incriminan a Petro?
Cuando Petro asumió la presidencia, Colombia erradicaba más de 100.000 hectáreas de coca por año.
Hoy, esa cifra cayó a menos de 10.000.
En cambio, los cultivos aumentaron de 253.000 a más de 350.000 hectáreas.
Y la producción pasó de 1.600 a más de 2.600 toneladas métricas de cocaína. Cifras récord.
El 70% de esa droga sale por Venezuela, donde operan las pistas del cartel de los soles.
Y en muchas regiones, el ejército colombiano fue retirado por orden del gobierno, dejando el territorio en manos de guerrilleros y nuevos grupos narcos.
Petro justifica todo esto bajo su política de “paz total”.
Dice que busca la reconciliación y la sustitución voluntaria de cultivos.
Pero en la práctica no hay sustitución real ni control efectivo, sino expansión del negocio.
Por eso Trump habla de complicidad.
Y a partir de ahí, la lista de acusaciones contra Petro se multiplicó.
Se le imputa haber desmantelado la cooperación con Estados Unidos, haber liberado zonas donde operan grupos ilegales, y haber permitido la expansión de cultivos bajo el argumento de la soberanía.
También se lo acusa de negociar políticamente con los narcos a cambio de apoyo, y de utilizar el discurso ambiental para frenar las fumigaciones aéreas.
En el plano internacional, lo acusan de provocar deliberadamente a Washington. Rechazó vuelos con deportados, insultó a Trump en la ONU, y llamó a los militares estadounidenses a desobedecer a su propio presidente.
Así, Petro puede presentarse como víctima de una conspiración extranjera, mientras el país enfrenta inflación, desempleo y crisis de seguridad.
En los hechos, la narrativa del “ataque imperialista” le funciona políticamente, pero ha dejado a Colombia en una posición internacional muy frágil.
Porque a partir de aquí, Estados Unidos podría intervenir directamente, con operaciones puntuales, con fuerzas especiales o drones, como con Venezuela.
Y pondría a Colombia en una situación límite: entre un gobierno que no controla su territorio, y una potencia externa que podría hacerlo por la fuerza.
Hasta aquí los nexos denunciados de Petro con el narcotráfico y cómo esto muestra el ascenso en la región, de esta estructura del mal que corrompe todo lo que toca.
Y me gustaría preguntarte:
¿Si en tu país ves un aumento de la influencia del narcotráfico o no?
¡Que Dios te bendiga… y te dé ojos para ver lo que está pasando!
Igualmente, ofrezcamos el rezo del Santo Rosario- La Coronilla de la Divina Misericordiayel Santo VíaCrucis a Dios, por intercesión de la Virgen María, por el fin de los fenómenos naturales y terribles acontecimientos a nivel mundial. También por las intenciones de todos y cada uno de ustedes:
Unámonos todos como Iglesia Militante y Peregrina, y asistamos virtualmente a la Santa Misa, junto a Jesús en su Calvario, con profunda fe y recogimiento.
Elevemos a Dios nuestras oraciones y peticiones personales, también por las de nuestros familiares, amigos y el mundo entero.
Igualmente, pidamos perdón por nuestros pecados, procuremos la conversión de nuestras vidas, busquemos a Dios a través del Sacramento de la Reconciliación "Penitencia o Confesión", y recibamos la gracia de su perdón y su amoroso abrazo de Padre, que recibe a sus hijos pródigos que regresan a Él, ÚNICO PADRE que sí nos ama verdaderamente.
Recordemos lo más sublime: recibir en estado de gracia al Señor Dios en su Presencia Real, en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía (Hostia Consagrada), en la totalidad de su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el santísimo sacrificio incongruento, como memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Dios nos colme de abundantes bendiciones a todos, la Santísima Virgen María interceda por nosotros, y San José, protector de la Iglesia Católica Universal, defienda a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas del demonio y de todos sus enemigos, además de toda adversidad.
Muchas gracias a todos ustedes por su gentil atención.