viernes, 8 de diciembre de 2023

San Juan Diego Cuauhtlatoatzin (1474-1548) - Vidente de la Virgen de Guadalupe - Fiesta Diciembre 9

 

San Juan Diego Cuauhtlatoatzin
(1474 - 1548)


Su historia


A San Juan Diego, que en 1990 Vuestra Santidad llamó "el confidente de la dulce Señora del Tepeyac" (L'Osservatore Romano, 7-8 maggio 1990, p. 5), según una tradición bien documentada nació en 1474 en Cuauhtitlán, entonces reino de Texcoco, perteneciente a la etnia de los chichimecas. Se llamaba Cuauhtlatoatzin, que en su lengua materna significaba "Águila que habla", o "El que habla con un águila".

Ya adulto y padre de familia, atraído por la doctrina de los PP. Franciscanos llegados a México en 1524, recibió el bautismo junto con su esposa María Lucía. Celebrado el matrimonio cristiano, vivió castamente hasta la muerte de su esposa, fallecida en 1529. Hombre de fe, fue coherente con sus obligaciones bautismales, nutriendo regularmente su unión con Dios mediante la eucaristía y el estudio del catecismo.

El 9 de diciembre de 1531, mientras se dirigía a pie a Tlatelolco, en un lugar denominado Tepeyac, tuvo una aparición de María Santísima, que se le presentó como "la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios". La Virgen le encargó que en su nombre pidiese al Obispo capitalino el franciscano Juan de Zumárraga, la construcción de una iglesia en el lugar de la aparición. Y como el Obispo no aceptase la idea, la Virgen le pidió que insistiese. Al día siguiente, domingo, Juan Diego volvió a encontrar al Prelado, quien lo examinó en la doctrina cristiana y le pidió pruebas objetivas en confirmación del prodigio.




El 12 de diciembre, martes, mientras el Santo se dirigía de nuevo a la Ciudad, la Virgen se le volvió a presentar y le consoló, invitándole a subir hasta la cima de la colina de Tepeyac para recoger flores y traérselas a ella. No obstante la fría estación invernal y la aridez del lugar, Juan Diego encontró unas flores muy hermosas. Una vez recogidas las colocó en su "tilma" y se las llevó a la Virgen, que le mandó presentarlas al Sr. Obispo como prueba de veracidad. Una vez ante el Obispo el Santo abrió su "tilma" y dejó caer las flores, mientras en el tejido apareció, inexplicablemente impresa, la imagen de la Virgen de Guadalupe, que desde aquel momento se convirtió en el corazón espiritual de la Iglesia en México.

El Santo, movido por una tierna y profunda devoción a la Madre de Dios, dejó los suyos, la casa, los bienes y su tierra y, con el permiso del Obispo, pasó a vivir en una pobre casa junto al templo de la "Señora del Cielo". Su preocupación era la limpieza de la capilla y la acogida de los peregrinos que visitaban el pequeño oratorio, hoy transformado en este grandioso templo, símbolo elocuente de la devoción mariana de los mexicanos a la Virgen de Guadalupe.






En espíritu de pobreza y de vida humilde Juan Diego recorrió el camino de la santidad, dedicando mucho de su tiempo a la oración, a la contemplación y a la penitencia. Dócil a la autoridad eclesiástica, tres veces por semana recibía la Santísima Eucaristía.

En la homilía que Vuestra Santidad pronunció el 6 de mayo de 1990 en este Santuario, indicó cómo "las noticias que de él nos han llegado elogian sus virtudes cristianas: su fe simple (...), su confianza en Dios y en la Virgen; su caridad, su coherencia moral, su desprendimiento y su pobreza evangélica. Llevando una vida de eremita, aquí cerca de Tepeyac, fue ejemplo de humildad" (Ibídem).

Juan Diego, laico fiel a la gracia divina, gozó de tan alta estima entre sus contemporáneos que éstos acostumbraban decir a sus hijos: "Que Dios os haga como Juan Diego".

Circundado de una sólida fama de santidad, murió en 1548.

Juan Pablo II proclamará públicamente la santidad de Juan Diego en una solemne Misa de Canonización en la Basílica de la Virgen de Guadalupe en México el 31 de julio de 2002. Su fiesta la fijó el mismo Santo Padre el 9 de diciembre porque ése "fue el día en que vio el Paraíso" (día de la primera aparición).




Oración a San Juan Diego


San Juan Diego, estrella maravillosa de Dios.
Santidad comprobada desde tu nacimiento,
modelo insigne de humildad y pureza,
rectitud y sencillez marcaron tu vida.

La inocencia fue tu estandarte,
y tanta y tan bella es tu alma
que la más blanca y celestial Doncella,
nuestra Madre siempre Santa te escogió
para dar al mundo Su hermosísima Imagen.

Hoy te suplico me concedas
por su intercesión de Jesucristo Nuestro Señor
la gracia de la santidad para mí
y para toda mi familia la raza humana.

Ruega por nosotros San Juan Diego
para que seamos sanados,
salvados y liberados del maligno
y de todas sus amenazas y persecuciones,
para que seamos programados
por el Espíritu Santo, y alcancemos
salud del alma, de la mente y del cuerpo,
progreso material y espiritual;
y que al final de esta vida seamos dignos
por tu intercesión de la Patria Celestial.
Amén.

San Juan Diego intercede por nosotros.
Santa María de Guadalupe
ruega al Señor Jesús por nosotros.


3 Credos a Nuestra Señora de Guadalupe
en honor y por todas las
intenciones de San Juan Diego


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Fuente - Texto tomado de EWTN (Biografía del Vaticano):
https://www.ewtn.com/es/catolicismo/santos/juan-diego-cuauhtlatoatzin-14949

Santa Misa - Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María - Diciembre 8 de 2023



Me permito compartir con ustedes el video de la Santa Misa, que corresponde al Viernes 8 de Diciembre de 2023 - Solemnidad Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.












Igualmente, les comparto esta información importante para nosotros y toda la humanidad:


Igualmente, ofrezcamos el rezo del Santo Rosario y el Santo VíaCrucis a Dios, por intercesión de la Virgen María, por el fin de los fenómenos naturales y terribles acontecimientos a nivel mundial. También por las intenciones de todos y cada uno de ustedes:












Unámonos todos como Iglesia Militante y Peregrina, y asistamos virtualmente a la Santa Misa, junto a Jesús en su Calvario, con profunda fe y recogimiento.


Elevemos a Dios nuestras oraciones y peticiones personales, también por las de nuestros familiares, amigos y el mundo entero.


Igualmente, pidamos perdón por nuestros pecados, procuremos la conversión de nuestras vidas, y cuando la Iglesia Católica lo permita y abra nuevamente las puertas de los templos, busquemos a Dios a través del Sacramento de la Reconciliación "Penitencia o Confesión", y recibamos la gracia de su perdón y su amoroso abrazo de Padre, que recibe a sus hijos pródigos que regresan a Él, ÚNICO PADRE que sí nos ama verdaderamente.


Recordemos lo más sublime: recibir en estado de gracia al Señor Dios en su Presencia Real, en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía (Hostia Consagrada), en la totalidad de su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el santísimo sacrificio incongruento, como memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.







Dios nos colme de abundantes bendiciones a todos, la Santísima Virgen María interceda por nosotros, y San José, protector de la Iglesia Católica Universal, defienda a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas del demonio y de todos sus enemigos, además de toda adversidad.


Muchas gracias a todos ustedes por su gentil atención.


Video tomado de YOUTUBE:
https://www.youtube.com/watch?v=AkmADC_rlwU


Fuente - Texto de la Comunión Espiritual tomada de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/recursos/comunion-espiritual-682

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 1, 26-38

    



26. Estando ya Elisabet en su sexto mes, envió Dios al Ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea.

27. A una Virgen desposada con cierto varón de la casa de David, llamado José; y el Nombre de la Virgen era María.

28. Y habiendo entrado el Ángel a donde ella estaba, le dijo:


"Dios te salve, ¡oh llena de gracia!, el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres"




29. Al oír tales palabras la Virgen se turbó, y púsose a considerar qué significaría una tal salutación.

30. Mas el Ángel le dijo:


"¡Oh María!, no temas, porque has hallado gracia en los ojos de Dios.




31. Sábete que has de concebir en tu seno, y parirás un Hijo, a quien pondrás por Nombre Jesús.





33. Y su reino no tendrá fin"


34. Pero María dijo al Ángel:


"¿Cómo ha de ser eso, pues yo no conozco ni jamás conoceré varón alguno?"


35. El Ángel en respuesta le dijo:


"El Espíritu Santo descenderá sobre Ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, o fecundará; por esta causa el fruto santo que de Ti nacerá será llamado Hijo de Dios.




36. Y ahí tienes a tu parienta Elisabet, que en su vejez ha concebido también un hijo; y la que se llamaba estéril, hoy cuenta ya el sexto mes.




37. Porque para Dios nada es imposible".


38. Entonces dijo María:




"He aquí la esclava del Señor, hágase en Mí según tu palabra"


Y en seguida el Ángel desapareciendo se retiró de su presencia.


Palabra del Señor,
Gloria a Ti, Señor Jesús