lunes, 16 de septiembre de 2024

San Roberto Belarmino - Cardenal y Doctor de la Iglesia - Fiesta Septiembre 17

   



Este santo ha sido uno de los más valientes defensores de la Iglesia Católica contra los errores de los protestantes. Sus libros son tan sabios y llenos de argumentos convencedores, que uno de los más famosos jefes protestantes exclamó al leer uno de ellos:


"Con escritores como éste, estamos perdidos. No hay cómo responderle"


San Roberto nació en Montepulciano, Toscana (Italia), en 1542. Su madre era hermana del Papa Marcelo II. Desde niño dio muestras de poseer una inteligencia superior a la de sus compañeros y una memoria prodigiosa. Recitaba de memoria muchas páginas en latín, del poeta Virgilio, como si las estuviera leyendo. En las academias y discusiones públicas dejaba admirados a todos los que lo escuchaban. El rector del colegio de los jesuitas en Montepulciano dejó escrito:


"Es el más inteligente de todos nuestros alumnos. Da esperanza de grandes éxitos para el futuro"


Por ser sobrino de un Pontífice podía esperar obtener muy altos puestos y a ello aspiraba, pero su santa madre lo fue convenciendo de que el orgullo y la vanidad son defectos sumamente peligrosos y cuenta él en sus memorias:


"De pronto, cuando más deseoso estaba de conseguir cargos honoríficos, me vino de repente a la memoria lo muy rápidamente que se pasan los honores de este mundo y la cuenta que todos vamos a tener que darle a Dios, y me propuse entrar de religioso, pero en una comunidad donde no fuera posible ser elegido obispo ni cardenal. Y esa comunidad era la de los padres jesuitas"


Y así lo hizo. Fue recibido de jesuita en Roma en 1560, y detalles de los misterios de Dios: él entraba a esa comunidad para no ser elegido ni obispo ni cardenal (porque los reglamentos de los jesuitas les prohibían aceptar esos cargos) y fue el único obispo y cardenal de los Jesuitas en ese tiempo.

Uno de los peores sufrimientos de San Roberto durante toda la vida fue su mala salud. En él se cumplía lo que deseaba San Bernardo cuando decía:


"Ojalá que los superiores tengan una salud muy deficiente, para que logren comprender a los débiles y enfermos"


Cada par de meses tenían que enviar a Roberto a las montañas a descansar, porque sus condiciones de salud eran muy defectuosas. Pero no por eso dejaba de estudiar y de prepararse. Ya de joven seminarista y profesor, y luego como sacerdote, Roberto Belarmino atraía multitudes con sus conferencias, por su pasmosa sabiduría y por la facilidad de palabra que tenía y sus cualidades para convencer a los oyentes. Sus sermones fueron extraordinariamente populares desde el primer día. Los oyentes decían que su rostro brillaba mientras predicaba y que sus palabras parecían inspiradas desde lo alto. Belarmino era un verdadero ídolo para sus numerosos oyentes. Un superior enviado desde Roma para que le oyera los sermones que predicaba en Lovaina, escribía luego:


"Nunca en mi vida había oído hablar a un hombre tan extraordinariamente bien, como habla el padre Roberto"


Era el predicador preferido por los universitarios en Lovaina, París y Roma. Profesores y estudiantes se apretujaban con horas de anticipación junto al sitio donde él iba a predicar. Los templos se llenaban totalmente cuando se anunciaba que era el Padre Belarmino el que iba a predicar. Hasta se subían a las columnas para lograr verlo y escucharlo. Al principio los sermones de Roberto estaban llenos de frases de autores famosos, y de adornos literarios, para aparecer como muy sabio y literato. Pero de pronto un día lo enviaron a hacer un sermón, sin haberle anunciado con anticipación, y él sin tiempo para prepararse ni leer, se propuso hacer esa predicación únicamente con frases de la S. Biblia (la cual prácticamente se sabía de memoria) y el éxito fue fulminante. Aquel día consiguió más conversiones con su sencillo sermoncito bíblico, que las que había obtenido antes con todos sus sermones literarios. Desde ese día cambió totalmente su modo de predicar:


De ahora en adelante solamente predicará con argumentos tomados de la S. Biblia, no buscando aparecer como sabio, sino transformar a los oyentes. Y su éxito fue asombroso.


 



Después de haber sido profesor de la Universidad de Lovaina y en varias ciudades más, fue llamado a Roma, para enseñar allá y para ser rector del colegio mayor que los Padres Jesuitas tenían en esa capital. Y el Sumo Pontífice le pidió que escribiera un pequeño catecismo, para hacerlo aprender a la gente sencilla. Escribió entonces el Catecismo Resumido, el cual ha sido traducido a 55 idiomas, y ha tenido 300 ediciones en 300 años (una por año) éxito únicamente superado por la S. Biblia y por la Imitación de Cristo. Luego redactó el Catecismo Explicado, y pronto éste su nuevo catecismo estuvo en las manos de sacerdotes y catequistas en todos los países del mundo. Durante su vida logró ver veinte ediciones seguidas de sus preciosos catecismos.




Se llama controversia a una discusión larga y repetida, en la cual cada contendor va presentando los argumentos que tiene contra el otro y los argumentos que defienden lo que él dice. Los protestantes (evangélicos, luteranos, anglicanos, etc.) habían sacado una serie de libros contra los católicos y éstos no hallaban cómo defenderse. Entonces el Sumo Pontífice encomendó a San Roberto que se encargara en Roma de preparar a los sacerdotes para saber enfrentarse a los enemigos de la religión. El fundó una clase que se llamaba "Las controversias", para enseñar a sus alumnos a discutir con los adversarios. Y pronto publicó su primer tomo titulado así: "Controversias". En ese libro con admirable sabiduría, pulverizaba lo que decían los evangélicos y calvinistas. El éxito fue rotundo. Enseguida aparecieron el segundo y tercer tomo, hasta el octavo, y los sacerdotes y catequistas de todas las naciones encontraban en ellos los argumentos que necesitaban para convencer a los protestantes de lo equivocados que están los que atacan nuestra religión. San Francisco de Sales cuando iba a discutir con un protestante llevaba siempre dos libros: La S. Biblia y un tomo de las Controversias de Belarmino. En 30 años tuvieron 20 ediciones estos sus famosos libros. Un librero de Londres exclamaba:


"Este libro me sacó de pobre. Son tantos los que he vendido, que ya se me arregló mi situación económica"


Los protestantes, admirados de encontrar tanta sabiduría en esas publicaciones, decían que eso no lo había escrito Belarmino solo, sino que era obra de un equipo de muchos sabios que le ayudaban. Pero cada libro lo redactaba él únicamente, de su propio cerebro. El Santo Padre, el Papa, lo nombró obispo y cardenal y puso como razón para ello lo siguiente:


"Éste es el sacerdote más sabio de la actualidad"




Belarmino se negaba a aceptar tan alto cargo, diciendo que los reglamentos de la Compañía de Jesús prohíben aceptar títulos elevados en la Iglesia. El Papa le respondió que él tenía poder para dispensarlo de ese reglamento, y al fin le mandó, bajo pena de pecado mortal, aceptar el cardenalato. Tuvo que aceptarlo, pero siguió viviendo tan sencillamente y sin ostentación como lo había venido haciendo cuando era un simple sacerdote. Al llegar a las habitaciones de Cardenal en el Vaticano, quitó las cortinas lujosas que había en las paredes y las mandó repartir entre las gentes pobres, diciendo:


"Las paredes no sufren de frío"


Los superiores Jesuitas le encomendaron que se encargara de la dirección espiritual de los jóvenes seminaristas, y San Roberto tuvo la suerte de contar entre sus dirigidos, a San Luis Gonzaga. Después cuando Belarmino se muera dejará como petición que lo entierren junto a la tumba de San Luis, diciendo:


"Es que fue mi discípulo"


En los últimos años pedía permiso al Sumo Pontífice y se iba a pasar semanas y semanas al noviciado de los Jesuitas, y allá se dedicaba a rezar y a obedecer tan humildemente como si fuera un sencillo novicio. En la elección del nuevo Sumo Pontífice, el cardenal Belarmino tuvo 14 votos, la mitad de los votantes. Quizá no le eligieron por ser Jesuita (pues estos padres tenían muchos enemigos). Él rezaba fervorosamente a Dios para que lo librara de semejante cargo tan difícil, y fue escuchado. Poco antes de morir escribió en su testamento que lo poco que tenía se repartiera entre los pobres (lo que dejó no alcanzó sino para costear los gastos de su entierro). Que sus funerales fueran de noche (para que no hubiera tanta gente) y se hicieran sin solemnidad. Pero a pesar de que se le obedeció haciéndole los funerales de noche, el gentío fue inmenso y todos estaban convencidos de que estaban asistiendo al entierro de un santo.

Murió el 17 de septiembre de 1621. Su canonización se demoró mucho porque había una escuela teológica contraria a él, que no lo dejaba canonizar. Pero el Sumo Pontífice Pío XI lo declaró santo en 1930, y Doctor de la Iglesia en 1931.


San Roberto Belarmino:
Pídele a Dios que nos envíe
sabios defensores de la Iglesia,
que nos ayuden a librarnos
de los ataques y errores 
de los protestantes


Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:
https://www.ewtn.com/es/catolicismo/santos/roberto-belarmino-15069

Carta de Amor: por si muero antes que tú




Cuando uno ama, quisiera permanecer por siempre con quien ha decido compartir su existencia… Pero, en ocasiones, la vida tiene otros planes. ¿Qué hacer, qué decir en esos casos?

La mayoría de nosotros tenemos la experiencia de la pérdida de alguien que, entendemos, todavía no debería haber marchado. Y se te parte el alma contemplando el dolor del que se queda aquí, como ausente, vacío por dentro… En esos momentos no hay palabras de consuelo que valgan, sólo el abrazo y la lágrima compartida.

Es fácil comprender ese desgarro porque sabes que esa persona rota podrías ser tú… Es más, puede que algún día seas tú… O puede que sea tu pareja. Ese convencimiento es el que da origen a la carta sobre la que hoy he meditado, un escrito dedicado al que se queda, una auténtica oda a un amor que no perece aunque uno desaparezca. No he localizado a su autor, y no importa, así debe ser. Circula por la red y aparece en algunas compilaciones… Siempre de forma anónima… Porque lo importante, en este caso, no es quién lo escribió sino su contenido.

Lee el texto, hazlo tuyo, deja que te toque el alma, que transforme tu día a día… Y escribe a la persona amada esa carta que querrías que leyera cuando tú ya no estés… Tal vez sea mejor entregársela en este momento, para que sepa los tesoros que le reservas en tu alma.


Leamos, inspirémonos antes de expirar:


Si me voy antes que tú, no llores por mi ausencia; alégrate por todo lo que hemos amado juntos.

No me busques entre los muertos, en donde nunca estuvimos, encuéntrame en todas aquellas cosas que no habrían existido si tú y yo no nos hubiésemos conocido.

Yo estaré a tu lado, sin duda alguna, en todo lo que hayamos creado juntos: en nuestros hijos, por supuesto, pero también en el sudor compartido en el placer, en el sudor del trabajo y en las lágrimas que intercambiamos. Y en todos aquellos que pasaron a nuestro lado que, irremediablemente, recibieron algo de nosotros y llevan incorporado (sin ellos ni nosotros notarlo) algo de mí y algo de ti.

También nuestros fracasos, nuestras indolencias y nuestros pecados serán testigos permanentes de que estuvimos vivos, y no fuimos ángeles sino humanos. 

No te ates a los recuerdos ni a los objetos, porque dondequiera que mires que hayamos estado, con quienquiera que hables que nos conociese, allí habrá algo mío; aquello sería distinto, pero indudablemente distinto, si no hubiésemos aceptado vivir juntos nuestro amor durante tantos años; el mundo estará ya siempre salpicado de nosotros.

No llores mi falta, porque sólo te faltará mi palabra nueva y mi calor de ese momento. Llora si quieres porque el cuerpo se llena de lágrimas ante todo aquello que es más grande que él, que no es capaz de comprender, pero que entiende como algo grandioso, porque cuando la lengua no es capaz de expresar una emoción, ya sólo pueden hablar los ojos.

Y vive. Vive creando cada día y más que antes. Porque yo, no sé cómo, pero estoy seguro de que desde mi otra presencia, yo también estaré creando junto a ti, y será precisamente en ese acto de traer algo que no estaba donde nos habremos encontrado. Sin entenderlo muy bien, pero así. Como los granos de trigo que no entienden que sus compañeros muertos en el campo han dado vida a muchos nuevos compañeros.

Así, con esa esperanza, deberás continuar dejando tu huella, para que cuando tu muerte nos vuelva a dar la misma voz, cuando nuestro próximo abrazo nos incorpore ya sin ruptura a la Única Creación, muchos puedan decir de nosotros: si no nos hubiesen amado, el mundo estaría más atrás.

Que tengas un buen fin de semana. Que tengas una buena vida. Que tengas una buena muerte. Que tengas un gran Amor que traspase los límites entre el vivir y el morir.


Fuente - Texto tomado de MEDITACIONESDELDÍA.COM:

¿Herejía del papa Francisco? «Todas las religiones son un camino para llegar a Dios»



Enésima declaración sincretista del Papa: «Todas las religiones son un camino para llegar a Dios»


Por redaccioninfovaticana | 13 de Septiembre de 2024


El Papa Francisco termina su Viaje Apostólico por Asia y Oceanía con una declaración que contradice muchos aspectos de la fe católica.

Hasta el último día, el viaje del Papa en Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur había sido bastante tranquilo. Todo muy medido y sin meterse en grandes charcos… hasta el último día que le dio a Francisco por improvisar y ya sabemos que es carne de cañón cada vez que deja los papeles a un lado.

El Papa ha vuelto a hacer una declaración de corte sincretista que para algunos ya está en el ‘top 3’ de las mayores pifias del pontificado de Francisco.

El Pontífice participó en Singapur en un encuentro interreligioso con jóvenes de varias religiones. «Una de las cosas que más me ha impresionado de vosotros los jóvenes es la capacidad del diálogo interreligioso», les dijo el Obispo de Roma. Es en este momento cuando Francisco les aseguró a estos jóvenes que «todas las religiones son un camino para llegar a Dios». Lejos de quedarse aquí, el Papa prosiguió con esta afirmación sincretista para asegurar que las religiones son «distintos lenguajes» para llegar a Dios ya que «Dios es Dios y es Dios para todos y todos somos hijos de Dios», agregó el Papa.

El Papa volvió a repetir que hay un solo Dios para todos y que las religiones son simplemente caminos distintos para llegar a Dios. Con estas declaraciones, el Papa pone al mismo nivel la religión católica que por ejemplo el hinduismo o el budismo al ser «distintos lenguajes» para llegar a Dios».


La contradicción del Papa con la doctrina católica


Estas declaraciones del Papa Francisco no pasarán desapercibidas para muchos católicos que ha escuchado con perplejidad como el Sumo Pontífice ha equiparado a la religión católica al resto de religiones ofreciéndola como una camino más -igual al resto de religiones - para llegar a Dios.

La realidad es que esta declaración sincretista del Papa tiene mucho peligro porque no es verdad. Tan solo haría falta acudir a la fuente por antonomasia que es el Evangelio para darnos cuenta de la gravedad de estas declaraciones del Papa.


«Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida. Nadie va al Padre, sino por Mí. Si me conocéis a Mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto», dice el Señor en el Evangelio.


Además, la larga tradición de la Iglesia y el Magisterio dejan claro que sólo hay una religión verdadera por mucho que el Papa se empeñe en confundir en aras de salvaguardar el diálogo interreligioso. Si acudimos al milenario Símbolo Atanasiano podemos leer que «todo el que quiera salvarse, es preciso ante todo que profese la fe católica», y hasta ahora esta doctrina no ha cambiado.

Esta declaración papal también contradice uno de los puntos claves de la Constitución Apostólica Lumen Gentium del Concilio Vaticano II que en el punto 14 dice esto:


«El sagrado Concilio fija su atención en primer lugar en los fieles católicos. Y enseña, fundado en la Sagrada Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación. El único Mediador y camino de salvación es Cristo, quien se hace presente a todos nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia. Él mismo, al inculcar con palabras explícitas la necesidad de la fe y el bautismo (cf. Mc 16,16; Jn 3,5), confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el bautismo como por una puerta. Por lo cual no podrían salvarse aquellos hombres que, conociendo que la Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como necesaria, sin embargo, se negasen a entrar o a perseverar en ella».


Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:




Obispo Strickland: Negar que Cristo es el único camino a Dios es herejía


Por Carlos Esteban | 16 de Septiembre de 2024


En reacción a las palabras del Papa durante su último viaje apostólico, el defenestrado obispo norteamericano Joseph Strickland advierte que negar a Cristo como “único camino a Dios” es un rechazo al catolicismo y “se llama herejía”.

Defenestrar a los prelados disidentes tiene un inconveniente, y es que se les deja en libertad para hablar claro. En un breve mensaje publicado desde su cuenta en la red social X (antes Twitter) el obispo emérito de Tyler, Joseph Strickland, dio lo que parece ser una respuesta pública a los controvertidos comentarios del Papa Francisco sobre las religiones.

«Esto es lo que la Iglesia Católica enseña sobre la unicidad de Jesucristo», escribió Strickland, enlazando al documento del Vaticano de agosto de 2000 Dominus Jesus.


“El único camino hacia Dios Padre es a través de Su Hijo Jesucristo. Negarlo es negar la fe católica, esto se llama herejía”.


“Por favor oren para que el Papa Francisco diga claramente que Jesucristo es el único Camino. Negar esto es negarlo a Él. Si negamos a Cristo, Él nos negará, Él no puede negarse a Sí mismo”, escribió Strickland en otra publicación en las redes sociales.


Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:




Les complemento este artículo
con este video:


Herejía: Todas las religiones llevan a Dios. ¿Ha NEGADO a Cristo el papa Francisco? Luis Román




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