viernes, 15 de diciembre de 2023

Novena de Navidad (Día Primero) - Diciembre 16 de 2023




Consideración


En el principio de los tiempos el Verbo reposaba en el seno de su Padre en lo más alto de los cielos: allí era la causa, a la par que el modelo de toda creación. En esas profundidades de una incalculable eternidad permanecía el Niño de Belén. Allí es donde debemos datar la genealogía del Eterno que no tiene antepasados, y contemplan la vida de complacencia infinita que allí llevaba.

La vida del Verbo Eterno en el seno de su Padre era una vida maravillosa y sin embargo, misterio sublime, busca otra morada en una mansión creada. No era porque en su mansión eterna faltase algo a su infinita felicidad sino porque su misericordia infinita anhelaba la redención y la salvación del género humano, que sin Él no podría verificarse.

El pecado de Adán había ofendido a un Dios y esa ofensa infinita no podría ser condonada sino por los méritos del mismo Dios. La raza de Adán había desobedecido y merecido un castigo eterno; era pues, necesario para salvarla y satisfacer su culpa que Dios, sin dejar el cielo, tomase la forma del hombre sobre la tierra y con la obediencia a los designios de su Padre, expiase aquella desobediencia, ingratitud y rebeldía.

Era necesario en las miras de su amor que tomase la forma, las debilidades e ignorancia sistemática del hombre, que creciese para darle crecimiento espiritual; que sufriese, para morir a sus pasiones y a su orgullo y por eso el Verbo Eterno ardiendo en deseos de salvar al hombre resolvió hacerse hombre también y así redimir al culpable.




A continuación se reza:


Oración para todos los días
Oración a la Santísima Virgen María
Oración a San José
Gozos para la llegada del Niño Dios
Oración al Niño Jesús


Oración para todos los días




Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de Él, te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.


(Se reza tres veces el Gloria)


Oración a la Santísima Virgen María
(para todos los días)




Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por Madre suya: te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hacen esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh, dulcísima Madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que Tú lo guardaste, para que nos hagas menos indignos de verlo, amarlo y adorarlo por toda la eternidad. Amén.


(Se reza tres veces el Avemaría)


Oración a San José
(para todos los días)




¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, que me llenes de fervorosos deseos de verlo y recibirlo sacramentalmente, mientras, en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.


(Se reza Padrenuestro, Avemaría y Gloria)


Gozos para la llegada del Niño Dios
(para todos los días)




Dulce Jesús mío,
mi Niño adorado, 
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,
que a nivel de un niño te hayas rebajado!
¡Oh Niño Divino, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Adonaí potente que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!
¡Oh ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuertes brazos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas del regio palacio!
¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh lumbre de Oriente, Sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Espejo sin mancha, Santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y en forma de niño, da al mísero amparo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro
de Israel anhelo, Pastor del rebaño,
Niño que apacientas con suave cayado,
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto,
bienhechor rocío como riego santo,
ven, hermoso Niño, ven Dios humanado,
luce hermosa estrella, brota flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven que ya María previene sus brazos,
de un Niño vean en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi Dueño adorado,
mi constante amigo, mi Divino Hermano!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ve ante mis ojos, de Ti enamorado!
¡Bese ya tus plantas, bese ya tus manos,
postrado yo en tierra te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven Salvador nuestro,
por quien suspiramos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)


Oración al Niño Jesús
(para todos los días)






Acordaos ¡Oh dulcísimo Niño Jesús! Que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi Infancia y nada te será negado". Llenos de confianza en Ti ¡Oh Jesús, que eres la misma verdad! Venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.

Concédenos, por los méritos de tu Encarnación y de tu Infancia, la gracia... de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Ti ¡Oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.



Fuente - Textos tomados de la Novena de Navidad - Arquidiócesis de Medellín


Novena de Navidad (Diciembre 16 al 24) Año 2023

 Oración para todos los días





Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de Él, te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.


(Se reza tres veces el Gloria)


Oración a la Santísima Virgen María
(para todos los días)




Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por Madre suya: te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hacen esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh, dulcísima Madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que Tú lo guardaste, para que nos hagas menos indignos de verlo, amarlo y adorarlo por toda la eternidad. Amén.


(Se reza tres veces el Avemaría)


Oración a San José
(para todos los días)




¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, que me llenes de fervorosos deseos de verlo y recibirlo sacramentalmente, mientras, en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.


(Se reza Padrenuestro, Avemaría y Gloria)


Gozos para la llegada del Niño Dios
(para todos los días)




Dulce Jesús mío,
mi Niño adorado, 
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,
que a nivel de un niño te hayas rebajado!
¡Oh Niño Divino, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Adonaí potente que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!
¡Oh ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuertes brazos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas del regio palacio!
¡Sácanos, oh NIño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh lumbre de Oriente, Sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Espejo sin mancha, Santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y en forma de niño, da al mísero amparo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro
de Israel anhelo, Pastor del rebaño,
Niño que apacientas con suave cayado,
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto,
bienhechor rocío como riego santo,
ven, hermoso Niño, ven Dios humanado,
luce hermosa estrella, brota flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven que ya María previene sus brazos,
de un Niño vean en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi Dueño adorado,
mi constante amigo, mi Divino Hermano!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ve ante mis ojos, de Ti enamorado!
¡Bese ya tus plantas, bese ya tus manos,
postrado yo en tierra te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven Salvador nuestro,
por quien suspiramos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)



Oración al Niño Jesús
(para todos los días)




Acordaos ¡Oh dulcísimo Niño Jesús! Que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi Infancia y nada te será negado". Llenos de confianza en Ti ¡Oh Jesús, que eres la misma verdad! Venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.

Concédenos, por los méritos de tu Encarnación y de tu Infancia, la gracia... de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Ti ¡Oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.


Fuente - Textos tomados de la Novena de Navidad - Arquidiócesis de Medellín


El Niño Jesús de Beaune: "Pídelo por los méritos de mi Infancia y nada te será negado" - Venerable Margarita del Santísimo Sacramento

  



Por los misterios de su Infancia,
al Misterio de su Corazón


25 de enero de 2020


El Niño Jesús de Beaune,
Rey de la Gracia
25 de enero


En 1630, con 11 años, Margarita Parigot, una niña con excepcionales dotes místicas, entra en el Carmelo de Beaune, luego de conquistar a la priora, Sor Isabel de la Trinidad, y a las demás religiosas, con sus devotas palabras sobre el Sacramento. Esa misma noche Jesús se le manifiesta mediante una voz, llamándola "mi pequeña esposa" y "esposa del Niño Jesús en el pesebre". En el Carmelo descubrió la acendrada devoción a la infancia y humanidad de Cristo, emanada del corazón de Santa Teresa y llevada a Francia desde España por la Beata Ana de San Bartolomé (7 de junio), Ana de Jesús, vivida por la espiritualidad de la Beata María de la Encarnación (17 de abril), y transmitida a los monasterios que se iban fundando. No hay que olvidar que Beaune es un monasterio "hijo" de Dijon, fundado por la Venerable Ana de Jesús. Así que Margarita se lanzó a considerar y venerar la Infancia de Cristo con frecuencia, llevando a las demás religiosas a hacerlo.

En 1636 tiene un arrobo místico, en el que Jesús le descubre:




"El tesoro de mi infancia"


Y como:


"A través de este misterio superarás todas las dificultades"


Y pronto se comprobaría. Ese mismo año Francia fue atacada, muy cerca de Beaune, y los habitantes de la ciudad, corrieron al monasterio de las carmelitas a pedir refugio y oraciones ante el inminente peligro. Margarita tuvo una revelación, y aseguró que el Niño Jesús salvaría la ciudad si se rezaban 12 Avemarías en honor de los 12 años de la Infancia de Jesús, acompañadas de 3 Padrenuestro en honor de Jesús, María y José.

Y remedio santo:

Se hizo la paz y el pueblo se quedó con el recuerdo de las oraciones formuladas.

Un segundo impulso a la devoción de la Santa Infancia llegó al profetizar Margarita la llegada del hijo de los reyes Luis XIII y Ana de Austria, que llevaban doce años sin poder tener hijos. En gratitud de los reyes, Margarita recibió la visita del barón Gastón de Renty, que impresionado con las palabras de ésta mandó tallar una bellísima imagen del Niño Jesús de unos 60 cm. para regalarla a la comunidad. En 1643 fue recibida con gran veneración y alegría de las monjas, que muy pronto lograron un excelente ajuar de vestidos y joyas para ella. Construyeron una capilla anexa al monasterio, para que el Niño fuera venerado públicamente por los fieles. Un tercer impulso sería la fundación de "Amigos de la Sagrada Familia", para venerar a la Santa Familia de Nazaret.

La oración principal a la Infancia de Cristo es la "Coronilla a la Divina Infancia", que se reza cada día 25 de mes, y tiene su novena solemne del 25 de enero al 2 de febrero. Consiste, como dije arriba, en 3 Padrenuestros en acción de gracias por los regalos que suponen Jesús, María y José, y 12 Avemarías en honor de los misterios de la infancia de Cristo, añadiendo "y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros". Estos misterios son, a saber:


1. Encarnación.
2. Visitación.
3. Expectación del parto.
4. Nacimiento en Belén.
5. Circuncisión.
6. Adoración de los Reyes Magos.
7. Presentación en el Templo.
8. Huida a Egipto.
9. Estancia de la Sagrada Familia en Egipto.
10. Regreso de Egipto.
11. La Sagrada Familia en Nazaret.
12. Jesús perdido y hallado en el Templo.


Durante la Revolución Francesa las monjas fueron expulsadas y perseguidas, pero la imagen del Pequeño Gran Rey fue puesta a salvo por seglares valientes, que la escondieron en una caja de madera, dándole culto en lo escondido. Allí estuvo hasta luego de la revolución, en que fue puesta de nuevo al culto público de manera solemne por el obispo de Dijon. En 1653 se bendice la primera imagen y retablo fuera de Beaune dedicados al Niño Jesús, Rey de la Gracia en Marsella, donde continúa venerándose. En 1648, con 29 años la Venerable Margarita enfermó y falleció, el 26 de mayo del mismo año, en olor de santidad. Lamentablemente, en 2001 las monjas carmelitas tuvieron que dejar el monasterio, por la edad avanzada de todas las religiosas, dejando allí a su amado Niño. En la actualidad el convento lo ocupa la "Comunidad de las Bienaventuranzas", que continúan la devoción, y devociones asociadas, al Niño Dios.

Curiosamente, al mismo tiempo se desarrolla en el Carmelo la devoción al Niño Jesús de Praga, que llegaría a ser famosa en el mundo entero. Esta devoción al pequeño praguense se nutre de la devoción de Beaune, pues los Misterios de la Infancia se asocian a la devoción del Niño de Praga, y su fiesta igualmente es el 25 de enero, o el domingo más cercano, según los lugares.






Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
https://www.religionenlibertad.com/santo_de_hoy/54426/nino-jesus-beaune.html





La Coronilla de la Divina Infancia


Fue precisamente del Convento Carmelita de Beaune, y gracias a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, que se dio a conocer la devoción a la "Coronilla de la Divina Infancia", oración que se reza de la siguiente manera:


Coronilla de la Divina Infancia
de Jesús




Por la señal de la Santa cruz...


Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padrenuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padrenuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padrenuestro).


Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:


Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Encarnación. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Visitación. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. (Avemaría).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el templo. (Avemaría y Gloria).


Se culmina con la siguiente oración:


Vos, oh Dios mío, que os dignasteis constituir a vuestro Unigénito Hijo Salvador del género humano y ordenasteis que se llamara Jesús, conceded propicio que los que veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


La Coronilla se reza cada 25 de mes, y como novenario desde el 25 de enero al 2 de febrero, en preparación a la solemnidad de la Presentación del Niño Jesús en el templo.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Llamamiento del obispo Strickland a todos los sacerdotes: «Es hora de que nos convirtamos en sacerdotes profundamente eucarísticos y marianos»



Por Redaccioninfovaticana | 15 de Diciembre de 2023


En una nueva carta por el día de la Fiesta de la Inmaculada Concepción, el ‘cancelado’ obispo emérito de Tyler ha pedido a los sacerdotes de todo el mundo «una importante renovación» en sus vidas sacerdotales.

«Creo que es hora de que nos convirtamos en sacerdotes profundamente eucarísticos y marianos, y que dejemos de lado todas las disputas, confusiones y tentaciones para moldear a la Esposa de Cristo de acuerdo con la voluntad del mundo en lugar de la Voluntad de Dios», escribe Joseph Strickland.

El obispo emérito de Tyler señala que este llamado a la renovación «requerirá que cada uno de nosotros entreguemos nuestra vida por nuestro Señor, quien dio Su vida por nosotros».


Les ofrecemos la carta completa escrita por el obispo Joseph Strickland:


"Mis queridos hermanos sacerdotales:

Al comenzar un nuevo año litúrgico, me siento obligado a acercarme a la mayor cantidad posible de ustedes con una petición simple pero profunda: que se unan a mí en una importante renovación de nuestras vidas sacerdotales. Les insto a que compartan esta carta con todos los hermanos sacerdotes que puedan, incluso si eso significa traducirla a otro idioma. Mi esperanza es que los sacerdotes católicos de todo el mundo tengan la oportunidad de unirse a mí en esta renovación.

Quizás preguntes: «¿Quién eres tú para enviar un mensaje tan audaz junto con la afirmación de que debería ser adoptado por todos los sacerdotes de la Iglesia Católica?» Soy simplemente un sacerdote y obispo devoto de nuestra Santísima Madre y su Hijo, Jesucristo, y es a través de esta devoción que les imploro que desarrollen una vida cada vez más profunda en Nuestra Madre y Nuestro Señor. Permitid que nuestra Madre María, que nos da la gracia de venir a Él, os conduzca a su Hijo en adoración. Allí, serás bañado por la luz de Su Rostro que te llevará directamente a Su Eucaristía H. Tierra y, allí también, seréis acompañados por Su Madre y su Inmaculado Corazón.

Creo que es hora de que nos convirtamos en sacerdotes profundamente eucarísticos y marianos, y que dejemos de lado todas las disputas, confusiones y tentaciones para moldear a la Esposa de Cristo de acuerdo con la voluntad del mundo en lugar de la Voluntad de Dios. Me acuerdo del sueño de San Juan Bosco en el que ve la Barca de San Pedro en condiciones desesperadas y cuya única esperanza es una fuerte atadura a la columna de nuestro Señor Eucarístico, y una atadura igualmente fuerte a la columna de Su Madre y Nuestra Madre, la Inmaculada Virgen María. Os animo a leer la visión de San Juan Bosco sobre los dos pilares; habla de nuestro tiempo.

Hermanos, mi mensaje no es sobre otro programa o alguna reforma radical; se trata de que cada corazón sacerdotal llegue a conocer el Sagrado Corazón de Jesús de una manera transformadora, y el mejor camino hacia Su Sagrado Corazón es a través del Inmaculado Corazón de Su Madre.




Si bien el llamado a la renovación no es complicado ni sofisticado, requerirá que cada uno de nosotros entreguemos nuestra vida por nuestro Señor, quien dio Su vida por nosotros. Si un hermano sacerdotal se resiste al llamado, ore por él, empújelo, implore que se convierta en un sacerdote eucarístico y mariano.

Espero que mi corazón hable a sus corazones para que podamos acercarnos, juntos, cada vez más a Su Corazón, el Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo. Es allí donde encontramos la Verdad.

Caigamos de rodillas y oremos, pidiéndole al Señor que nos guíe hacia una renovación de Su Esposa a través de Sus sacerdotes.


Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM: