lunes, 20 de noviembre de 2023

Presentación de la Santísima Virgen María en el Templo - Fiesta Noviembre 21

   



Hoy, celebramos junto con toda la Iglesia, la Presentación en el Templo de la niña Santa María.

Es en una antigua y piadosa tradición que encontramos los orígenes de esta fiesta mariana, que surge en el escrito apócrifo llamado "Protoevangelio de Santiago". Este relato cuenta que cuando la Virgen María era muy niña, sus padres San Joaquín y Santa Ana la llevaron al templo de Jerusalén y allá la dejaron por un tiempo, junto con otro grupo de niñas, para ser instruida muy cuidadosamente respecto a la religión y a todos los deberes para con Dios.

Históricamente, el inicio de esta celebración fue la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén en el año 543. Estas fiestas se vienen conmemorando en Oriente desde el siglo VI, inclusive el emperador Miguel Comeno cuenta sobre esto en una Constitución de 1166.

Más adelante, en 1372, el canciller en la corte del Rey de Chipre, habiendo sido enviado a Aviñón en calidad de embajador ante el Papa Gregorio XI, le contó la magnificencia con que en Grecia celebraban esta fiesta el 21 de noviembre. El Papa entonces la introdujo en Aviñón, y Sixto V promulgó la fiesta para la Iglesia universal.




Oración




Santa Madre María,
tú que desde temprana edad
te consagraste al Altísimo,
aceptando desde una libertad
poseída el servirle plenamente
como templo inmaculado,
tú que confiando en tus santos padres,
San Joaquín y Santa Ana,
respondiste con una obediencia
amorosa al llamado de Dios Padre,
tu que ya desde ese momento
en el que tus padres te presentaron
en el Templo percibiste en tu interior
el profundo designio de Dios Amor;
enséñanos Madre Buena a ser
valientes seguidores de tu Hijo,
anunciándolo en cada momento
de nuestra vida desde una generosa
y firme respuesta al Plan de Dios.
Amén.


« Protoevangelio de Santiago »


Un apócrifo * de mediados o finales del siglo II. 
Es una fuente cristiana no canónica **


Sobre la presentación de María en el Templo



La Virgen María es presentada
en el Templo de Jerusalén
por sus padres Joaquín y Ana


Al llegar la niña a los tres años, dijo Joaquín:


«Llamad a las doncellas hebreas que están sin mancilla y que tomen sendas candelas encendidas (para que la acompañen), no sea que la niña se vuelva atrás y su corazón sea cautivado por alguna cosa fuera del templo de Dios»


Y así lo hicieron mientras iban subiendo al templo de Dios. Y la recibió el sacerdote, quien, después de haberla besado, la bendijo y exclamó:


«El Señor ha engrandecido tu nombre por todas las generaciones, pues al fin de los tiempos manifestará en ti su redención a los hijos de Israel»




Entonces la hizo sentar sobre la tercera grada del altar. El Señor derramó gracia sobre la niña, quien danzó, haciéndose querer de toda la casa de Israel. Bajaron sus padres, llenos de admiración, alabando al Señor Dios porque la niña no se había vuelto atrás. Y María permaneció en el templo como una paloma, recibiendo alimento de manos de un ángel.


Notas:

* Apócrifo: Todo libro que, atribuyéndose a autor sagrado, no está, sin embargo, incluido en el canon de la Biblia. 

** No canónica: No está incluido en (no forma parte de) el canon de la Biblia.


Oración
Presentación de Nuestra Señora al Templo







La niña María
-¡qué gracia en su vuelo!-
paloma del cielo,
al templo subía
y a Dios ofrecía
el más puro don:
sagrario y mansión
por Él consagrada
y a Él reservada
en su corazón.

¡Oh blanca azucena!,
la Sabiduría
su trono te hacía,
dorada patena,
de la gracia llena,
llena de hermosura.
Tu luz, Virgen pura,
niña Inmaculada,
rasgue en alborada
nuestra noche oscura.

Tu presentación,
princesa María,
de paz y alegría
llena el corazón.
De Dios posesión
y casa habitada,
eres la morada
de la Trinidad.
A su Majestad
la gloria le sea dada.
Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA:
http://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=610

Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:
http://www.devocionario.com/maria/infantita_4.html

¡ATENCIÓN! La Iglesia Católica sufrirá una peor persecución si colabora con el comunismo que si lo combate

 



Lunes, 20 de noviembre de 2017


La Iglesia sufrirá una peor persecución si colabora con el comunismo que si lo combate.

En 1963, el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira publicó su ensayo “La libertad de la Iglesia en el Estado Comunista”, en el cual desarrolla la cuestión de si la Iglesia Católica podía llegar a adoptar un modus vivendi que le permitiera evitar conflictos y persecuciones bajo un régimen comunista. El libro fue publicado en un momento en que dentro de la Iglesia Católica se promovía la idea de que la Santa Sede podía mejorar la situación de los católicos detrás del telón de acero si suavizaba sus condenas contra el Comunismo.

Hoy en día, cuando sectores de la Iglesia Católica en Colombia promueven la colaboración con la agenda comunista de los acuerdos firmados con las FARC en La Habana, el Centro Cultural Cruzada ha re-editado este texto profético bajo el título “Acuerdo con el régimen comunista: para la Iglesia, ¿esperanza o autodemolición?”

En el ensayo, se parte de la oposición insalvable entre la cosmovisión marxista y la cristiana, para explorar:


Los casos en los cuales el régimen comunista aceptaría la existencia de la Iglesia Católica dentro de su jurisdicción, a saber:


1) Que la Iglesia renunciara a condenar el materialismo marxista.

2) Que silenciara la Doctrina de la Iglesia sobre el derecho natural y la propiedad privada.

3) Que enseñase su Doctrina pero como un mero ideal irrealizable en la situación concreta, llamando a los católicos a acostumbrarse a las instituciones comunistas.


Su conclusión es que un acuerdo para permitir la actividad de la Iglesia a cambio de renunciar a aspectos fundamentales de su doctrina, como el derecho natural de propiedad o el principio de subsidiariedad, sería ventajoso para el régimen comunista pero letal para la Iglesia, puesto que negaría a los fieles el contenido íntegro de la Fe Católica, cultivando nuevas generaciones de católicos de nombre pero marxistas de convicción.

Hoy, más de 50 años después de la publicación del ensayo del Prof. Plinio Corrêa, un estudio de Jonathan Luxmoore, titulado “The God of the Gulag” (El Dios del Gulag), parece darle la razón. En este libro, Luxmoore hace una biografía comparada de los cardenales de los países de Europa del Este que tuvieron que sufrir la invasión de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, y la consiguiente imposición del régimen comunista.




Una de las conclusiones en este libro, es que de nada sirvieron los intentos por negociar y persuadir a los comunistas, la persecución sólo recrudeció. Sirva esto de advertencia para la Iglesia en nuestro país, pues a la hora de la persecución de nada les servirá haber colaborado con el ascenso de los comunistas al poder.


Fuente - Texto tomado de VOTOCATOLICOCOLOMBIA.CO:

Carta del más allá: un niño abortado escribe a su mamá

  



Querida mamá:


Soy tu hijo, ¿recuerdas? No he desaparecido, pues Dios me infundió un alma eterna en el momento en que fui concebido. No ví nunca la luz del día pero vivo para siempre.

Sé por qué me mataste. El que debió haber sido mi padre andaba lejos del país. Tu te sentías sola porque él andaba muy ocupado en sus negocios. En su ausencia, surgió otro hombre. De ese romance fui engendrado yo.

Nunca olvidaré los meses que me acunaste en tu vientre, ¡me sentí tan seguro y amado! ¡Comprendo que no me desearas; pues qué pensaría papá a su regreso! Había que blanquear al desliz matando al delator, y ese era YO. Por entonces no supe de las discusiones con tu amante, pues él quería verme nacido y tú no. ¡Qué peleas, hasta que le arrancaste el dinero que costó mi defunción! A todo le ponen precio, hasta el asesinato de un inocente. "¡Que caros son lo abortos!" comentaste. 

No justifico tu crimen, pero te perdono. Perdono a papá por haber sido tan irresponsable. También perdono al que, vestido de blanco, se manchó con mi sangre. ¡Qué dolor cuando me punzó con aquella enorme aguja y después me despedazó a sangre fría! Sé que tú nunca olvidarás el ruido de aquella aspiradora que se tragó mi cuerpecito a pedazos. Sé que te causó un trauma que llevas en silencio tratando de pensar que no fue nada. Si era algo. Era alguien, era yo, tu hijo.

Conozco mamá, tus largas noches en vela y tus sobresaltos. Sé que luchaste mucho en tu interior sobre tu decisión de abortarme. En el fondo me amabas pero pudo más en ti el miedo. Sé que me amabas, pues aún sueñas conmigo y más de una vez te haz preguntado, con remordimientos, si soy niña o niño, piensas como sería hoy día y qué alegrías te hubiera traído... 

¡Soy niño! Me parezco más a ti que al seductor con que andabas. ¡cómo me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a Papá Dios que borre esas pesadillas que turban tu descanso y te dan muerte en vida! Por eso, ¡qué alegría cuando buscaste al sacerdote que te inspiró confianza, y te reconciliaste con el Señor de la Vida! 

Querida mamá, quiero verte feliz. Recuerda los consejos que te dio el sacerdote al despedirte:


"¡Hija, Dios padre ya ha hecho su obra de amor en ti y a su tiempo irás sanando!"


Mientras te estoy escribiendo, tengo a mi lado a mi amigo Antonio. Lo mató su mamá porque ella decía ser demasiado joven para ocuparse con ser madre. Tampoco el recibió nombre alguno de sus padres pero sí de Dios quien nos ama infinitamente. Tengo muchísimos amigos que corrieron la misma suerte. A Carlitos lo abortaron porque su madre fue violada. El odio y el dolor resultante lo descargaron sobre el pobre inocente. Él se pregunta: "¿Por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, me mato a mí, que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?" Aquí en el reino del amor, sólo entendemos el lenguaje del amor; por eso, no comprendemos esos "argumentos" acerca del aborto; por mala conformación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos, "que la familia pequeña vive mejor", etc. 

Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas letal han realizado tan brutal y desmedida masacre. Con los abortos se ha privado a la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos, músicos, pilotos, estadistas, pintores, arquitectos, santos y santas. A mí todos me dicen que quizá hubiera sido un habilidoso cirujano o un pianista a lo Mozart. Cuando nos reunamos, mami, ¡ya verás qué manos tengo! Lo que más me agrada es cuando me dicen "¡tu mamá tiene que ser muy hermosa!"

No llores mami. Confía en Dios hasta que nos volvamos a ver. ¡ah!, se me olvidaba, aunque me consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis hermanos te necesitan. Hazle a ellos lo que nunca pudiste hacerme a mí. Fíjate que cuando bañas a mis hermanitos, no sé, me entra un poquito de añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser acariciado por esas manos tuyas tan lindas y tan semejantes a las mías, manos de cirujano malogrado.

Quizás te preguntas dónde estoy. No te preocupes, estoy en los brazos de Jesús que me amó hasta derramar su sangre por mí. En Él todos encontramos la Vida.

Y termino pidiéndote un favor. No para mí, comprenderás, sino para otros niños. ¡No los maten como a mí!, si conoces a una joven que quiera abortar o a un sujeto que monta campañas a favor del aborto o un médico asesino que se burla de Hipócrates, o una enfermera que se presta a ese crimen, extiéndeles el amor de Dios, nuestro Padre. Entonces recuérdate de nosotros y dile que no mate más. Que los niños le pertenecen a Dios. Grítales a todos que tenemos derecho a vivir como ellos, y que aunque nadie nos ame tenemos derecho a vivir y amar.

¡Te espero con la boca aún sin estrenar, rebosante de besos que tengo guardados solamente para ti!


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG: