sábado, 16 de octubre de 2021

Lectura del Santo Evangelio Según San Marcos 10, 35-45



35. Entonces, oyéndole hablar de la resurrección, se arriman a Él Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, y por medio de su madre le hacen esta petición:


"Maestro, quisiéramos que nos concedieses todo cuanto te pidamos".



36. Díjoles Él:



"¿Qué cosas deseáis que os conceda?"

 

37. "Concédenos, respondieron, que en tu gloria, o glorioso reinado, nos sentemos el uno a tu diestra y el otro a tu siniestra".


 

38. Mas Jesús les replicó:


"No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz de la pasión que Yo voy a beber?; ¿o ser bautizados con el bautismo de sangre con que Yo voy a ser bautizado?"


 

39. Respondiéronle:


"Si que podemos".

 

"Pues tened por cierto, les dijo Jesús, que beberéis el cáliz que Yo bebo y seréis bautizados con el bautismo con que Yo soy bautizado.

 

40. Pero eso de sentarse a mi diestra o a mi siniestra no está en mi arbitrio, como hombre, el darlo a vosotros, sino a quienes se ha destinado por mi Padre celestial".


41. Entendiendo los otros diez dicha demanda, dieron muestras de indignación contra Santiago y Juan.

42. Mas Jesús, llamándolos todos a sí, les dijo:


"Bien sabéis que los que tienen autoridad de mandar a las naciones, las tratan con imperio; y que sus príncipes ejercen sobre ellos un poder absoluto.

 

43. No debe ser lo mismo entre vosotros; sino que quien quisiere hacerse mayor ha de ser vuestro criado.




44. Y quien quisiere ser entre vosotros el primero, debe hacerse siervo de todos.

 




45. Porque aún el Hijo del hombre no vino a que le sirviesen, sino a servir y a dar su vida por la redención de muchos".


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

San Ignacio de Antioquía - Mártir Año 107 - Fiesta Octubre 17


San Ignacio de Antioquía - Mártir año 107


Antioquía era una ciudad famosa en Asia Menor, en Siria, al norte de Jerusalén. En esa ciudad (que era la tercera en el imperio romano, después de Roma y Alejandría), fue donde los seguidores de Cristo empezaron a llamarse "cristianos". De esa ciudad era obispo San Ignacio, el cual se hizo célebre porque cuando era llevado al martirio, en vez de sentir miedo, rogaba a sus amigos que le ayudaran a pedirle a Dios que las fieras no le fueran a dejar sin destrozar, porque deseaba ser muerto por proclamar su amor a Jesucristo.

Dicen que fue un discípulo de San Juan Evangelista. Por 40 años estuvo como obispo ejemplar de Antioquía que, después de Roma, era la ciudad más importante para los cristianos, porque tenía el mayor número de creyentes. 

Mandó el emperador Trajano que pusieran presos a todos los que no adoraban a los falsos dioses de los paganos. Como Ignacio se negó a adorar esos ídolos, fue llevado preso y entre el perseguidor y el santo se produjo el siguiente diálogo:


-"¿Quién eres tú, espíritu malvado, que osas desobedecer mis órdenes e incitas a otros a su perdición?"

 

-"Nadie llama a Teóforo espíritu malvado", respondió el santo.

 

-"¿Quién es Teóforo?"

 

-"El que lleva a Cristo dentro de sí"

 

-"¿Quiere eso decir que nosotros no llevamos dentro a los dioses que nos ayudan contra nuestros enemigos?", preguntó el emperador.

 

-"Te equivocas cuando llamas dioses a los que no son sino diablos", replicó Ignacio. "Hay un solo Dios que hizo el cielo y la tierra y todas las cosas; y un solo Jesucristo, en cuyo reino deseo ardientemente ser admitido"

 

-"¿Te refieres al que fue crucificado bajo Poncio Pilato?"

 

-"Sí, a Aquél que con su muerte crucificó el pecado y a su autor, y que proclamó que toda malicia diabólica ha de ser hollada por quienes lo llevan en el corazón"

 

-"¿Entonces tú llevas a Cristo dentro de ti?"

 

-"Sí, porque está escrito, viviré con ellos y caminaré con ellos"


Cuando lo mandaron a encadenar para llevarlo a morir en Roma, San Ignacio exclamó:

 
"Te doy gracias, Señor, por haberme permitido darte esta prueba de amor perfecto y por dejar que me encadenen por Ti, como tu apóstol Pablo"


El emperador ordenó entonces que Ignacio fuera llevado a Roma y echado a las fieras, para diversión del pueblo. Encadenado fue llevado preso en un barco desde Antioquía hasta Roma en un largo y penosísimo viaje, durante el cual el santo escribió siete cartas que se han hecho famosas. Iban dirigidas a las Iglesias de Asia Menor. En una de esas cartas dice que los soldados que lo llevaban eran feroces como leopardos; que lo trataban como fieras salvajes y que cuanto más amablemente los trataba él, con más furia lo atormentaban.

El barco se detuvo en muchos puertos y en cada una de esas ciudades salían el obispo y todos los cristianos a saludar al santo mártir y a escucharle sus provechosas enseñanzas. De rodillas recibían todos su bendición. Varios se fueron adelante hasta Roma a acompañarlo en su glorioso martirio. Con los que se adelantaron a ir a la capital antes que él, envió una carta a los cristianos de Roma diciéndoles:

 
"Por favor: no le vayan a pedir a Dios que las fieras no me hagan nada. Ésto no sería para mí un bien sino un mal. Yo quiero ser devorado, molido como trigo, por los dientes de las fieras para así demostrarle a Cristo Jesús el gran amor que le tengo. Y si cuando yo llegue allá me lleno de miedo, no me vayan a hacer caso si digo que ya no quiero morir. Que vengan sobre mí, fuego, cruz, cuchilladas, fracturas, mordiscos, desgarrones, y que mi cuerpo sea hecho pedazos con tal de poder demostrarle mi amor al Señor Jesús" ¡Admirable ejemplo!


Al llegar a Roma, salieron a recibirlo miles de cristianos. Y algunos de ellos le ofrecieron hablar con altos dignatarios del gobierno para obtener que no lo martirizaran. Él les rogó que no lo hicieran y se arrodilló y oró con ellos por la Iglesia, por el fin de la persecución y por la paz del mundo. Como al día siguiente era el último y el más concurrido día de las fiestas populares, y el pueblo quería ver muchos martirizados en el circo, especialmente que fueran personajes importantes, fue llevado sin más al circo para echarlo a las fieras. Era el año 107.





Ante el inmenso gentío fue presentado en el anfiteatro. Él oró a Dios y en seguida fueron soltados dos leones hambrientos y feroces que lo destrozaron y devoraron, entre el aplauso de aquella multitud ignorante y cruel. Así consiguió Ignacio lo que tanto deseaba:


"Ser martirizado por proclamar su amor a Jesucristo"


Algunos escritores antiguos decían que Ignacio fue aquel niño que Jesús colocó en medio de los apóstoles para decirles:




"Quien no se haga como un niño, no puede entrar en el reino de los cielos" (Mc. 9,36)


San Ignacio dice en sus cartas que María Santísima fue siempre Virgen. Él es el primero en llamar Católica, a la Iglesia de Cristo (Católica significa: Universal).


Algunas Enseñanzas
de San Ignacio de Antioquía:


Los escritos del obispo San Ignacio de Antioquía son de suma importancia porque demuestran la catolicidad de la doctrina desde tiempos apostólicos. Sus cartas constituyen un testimonio de su amor apasionado por Cristo, su profundidad y claridad de pensamiento teológico y profunda humildad. San Ignacio manifiesta absoluta certeza de que su inminente martirio por Cristo es un privilegio, por lo que no quiere que nadie lo obstruya.


Parto Virginal de María




Es el primer escritor fuera del N.T. en escribir sobre esta verdad:


"Y al príncipe de este mundo se le ocultó la virginidad de María y su parto y también la muerte del Señor". (Carta a los de Éfeso)

 


Cristo: humano y divino




Como San Juan, San Ignacio nos muestra que Cristo es humano y divino:


"Hijo de María e hijo de Dios, primero pasible, después impasible, Jesucristo Nuestro Señor" (Efes., c. XVII)


Su doctrina es una defensa contra dos tendencias de la época: por un lado algunos de los judaizantes negaban la encarnación y creían en un Jesús sólo humano. Por otro lado, los docetistas negaban la humanidad de Cristo.


La Eucaristía




San Ignacio de Antioquía es el primero en usar la palabra "Eucaristía" para referirse al Santísimo Sacramento (Esmir., c. viii). San Ignacio utiliza la terminología joánica para enseñar sobre la Eucaristía, a la que llama:


"La Carne de Cristo", "Don de Dios", "la Medicina de Inmortalidad". Llama a Jesús "Pan de Dios" que ha de ser comido en el altar, dentro de una única Iglesia.

 

"No hallo placer en la comida de corrupción ni en los deleites de la presente vida. El pan de Dios quiero, que es la carne de Jesucristo, de la semilla de David; Su Sangre quiero por bebida, que es amor incorruptible".

  

"Reuníos en una sola fe y en Jesucristo. Rompiendo un solo pan, que es medicina de inmortalidad, remedio para no morir, sino para vivir por siempre en Jesucristo".


San Ignacio denuncia a los herejes "que no confiesan que la Eucaristía es la carne de Jesucristo nuestro Salvador, carne que sufrió por nuestros pecados y que en su amorosa bondad el Padre resucitó".


El día del Señor el domingo




"Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por Él y por su Muerte" San Ignacio de Antioquía, Magn. 9,1.



La Iglesia




"Es una institución divina cuyo fin es la salvación de las almas; quienes se separan de ella se separan de Dios" (San Ignacio de Antioquía, a los de Filadelfia., c. III)

 

"Debe permanecer en unidad. La unidad es expresión del amor" (Trall., c. VI; Filad., c. III; Magn., c. XIII)

 

"Es Santa" (Esmirna, Efes., Magn., Trall., Rom.)

 

"Es Católica"


Fue San Ignacio quien por primera vez se refirió a la Iglesia como "Iglesia Católica" (Universal), incluyendo en ella a todos los que son fieles a la verdad. (Esmirna., c. VIII)


"Por doquier aparezca el obispo, ahí esté el pueblo; lo mismo que donde quiera que Jesucristo está también está la Iglesia Católica"

 

"Es Infalible" (Fila., c. III; Efes., cc. XVI, XVII)

 

"Tiene Jerarquía a la que debemos estar unidos en obediencia"


San Ignacio, como San Juan, puso mucha atención en la relación entre el Padre y el Hijo. El Hijo siempre sujeto por amor a la voluntad del Padre, uno con Él por naturaleza. San Ignacio deduce que debemos imitar a Cristo en su obediencia filial, obedeciendo a los obispos de la Iglesia (lntrod. a Fila.; Efes., c. VI). Sus cartas enseñan que debe haber en la Iglesia disciplina, unidad y sujeción a la jerarquía. 

 
"Por esto debéis estar acordes con el sentir de vuestro obispo, como ya lo hacéis. Y en cuanto a vuestro colegio presbiteral, digno de Dios y del nombre que lleva, está armonizado con vuestro obispo como las cuerdas de una lira. Este vuestro acuerdo y concordia en el amor es como un himno a Jesucristo. Procurad todos vosotros formar parte de este coro, de modo que, por vuestra unión y concordia en el amor, seáis como una melodía que se eleva a una sola voz por Jesucristo al Padre, para que os escuche y os reconozca, por vuestras buenas obras, como miembros de su Hijo. Os conviene, por tanto, manteneros en una unidad perfecta, para que seáis siempre partícipes de Dios" (De la Carta a los Efesios)


Sus palabras recuerdan a las de San Pablo, en Efesios, 4:


"Con empeño por guardar la unidad de espíritu en el vínculo de la paz: un solo cuerpo y un solo Espíritu, a la manera que fuisteis llamados en una sola esperanza de vuestra vocación. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y obra por todos y mora en todos"


Su firme enseñanza sobre la obediencia a los obispos es aún mas admirable cuando él mismo, siendo obispo, fue siempre muy humilde.


Matrimonio Sacramental




San Ignacio enseña sobre el matrimonio en la iglesia:

 
"...los varones y las mujeres que deseen casarse, deben realizar su enlace conforme a las disposiciones del obispo..." (Filipenses 5,2)


La Virginidad
virtud sobrenatural
(Polyc., c. v)




San Ignacio es claro y fuerte contra la herejía pero también recalca la necesidad de ser indulgentes y tolerantes con los que están en error.

 
"Rueguen incesantemente por el resto de los hombres -porque hay en ellos esperanza de arrepentimiento- para que lleguen a Dios. Por lo tanto instrúyanlos con el ejemplo de sus obras. Cuando ellos estallen en ira, ustedes sean mansos; cuando se vanaglorien al hablar, sean ustedes humildes; cuando les injurien a ustedes, oren por ellos; si ellos están en el error, ustedes sean constantes en la fe; a vista de su furia, sean ustedes apacibles. No ansíen el desquite. Que nuestra indulgencia les muestre que somos sus hermanos. Procuremos ser imitadores del Señor, esforzándonos para ver quién puede sufrir peores injusticias, quién puede aguantar que lo defrauden, que lo rebajen a la nada; que no se encuentre en ustedes cizaña del diablo. Sino con toda pureza y sobriedad vivan en Cristo Jesús en carne y en espíritu" (Carta a los Efesios).


Fuente - Texto tomado de EWTN:

San Gerardo Mayela (1725-1755) - Fiesta Octubre 16

 



Gerardo quiere decir:
"Valiente para la defensa"
(Del alemán: Ger: defensa, ard: valiente) 


Uno de los santos más populares de Italia meridional.

Pío IX calificó a San Gerardo de "perfecto modelo de los hermanos legos", y León XIII dijo que había sido "uno de los jóvenes más angelicales que Dios haya dado a los hombres por modelo". En sus veintinueve años de vida, el santo llegó a ser el más famoso taumaturgo del siglo XVIII. 

Nació en Muro, a setenta kilómetros de Nápoles. Su madre, después de la muerte de Gerardo, dio este testimonio:


"Mi hijo sólo era feliz cuando se hallaba arrodillado en la iglesia, ante el Santísimo Sacramento. Con frecuencia entraba a orar y olvidaba hasta la hora de comer. En casa oraba todo el tiempo. Verdaderamente, había nacido para el cielo"

 

Con sólo seis años se escapaba a la iglesia, se ponía delante de la imagen de la Virgen y le pedía le dejase el Niño. La imagen se removía, el Niño Jesús bajaba y se ponían los dos a jugar al escondite. Al final, Jesús le daba a su amiguito un pan muy blanco que se llevaba a casa para comer. La mamá y las hermanas le siguieron la pista y comprobaron el pasmoso milagro, repetido muchos días. 




Gerardo será famoso por su devoción a la Eucaristía.

  

De niño quiere comulgar y se pone sin más en la fila. Lo ve el sacerdote, pasa de largo, y Gerardo llora amargamente. Por la noche, y en su cuarto, se le acerca el Arcángel San Miguel y le da la Sagrada Forma. 

 




Cuando Gerardo tenía 10 años, su confesor le dió permiso de comulgar cada tercer día; como era una época en la que la influencia del jansenismo todavía se dejaba sentir, ello demuestra que el confesor de Gerardo le consideraba como un niño excepcionalmente dotado para la piedad. A la muerte de su padre, Gerardo debió abandonar la escuela y entró a trabajar como aprendiz de sastre en el taller de Martín Pannuto, hombre muy bueno, que le comprendía y apreciaba. En cambio, uno de los empleados era un hombre muy brusco que solía maltratar a Gerardo y más se enfurecía por la paciencia con que soportaba sus majaderías.

Una vez aprendido su oficio a la perfección, Gerardo pidió ser admitido en el convento de los capuchinos de Muro, donde su tío era fraile; pero fue rechazado a causa de su juventud y de su condición delicada. Entonces entró a trabajar como criado en la casa del obispo de Lacedogna. 

Humanamente hablando, fue una mala elección, ya que el prelado era un hombre de carácter irascible, que trató al joven con gran rudeza. A pesar de ello, Gerardo le sirvió fielmente y sin una queja, hasta que murió el obispo en 1745. 

Entonces, Gerardo volvió a Muro y abrió una sastrería por su cuenta. Vivía con su madre y sus tres hermanas. Solía dar a su madre una tercera parte de lo que ganaba; el otro tercio lo repartía entre los pobres y el resto lo empleaba en pagar misas por las almas del purgatorio. Pasaba muchas horas de la noche orando en la catedral y se disciplinaba severamente.

Cuando tenía 23 años, los padres de la congregación del Santísimo Redentor, recientemente fundada, predicaron una misión en Muro. El joven les rogó que le admitiesen como hermano lego, pero su aspecto enfermizo no le ayudaba, y su madre y sus hermanas no tenían ningún deseo de verle partir. Sin embargo, Gerardo insistió y, finalmente, el P. Cafaro le envió a la casa de Deliceto, donde él era superior, con un mensaje que decía:


"Os envío a este hermanito inútil"


Pero, cuando el P. Cafaro volvió a su casa, cayó inmediatamente en la cuenta de su error y le concedió el hábito. Los hermanos de Gerardo, al verle trabajar con gran ardor, puntualidad y humildad en la sacristía y en el huerto, solían decir:


"O es un loco o es un santo"


El fundador de la congregación, San Alfonso de Ligorio, comprendió que era un santo y le acortó el período de noviciado. El hermano Gerardo hizo la profesión en 1752. A los votos acostumbrados añadió el de hacer siempre lo que fuese, a su juicio, más agradable a Dios. El P. Tannoia, autor de las biografías de San Alfonso y de San Gerardo, que había sido curado por la intercesión de este último cuenta que un día, cuando el santo era novicio, le vio orando ante el tabernáculo; súbitamente Gerardo gritó:

"Señor, déjame que me vaya, te ruego, pues tengo mucho que hacer"

Sin duda a ésta una de las anécdotas más conmovedoras de toda la hagiología.

Durante los tres años que vivió después de hacer la profesión, el santo trabajó como sastre y enfermero de la comunidad; solía también pedir limosna de puerta en puerta, y los padres gustaban de llevarle consigo a sus misiones y retiros, porque poseía el don de leer en las almas. Se cuentan más de veinte ejemplos de casos en los que el santo convirtió a los pecadores, poniéndoles de manifiesto su oculta maldad. Los fenómenos sobrenaturales abundaban en la vida del hermanito.

Se cuenta que en una ocasión fue arrebatado en el aire y recorrió así más de medio kilómetro; se menciona también el fenómeno de "bilocación" y se dice que poseía los dones de profecía, de ciencia infusa y de dominio sobre los animales. La única voz que conseguía arrancarle de sus éxtasis era la de la obediencia. Hallándose en Nápoles, presenció el asesinato del arcipreste de Muro en el preciso momento en que tenía lugar a setenta kilómetros de distancia. Por otra parte, en más de una ocasión leyó el pensamiento de personas ausentes.

Tan profundamente supo leer el pensamiento del secretario del arzobispo de Conza, que éste cambió de vida y se reconcilió con su esposa, de suerte que toda Roma habló del milagro. Pero los hechos más extraordinarios en la vida de San Gerardo están relacionados con la bilocación. Se cuenta que asistió a un enfermo en una cabaña de Caposele y que, al mismo tiempo, estuvo charlando con un amigo en el monasterio de la misma población. Una vez, su superior fue a buscarle en su celda y no le encontró ahí. Entonces se dirigió a la capilla, donde le halló en oración:


"¿Dónde estabais hace un instante?"


Le preguntó.

 
"En mi celda"


Replicó el hermanito.

 
"Imposible, pues yo mismo fui dos veces a buscaros"


Entonces Gerardo se vio obligado a confesar que, como estaba en retiro, había pedido a Dios que le hiciese invisible para que le dejasen orar en paz. El superior le dijo:


"Bien, por esta vez os perdono, pero no volváis a pedir eso a Dios"


Sin embargo, Gerardo no fue canonizado por sus milagros, ya que éstos eran simplemente un efecto de su santidad, y Dios podía haber dispuesto que el santo no hiciese milagro alguno sin que ello modificase en un ápice la bondad, caridad y devoción que alabaron en el joven Pío IX y León XIII. Uno de los resultados más sorprendente de su fama de santidad fue el de que sus superiores le permitieron encargarse de la dirección de varias comunidades de religiosas, lo que no acostumbran hacer los hermanos legos. San Gerardo hablaba en particular con cada religiosa y solía darles conferencias a través de la reja del recibidor. Además, aconsejaba por carta a varios sacerdotes, religiosos y superiores. Se conservan todavía algunas de sus cartas. No hay en ellas nada de extraordinario: en una expone simplemente el deber de todo cristiano de servir a Dios según su propia vocación; en otras, incita a la bondad a una superiora, exhorta a la vigilancia a una novicia, tranquiliza a un párroco y predica a todos la conformidad con la voluntad divina. En 1753, los estudiantes de teología de Deliceto hicieron una peregrinación al santuario de San Miguel, en Monte Gárgano. Aunque no tenía más que unas cuantas monedas para cubrir los gastos del viaje, se sentían seguros, porque el hermano Gerardo iba con ellos. Y, en efecto, el santo se las arregló para que no les faltase nada en los nueve días que duró la peregrinación, que fue una verdadera sucesión de milagros.

Exactamente un año más tarde, San Gerardo sufrió una de las pruebas más terribles de su vida. Una joven de vida licenciosa, llamada Neria Caggiano, a quien el santo había ayudado, le acusó de haberla solicitado. San Alfonso mandó llamar inmediatamente al hermano a Nocera. Pensando que su voto de perfección le obligaba a no defenderse, Gerardo guardó silencio; con eso no hizo sino meter en aprietos a su superior, quien no podía creerle culpable. San Alfonso le prohibió durante algunas semanas recibir comunión y hablar con los extraños. San Gerardo respondió tranquilamente:

 
"Dios, que está en el cielo, no dejará de defenderme"


Al cabo de unas cuantas semanas, Neria y su cómplice confesaron que habían calumniado al hermanito. San Alfonso preguntó a su súbdito por qué no se había defendido y éste replicó:

 
"Padre, ¿acaso no tenemos una regla que nos prohíbe disculparnos?" (Naturalmente la regla no estaba hecha para aplicarse a esos casos)


Poco después, el santo acompañó al P. Mangotta a Nápoles, donde el pueblo asedió, día y noche, la casa de los redentoristas para ver al famoso taumaturgo. Finalmente, al cabo de cuatro meses, los superiores se vieron obligados a enviar al hermano Gerardo a la casa de Caposele, donde fue nombrado portero.

Era ese un oficio que agradaba especialmente al joven. El P. Tannoia escribió:


"En esa época, nuestra casa estuvo asediada por los mendigos. El hermano Gerardo veía por ellos como lo hubiese hecho una madre. Tenía el arte de contentar a todos, y la necedad y malicia de algunos de los pedigüeños jamás le hicieron perder la paciencia. Durante el crudo invierno de aquel año, doscientas personas, entre hombres, mujeres y niños, acudieron diariamente a la casa de los redentoristas, y el santo portero les proveyó de comida, ropa y combustible, sin que nadie supiese de dónde los sacaba"


Según el libro de Sálesman, mientras ejercía como portero, un día el padre ecónomo lo regañó porque había repartido entre los mendigos todo lo que los religiosos tenían para comer en la despensa. Pero al llegar el padre ecónomo a la despensa la encontró otra vez llena.

En la primavera del año siguiente fue nuevamente a Nápoles. A su paso por Calitri, de donde el P. Mangotta era originario, el pueblo le atribuyó varios milagros. Cuando volvió a Caposele, los superiores le encargaron de la supervisión de los edificios que se estaban construyendo. Cierto viernes, cuando no había en la casa un sólo céntimo para pagar a los trabajadores, las oraciones del santo hermanito movieron a un bienhechor inesperado a regalar lo suficiente para salir del apuro. San Gerardo pasó el verano pidiendo limosna para la construcción. Pero el calor del sur de Italia acabó con su salud y, en los meses de julio y agosto, el santo se debilitó rápidamente. Tuvo que pasar una semana en cama en Ovieto, donde curó a otro hermano lego que había ido a asistirle y había caído enfermo. Llegó a Caposele casi a rastras. En septiembre, pudo abandonar el lecho unos cuantos días, pero volvió a caer. Sus últimas semanas fueron una mezcla de sufrimientos físicos y éxtasis, cuando sus dones de profecía y ciencia infusa alcanzaron un grado extraordinario.




Murió en la fecha y hora que había predicho, poco antes de la media noche del 15 de octubre de 1755. Fue canonizado en 1904.

A comienzos de 1800, casi cincuenta años después de su muerte, un médico de Grassano declaraba:


"Desde hace muchos años no ejerzo la profesión de médico. La ejerce por mí Fray Gerardo"


Este médico tomaba tan en serio el patrocinio de Gerardo, proclamado beato sólo en 1893, quien en vez de recetar medicinas prefería dejar a sus pacientes una medalla del buen religioso. Y el biógrafo Tannoia, en la Vida escrita hacia 1806, declaraba:

 
"Fray Gerardo es protector especial de las parturientas y en Foggia no hay ninguna mujer que vaya a dar a luz que no tenga la imagen del Santo y no invoque su patrocinio"


Singular "revancha del Santo" por los sufrimientos que le causaron las calumnias de una mujer, una ex-monja, a quien le creyeron fácilmente los superiores de Gerardo.

En realidad San Gerardo, que en el lecho de su muerte pudo confesar que no sabía lo que era una tentación impura, tenía de la mujer un concepto muy elevado: veía, efectivamente, en toda mujer una imagen de María, "alabanza perenne de la Santísima Trinidad". Eran los impulsos místicos de un alma sencilla, pero llena de ardor espiritual. Exclamaba con frecuencia:

 
"Mi querido Dios; mi Espíritu Santo"


Pues sentía en su intimidad la bondad y el amor infinito de Dios.


  • Fecha canonización: 11 de diciembre de 1904 por San Pío X.
  • Patrón: nacimientos, niños, madres encinta, confesiones, hermanos seglares, maternidad, madres, mujeres embarazadas, movimientos a favor de la vida, niños no nacidos.


Oración para pedir un favor


Beatísima Trinidad, yo tu hijo, te doy gracias por todas las gracias y privilegios que otorgaste a San Gerardo, especialmente por aquellas virtudes con que lo adornaste en la tierra y la gloria que ahora le das en el cielo. Concluye tu trabajo, oh Señor, para que tu Reino venga a la tierra. Y por sus méritos de aquellos que están en unión con Jesús y María, concédeme la gracia por la cual te pido (mencionar aquí su petición).

Y tú, mi poderoso intercesor, San Gerardo, siempre dispuesto a ayudar a quienes recurren a ti, ruega por mi. Acude delante del trono de la Divina Misericordia y no te marches sin haber sido escuchado. A ti te confío este importante y urgente asunto (mencione aquí su petición). Graciosamente toma entre tus manos mi causa y no permitas que termine esta oración sin experimentar los efectos de tu intercesión. Amén.


Oración para la maternidad


Oh Buen San Gerardo, poderoso intercesor ante el trono de Dios, tú que haces maravillas en nuestro día, te invoco y solicito tu ayuda. Tú, que mientras viviste en la Tierra, siempre cumpliste con los designios de Dios, ayúdame también a hacer siempre la Santísima Voluntad de Nuestro Señor. Ruégale al Maestro de la Vida, de quien procede toda la paternidad, que me bendiga con la gracia de la maternidad y que pueda criar hijos de Dios en esta vida y herederos del reino de Su Gloria de la vida que vendrá. Amén.


Oración para una madre con un hijo


Oh Todopoderoso y Eterno Dios, por la intervención del Espíritu Santo, tú que preparaste el cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen María como digno refugio para Tu Hijo Divino, y por la intercesión del mismo Espíritu Santo, santificaste a San Juan Bautista, aún cuando estaba en el vientre de su madre; escucha las plegarias de tu humilde servidora que te implora, que por intercesión de San Gerardo, me protejas de todo peligro durante la gestación y vigiles a mi hijo con quien Tú deseaste bendecirme; que sea lavado con las aguas del Bautismo, y luego de una vida cristiana en la Tierra, pueda junto a su madre alcanzar la felicidad eterna en el Cielo. Amén.



Oración de una madre encinta


Oh gran San Gerardo, amado sirviente de Jesucristo, perfecto imitador de tu Manso y Humilde Salvador, y devoto Hijo de la Madre de Dios: enciende en mi corazón una chispa de ese fuego celestial de caridad que brilló en tu corazón y te hizo un ángel de amor.

Oh glorioso San Gerardo, porque cuando fuiste falsamente acusado de crimen, sobrellevaste, como tu Divino Maestro, sin murmullos ni quejas, las calumnias de hombres malvados, has sido elevado por Dios como Patrón y Protector de las madres encinta. Sálvame del peligro y de los excesivos dolores que acompañan el nacimiento del niño, y protege al niño que ahora llevo, para que pueda ver la luz del día y recibir las aguas del bautismo a través de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


San Gerardo,
Ruega por nosotros


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

San Longinos o Longino de Cesarea - Soldado Romano - Fiesta Octubre 16

 



Orígenes de la leyenda


San Longinos o Longino de Cesarea fue, según algunas tradiciones cristianas, el soldado romano que traspasó el costado del cuerpo de Jesús con su lanza; conocida como La Santa Lanza. El individuo no tiene nombre en los evangelios que relatan el hecho, pero suele identificarse con el centurión que, ante la muerte de Jesús, exclamara:


“En verdad este era el Hijo de Dios”


La leyenda de Longino se originó en la Baja Antigüedad y el Medioevo, agregando datos sobre su vida, su nacimiento en Lanciano (Italia), su conversión al cristianismo y su muerte, hasta llegar a ser considerado un santo por la Iglesia Católica y otras comuniones cristianas.

El evangelio (San Marcos 15, 29) narra que un centurión traspasó con su lanza el Corazón de Jesús del que brotó Sangre y Agua. Según la tradición ese centurión se llama Longino y es de la ciudad de Lanciano.

La escritora Sabina Baring Gould comenta, a propósito del tema, que “El nombre de Longino no aparece en autores griegos anteriores al Patriarca Germano, en 715”. Es casi seguro que el nombre sea una latinización del griego λόγχη (lonjé), la palabra utilizada por el texto de Juan y apareció por primera vez un manuscrito iluminado de la Crucifixión detrás de un lancero. Dicho manuscrito, una versión siríaca del Evangelio según Juan ilustrada por un tal Rabulas, data del 586 y se conserva en la Biblioteca Laurenciana de Florencia; allí se lee en letras griegas la palabra Longinos escrita tal vez en la misma época en que se realizó la figura.

Versiones posteriores de la leyenda de Longino aseguran que era ciego, y que el contacto con la sangre del Salvador le devolvió la vista. También dicen que ayudó a lavar el cuerpo de Jesús después del descenso de la Cruz.

El destino de Longino no es seguro, pero se lo veneró como mártir, fijando su muerte en la localidad de Gabbala, Capadocia. Su cuerpo pasaba por haber sido hallado en Mantua (Italia), en el año 1303, junto con la Santa Esponja empapada de la Sangre de Cristo; se le atribuía, extendiendo su papel en el Gólgota, el haber acercado dicha esponja a los labios sedientos del Redentor. La reliquia favoreció su culto en el siglo XIII enlazándose con los romances del Grial y las tradiciones locales de milagros eucarísticos, construyéndose una capilla consagrada a San Longino y la Santa Sangre en la iglesia del monasterio benedictino de Santa Andrea, bajo el patronato de los Bonacolsi. En cuanto a las reliquias, fueron divididas a diversos lugares de Europa, Praga entre ellos, y el cuerpo llevado a la iglesia de San Agustín, en el Vaticano. Sin embargo también en Cerdeña se creía poseer el cuerpo del centurión romano que confesara la divinidad de Jesús.

Durante la Edad Media, y en tiempos posteriores, la lanza de Longino fue un objeto de profundo interés, se la relacionó con las leyendas del Santo Grial y se especuló con sus poderes ocultos; algunos la llamaron, por ello, La Lanza del Destino.

En Lanciano se encuentra el gran Milagro Eucarístico en el que una Hostia no solo se convirtió en el Cuerpo y Sangre de Jesús como siempre ocurre, sino además ocurrió de manera visible y científicamente verificable: Milagro Eucarístico de Lanciano.


Revelación
a Ana Catalina Emmerick
sobre Longino


Según Ana C. Emmerick, Longino el centurión que le traspasó el Corazón de Nuestro Señor con la lanza, era un joven de más o menos 25 años de edad, un poco débil y nervioso, que tenia problemas graves de la vista. La mayoría de los soldados se burlaban de él, al verlo tan débil físicamente.

Él fue iluminado por la gracia de Dios, para sentir compasión de las santas mujeres que se encontraban presente al pie de la Cruz, que sufrían pensando que Jesús todavía estaba vivo sufriendo dolores espantosos. Longino quería mostrarles, que Jesús estaba realmente muerto, para que se tranquilizaran, y consolarlas un poco.

Sin darse cuenta fue instrumento, para que la profecía se cumpliera. Buscó una lanza que estaba cerca y con las dos manos la tomó, traspasó el Costado de Nuestro Señor. Llegó a traspasar su Corazón físico, de tal manera, que según Ana C. Emmerick, la lanza traspasó su Corazón hasta llegar al lado opuesto, izquierdo de Nuestro Señor.




Según los evangelios apócrifos, cuando Longino, sacó la lanza del Costado de Nuestro Señor, una cantidad enorme de Agua y Sangre salió de Él. Longino fue empapado por toda su cara y cuerpo de la Sangre y Agua de Nuestro Señor. Ésto fue una gracia similar a la del Bautismo. Gracia y salvación entró en el alma de Longino. En este momento se arrodilló pidiendo perdón en público por sus pecados, proclamando que creía en la Divinidad de Jesús. Longino fue sanado de la enfermedad de sus ojos, y empezó a ver perfectamente. 

La Santísima Virgen, lucía en su apariencia como si ella también hubiera sido traspasada. Según Ana C. Emmerick, el Agua y la Sangre continuaban corriendo y tocando otras personas, y cayendo en rocas cercanas. La Santísima Virgen y María Magdalena recogieron la Sangre de Nuestro Señor en varias vasijas.

Aunque estos acontecimientos vienen de revelaciones privadas, podemos sacar mucho provecho de ellos, ya que no van en contra de la Tradición de la Iglesia.




Longino vio el Corazón traspasado de Jesús y fue sanado y convertido. Él dejó el ejército, se fue a Capadocia y fue martirizado por la fe. Ahora es conocido como San Longino.


Veneración


La Iglesia Católica, la Ortodoxa Oriental y la Armenia veneran a Longino como mártir. En el Martirologio Romano se lee: Día 16 de octubre; En Jerusalén, conmemoración de San Longino, quien es venerado como el soldado que abrió el costado del Señor crucificado con una lanza. No se mencionan ni lugar del martirio, ni fecha. Los armenios lo conmemoran el día 22 de octubre. En la Basílica de San Pedro, Vaticano, se halla una estatua de Longino esculpida por Bernini. En la misma basílica se conserva el fragmento de una punta de hierro que, según se asegura, pertenece a la Santa Lanza.


Fuente - Texto tomado de ES.WIKIPEDIA.ORG:

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Santa Misa - Sábado 16 de Octubre de 2021 - Fiesta de Santa Margarita María de Alacoque

 



Debido a la emergencia mundial por la pandemia del coronavirus, por la cuarentena obligatoria en la cual nos encontramos sometidos, y al lamentable cierre de los templos católicos en todo el mundo, me permito compartir con ustedes el video de la Santa Misa, que corresponde al día Sábado 16 de Octubre de 2021 - Fiesta de Santa Margarita María de Alacoque - Vidente del Sagrado Corazón de Jesús.






Igualmente, ofrezcamos el rezo del Santo Rosario a Dios, por intercesión de la Virgen María, por el fin de la pandemia del coronavirus, por los fenómenos naturales y terribles acontecimientos a nivel mundial. También por las intenciones de todos y cada uno de ustedes:









Unámonos todos como Iglesia Militante y Peregrina, y asistamos virtualmente a la Santa Misa, junto a Jesús en su Calvario, con profunda fe y recogimiento.


Elevemos a Dios nuestras oraciones y peticiones personales, también por las de nuestros familiares, amigos y el mundo entero.


Igualmente, pidamos perdón por nuestros pecados, procuremos la conversión de nuestras vidas, y cuando la Iglesia Católica lo permita y abra nuevamente las puertas de los templos, busquemos a Dios a través del Sacramento de la Reconciliación "Penitencia o Confesión", y recibamos la gracia de su perdón y su amoroso abrazo de Padre, que recibe a sus hijos pródigos que regresan a Él, ÚNICO PADRE que sí nos ama verdaderamente.


Recordemos lo más sublime: recibir en estado de gracia al Señor Dios en su Presencia Real, en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía (Hostia Consagrada), en la totalidad de su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el santísimo sacrificio incongruento, como memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.






Dios nos colme de abundantes bendiciones a todos, la Santísima Virgen María interceda por nosotros, y San José, protector de la Iglesia Católica Universal, defienda a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas del demonio y de todos sus enemigos, además de toda adversidad.


Muchas gracias a todos ustedes por su gentil atención.


Video tomado de YOUTUBE: