sábado, 14 de octubre de 2023

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 22, 1-14

 



1. Entretanto Jesús, prosiguiendo la plática, les habló de nuevo por parábolas, diciendo:

2. "En el reino de los cielos acontece lo que a cierto rey que celebró las bodas de su hijo.




3. Y envió sus criados a llamar los convidados a las bodas, mas éstos no quisieron venir.

4. Segunda vez despachó nuevos criados con orden de decir de su parte a los convidados:


"Tengo dispuesto el banquete; he hecho matar mis terneros y demás animales cebados, y todo está a punto; venid, pues, a las bodas"




5. Mas ellos no hicieron caso; antes bien se marcharon, quien a su granja, y quien a su tráfico ordinario.

6. Los demás cogieron a los criados, y después de haberlos llenado de ultrajes los mataron.

7. Lo cual oído por el rey, montó en cólera, y enviando sus tropas acabó con aquellos homicidas, y abrasó su ciudad.

8. Entonces dijo a sus criados:

 
"Las prevenciones para las bodas están hechas, mas los convidados no eran dignos de asistir a ellas"


9. Id, pues, a las salidas de los caminos, y a todos cuantos encontréis convidadlos a las bodas.

10. Al punto los criados, saliendo a los caminos, reunieron a cuantos hallaron, malos y buenos, de suerte que la sala de las bodas se llenó de gentes, que se pusieron a la mesa.

11. Entrando después el rey a ver los convidados, reparó allí en un hombre que no iba con vestido de boda.




12. Y díjole:


"Amigo, ¿cómo has entrado tú aquí sin vestido de boda?


Pero él enmudeció.

13. Entonces dijo el rey a sus ministros de justicia:


"Atado de pies y manos, arrojadle fuera a las tinieblas; donde no habrá sino llanto y crujir de dientes"


Cielo e Infierno




14. Tan cierto es que muchos son los llamados y pocos los escogidos".




Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús.

Santa Teresa de Ávila - Virgen y Doctora de la Iglesia - Fiesta Octubre 15

    



Teresa de Ávila nace en Ávila el 28 de marzo de 1515, en la casa señorial de Don Alonso Sánchez de Cepeda y Doña Beatriz Dávila de Ahumada. Desde muy pequeña manifestó interés por las vidas de los santos y las gestas de caballería. Su madre muere en 1528 contando ella 13 años, y pide entonces a la Virgen que la adopte hija suya. A medida que se hace mayor, la vocación religiosa se le va planteando como una alternativa, aunque en lucha con el atractivo del mundo.

A los 18 años, entra en el Carmelo. Su hermano Rodrigo parte a América, su hermana María al matrimonio y una amiga suya ingresa en La Encarnación. Con ella mantendrá largas conversaciones que la llevan al convencimiento de su vocación, ingresando, con la oposición de su padre, en 1535. Dos años después, en 1537, sufre una dura enfermedad, que provoca que su padre la saque de la Encarnación para darle cuidados médicos, pero no mejora y llega a estar cuatro días inconsciente, todo el mundo la da por muerta. Finalmente se recupera y puede volver a la Encarnación dos años después en 1539, aunque tullida por las secuelas, tardará en valerse por sí misma alrededor de tres años. Muere su padre en 1544.

En la Cuaresma del año 1554, contando ella 39 años y 19 como religiosa llora ante un Cristo llagado pidiéndole fuerzas para no ofenderle. Desde este momento su oración mental se llena de visiones y estados sobrenaturales, aunque alternados siempre con períodos de sequedad. Aunque recibe muchas visiones y experiencias místicas elevadas, es una visión muy viva y terrible del infierno la que le produce el anhelo de querer vivir su entrega religiosa con todo su rigor y perfección, llevándola a la reforma del Carmelo y la primera fundación.

A los 45 años, para responder a las gracias extraordinarias del Señor, emprende una nueva vida cuya divisa será: "O sufrir o morir". Es entonces cuando funda el convento de San José de Ávila, primero de los 15 Carmelos que establecerá en España. Con San Juan de la Cruz, introdujo la gran reforma carmelitana. Sus escritos son un modelo seguro en los caminos de la plegaria y de la perfección. Murió en Alba de Tormes, al anochecer del 4 de octubre de 1582.


Fundó en total 17 conventos:


  1. Ávila (1562)
  2. Medina del Campo (1567)
  3. Malagón (1568)
  4. Valladolid (1568)
  5. Toledo (1569)
  6. Pastrana (1569)
  7. Salamanca (1570)
  8. Alba de Tormes (1571)
  9. Segovia (1574)
  10. Beas de Segura (1575)
  11. Sevilla (1575)
  12. Caravaca de la Cruz (1576)
  13. Villanueva de la Jara (1580)
  14. Palencia (1580)
  15. Soria (1581)
  16. Granada (1582)
  17. Burgos (1582) en el año de su muerte


Muere sin haber publicado ninguna de sus obras, sin haber logrado fundar en Madrid (a pesar de su ilusión), sin haber separado la orden de los descalzos de la de calzados y con dudas sobre si sus monasterios se podrían mantener con el espíritu que ella infundió. Teresa escribió muy poco por iniciativa suya, muchas cartas, alguna poesía y anotaciones. Pero sus obras maestras son fruto de la obediencia a sus superiores, que veían el interés de que escribiera sus experiencias y enseñanzas. Y así comienza todos sus escritos mayores aceptando su encargo con obediencia, pero con notable esfuerzo por su parte. Su vida es fiel reflejo de lo que avisaba a sus monjas: que las gracias recibidas en la oración son para darnos fuerza en servir a los demás. Aunque Teresa es conocida por lo elevado de las gracias místicas y visiones que recibe, su oración no la aparta del mundo, sino que hace que se entregue con especial fuerza y respaldo a las obras que le son encomendadas sufriendo en viajes, discusiones y continuas trabas, burlas y desplantes de sus contemporáneos.

Fue beatificada por Pablo V en 1614, canonizada por Gregorio XV en 1622, y nombrada Doctora de la Iglesia Universal por Pablo VI el 27 de septiembre de 1970. La primera mujer de las tres actuales doctoras de la Iglesia. Las otras son Santa Catalina de Siena y otra carmelita descalza: Santa Teresita del Niño Jesús.


Jesús yo confío en Ti




¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.
Cuando te entregues a Mí, todo se resolverá
con tranquilidad según mis designios.

No te desesperes, no me dirijas una oración agitada,
como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos,
cierra los ojos del alma y dime con calma:
JESÚS CONFÍO EN TI.

Evita las preocupaciones angustiosas
y los pensamientos sobre lo que puede suceder,
no estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas.
Déjame ser Dios y actuar con libertad.
Entrégate confiadamente en Mí, reposa en Mi,
y deja en mis manos tu futuro,
dime frecuentemente:
JESÚS CONFÍO EN TI.

Lo que más te daña querer resolver
las cosas a tu manera, cuando me dices:
JESÚS CONFÍO EN TI.

No seas como el paciente que le dice
al médico que lo cure, pero le dice el modo de hacerlo.
Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, Yo te amo.
Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración.
Sigue confiando, cierra los ojos del alma y confía.
Continúa diciéndome a todas horas:
JESÚS CONFÍO EN TI.

Necesito las manos libres para poder obrar,
no me ates con tus preocupaciones inútiles.
Satanás quiere agitarte, angustiarte, quitarte la paz.
CONFÍA EN MÍ.
REPOSA EN MÍ.
ENTRÉGATE A MÍ.

Yo hago los milagros en la proporción
de la entrega y de la confianza que tienes en Mí.
Así que no te preocupes, echa en Mí
todas tus angustias y duerme tranquilo.
Dime siempre:
JESÚS CONFÍO EN TI,
y verás grandes milagros.
Te lo prometo por mi amor.


Dichos de Santa Teresa de Ávila




  • "...Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados... tener a todos por mejores que nosotros..."
  • "Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías".
  • "Tener gran confianza... Quiere su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza en sí".
  • "Guíe su Majestad por donde quisiere. Ya no somos nuestros, sino suyos".
  • "Tu deseo sea de ver a Dios; tu temor, si le has de perder, tu dolor, que no le gozas, y tu gozo, de lo que te puede llevar allá, y vivirás con gran paz".
  • "Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos, mas no se da a Sí del todo hasta que nos damos del todo".
  • "Quizá no sabemos qué es amar, y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear en todo a Dios, y procurar en cuanto pudiéremos, no ofenderle".
  • "Parezcámonos en algo a nuestro Rey, que no tuvo casa, sino en el portal de Belén adonde nació y la cruz adonde murió".
  • "Harta misericordia nos hace a todos los que quiere Su Majestad, entendamos que es Él, el que está en el Santísimo Sacramento. Mas que le vean descubiertamente y comunicar sus grandezas y dar de sus tesoros, no quiere sino a los que entiende que mucho desean, porque éstos son sus verdaderos amigos".
  • "No hay que menester alas para ir a buscar a Dios, sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí".
  • "Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno favorecen, todo lo bueno lo dan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden".
  • "El amor de Dios no ha de ser fabricado en nuestra imaginación, sino probado por obras".
  • "No le parece que ha de haber cosa imposible a quien ama".
  • "Miré yo a mi Amado y mi Amado a mí; miró Él por mis cosas y yo por las suyas".
  • "Sólo amor es el que da valor a todas las cosas".
  • "Siempre he visto en mi Dios harto mayores y más crecidas muestras de amor, de lo que yo he sabido pedir ni desear".
  • "¿Quién no temerá habiendo gastado parte de la vida en no amar a su Dios?"
  • "¡Oh Señor y verdadero Dios mío!  Quien no os conoce, no os ama".
  • "Considero yo muchas veces, Cristo mío, cuán sabrosos y cuán deleitosos se muestran vuestros ojos a quien os ama, y Vos, Bien mío, queréis mirar con amor".
  • "Usé siempre hacer muchos actos de amor, porque encienden y enternecen el alma".
  • "La perfección verdadera, es amor de Dios y del prójimo".
  • "Quien no amare al prójimo no os ama, Señor mío".
  • "El amor de Dios es el árbol de la vida en medio del paraíso terrenal".
  • "El amor de Dios se adquiere resolviéndonos a trabajar y a sufrir por Él".
  • "La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios, es ver si amamos a nuestro prójimo".
  • "No sabemos amar... no está en el mayor gusto sino en la mayor determinación de desear contentar en todo a Dios..."
  • "Darse del todo al Todo, sin hacernos partes".
  • "Juntos andemos Señor, por donde fuisteis, tengo que ir; por donde pasastes, tengo que pasar".
  • "Todo el daño nos viene de no tener puestos los ojos en Vos, que si no mirásemos otra cosa que el camino, pronto llegaríamos..."
  • "Es imposible... tener ánimo para cosas grandes, quien no entiende que está favorecido de Dios".

Poema

Nada Te Turbe


Nada te turbe;
nada te espante;
todo se pasa;
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Sólo Dios basta.

Eleva tu pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
“nada te turbe”.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
“nada te espante”.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
“todo se pasa”.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
“Dios no se muda”.




Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin “la paciencia”.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
“todo lo alcanza”.




Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
“quien a Dios tiene”.

Véngale desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
“nada le falta”.

Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
“sólo Dios basta”.


Fuente - Texto tomado de SANTATERESADEJESUS.COM:

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

La ciencia confirma que familia que reza unida se mantiene unida


Sagrada Familia: Jesús, José y María


Informes centrados en la relación entre religión y psicología son muy concluyentes en este aspecto.


Fuente: Revista Vive


La famosa frase del sacerdote Patrick Peyton: “Familia que reza unida, permanece unida”, fue confirmada por distintos estudios científicos. Se llegó a la conclusión de que las familias que rezan juntas están más unidas, son más felices y por consiguiente viven mejor. 

Estos informes centrados en la relación entre religión y psicología son muy concluyentes en este aspecto.


La oración reduce el estrés y mejora la salud




Clay Routledge, profesor de Psicología en la Universidad Estatal de Dakota del Norte ha recogido la literatura científica publicada al respecto. Ha llegado a la conclusión de que la oración, y más en familia, ayuda a ser más paciente convirtiendo a las personas en más tolerantes con respecto al entorno más cercano. Además, tal y como recoge UCCR, tiene ventajas por las que muchas personas pagan a profesionales: mejora la salud y reduce el estrés.


“Hay una evidencia que indica que la oración, un comportamiento asociado a la religión, puede ser útil para los individuos y para la sociedad”


Este estudio no entraba en los aspectos teológicos sino en los efectos que la práctica religiosa y la oración tiene en las personas. También en las consecuencias son beneficiosas no sólo para el alma sino también para el cuerpo.

Y no son cosas imposibles. Si una familia pasa un rato unida rezando, durante ese tiempo no está enganchada a la televisión, al celular o la tablet provocando una mayor interacción entre los miembros de la familia.


Se genera un impacto en niños y adolescentes




El departamento de Sociología de la Universidad de Carolina del Norte, realizó un estudio centrado en los adolescentes estadounidenses. En este llegó a la conclusión de que los niños cuyos padres rezan juntos tienen una mejor relación con ellos. Aunque los pequeños no hayan participado en ese momento de oración, la paz que generan se transmite también a los niños.

Otro informe de la Universidad Estatal de Florida menciona también que ésta incidía en los efectos positivos que la oración genera en una pareja puesto que aumenta la confianza mutua entre ellos.


La oración, también clave en la enfermedad





Los efectos de la oración son muy visibles en las personas. No sólo a la hora de unir a la familia sino para afrontar acontecimientos difíciles. Que se lo digan a Alexis Carrel, Nobel de Medicina, que se convirtió en Lourdes cuando provenía de un ateísmo radical. Y lo que más le llamó precisamente la atención fue la oración. Ésta es su reflexión sobre los efectos de la oración en las personas:




“Cuando la oración es habitual y verdaderamente ferviente, su influencia se hace muy clara. Consiste en una especie de transformación mental y orgánica. Esta transformación se opera de manera progresiva. Se diría que en la profundidad de la conciencia se enciende una luz. El hombre se ve tal como es. (…) Poco a poco se produce un apaciguamiento interior; una armonía de las actividades nerviosas y morales, una mayor resistencia frente a la pobreza, la calumnia, las preocupaciones. Una mayor capacidad de soportar sin desfallecer la pérdida de los suyos, el dolor, la enfermedad, la muerte. Así, el médico que ve un enfermo que se pone a orar puede alegrarse. La calma engendrada por la oración es una poderosa ayuda para la terapéutica.


La oración no puede compararse con la morfina puesto que la oración determina, al mismo tiempo que la calma, una integración de las actividades mentales, una especie de florecimiento de la personalidad. A veces, heroísmo. La pureza de la mirada, la tranquilidad del porte, la serena alegría de la expresión, la virilidad de la conducta y, cuando es necesario, la simple aceptación de la muerte del soldado o del mártir, traducen la presencia del tesoro escondido del espíritu”.


Somos una gran familia; recemos juntos:






El Santo Rosario










Videos tomados de YOUTUBE (Canal de Videos - Cristina Ochoa):


¿Por qué sufro si soy bueno y hago el bien? 3 consejos para entenderlo y sobrellevarlo

    


Por: P. José Luis González Santoscoy | Fuente: PadreJoseLuisGS.com 


Todos hemos sufrido, en más de una ocasión. En esos momentos de dolor, de sufrimiento, de desesperación por lo que está sucediendo, volteamos a lo alto, con el corazón desgarrado, y le preguntamos a Dios:


¿Por qué me está sucediendo esto?


La situación y la angustia se agrandan, cuando he llevado una vida más o menos recta, entonces, nos preguntamos:


¿Por qué me sucede esto a mí, que soy bueno y no hago el mal?




Hoy, maravillosamente, se nos presenta la historia del justo Job, un hombre santo, bueno, entregado y generoso, a quien le suceden todo tipo de tragedias, siendo para todos nosotros, una clara respuesta al problema del por qué la existencia del dolor y el sufrimiento de quienes se esfuerzan por obrar con rectitud. En la primera lectura, tomada de Job 1, 6-22, escuchamos un diálogo entre Dios y Satanás:


Un día fueron los ángeles a presentarse ante el Señor y entre ellos llegó también Satanás. El Señor le preguntó: “¿De dónde vienes?”. Él respondió: “De dar una vuelta por la tierra”. El Señor le dijo: “¿Te fijaste en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra; es un hombre íntegro y recto, que teme a Dios y se aparta del mal”. Satanás le respondió: “¿Y crees tú que su temor a Dios es desinteresado? ¿Acaso no has construido tú mismo una cerca protectora alrededor de él, de su familia y de todos sus bienes? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus rebaños se han multiplicado por todo el país. Pero hazle sentir un poco el peso de tu mano, daña sus posesiones y verás cómo te maldice en tu propia cara”. El Señor le dijo: “Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques”.


Lo que sigue en el texto lo voy a resumir, citando cuáles fueron las 4 desgracias que experimentó Job:


1. Le robaron todo su ganado y apuñalaron a sus criados.
2. Un rayo quemó a todas sus ovejas y a sus pastores.
3. Luego, le robaron todos sus camellos y apuñalaron a sus criados.
4. Finalmente, un fuerte viento mató a sus hijos e hijas.


Como podemos ver, al pobre Job, humanamente hablando, le fue como en feria, ya que la desgracia le arrancó sus bienes, sus posesiones y hasta sus seres queridos. Pero, aún así, las terribles pruebas y desgracias que sufre este buen hombre, en lugar de alejarlo de Dios, lo unen aún más a Él. Job, a pesar de no entender sus designios, no sólo no reniega del Señor, sino que, con una fe madura y una gran confianza en Dios, llega a bendecirlo en medio del dolor. El texto de hoy termina diciendo que Job, postrándose en tierra oró, diciendo:


"Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; esa fue su voluntad: ¡Bendito sea el nombre del Señor!"




Hermanos, esto nos enseña que el dolor y el sufrimiento es parte de nuestra vida. Cuando el dolor se hace presente, no quiere decir que Dios nos está castigando o que, incluso, sea un Dios que nos quiera ver sufrir. Me parece muy retador para nosotros el planteamiento del demonio, porque dice que, si los hombres aman a Dios, es por los beneficios que nos concede. ¿Será acaso cierto en cada uno de nosotros? Cuántas veces nos hemos alejado de Dios, de los sacramentos o de la oración, cuando algo no sale como queremos, cuando el dolor o la prueba han llegado a nuestras vidas.

No podemos estar pensando ¿Qué he hecho para que Dios me trate de este modo? El sufrimiento y el dolor es parte de nuestra humanidad. Pudiéramos estar cayendo en la trampa del enemigo, quien no cree que el hombre sea capaz de amar y servir a Dios desinteresadamente. El demonio cree que buscamos a Dios egoístamente, le damos para que Él nos dé. En realidad, ¿Cómo y por qué amo a Dios? ¿Amo, sirvo, doy generosa y desinteresadamente?

Debemos trabajar en nuestro interior, para que, el dolor y el sufrimiento, sean un verdadero camino de crecimiento y maduración personal, una forma de llegar a ser mejores personas y mejores cristianos. El hombre, al ser alguien que aspira a la felicidad, el sentido del dolor le parece absurdo y es algo que no se quiere ni se desea, pero es inevitable.


Te comparto 3 acciones concretas para que puedas sacar provecho del dolor y el sufrimiento que lleguen a tu vida:


1. Acéptalo y no lo rechaces, puesto que ya está ahí.




El dolor y el sufrimiento existen por el simple hecho de que somos seres finitos, con voluntad y libertad. Al pasarnos la vida rechazándolo, vivimos frustrados; y, por el contrario, al asumirlo, el dolor se vuelve una tarea o una misión, la cual nos lleva a lo siguiente.


2. Mejora tu actitud frente a esa experiencia de dolor.




Deberíamos preguntarnos qué actitud tengo ante él, ésta puede ser negativa o positiva. Al ser negativa, viviré una vida marcada por el egoísmo y la amargura, pues el dolor me encerrará en mi experiencia y no me permitirá abrirme a los demás. Pero, al ser positiva, hago que el dolor sea una experiencia enriquecedora, ya que la madurez del ser humano se adquiere cuando se hace dueño de sí mismo, cuando es verdaderamente libre, cuando no permite que nada lo esclavice, ni el dolor mismo.


3. El sufrimiento, para tener sentido, no puede ser un fin en sí mismo, eso sería masoquismo.




El sentido del dolor, lo da el motivo por el cual aceptamos padecerlo. Siempre hay un amor detrás del sufrimiento, ya que, si no hay un amor que motive, que dé razón y sentido, el sufrimiento se vuelve absurdo, así como Cristo asumió la cruz, por amor a nosotros.