lunes, 16 de agosto de 2021

Lucifer golpea Europa - ¿El reinado de terror del Papa Francisco? - Los chantajeables en el Vaticano - Las vacunas - Los concilios




Por SPECOLA | 13 de Agosto de 2021


Los incendios forman parte del paisaje de esta época del año. El calor ha llegado con fuerza, los bosques mal cuidados y las temperaturas extremas son una mezcla peligrosa. Ayer eran noticia los 48,8 grados registrados en Siracusa, récord absoluto desde que se controlan las temperaturas meteorológicas en Europa desde los 48 grados de Atenas en 1977. La ola de calor viene llamada ‘lucifer’ y golpea peligrosamente Europa. No queremos entrar en comparaciones fáciles, pero tenemos la convicción de que los humos de satanás nos rodean. Jesucristo, que sabía bien de qué hablaba, siempre unía el infierno y Satanás con los calores, nunca con el frío, por algo será. Lucifer está muy suelto estos días.

El Papa Francisco, antes de que finalizara el miércoles el encuentro con los fieles en el Aula Pablo VI, fue abordado por su asistente que le entregó un teléfono, como si lo estuviera esperando, escuchó por un par de minutos, con el celular en la oreja izquierda, parado en el escenario, le habló en voz baja a su interlocutor, pronunciando las frases, como si estuviera dando instrucciones. Los rumores no se hicieron esperar comenzando por los temores, desmentidos, sobre la salud del Papa Benedicto XVI. El tema de la salud de los ‘papas’ es de gran preocupación por lo que puede suponer para los que ocupan la actual administración. Las edades son las que son y los problemas de salud evidentes. Se ha decretado el silencio absoluto sobre el tema al más puro estilo de las viejas monarquías: «el papa siempre tiene buena salud hasta que muere».

Hasta ahora pensábamos que el Papa no es el dueño de la Iglesia, no es Cristo, es su Vicario, con poder, claro, pero con límites claros. La Constitución de la iglesia es el Evangelio y, junto con él, la Tradición y todo Papa está obligado por el Evangelio y el Depósito de la fe. La Iglesia no tiene nada que ver con las diversas formas de absolutismo autocrático que han tenido lugar en la historia. Presenciamos un momento en el que el Evangelio, la Tradición, los cardenales, el derecho canónico, el pueblo de Dios, cada vez más desapegado, han perdido todos sus papeles. La impresión que crece por días es que una sola persona, con todo el poder posible, cubierto por los medios seculares, ha construido un verdadero «culto a la personalidad» como en la época de Stalin. Son tiempos de grandes y pequeñas purgas, noches de los cuchillos largos, sínodos controlados… El terror reina hoy en la Iglesia, porque mientras se celebra la misericordia, todos pueden caer bajo la autoridad despótica. La cascada de deformación va descendiendo a todos los niveles y muchos obispos se comportan como sus superiores, haciendo lo que quieren, a nivel doctrinal y pastoral, sin ningún tipo de restricción.

El Motu Proprio Traditionis Custodes, sigue presente y un artículo de hoy nos plantea su repercusión en la Congregación para la Vida Religiosa. El tema está en manos del franciscano José Rodríguez Carballo, exnúmero uno de los franciscanos y bajo cuya dirección consiguió devolver la orden a la pobreza absoluta, incluso con deudas que sin duda es una nueva forma de pobreza mucho más perfecta, gracias a su inutilidad y no a su eximia virtud, provocando una quiebra económica sin precedentes. La guillotina esta siempre lista para los que no estén de acuerdo. Tenemos dos ejemplos, entre muchos más: el último documento sobre la misa en latín y la situación de los franciscanos de la Inmaculada. Carballo es el responsable de los institutos y monasterios de rito tradicional desde el punto de vista empresarial y administrativo. En este tipo de estructuras de gobierno siempre son necesarios hombres chantajeables para hacer el trabajo sucio. Los ejemplos se multiplican y Hitler es un maestro que tenía informes sobre todos los jerarcas nazis para poder controlarlos, usarlos, bloquearlos a voluntad. ¿Carballo? ¿Zanchetta? ¿Rica? ¿Becciu? ¿McCarrich?…

El tema de las vacunas debería de ser puramente médico. Estamos en pleno proceso de vacunación por razones mucho más políticas que médicas. Hay muchos silencios en la clase médica y mucho nos tememos que las cosas no están nada claras, el tiempo nos irá diciendo si sirven, o no sirven. Hoy nos lanzan una voz de alarma sobre el riesgo de los vacunados de desarrollar una intensificación de la infección viral en comparación con los no vacunados que, pueden desarrollar una infección asintomática con el desarrollo de la inmunidad natural y la memoria inmunológica. Seguir vacunando conducirá al desarrollo de variantes cada vez más resistentes a las vacunas y quienes pagarán el precio serán los vacunados. El tema tiene sus implicaciones Vaticanas, ya que su actual administración y el Papa Francisco son descarados defensores de la vacunación masiva. Lo único seguro a estas alturas es que hay muy pocas cosas seguras, demasiadas estrategias políticas y una falta creciente de sentido común.

Seguimos a vueltas con el Vaticano II, el concilio 21 entre los concilios, y su continuidad con la tradición milenaria o su ruptura con todo lo anterior. Un católico fiel no puede aceptar que la Iglesia ha estado equivocada durante siglos y que el Espíritu Santo estaba despistado hasta el Vaticano II. Si hay pasajes en los documentos del último Concilio que parecen entrar en conflicto con esa tradición, entonces se necesita una mayor aclaración, un mayor desarrollo o tal vez incluso una simple corrección.

Entrevista a Parolin al final de sus vacaciones. Los temas se mueven en lo políticamente correcto, como era de esperar, desde el final del mandato del presidente de la República Sergio Mattarella, hasta los próximos compromisos del Papa Francisco, que se recupera bien, las relaciones internacionales con China y de las próximas visitas institucionales, todo muy ‘parolín’.

«¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer…?»

Buena lectura.


Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:




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PSICOLOGÍA: 7 Características de los Megalómanos - ¿A cuántos conoces?



Este artículo fue redactado y avalado por la psicóloga María Prieto.


22 de marzo de 2019


Los megalómanos son personas con un concepto de sí mismos desproporcionadamente elevado. De entre sus características, te presentamos 7 para detectarlos.


¿Conoces a alguna persona que posea la convicción de que todo lo que dice, piensa o hace es grandioso?


Si la respuesta es afirmativa, probablemente te encuentres ante un megalómano. Se trata de ese tipo de persona que desprecia a los demás porque se considera superior a ellos, debido a una egolatría sobredimensionada. Ahora bien, ¿cómo identificarlos?

Aunque es bastante frecuente encontrar personas orgullosas de sí mismas, con una visión optimista sobre sus capacidades y que se creen capaces de todo, a veces, no resulta tan sencillo saber si son megalómanos o no. Una pista sería que esa autopercepción tan elevada se acompañase de un rechazo o desprecio de todo aquel que lo rodea por considerarlo inferior.

La megalomanía es una condición psicológica incluida en el trastorno narcisista de la personalidad como síntomatología según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM – V). No obstante, para saber si una persona presenta megalomanía como parte de un trastorno se presta atención a si existen o no ideas delirantes, es decir, si experimentan fantasías de poder, relevancia y omnipotencia que le llevan a considerarse como el mejor.

Personajes históricos como Napoleón Bonaparte, Hitler, Stalin o Mao Zedong son personalidades a las que se les atribuye rasgos de megalomanía y narcisismo; rasgos que a algunos de ellos les impulsaron al planteamiento de nada menos que la conquista del mundo.

Si profundizamos en su idiosincrasia, descubrimos que todos ellos se creían los únicos capacitados para salvar sus territorios y conquistar nuevos países para engrandecer su patria. Se veían a sí mismos como imprescindibles salvadores, en constante búsqueda del agrandamiento del poder en una espiral de verdadero delirio.

Y es que las personas que manifiestan el impulso de alzarse como los agentes únicos de las más grandes conquistas, bajo la creencia de tener el poder absoluto, experimentan un agravamiento de sus síntomas patológicos como consecuencia, precisamente, de ese creerse responsables y capaces de lo inalcanzable. Como la historia ha demostrado, estos acaban por convertirse en peligrosos gobernantes capaces de las más temerarias acciones.

Así, un megalómano tiene un concepto de sí mismo desproporcionado y ansía la valoración social, la cual atribuye al logro de posiciones de poder y relevancia. Sin embargo, aunque muestren mucha seguridad en sí mismos, si se analiza en profundidad su personalidad, se puede detectar que son individuos con más carencias y un inesperado sentimiento de inferioridad o vacío social.


7 características para detectar a un megalómano

  1. Son sumamente presumidos. Sienten que su presencia es imprescindible en cualquier reunión.
  2. Se creen indestructibles, capaces de solucionar cualquier problema que se les plantee. Son capaces de todo para conseguir poder y esto incluye la manipulación de los demás.
  3. Se comportan como si fuesen omnipotentes y les gusta poner a prueba las capacidades de las personas que les rodean para jactarse de ellos.
  4. No suelen aprender de sus errores y, por tanto, la experiencia no hace que corrijan sus fallos.
  5. Poseen una imagen narcisista e idealizada de sí mismos.
  6. Se fijan en la manera en la que los demás reaccionan ante lo que ellos hacen o dicen. Si son rechazados por los otros a causa de sus desajustados comportamientos, piensan que el problema es de los demás.
  7. La vanidad, apoyada en un ego fuertemente sobrevalorado y alimentado por un marcado complejo de superioridad, les hace despreciar todo aquello que no se refiera a sí mismos.


¿Qué hay detrás de la personalidad de un megalómano?


El megalómano se niega a reconocer que en su interior alberga a una persona miedosa, acomplejada y carente de cariño. Por ello, utiliza la agresión verbal o la imposición de su falsa omnipotencia como mecanismo de defensa.

Por otro lado, por su temor a ser superado, ridiculiza a toda persona que le haga sentirse amenazado y como consecuencia daña a todos los que percibe como una amenaza para su ego. No obstante, tras esa máscara se refugia una persona llena de inseguridad y con un sentimiento de incapacidad que lucha por no mostrarse vulnerable ante los demás.

La arrogancia y exceso conductual del megalómano suele llevarlo a una situación de profunda soledad, ya que no suele ser aceptado por los demás. Otras veces, es él mismo el que se aísla; su sentimiento de superioridad le mantiene al margen de la interacción con aquellas personas que considera inferiores.

Ahora bien, esa soledad, tanto recibida como autoimpuesta, desemboca en una fuerte sensación de vacío emocional, que puede agravar aún más su malestar y acrecentar la sintomatología patológica.


Fuente texto tomado de lamenteesmaravillosa.com:
https://lamenteesmaravillosa.com/megalomano-7-caracteristicas/

PSICOLOGÍA: 9 tipos de maltrato y sus características



¿Qué clases de violencia y vejaciones se producen en nuestras sociedades?


Por Juan Armando Corbin


Sufrir maltrato es una de las peores experiencias por las que puede pasar un ser humano, porque las víctimas de estos actos no solamente pueden padecer consecuencias a nivel físico, sino que las secuelas psicológicas para éstas pueden ser devastadoras y durar mucho tiempo, incluso toda la vida.

Desgraciadamente, el maltrato puede aparecer en diferentes situaciones, con la pareja, en el trabajo, en la escuela, etc. En este artículo profundizaremos en los distintos tipo de maltrato y repasaremos sus características.


Perfil del maltratador


La persona que sufre el maltrato puede quedar marcada de por vida. Pero, ¿cómo es un maltratador? ¿qué rasgos característicos lo definen? En muchos casos, este tipo de personas sufren problemas a nivel psicológico, algunos han crecido en familias poco estructuradas y en entornos propicios para desarrollar este tipo de personalidad.

Los maltratadores suelen ser personas intolerantes, autoritarias, psicológicamente inflexibles, agresivas, crueles e insensibles. Pero, lo que más destaca de este tipo de personas es que suelen mostrarse agradables al principio, son chantajistas y se sienten ofendidas con facilidad.


Qué tipos de maltrato hay y cuáles son sus características


Existen distintos tipos de abuso, pero... ¿cuáles son? 

A continuación puedes encontrar una lista con la definición y las características de las distintas clases de maltrato.


1. Maltrato físico


El maltrato físico es un tipo de abuso en el que hay más que solo palabras, es decir, hay violencia física. Por tanto, este maltrato suele producir una lesión física, producto de un castigo único o repetido, que puede variar en su magnitud o intensidad.

Las formas más comunes de maltrato físico son:

  • Rascar, golpear, morder, estrangular o dar patadas.
  • Lanzar algún objeto contra una persona: teléfono, un libro, un zapato o un plato.
  • Tirar del pelo.
  • Empujar, tirar o zarandear.
  • Agarrar de la ropa.
  • Agarrar para impedir que la víctima se vaya.


2. Maltrato verbal, emocional o psicológico


En el maltrato psicológico no existe contacto físico, sin embargo, las secuelas pueden ser más duraderas que las producidas por empujar, golpear o tirar del pelo. Puede aparecer junto con el maltrato físico, y se caracteriza por ser un tipo de violencia emocional en el que se emplean, entre otros, estos comportamientos:

  • Insultos, gritos, chantaje emocional y manipulación.
  • Control de las redes sociales, los teléfonos, el horario y las amistades de la víctima.
  • Críticas constantes.
  • Actos para avergonzar en público.
  • Impedir que la víctima hable con familiares.
  • Decirle qué hacer y usar.
  • Dañar objetos de la propiedad de la persona maltratada. Por ejemplo, tirar su teléfono contra la pared.
  • Amenazar con hacer daño a la víctima, su hijo, familia o mascota sin llevarlo a cabo.
  • Amenazar que se va a llevar el/la hijo/a.

3. Maltrato infantil


El maltrato infantil puede ser de distintos tipos, por ejemplo, físico o psicológico. Su principal característica es que la persona que es víctima de este tipo de maltrato es un niño o niña, alguien en una etapa vital en la que se es especialmente vulnerable.

A estas edades, las secuelas pueden durar de por vida, aunque su gravedad varía mucho. Uno de los fenómenos psicológicos que más propicia son los problemas de baja autoestima y apego evitativo.


4. Abuso sexual


El abuso sexual es una de las peores formas de maltrato, porque las secuelas de estos actos íntimos pueden no desaparecer nunca. El abuso de este tipo puede ser de dos formas: o bien ejerciendo este tipo de violencia directamente sobre la víctima o a través de la explotación sexual. 

Este tipo de maltrato puede manifestarse no solamente con un contacto muy violento, sino que los besos, caricias, tocamientos e incluso palabras con contenido íntimo son catalogados como comportamientos de esta clase de abuso. El impacto psicológico que puede generar varía dependiendo de la naturaleza de la agresión y de ciertos atributos de personalidad de la persona atacada.


5. Bullying


El bullying es un término de origen anglosajón que goza de gran popularidad en la actualidad. Hace referencia tanto al maltrato físico y psicológico que se produce en el ámbito escolar. La vulnerabilidad de las personas que padecen el acoso escolar y el dolor que sientes es tan grande que pueden llegar a suicidarse en los casos más extremos, ya que el niño o niña, además, tiene la obligación de ir constantemente a la escuela, exponiéndose a los malos tratos.


6. Mobbing


El mobbing es un fenómeno prácticamente idéntico al bullying, con la diferencia de que ocurre en el ámbito laboral. Esto causa serios problemas para la víctima, que se ve forzada a ir al trabajo y a sufrir todo tipo de abusos y menosprecios que pueden socavar su autoestima.

Muchas veces, el mobbing está orientado a forzar una renuncia al trabajo, ya que el despido de la persona maltratada causaría problemas con la ley. En otros casos, puede estar motivado por problemas de competitividad y envidia asociados a un entorno basado en el individualismo.


7. Maltrato digital o ciberbullying


Una forma moderna de maltrato es el ciberbullying. Este tipo de maltrato es más frecuente en la adolescencia y se caracteriza porque se lleva a cabo a través del mundo digital y en las redes sociales. El ciberbullying puede manifestarse de la siguiente manera:

  • El maltratador envía correos electrónicos negativos, insultantes o incluso amenazantes a la víctima. También envía este tipo de mensajes por Facebook, Twitter y otras redes sociales.
  • Utiliza la cuenta de la persona maltratada sin permiso. Por ejemplo, haciendo actualizaciones de su estado de Facebook.
  • Pone a la víctima en sus actualizaciones de estado, intentando desprestigiarle.
  • Le envía imágenes no deseadas por medios digitales.
  • Le amenaza con publicar y hacer difusión cosas que pueden comprometer su intimidad en el mundo 2.0.


8. Maltrato institucional


No solo las personas pueden ejercer maltrato sobre otros individuos, sino que las instituciones, tanto públicas como privadas, pueden, por medio de leyes, normas, procedimientos o acciones, causar abuso, negligencia y malestar a individuos o colectivos de individuos.


9. Maltrato económico


El maltrato o el abuso es un patrón de comportamiento empleado para ganar y mantener poder y control, y puede producirse de muchas formas. Una de ellas es el maltrato económico, que puede producirse con cualquier individuo, pero mayoritariamente con la pareja o con persona mayores. Por ejemplo, dentro de la pareja, cuando uno de los dos miembros se gasta el dinero del otro miembro o le imposibilita hacer uso de su propio poder adquisitivo.


Fuente - Texto tomado de PSICOLOGIAYMENTE.COM: