viernes, 24 de febrero de 2023

MISTERIO - S.S. Papa Benedicto XVI escribió "La Carta Encíclica de María Corredentora"




S.S. Papa Benedicto XVI se apareció en una visión a una monja colombiana, el día 2 de febrero de 2023, a las 11:00 p.m. (Día de la Presentación del Señor - Día de La Candelaria). Y le comunicó lo siguiente:

"La Encíclica de María Corredentora", que había escrito donde proclamaba dogmáticamente la corredención de la Madre de Dios.

Carta Encíclica, que terminé de redactar el 25 de marzo del año 2022 de mi puño y letra. Donde después de tres años, con sus días y noches, en profunda oración y pidiendo a Dios, se dignara iluminar a su siervo con su santo espíritu, conocedor de toda la documentación completa y precisa, que reposa en los archivos, y que acompaña este nuevo dogma Mariano. Declaraba solemne y dogmáticamente, el rol revelado a la bienaventurada Virgen María, como la Madre espiritual de todos los pueblos, bajo sus tres aspectos principales: Corredentora, Mediadora y Abogada. Permitiéndole ejercer plenamente su maternidad espiritual, Don que su hijo Jesucristo le dio en la cruz para la humanidad entera de todos los tiempos.

La Encíclica decía: "La Odise, la Santísima Virgen María es nuestra Madre en el orden de la gracia, Corredentora, Mediadora y Abogada, cuya maternidad es Universal, alcanzando a todos los pueblos y razas, desde la creación del mundo. A partir de la redención realizada por su Hijo Jesucristo y finalizaba diciendo: "Hoy más que nunca apremia la intercesión de la Madre de Dios, ante la crisis sin precedentes de fe, familia, sociedad y paz, que marcan la condición humana actual". Estoy convencido (agrega Benedicto), que esta definición papal de la maternidad espiritual de la Santísima Virgen María, será un remedio extraordinario a la actual crisis global, que amenaza hoy a la humanidad y firmaba (dice él):

Benedictus P.P. XVI
Pastor de pastores

Al terminar de redactar esta carta encíclica (dice Benedicto), se me concedió una señal de lo alto. En mi corazón tuve la certeza que mi carrera había llegado a su fin. Era lo último que debía hacer como sumo pontífice, y que comenzaba a partir de ese momento la cuenta regresiva. Me sentí en ese momento como la Omega cerrando un ciclo en la Iglesia. Y dando inicio a una nueva y fuerte persecución religiosa".




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📿 CONVOCATORIA MUNDIAL EN CUARESMA 📿 Oremos a Dios por el mundo entero y las intenciones de todos ustedes

CONVOCATORIA MUNDIAL EN CUARESMA




Oremos a Dios
por el mundo entero
y las intenciones
de todos ustedes


En este tiempo de Cuaresma, acompañemos a Jesús durante 40 días en el desierto y soledad, apartados de todo cuanto pueda tentarnos: hacernos perder el estado de gracia de nuestras almas y llevarnos a cometer pecados, que ofenden gravemente a Dios.

Preparemos nuestras almas para santificarnos: haciendo ayuno, oración, penitencia, conversión, buscando la reconciliación con Dios a través del Sacramento de la Confesión. Creer firmemente en Dios y buscar la auténtica conversión. Practicar la abstinencia de todo cuanto pueda pervertir nuestros cuerpos y almas.

Todo esto aleja al Demonio, porque él no resiste este tipo de prácticas y ejercicios espirituales... Si queremos triunfar sobre Satanás, abramos nuestros corazones al espíritu de penitencia y mortificación...




El Demonio no soporta a los que practicamos la ascesis, mortificación, sacrificios, oración, penitencia; las buenas costumbres y modales, valores morales, religiosos y éticos.

Derrotemos la Maldad que se está implantando en el mundo entero, con el Demonio y todas sus huestes infernales...




Pidamos a Dios, por intercesión de su Santísima Madre, la Virgen María, y de su Castísimo Padre San José, por toda la humanidad, por ustedes e intenciones de todo el mundo.




Estamos en GRAVE PELIGRO y esto es REAL... El Demonio se ha infiltrado hasta en la Santa Iglesia Católica, desde el interior y está atacando a todos sus fieles...

Con nuestras oraciones y súplicas podemos interceder por todo el mundo, porque Dios siempre escucha nuestro clamor y peticiones, y nos envía su gracia santificante.


¿Queremos que nuestras almas crezcan en santidad y gracia?


Procedamos con absoluta confianza en Dios, con profunda fe y el amor de nuestros corazones...


Recemos juntos:














¡Muchas gracias a todos
y que recibamos abundantes bendiciones de Dios!


Esperemos con confianza:
la Santa Voluntad de Dios
y su gracia santificante...




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13 cosas que tal vez no sabías del diablo y sus demonios

  



REDACCIÓN CENTRAL, 30 de octubre de 2015 / 07:03 p.m. (ACI).


El reconocido exorcista P. José Antonio Fortea en su “Summa Daemoniaca” menciona un gran conjunto de cuestiones relativas al demonio que es importante que todo cristiano lo tome en cuenta para el combate espiritual por alcanzar el cielo.


13 cosas que tal vez no sabías
del diablo y sus demonios


1.- El enemigo tiene varios nombres




En el Antiguo Testamento se le llama “Satán” que significaría “adversario, enemigo, opositor”. Así mismo, en el Nuevo Testamento se le nombra como “Diablo”, que viene del verbo griego “diaballo” (acusar). En cambio la palabra demonio, del griego “daimon” (genio), es usado para designar a seres espirituales malignos.

Lucifer es un nombre que no está en las Sagradas Escrituras y que significa “estrella de la mañana” o “el que lleva la luz”. Lo cual “recuerda la pena tan grande que es que siendo tan bello, cayera”, indica el P, Fortea. Sin embargo, el presbítero sigue la misma idea de otro renombrado exorcista, P. Gabriele Amorth, quien considera que Lucifer es el nombre propio del segundo demonio en importancia en la jerarquía demoníaca.


2.- La gran prueba




Todos los ángeles al ser creados por Dios, sabían que Él era su creador, pero pasaron por una prueba “antes de la visión de la esencia de la Divinidad”. A modo de comparación, el sacerdote explica que sería como decir que “veían a Dios como una luz, que le oían como una voz majestuosa y santa, pero que su rostro seguía sin desvelarse”.

“En esa prueba unos obedecieron, otros desobedecieron. Los que desobedecieron de forma irreversible se transformaron en demonios. Ellos mismos se transformaron en lo que son. Nadie les hizo así”.


3.- La batalla en el cielo fue intelectual




Al respecto, el exorcista indica que los ángeles desobedientes empezaron a odiar a Dios y a verlo como una cadena que oprimía su libertad. La batalla entre Miguel y Lucifer, cada uno con sus ángeles, no fue con armas, ya que no tienen cuerpo, “las únicas armas que pueden blandir son los argumentos intelectuales”, explica.

“Unos se hicieron más soberbios, otros no tanto. Cada ángel rebelde fue deformándose más y más, cada uno en unos pecados específicos. Así como, por el contrario, los ángeles fieles se fueron santificando progresivamente. Unos ángeles se santificaron más en una virtud otros en otra… los ángeles fueron admitidos a la presencia divina, y a los demonios se les dejó que se alejaran”.


4.- La razón de su rebeldía




Sólo en este punto se toma como referencia el libro “Historia del Mundo Angélico”, también del P. Fortea. Allí sugiere, a modo de novela, que la prueba por la que habrían pasado los ángeles es la revelación que les hizo Dios sobre crear el mundo material con la humanidad, que Él se haría hombre para salvar a los pecadores y que nacería de una mujer, la cual sería la reina de los ángeles.

Lucifer no pudo soportar esta idea, creía que él debería engendrarlo al ser la “obra maestra” del Creador. Más adelante con otros ángeles acusaron que Dios estaba equivocado y se rebelaron por completo. Los ángeles que acataron la voluntad de Dios se postraron a adorar a su creador, aún sin ver todavía su esencia. Mientras que los rebeldes se alejaron del amor de Dios.


5.- Son seres espirituales




“Un demonio es un ser espiritual de naturaleza angélica condenado eternamente”. Es decir, no tienen cuerpo, no sienten inclinación a ningún pecado que se cometa con el cuerpo, pero pueden tentar a los hombres a pecar en esas materias. Comprenden esos pecados de un modo meramente intelectual y sus faltas son sólo espirituales.

En este sentido el exorcista precisa que Satán “sigue siendo un bellísimo ángel en su naturaleza, aunque repugnante en su aspecto moral… Su ser personal se ha deformado, pero su naturaleza permanece y permanecerá intacta haga lo que haga. Dado que ambas cosas son inseparables, él auténticamente es un monstruo, un ser deforme, alguien que produce repugnancia y aversión”.


6.- Entre los demonios también hay tiempo




Su tiempo no es material como el de los humanos, sino que es un tiempo propio de los espíritus, que es llamado “evo” (“aevum” en latín) y que es la sucesión de actos de entendimiento y voluntad en un ser espiritual.

El Creador, en cambio, vive en un eterno presente. “Sólo en Él no hay sucesión de tiempo de ninguna clase. En Él no ha transcurrido nunca ni un solo segundo, ni un solo antes ni después. La eternidad de Dios es cualitativamente distinta de la eternidad del tiempo material (con un principio, pero sin final) y de la eternidad del evo (también con un principio, también sin final)”, puntualiza Fortea.


7.- Sufren al considerar a Dios




Cada ángel caído “en el conocer encuentra placer, pero también sufrimiento. Sufre cada vez que ese conocimiento le lleva a considerar a Dios. Y el demonio percibe continuamente el orden y la gloria del Creador en todas las cosas. Hasta en las cosas aparentemente más neutras, él encuentra el reflejo y el recuerdo de los atributos divinos”.

Sin embargo, el exorcista plantea que “el demonio no está siempre en cada instante sufriendo. Muchas veces simplemente piensa. Sólo sufre en ciertos momentos, cuando se acuerda de Dios, cuando se vuelve a hacer consciente de su miserable estado, de su separación de Dios”.


8.- No conocen el futuro, ni pueden leer los pensamientos




Los demonios no ven el futuro, pero con su inteligencia muy superior a la del ser humano pueden deducir por sus causas algunas cosas que sucederán. No saben lo que uno decidirá porque “la libertad humana es el gran factor de indeterminación en sus previsiones”, sostiene el P. Fortea.

“Los demonios pueden tentarnos pero no pueden leer nuestros pensamientos. Aunque dada su gran inteligencia pueden conjeturar lo que pensamos. Al ser seres más inteligentes que nosotros, deducen muchas más cosas y con más seguridad con muy pocos signos externos que lo que deduciríamos nosotros. Pero siempre hay que recordar que ellos están fuera de nuestra alma, sólo Dios puede leer nuestra alma”.


9.- Cuidado con las tentaciones




“El demonio nos puede introducir pensamientos, imágenes o recuerdos, pero no puede introducirse en nuestra voluntad. Podemos ser tentados, pero al final hacemos lo que queremos. Ni todos los poderes del infierno pueden forzar a alguien a cometer ni el más pequeño pecado”, sostiene el sacerdote.

De igual manera puntualiza que “si uno es tentado y ora, la tentación desaparece. Es incompatible la tentación con la oración. La oración crea primero una barrera contra la tentación, pues nuestra voluntad y nuestra inteligencia se centran en Dios. Y si insistimos un poco más, el demonio no puede resistirla y huye”.


10.- Odian más a los ascetas




El exorcista Fortea afirma con seguridad que de todos los cristianos que están en la Iglesia, al que más odia el demonio es al que se dedica a la ascesis (disciplina, ayuno, meditación, oración, sacrificios, etc. para alcanzar la virtud).

“El demonio odia mucho más al asceta que a la jerarquía eclesiástica o a los mismos exorcistas. El exorcista expulsa a uno, dos, una docena de demonios... El hombre que se mortifica, quebranta de un modo mucho más poderoso la influencia demoníaca en este mundo por el mero hecho de sobrellevar sobre su cuerpo y su espíritu la pasión cotidiana de su vida crucificada”.


11.- El significado de la cruz para los demonios




El presbítero describe que “todos y cada uno de los demonios estaban allí, rodeando la Cruz, contemplando con delectación su triunfo”. No obstante, ellos no podían imaginar que era la mayor victoria del Reino de los Cielos que los dejó “sin habla” con la Resurrección.

“Dios Padre no había perdonado la Pasión ni a su mismo Hijo… La Pasión en la Cruz suponía la prueba palpable de que la Justicia Divina no era trasgredida en vano. Fue en ese momento cuando se hicieron plenamente conscientes todos los demonios de que su condenación no tendría indulto alguno por los siglos de los siglos”.

“Por eso ellos de estar contemplando la Cruz con la alegría de su victoria maligna, pasaron a entender que para ellos sería para siempre el recuerdo terrible de la Justicia Divina. Y por eso por encima de todo, los demonios odian la imagen de la cruz, más que la imagen de la Santísima Virgen María o la imagen de cualquier otro santo o la representación de otro misterio sagrado”.


12.- Los objetos que atormentan a los demonios




“La Iglesia con el poder que ha recibido de Cristo puede unir un efecto espiritual a un objeto”, explica el P. Fortea. Cuenta que en una ocasión no había agua durante un exorcismo y bendijo el contenido de una botella de limonada, pero el efecto que producía era mucho menor.

“Al cabo de unos minutos ordené en el nombre de Jesús al demonio que me dijera por qué era eso así. Se resistió, pero al final dijo que el agua era símbolo de pureza y limpieza. Si bien, dijo que aquel otro líquido bendito también le producía algún efecto, pero menos”.

Otros objetos que atormentan a los demonios son las reliquias de los santos y la cruz. Así mismo, las imágenes religiosas también los atormentan, más si están bendecidas, y con mayor fuerza “si en la bendición expresamente se pidió a Dios que repelieran a los demonios”.


13.- No es el 666




El exorcista afirma que identificar la figura bíblica del Anticristo con la del diablo es un error ya que el “666” que menciona el Apocalipsis es número de un ser humano. Por lo tanto es un hombre que propaga el odio, la guerra y el mal. “Nerón, Napoleón, y especialmente Hitler, son figura y bosquejo del Anticristo definitivo y perfecto”, señala.

“También nos aclara mucho la figura del Anticristo su mismo nombre ANTI-CRISTO. Es decir, se trata de la figura contraria a Cristo. Cristo era un hombre, el Anticristo también. Cristo extendió el amor, la paz, la misericordia. El Anticristo extenderá el odio, la guerra, la venganza”.


Favor leer la siguiente información:



Oraciones: Contra el maleficio y todo mal - Curación Interior - Liberación - Padre Gabrielle Amorth


Oraciones contra los poderes de las tinieblas - Apéndice II - Ritual Romano de Exorcismos



Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Oraciones contra los poderes de las tinieblas - Apéndice II - Ritual Romano de Exorcismos




Súplicas que pueden ser utilizadas privadamente por los fieles en la lucha contra el poder de las tinieblas




Ritual Romano de exorcismos y otras súplicas, Apéndice II.
Versión castellana de la edición típica, 2005


Oraciones contra el poder de las tinieblas


1. Señor Dios, apiádate de mi, siervo tuyo, que, a causa de muchas insidias, me he vuelto como un objeto perdido; sálvame de la mano de mis enemigos y ven a buscarme si estoy perdido, acógeme cuando me encuentres, y no me abandones, así podré agradarte por siempre, porque sé que me has redimido con tu fuerza.

Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén


2. Dios todopoderoso, que das cobijo a los afligidos en tu casa y conduces a los cautivos a la prosperidad, mira mi aflicción y ven en mi auxilio; derrota al enemigo malvado, para que, una vez vencida la acción del adversario, la libertad me conduzca a la paz, de modo que restablecido en la piedad serena, proclame que eres admirable, Tú que diste fuerza a tu pueblo.

Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.


3. Oh Dios, creador y defensor del género humano, que formaste al hombre a tu imagen y lo recreaste mas admirablemente con la gracia del Bautismo, dirige tu mirada sobre mi, siervo tuyo, y sé propicio a mis súplicas. Te pido que nazca en mi corazón el esplendor de tu gloria para que, eliminado plenamente todo temor, pueda alabarte con ánimo y espíritu sereno, junto a mis hermanos en tu Iglesia.

Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.


4. Oh Dios, origen de toda misericordia y de toda bondad, que quisiste que tu Hijo sufriera por nosotros el suplicio de la Cruz para librarnos del poder del enemigo; mira propicio mi humillación y dolor, y concédeme, pues me renovaste en la fuente bautismal, que, habiendo vencido el ataque del Maligno, me colme la gracia de tu bendición.

Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.


5. Oh Dios, que por la gracia de la adopción, quisiste que yo fuera hijo de la luz, te pido que me concedas no verme envuelto en las tinieblas de los demonios sino que pueda por siempre permanecer plenamente en el esplendor de la libertad recibida de Ti.

Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.


Invocaciones a la Trinidad





Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Sólo a Dios honor y gloria.

Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo; sea alabado y ensalzado por los siglos de los siglos.

Te invocamos, te alabamos, te adoramos, Oh Santa Trinidad. Esperanza nuestra, salvación nuestra, honor nuestro, Oh Santa Trinidad. Líbrame, sálvame, vivifícame, Oh Santa Trinidad. Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá.

A Ti el honor y la fuerza, oh Santa Trinidad, a Ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

A Ti la alabanza, a Ti la gloria, a Ti la acción de gracias por los siglos de los siglos, oh Santa Trinidad.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de mí.


Invocaciones a Nuestro Señor Jesucristo




a)


Jesús, Hijo de Dios vivo, ten piedad de mí.
Jesús, imagen del Padre, ten piedad de mí.
Jesús, Sabiduría eterna, ten piedad de mí.
Jesús, resplandor de la luz eterna, ten piedad de mí.
Jesús, Palabra de vida, ten piedad de mí.
Jesús, Hijo de la Virgen María, ten piedad de mí.
Jesús, Dios y hombre, ten piedad de mí.
Jesús, Sumo Sacerdote, ten piedad de mí.
Jesús, heraldo del reino de Dios, ten piedad de mí.
Jesús, camino, verdad y vida, ten piedad de mí.
Jesús, pan de vida, ten piedad de mí.
Jesús, vid verdadera, ten piedad de mí.
Jesús, hermano de los pobres, ten piedad de mí.
Jesús, amigo de los pecadores, ten piedad de mí.
Jesús, médico del alma y del cuerpo, ten piedad de mí.
Jesús, salvación de los oprimidos, ten piedad de mí.
Jesús, descanso de los abandonados, ten piedad de mí.
Tú que viniste a este mundo, ten piedad de mí.
Tú que libraste a los oprimidos por el diablo, ten piedad de mí.
Tú que estuviste colgado en la cruz, ten piedad de mí.
Tú que aceptaste la muerte por nosotros, ten piedad de mí.
Tú que yaciste en el sepulcro, ten piedad de mí.
Tú que descendiste a los infiernos, ten piedad de mí.
Tú que resucitaste de entre los muertos, ten piedad de mí.
Tú que subiste a los cielos, ten piedad de mí.
Tú que enviaste el Espíritu Santo sobre los Apóstoles, ten piedad de mí.
Tú que te sientas a la derecha del Padre, ten piedad de mí.
Tú que vendrás a juzgar a vivos y muertos, ten piedad de mí.


b)


Por tu encarnación. Líbrame, Señor.
Por tu nacimiento. Líbrame, Señor.
Por tu bautismo y santo ayuno. Líbrame, Señor.
Por tu pasión y cruz. Líbrame, Señor.
Por tu muerte y sepultura. Líbrame, Señor.
Por tu santa resurrección. Líbrame, Señor.
Por tu admirable ascensión. Líbrame, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo. Líbrame, Señor.
Por tu gloriosa venida. Líbrame, Señor. 


Otras invocaciones al Señor




Cuando se nombra la cruz, puede el fiel oportunamente hacer la señal de la cruz.

Sálvame, Cristo Salvador, por la fuerza de la Cruz Tú que salvaste a Pedro en el mar, ten piedad de mí.

Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.

Por tu Cruz ✞ sálvanos, oh Cristo Redentor, Tú que muriendo destruiste nuestra muerte y resucitando restauraste la vida.

Tu Cruz ✞ adoramos, Señor, Tu gloriosa pasión contemplamos: ten misericordia de nosotros, Tú que padeciste por nosotros.

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu Cruz ✞ has redimido al mundo.


Invocaciones a Santa María Virgen




Bajo tu protección nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.

Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

Dígnate aceptar mis alabanzas, oh Virgen santa;
hazme fuerte contra tus enemigos.

Madre mía, confianza mía.

María, Virgen Madre de Dios, ruega a Jesús por mí.

Dignísima Reina del mundo, Virgen perpetua María,
intercede por nuestra paz y salvación,
tú que engendraste a Cristo Señor,
Salvador de todos.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia,
defiéndenos del enemigo,
y ampáranos en la hora de la muerte.

Socórreme, oh piadosísima Virgen María,
en todas mis tribulaciones, angustias y necesidades,
alcánzame de tu Hijo querido
la liberación de todos los males
y de los peligros de alma y cuerpo.

Acuérdate, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir,
que ni uno solo de cuantos han acudido
a tu protección e implorado tu socorro,
haya sido desamparado por ti.
Yo pecador, animado con esta confianza,
acudo a ti, oh Madre, Virgen de las Vírgenes;
a ti vengo, ante ti me presento con dolor.

No desprecies, Madre del Verbo, mis súplicas,
antes bien inclina a ellas tus oídos
y dígnate atenderlas favorablemente.


Invocación a San Miguel Arcángel







San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
Se nuestro amparo contra la perversidad
y asechanzas del demonio.

Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú príncipe de la milicia celestial
arroja al infierno con el divino poder
a satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.

Amén


Letanías




Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros / por mí.
San Miguel, ruega por nosotros / por mí.
San Gabriel, ruega por nosotros / por mí.
San Rafael, ruega por nosotros / por mí.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros / por mí.
San Juan Bautista, ruega por nosotros / por mí.
San José, ruega por nosotros / por mí.
San Pedro, ruega por nosotros / por mí.
San Pablo, ruega por nosotros / por mí.
San Juan, ruega por nosotros / por mí.
Todos los santos Apóstoles, rogad por nosotros / por mí.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros / por mí.


(Pueden añadirse los nombres de otros Santos y Beatos)


De todo mal, Líbranos / me, Señor.
De todo pecado, Líbranos / me, Señor.
De las insidias del diablo, Líbranos / me, Señor.
De la muerte eterna, Líbranos / me, Señor.
Cristo, óyenos / me.
Cristo, escúchanos / me.


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG: