sábado, 16 de diciembre de 2023

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 1, 6-8, 19-28

 



6. Hubo un hombre enviado de Dios, que se llamaba Juan.

7. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyesen.

8. No era él la luz, sino enviado para dar testimonio de Aquel que era la Luz.

19. Y he aquí el testimonio que dio Juan a favor de Jesús, cuando los judíos le enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para preguntarle:


"¿Tú quién eres?"



20. Él confesó la verdad, y no la negó; antes protestó claramente:





"Yo no soy el Cristo"

 

21. ¿Pues quién eres?

 

Le dijeron:

 

"¿Eres tú Elías?

Y dijo:

 

"No lo soy"

 

"¿Eres tú el profeta?

Respondió:

 

"No"

 

22. "¿Pues quién eres tú (le dijeron) para que podamos dar alguna respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?"




23. "Yo soy, (dijo entonces) la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor; como lo tiene dicho el profeta Isaías"


24.
 Es de saber que los enviados eran de la secta de los fariseos.

25. Y le preguntaron de nuevo, diciendo:


"¿Pues cómo bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?"

26. Respondióles Juan, diciendo:


"Yo bautizo con agua; pero en medio de vosotros está uno, a quien no conocéis.




27. Él es el que ha de venir después de mí, el cual ha sido preferido a mí, y a Quien yo no soy digno de desatar la correa de su zapato"


28. Todo ésto sucedió en Betania, la que está a la otra parte del Jordán, donde Juan estaba bautizando.


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Tercer Domingo de Adviento - Diciembre 17 de 2023

  






Liturgia de las Horas:
Tercera Semana del Salterio

Color: Rosado


Lecturas de la liturgia


Primera Lectura
Isaías 61:1-2, 10-11


El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; a pregonar año de gracia de Yahveh, día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran. «Con gozo me gozaré en Yahveh, exulta mi alma en mi Dios, porque me ha revestido de ropas de salvación, en manto de justicia me ha envuelto como el esposo se pone una diadema, como la novia se adorna con aderezos. Porque, como una tierra hace germinar plantas y como un huerto produce su simiente, así el Señor Yahveh hace germinar la justicia y la alabanza en presencia de todas las naciones».


Salmo Responsorial
Lucas 1:46-50, 53-54


Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia.


Segunda Lectura
I Tesalonicenses 5:16-24


Estad siempre alegres. Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros. No extingáis el Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno. Absteneos de todo género de mal. Que Él, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama y es él quien lo hará.


Evangelio
Juan 1:6-8, 19-28


Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. Y este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron donde él desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: «¿Quién eres tú?». Él confesó, y no negó; confesó: «Yo no soy el Cristo». Y le preguntaron: «¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el profeta?». Respondió: «No». Entonces le dijeron: «¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?». Dijo él: «Yo soy voz del que clama en el desierto: Rectificad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías». Los enviados eran fariseos. Y le preguntaron: «¿Por qué, pues, bautizas, si no eres tú el Cristo ni Elías ni el profeta?». Juan les respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia». Esto ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando.


Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:
https://www.ewtn.com/es/catolicismo/lecturas/2023-12-17

San Lázaro - Amigo de Jesús Siglo I - Fiesta Diciembre 17

  



Lázaro es un nombre significativo en el idioma de Israel. Quiere decir "Dios es mi auxilio". El santo de hoy se ha hecho universalmente famoso porque tuvo la dicha de recibir uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo: su resurrección, después de llevar cuatro días enterrado.

Lázaro era el jefe de un hogar donde Jesús se sentía verdaderamente amado. A casa de Lázaro llegaba el Redentor como a la propia casa, y ésto era muy importante para Cristo, porque Él no tenía casa propia. Él no tenía ni siquiera una piedra para recostar la cabeza (Lc. 9, 58). En casa de Lázaro había tres personas que amaban a Nuestro Salvador como un padre amabilísimo, como el mejor amigo del mundo. La casa de Betania es amable para todos los cristianos del universo, porque nos recuerda el sitio donde Jesús encontraba descanso y cariño, después de las tensiones y oposiciones de su agitado apostolado.

La resurrección de Lázaro es una de las historias más interesantes que se han escrito. Es un famoso milagro que llena de admiración. Un día se enferma Lázaro y sus dos hermanas envían con urgencia un mensajero a un sitio lejano donde se encuentra Jesús. Solamente le lleva este mensaje:


"Aquel a quien Tú amas, está enfermo"


Bellísimo modo de decir con pocas palabras muchas cosas. Si lo amas, estamos seguros de que vendrás, y si vienes, se librará de la muerte. Y sucedió que Jesús no llegó y el enfermo seguía agravándose cada día más y más. Las dos hermanas se asoman a la orilla del camino y... Jesús no aparece. Sigue la enfermedad más grave cada día y los médicos dicen que la muerte ya va a llegar. Mandan a los amigos a que se asomen a las colinas cercanas y atisben a lo lejos, pero Jesús no se ve venir. Y al fin el pobre Lázaro se muere. Pasan dos y tres días y el amigo Jesús no llega. De Jerusalén vienen muchos amigos al entierro porque Lázaro y sus hermanas gozan de gran estimación entre la gente, pero en el entierro falta el mejor de los amigos: Jesús. Él que es uno de esos amigos que siempre están presentes cuando los demás necesitan de su ayuda, ¿por qué no habrá llegado en esta ocasión?

Al fin al cuarto día llega Jesús. Pero ya es demasiado tarde. Las dos hermanas salen a encontrarlo llorando:


"Oh, ¡si hubieras estado aquí!  ¡Si hubieras oído cómo te llamaba Lázaro!  Sólo una palabra tenía en sus labios: 'JESÚS'. No tenía otra palabra en su boca. Te llamaba en su agonía. ¡Deseaba tanto verte!  Oh Señor: si hubieras estado aquí, no se habría muerto nuestro hermano"


Jesús responde:




"Yo Soy la Resurrección y la Vida. Los que creen en Mí, no morirán para siempre"


Y al verlas llorar se estremeció y se conmovió. Verdaderamente de Él se puede repetir lo que decía el poeta: "en cada pena que sufra el corazón, el Varón de Dolores lo sigue acompañando".



Y Jesús se echó a llorar.

Porque nuestro Redentor es perfectamente humano, y ante la muerte de un ser querido, hasta el más fuerte de los hombres tiene que echarse a llorar. Dichoso tú Lázaro, que fuiste tan amado de Jesús que con tu muerte lo hiciste llorar. Los judíos que estaban allí en gran número, pronunciaron una exclamación que se ha divulgado por todos los países, para causar admiración y emoción:


"¡Miren cuánto lo amaba!"






"¡Lázaro: Yo te mando, sal fuera!"




Es una de las más poderosas frases salidas de los labios de Jesús. Un muerto con cuatro días de enterrado, maloliente y en descomposición, que recobra la vida y sale totalmente sano del sepulcro, por una sola frase del Salvador. ¡Qué milagrazo de primera clase! Con razón se alarmaron los fariseos y sumos sacerdotes diciendo:


"Si este hombre sigue haciendo milagros como éste, todo el pueblo se irá con Él"




¡Cómo deberían llenarse de sonrisas nuestros labios, al recordar lo grande y amable que es el Gran Amigo Jesús! Sin tocar siquiera el cadáver, sin masajes, sin remedios, con sólo Su Palabra resucita a un muerto de cuatro días de enterrado.


Fuente - Texto tomado de EWTN:

Novena de Navidad (Día Segundo) - Diciembre 17 de 2023

  



Consideración


El Verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa Casa de Nazaret en donde moraban María y José. Cuando la sombra del secreto divino vino a deslizarse sobre ella, María estaba sola engolfada en la oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión más estrecha con Dios y mientras oraba, el Verbo tomó posesión de su morada creada. Sin embargo, no llegó inopinadamente; antes de presentarse envió un mensajero, que fue el Arcángel San Gabriel, para pedir a María de parte de Dios su consentimiento para la Encarnación. El Creador no quiso efectuar este gran misterio sin la aquiescencia de su criatura.

Aquel momento fue muy solemne. Era potestativo en María el rehusar... ¡Con qué adorables delicias. Con qué inefables complacencias aguardaría la Santísima Trinidad a que María abriese los labios y pronunciase el  que debió ser suave melodía para sus oídos, y con el cual se conformaba su profunda humildad a la omnipotente voluntad divina!

La Virgen Inmaculada ha dado su asentimiento. El Arcángel ha desaparecido. Dios se ha revestido de una naturaleza creada; la voluntad eterna está cumplida y la creación completa. El Verbo se ha hecho carne, y aunque todavía invisible para el mundo, habita ya entre los hombres que su inmenso amor ha venido a rescatar.




A continuación se reza:


Oración para todos los días
Oración a la Santísima Virgen María
Oración a San José
Gozos para la llegada del Niño Dios
Oración al Niño Jesús


Oración para todos los días




Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de Él, te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.


(Se reza tres veces el Gloria)


Oración a la Santísima Virgen María
(para todos los días)




Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por Madre suya: te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hacen esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh, dulcísima Madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que Tú lo guardaste, para que nos hagas menos indignos de verlo, amarlo y adorarlo por toda la eternidad. Amén.


(Se reza tres veces el Avemaría)


Oración a San José
(para todos los días)




¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, que me llenes de fervorosos deseos de verlo y recibirlo sacramentalmente, mientras, en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.


(Se reza Padrenuestro, Avemaría y Gloria)


Gozos para la llegada del Niño Dios
(para todos los días)




Dulce Jesús mío,
mi Niño adorado, 
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,
que a nivel de un niño te hayas rebajado!
¡Oh Niño Divino, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Adonaí potente que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!
¡Oh ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuertes brazos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas del regio palacio!
¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh lumbre de Oriente, Sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Espejo sin mancha, Santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y en forma de niño, da al mísero amparo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro
de Israel anhelo, Pastor del rebaño,
Niño que apacientas con suave cayado,
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto,
bienhechor rocío como riego santo,
ven, hermoso Niño, ven Dios humanado,
luce hermosa estrella, brota flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven que ya María previene sus brazos,
de un Niño vean en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi Dueño adorado,
mi constante amigo, mi Divino Hermano!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ve ante mis ojos, de Ti enamorado!
¡Bese ya tus plantas, bese ya tus manos,
postrado yo en tierra te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven Salvador nuestro,
por quien suspiramos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)


Oración al Niño Jesús
(para todos los días)




Acordaos ¡Oh dulcísimo Niño Jesús! Que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi Infancia y nada te será negado". Llenos de confianza en Ti ¡Oh Jesús, que eres la misma verdad! Venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.

Concédenos, por los méritos de tu Encarnación y de tu Infancia, la gracia... de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Ti ¡Oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.


Fuente - Textos tomados de la Novena de Navidad - Arquidiócesis de Medellín


Un exorcista muestra el "narcisismo" de Satanás con un ejemplo que vivió en una sesión

 



Monseñor Stephen Rossetti
ha sido durante 12 años
exorcista principal de la
Archidiócesis de Washington (EE.UU.)


Javier Lozano / ReL / 06 de Septiembre de 2020


El sacerdote Stephen J. Rossetti es uno de los grandes expertos en Psicología en la Iglesia en EE.UU. Lleva más de 30 años trabajando en el tratamiento psicológico y la renovación espiritual de religiosos, y también es profesor de la Universidad Católica de América.

Pero lo importante en este caso es su extensa experiencia como exorcista principal de la Archidiócesis de Washington, cargo que ocupó durante 12 años, y en el cual dirigió cientos de sesiones de exorcismos y oraciones de liberación. Ahora entrena a exorcistas y a los equipos laicos que ayudan al sacerdote en su lucha contra Satanás.

En un artículo publicado en la web del St. Michael Center for Spiritual Renewal (Centro San Miguel para la Renovación Espiritual), monseñor Rossetti relata un suceso que vivió durante un exorcismo y que muestra a la perfección cómo es la naturaleza de los demonios.


"San Francisco de Borja y el moribundo impenitente"
pintura de Francisco de Goya (1788)


El narcisismo es un mal que azota al mundo actual, aunque también en el pasado, y que tampoco escapa a la Iglesia. Y precisamente el demonio es el narcisista por antonomasia.

Según explica este antiguo exorcista, siempre se había preguntado cuando leía en misa cómo pronunciar correctamente el nombre de la deidad cananea llamada Baal, y que en realidad es un demonio.


“En una sesión de exorcismo posterior, ¡me enteré!”, relata este sacerdote


De este modo, explica que estaba “en un caso difícil y sabíamos que sería una batalla larga y fea. En un momento, exigí saber: ‘¿Cuántos demonios hay?’. La sarcástica respuesta demoníaca fue: ‘¡Demasiados para ti!’. A medida que la cohorte demoníaca se debilitó pude obligarlos a revelar los nombres de todos los líderes más el número total de demonios presentes: 856. Eso es mucho. Luego exigí saber los nombres de los líderes y sonó como un ‘quién es quién’ en el infierno. Esto no iba a ser fácil. 

Fueron pasando los meses y poco a poco uno por uno los demonios, entre ellos los más fuertes también, fueron siendo expulsados en el nombre de Jesús.


“En ese momento llegamos a Baal. Se vio obligado a revelar que quedaban 679 demonios. Los sacerdotes-exorcistas volvimos a realizar el Rito y, como siempre, los demonios aullaban de agonía. Estaban tan débiles en este punto que el agua bendita los quemaba y la mera visión del crucifijo era agonizante. Esto los torturó”


Entonces, prosigue el padre Rossetti, “ordené a Baal que se fuera y pronuncié su nombre, Ba'al, con dos sílabas. Para mi sorpresa, me corrigió con firmeza: ‘es Baal’ y lo pronunció con una sílaba. Más adelante en la sesión, me corrigió nuevamente y dijo que su nombre se pronunciaba Baal (como el balido de una oveja con una ‘L’ al final)”. 

El entonces exorcista reconoce que esto fue “extraño”. Estaba “en medio de una batalla campal, gritando a pleno pulmón y a punto de ser devuelto al infierno. Y, sin embargo, estaba concentrado en cómo pronunciar su nombre. ¡Esto era de un narcisismo increíble!”, concluye este sacerdote.


"Eco y Narciso"
pintura de John William Waterhouse (1903)
y que muestra al narcisista


Por ello, una de las lecciones que sacó de este ejemplo es que “los demonios son narcisistas totales y Satanás es el narcisista más grande de todos. En el infierno nadie piensa en el bien de otro. Es puro enfoque en uno mismo y, como Baal, el pensamiento extraño e irracional de un intelecto sucumbido al mal. Satanás sacrificaría a cada demonio bajo él en el infierno solo para su propio placer".

“Esto hace que el autosacrificio infinitamente generoso de Dios en Jesús sea aún más sorprendente. Satanás nos ensartaría para su propio beneficio. El corazón de Jesús fue traspasado en la cruz por nuestra salvación. Algo sobre lo que pensar...”, concluye.


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:




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