Mi reflexión personal
Comenzamos con las mentes criminales (autores intelectuales), que les dan órdenes a los vándalos y orquestan todo su actuar delictivo. También podríamos incluir a los que "simpatizan" con este nefasto actuar y promueven su práctica... Todos necesitan urgentemente ¿tratamientos psicológicos / psiquiátricos o exorcismos?...
¿Por qué?
Porque cuando salen a "marchar pacíficamente", se encuentran en su camino lo siguiente:
Estatuas
Locales comerciales
Edificios
Puertas
Ventanas
Postes
Piedras
Peajes
Árboles
Metro
Buses
Entidades crediticias
Y todo lo que se atraviese...
Lo anterior será despiadadamente destruido, vandalizado y hecho trizas, sin importar a quién pertenezca (público o privado), y/o el daño que ocasione para la sociedad y ciudad o país, donde están ubicados estos elementos.
Es tan extraño lo que sucede, que por ejemplo si uno de los vándalos derriba una estatua, luego vocifera que dicho acto lo realizó por culpa de la policía o del ejército, porque la estatua se parecía a un policía y que tenía que derribarla, o por culpa de los decretos del gobierno de turno, por tal o cual razón...
Otra cuestión que es increíble... por ejemplo, cuando los vándalos derriban una estatua y les cayó encima un pedazo de escombro, que les ocasione alguna herida... entonces, dirán que fue culpa de la policía o del ejército que les ha ocasionado esta lesión. Y después empieza el juicio injusto contra cualquier policía o soldado, y serán llevados a la cárcel. ¿Esto es normal?
Se ha evidenciado que los "vándalos" venden sus conciencias, venden a su patria y a toda la ciudadanía, por unas monedas y unos sándwich...
Las "excusas" que dichos vándalos buscan para justificar sus actos son absurdas, fuera de lo común, sin ningún planteamiento lógico ni razonable, disparatadas, sin ningún argumento... si cada uno escuchara la explicación de su accionar, podría pensar que tienen enfermedades mentales, o que estén bajo los efectos del alcohol o de drogas ilícitas o alucinógenas, o considerar que estuviesen poseídos por satanás.
¿Qué culpa tienen todos los elementos anteriores?
Es tanta SU LOCURA O INFLUENCIA SATÁNICA que, los vándalos en todas estas cosas o "imaginarias" ven reflejados a sus enemigos, objeto de su ESQUIZOFRÉNICA OBSESIÓN... como ocurre por ejemplo en Colombia, que con sólo nombrar al expresidente Dr. Álvaro Uribe Vélez, podemos observar cómo cambia su comportamiento y mirada, y se desata toda una crisis nerviosa y enfermiza, porque se encienden sus ánimos y empiezan a proferir todo tipo de insultos y vulgaridades. Parece que con sólo nombrar al expresidente, se desatara un frenesí de locura... o como si el expresidente fuera el causante de toda su desgracia, su frustración mental, de su baja autoestima, o de su obsesión. Excusas que ellos validan para destruir todo a su paso, y para insultar a cuantos se atraviesen en su camino o en las redes sociales. Producen lástima estos comportamientos, actitudes y desenfrenos... no parecen seres humanos con inteligencia, con lógica de pensamiento, con educación... sino unos salvajes, seres vulgares o casi cavernícolas, que no han realizado estudios universitarios, sino que se comportan impulsivamente, sin un correcto comportamiento.
Igualmente sucede cuando se les habla de la fuerza pública (por ejemplo: policía, ejército, etc.), porque al instante vociferan contra ellos todo un repertorio de palabras obscenas y gestos vulgares. Este nivel de locura también lo podemos evidenciar a través de las redes sociales...
¡Qué lastima! Que unas personas adultas o jóvenes apoyen el terrorismo, comunismo y vandalismo... parecen seres sin alma ni sentimientos por los demás, porque apoyan la destrucción de la humanidad, promueven la maldad en todos sus niveles. Parecen seres que amaran lo feo, lo repugnante, el caos... Los vándalos deliran y gritan cada vez que destrozan todo a su paso, cantan y bailan... parecen endemoniados que estuvieran POSEÍDOS POR SATANÁS...
Igualmente, podemos observar con total asombro, cómo padres y madres, promueven y alientan a sus hijos para que se conviertan en vándalos, cuando apoyan las ideas nefastas y revolucionarias de destrucción y muerte, que se evidencian tanto en redes sociales, como en su forma de hablar y de comportarse. Esto es ilógico y raya en locura o en posesión demoníaca.
Otro planteamiento que puedo considerar, es que en las universidades ha sido tanto el adoctrinamiento de los estudiantes en las ideas socialistas, comunistas y terroristas, que cualquier decisión que tome un gobierno democrático y capitalista, ellos asumen todo esto como una agresión y salen a "marchar" a "vandalizar" y "destruir" todo el país. ¿Esta es la verdadera educación e inteligencia?
Los "vándalos" dicen que apoyan al "pueblo", pero con su accionar sólo demuestran estar en contra del pueblo o país de su origen, porque al destruir todo y ocasionar lesiones o muertes a sus ciudadanos, sólo están demostrando que son "actos delictivos y criminales"... ejecutados en contra de la sociedad y de su progreso, llevándola a la pobreza extrema.
¿Delirio psicótico In Extremis...?
Los vándalos salen desbocados como alma que lleva al diablo a destruir todo lo que encuentran, similar a Don Quijote de la Mancha que destruía los molinos a su encuentro.
Recordemos este texto...
"En su obsesión por encontrar nuevas aventuras como las que él ha leído miles de veces en los libros de caballería que le han hecho enloquecer, Don Quijote cree ver gigantes en los molinos de vientos y, pese a las llamadas a la prudencia de Sancho, se lanza a todo galope contra uno de los molinos.
En la embestida el caballero no sale bien parado, pues “dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo”. Ante los reproches de Sancho, Don Quijote acusa de su desfortuna al sabio Frestón, el mismo que le robó los libros de caballería y el aposento donde los guardaba (los primeros expurgados y dados a la hoguera y el segundo tapiado por su ama y su sobrina)".
El pasaje ha pasado a la historia de la literatura y la psicología como símbolo de lo “quijotesco”, es decir, de la lucha de los hombres contra enemigos imaginarios o la defensa de una idea o una actitud de vida más allá de la razón y el sentido común.
FUENTE:
Cervantes, Miguel de. Don Quijote de la Mancha. Madrid: Alfaguara. ISBN: 9788420467283.
Vandalismo, aspectos Psicológicos
Diciembre 9 de 2016
Por VERONICA VILLALBA
Es posible que todos más o menos tengamos clara nuestra noción sobre lo que es y no es el vandalismo. Sin embargo, es posible que no sepamos las características de las personas vándalas y los factores que propician su aparición.
A lo largo de este artículo intentaremos dar explicación a todos los puntos implicados en esta desagradable conducta social.
Introducción
¿Qué es el vandalismo?
Con vandalismo nos referimos al hecho de llevar a cabo conductas destructivas, sin respetar las propiedades ajenas. A veces esto ocurre con el objetivo de expresar una queja a los ciudadanos, es decir, con la intención de transmitir la insatisfacción que sienten hacia la sociedad. Otras veces sin intención alguna, lo hacen por el simple hecho de encontrarse disgustados con ellos mismos. Por último, en otras ocasiones los individuos que habitan en un distrito o barrio en los que son frecuentes las actividades delictivas, realizan este tipo de acciones sin llegar a plantearse las consecuencias que sus hechos puedan ocasionar.
¿Cómo se manifiesta?
La delincuencia, normalmente se manifiesta en un escenario público, mediante daños y destrucción de monumentos, contenedores de basura, coches, fachadas de portales o locales, realización de graffitis, etc. Habitualmente, los actos vandálicos suelen realizarse en grupo, en el cual los integrantes del mismo suelen compartir un gran descontento por la ciudad en la que viven, por las leyes o el reglamento que se intenta implantar, por la insatisfacción que sienten con ellos mismos, o incluso pueden desempeñar actos delictivos como forma de celebración de un evento (por ejemplo, cuando gana un equipo de fútbol). Con lo cual, desarrollan un estilo de vida fuera de las normas sociales.
Características
¿Qué características reúnen las personas que realizan actos vandálicos?
Los delincuentes suelen compartir ciertas características en el estilo de conducta, como absentismo escolar o bien la obtención de malas calificaciones, hurtos domésticos o en lugares públicos, mención de mentiras, no cuidan la forma de vestir e incluso en ocasiones llegan a descuidar la higiene personal. En general, son personas que presentan malos hábitos en el comportamiento, no disponen de empleo, están ausentes de responsabilidades, no siguen un horario en el día a día, lo que se denomina una vida desorganizada.
Existen varios factores predisponentes (factores de personalidad) comunes que influyen para que la persona pueda desarrollar este problema, como la baja socialización, son personas con pocas amistades profundas, las relaciones afectivas que presentan son más bien superficiales, no son personas expresivas o extravertidas. Suelen ser personas con una pobre sensación de cargo de conciencia, por ello delegan la responsabilidad hacia otros y además justifican mediante excusas las conductas desafiantes que han cometido.
Personas
¿Puede una persona convertirse en un vándalo?
Existen una serie de factores biológicos, psicológicos, familiares y sociales que influyen para que una persona pueda desarrollar comportamientos vandálicos.
¿Qué puede influir a nivel biológico?
Las hormonas juegan un papel muy importante en la regulación de la conducta agresiva impulsiva. Se dice que niveles altos de andrógenos como la testosterona en hombres o bien niveles bajos de progesterona como el estrógeno en mujeres podrían conllevar a un aumento de la irritabilidad.
Respecto a los neurotransmisores, hay una amplia gama de estudios que han asociado niveles elevados de serotonina al comportamiento antisocial (Coccaro, 1989; Pedersen, Oreland, Reynolds y McClearn, 1993; Sanmartín, 2004; Spoont, 1992; Van Praag, 1991). También se ha encontrado que la acetilcolina, la noradrenalina y la dopamina están involucrados en el comportamientos agresivo.
Por último, hay anormalidades neurofisiológicas que se han asociado al aumento de la delincuencia. En este sentido, cobran importancia las anormalidades en el lóbulo frontal, ya sean estructurales o funcionales, con la aparición de conductas antisociales. (Bauer, 2000; Chang, 1999; Miller, 1998; Raine, 2002b). Estos estudios surgen a raíz de las investigaciones que relacionan la psicopatía con el lóbulo frontal.
Factores
¿Qué factores influyen desde el punto de vista de la psicología?
Desde la psicología la violencia en ocasiones se relaciona con un trastorno mental de personalidad, como ocurre en el trastorno antisocial de la personalidad, que en el sector juvenil o adolescente se traduce al trastorno de conducta disocial.
Este trastorno surge en la preadolescencia y se caracteriza por la realización de conductas problema porque infringen todas las normas implantadas, ya sea por la familia, los compañeros, el colegio o la sociedad. El individuo opera bajo los efectos del acaloro emocional del momento, sin tener en cuenta las consecuencias provocadas por sus actos.
Esta psicopatología es más común en hombres que en mujeres. Los adolescentes que lo padecen, por la actitud que manifiestan al no proponerse objetivos a medio-largo plazo en la vida y la falta de motivación que muestran de cara a la obtención o conservación de un empleo, suelen ubicarse en un estatus socio-económico lógicamente bajo.
¿De qué manera influye el entorno familiar?
La familia ejerce una influencia muy potente en el niño durante todo el proceso de crecimiento. Según determinados estudios psicológicos los niños que han experimentado malos tratos (ya sean de tipo físico o psicológico), los jóvenes que no reciben afecto por parte de sus familiares, o bien los niños poco atendidos, tendrán más probabilidades de desarrollar conductas disruptivas futuras.
Por otro lado, el tener como modelo a familiares directos que sean violentos, hace que el niño aprenda que la violencia es una forma de expresión que se manifiesta cuando determinadas emociones (rabia, ira, frustración, alegría, etc.) surgen en nuestro interior y lo asuma como un estilo más de comportamiento del ser humano.
¿Qué factores sociales pueden repercutir?
Uno de los aspectos a tener en cuenta, es el fenómeno del modelado o el aprendizaje vicario, que es el aprendizaje que se realiza por imitación a un grupo o individuo. Un niño acaba actuando como lo hace su grupo de referencia, sus familiares, iguales o vecinos. Existen barrios donde los integrantes del mismo están habituados a chillar, pelear, insultar, robar, etc. lo que se refiere a la infracción de los derechos de los demás. Por tanto, se podría establecer una relación entre el vandalismo y los distritos donde resulta habitual encontrarse con una educación infantil dotada de este tipo de valores.
Por otro lado, el consumo de alcohol y de sustancias estupefacientes se encuentra muy asociado a los individuos que comenten actos vandálicos. Hay que tener en cuenta que estamos refiriéndonos a personas que pasan mucho tiempo en la calle, fuera de sus casas y sin responsabilidades de ningún tipo que les limiten la ingesta de dichos elementos nocivos para la salud. Los efectos que causan las drogas en una persona de las características anteriormente mencionadas pueden agravar el grado de gamberrismo de sus actos.
Como se ha comentado en el apartado de los factores de personalidad, los vándalos suelen pertenecer a una clase social baja. Las restricciones que sufren los individuos pertenecientes a este estrato social generan en los delincuentes una sensación de incomprensión y frustración que les lleva a llamar la atención mediante acciones violentas.
Stouthamer-Loeber et al. (1993) apuntan que cuando la pobreza del barrio es extrema, el riesgo de que se produzca violencia urbana es muy alto. De la misma forma, algunos autores ponen en evidencia que los barrios más desfavorecidos están asociados a una mayor presencia de sucesos vitales estresantes y, a su vez, a una mayor presencia de conductas agresivas en los jóvenes. Attar, Guerra y Tolan (1994), confirman esto en sus investigaciones.
Simcha-Fagan y Schwartz (1986), se centraron en el estudio de los efectos contextuales del barrio en la delincuencia y encontraron que el nivel económico de la comunidad, la subcultura de criminalidad y la desorganización comunitaria, se relacionaban significativamente con la delincuencia registrada oficialmente.
Fuente - Texto tomado de VERONICAVILLALBA.COM:
https://veronicavillalba.com/vandalismo-aspectos-psicologicos/
Psicopatología Clínica, Legal y Forense
Agresión y conducta antisocial
en la adolescencia: una integración conceptual
Las conductas antisociales pueden cumplir criterios legales para ser denominadas como delitos (por ejemplo, robar, vandalismo), pudiendo cumplir también criterios diagnósticos para ser consideradas como parte de un trastorno psicopatológico (por ejemplo, trastorno disocial). Pueden presentarse, a su vez, asociadas a comportamientos agresivos y/o violentos (por ejemplo, homicidio, abuso sexual) o no tienen por qué cumplir ninguna de estas acepciones (por ejemplo absentismo escolar). Esta variedad de conceptos ponen en evidencia la gran heterogeneidad de dichos comportamientos.
Mientras que todos los delitos son considerados conductas antisociales, no todos los trastornos psicopatológicos conllevan la presencia de dichas conductas. Una conducta antisocial puede ser delito y formar parte de un trastorno clínico, por ejemplo, la conducta de robo manifestada dentro de un trastorno disocial. De la misma forma, la conducta antisocial puede o no presentar conductas agresivas y/o violentas. Por ejemplo, mientras que el robo no tiene por qué ir unido a dichas conductas, otras como el asesinato o el terrorismo suponen el extremo máximo en un continuo de violencia.
Lo mismo ocurre con las conductas agresivas: si suponen una transgresión de las normas sociales pueden ser consideradas como antisociales, pero existe la posibilidad de que estas conductas sean socialmente aceptadas y adaptativas, por lo que habría una serie de comportamientos agresivos que quedarían fuera de dicho epígrafe (por ejemplo, agredir físicamente a otro que te ataca en defensa propia o para defender a un ser querido).
Por lo tanto, tendríamos dentro de las interrelaciones entre estos conceptos, diferentes subtipos de conductas antisociales. Por un lado, aquellas que son delito y además aparecen asociadas a un trastorno clínico (por ejemplo, consumo de drogas en un adolescente con trastorno negativista desafiante), aquellas que son delitos agresivos y/o violentos (por ejemplo, violencia doméstica o maltrato hacia un hermano), aquellas conductas agresivas y/o violentas que aparecen dentro de un trastorno clínico (por ejemplo, maltrato físico a los animales por parte de un adolescente con trastorno disocial) y, finalmente, aquellas que cumplen las tres características, es decir, son delito, son agresivas y/o violentas y además aparecen dentro de un trastorno clínico (por ejemplo, el adolescente con trastorno disocial que maltrata a su pareja). Por último, quedaría señalar que el concepto de agresión hace referencia no sólo a conductas agresivas y/o violentas en sí mismas, sino además, a un estado agresivo que tendría que ver más bien con la presencia de variables de carácter temperamental y que preceden o potencian la aparición de la conducta agresiva como son la ira y la hostilidad.
Fuente - Texto tomado de MASTERFORENSE.COM: