sábado, 26 de diciembre de 2020

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 2, 22-40



22. Cumplido así mismo el tiempo de la purificación de la madre, según la ley de Moisés, llevaron al Niño a Jerusalén, para presentarle al Señor.

23. Como está escrito en la ley del Señor:


"Todo varón que nazca el primero, será consagrado al Señor"




24. Y para presentar la ofrenda de un par de tórtolas, o dos palominos, como está también ordenado en la ley del Señor.

25. Había a la sazón en Jerusalén un hombre justo y temeroso de Dios, llamado Simeón, el cual esperaba de día en día la consolación de Israel o la venida del Mesías, y el Espíritu Santo moraba en él.

26. El mismo Espíritu Santo le había revelado, que no había de morir antes de ver al Cristo o Ungido del Señor.

27. Así vino inspirado de Él al templo. Y al entrar con el Niño Jesús sus padres para practicar con Él lo prescrito por la ley.

28. Tomándole Simeón en sus brazos, bendijo a Dios, diciendo:



29. "Ahora, Señor, ahora sí que sacas en paz de este mundo a tu siervo, según tu promesa.

30. Porque ya mis ojos han visto al Salvador que nos has dado.




31. Al cual tienes destinado para que, expuesto a la vista de todos los pueblos.

32. Sea luz brillante que ilumine a los gentiles y la gloria de tu pueblo de Israel"

33. Su Padre y su Madre escuchaban con admiración las cosas que de Él se decían.

34. Simeón bendijo a entreambos, y dijo a María su madre:


"Mira, este Niño que ves está destinado para ruina y para resurrección de muchos en Israel, y para ser el blanco de la contradicción de los hombres.



35. Lo que será para Ti misma una espada que traspasará tu Alma; a fin de que sean descubiertos los pensamientos ocultos en los corazones de muchos"

36. Vivía entonces una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser que era ya de edad muy avanzada; y la cual, casada desde la flor de ella, vivió con su marido siete años.

37. Y habíase mantenido viuda hasta los ochenta y cuatro de su edad, no saliendo del templo, y sirviendo en él a Dios día y noche con ayunos y oraciones.

38. Esta, pues, sobreviniendo a la misma hora, alababa igualmente al Señor, y hablaba de Él a todos los que esperaban la rendición de Israel.

39. Y María y José con el Niño Jesús, cumplidas todas las cosas ordenadas en la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.




40. Entretanto, el Niño iba creciendo, y fortaleciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba en Él.


Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús

Fiesta Sagrada Familia de Nazareth: Jesús - María y José - Diciembre 27 de 2020



¿Cómo era la Sagrada Familia?


María y José cuidaban a Jesús, se esforzaban y trabajaban para que nada le faltara, tal como lo hacen todos los buenos padres por sus hijos.

José era carpintero, Jesús le ayudaba en sus trabajos, ya que después lo reconocen como el "hijo del carpintero"María se dedicaba a cuidar que no faltara nada en la casa de Nazareth. Tal como era la costumbre en aquella época, los hijos ayudaban a sus mamás moliendo el trigo y acarreando agua del pozo y a sus papás en su trabajo. Podemos suponer que en el caso de Jesús no era diferente. Jesús aprendió a trabajar y a ayudar a su familia con generosidad. Él siendo Todopoderoso, obedecía a sus padres humanos, confiaba en ellos, los ayudaba y los quería.

¡Qué enseñanza nos da Jesús, quien hubiera podido reinar en el más suntuoso palacio de Jerusalén siendo obedecido por todos! Él, en cambio, rechazó todo ésto para esconderse del mundo obedeciendo fielmente a María y a José, y dedicándose a los más humildes trabajos diarios, el taller de San José y en la casa de Nazareth.




Las familias de hoy, deben seguir este ejemplo tan hermoso que nos dejó Jesús tratando de imitar las virtudes que vivía la Sagrada Familia: sencillez, bondad, humildad, caridad, laboriosidad, etc. La familia debe ser una escuela de virtudes. Es el lugar donde crecen los hijos, donde se forman los cimientos de su personalidad para el resto de su vida y donde se aprende a ser un buen cristiano. Es en la familia donde se formará la personalidad, inteligencia y voluntad del niño. Esta es una labor hermosa y delicada. Enseñar a los niños el camino hacia Dios, llevar estas almas al cielo. Ésto se hace con amor y cariño.

"La familia es la primera comunidad de vida y amor, el primer ambiente donde el hombre puede aprender a amar y a sentirse amado, no sólo por otras personas, sino también y ante todo por Dios" (San Juan Pablo II - Encuentro con las familias en Chihuahua 1990)

El Papa Juan Pablo II en su carta a las familias nos dice que es necesario que los esposos orienten, desde el principio, su corazón y sus pensamientos hacia Dios, para que su paternidad y maternidad, encuentre en Él la fuerza para renovarse continuamente en el amor. Así como Jesús creció en sabiduría y gracia ante Dios y los hombres, en nuestras familias debe suceder lo mismo. Ésto significa que los niños deben aprender a ser amables y respetuosos con todos, ser estudiosos, obedecer a sus padres, confiar en ellos, ayudarlos y quererlos, orar por ellos, y todo ésto en familia.




En medio de una fuerte crisis en torno a la integridad de la familia. Dios Amor nos brinda nuevamente el modelo pleno de amor familiar al presentarnos a Jesús, María y José. La Sagrada Familia nos habla de todo aquello que cada familia anhela auténtica y profundamente, puesto que desde la intensa comunión hay una total entrega amorosa por parte de cada miembro de la familia santa, elevando cada acto generoso hacia Dios, como el aroma del incienso para darle gloria. Por ello, a la luz de la Sagrada Escritura, veamos algunos rasgos importantes de San José, Santa María y el Niño Jesús:




San José




Es el jefe de la familia y actúa siempre como Dios le manda, muchas veces sin comprender el por qué de lo que Dios le pide, pero teniendo fe y confianza en Él. "Al despertarse, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa" (Mt. 1, 24-25). Cuando se entera que María estaba embarazada piensa en abandonarla, porque la quería mucho y no deseaba denunciarla públicamente (como era la costumbre de la época), pero el Ángel de Dios se le apareció en sueños y le dijo que lo que había sido engendrado en el vientre de María, era obra del Espíritu Santo y que no temiera en recibirla. "Ella dio a luz un Hijo, y él le puso el nombre de Jesús" (Mt. 1, 25). Cuando nace el Niño, él le pone el nombre de Jesús, como el Ángel le había dicho. Luego, cuando Herodes tenía intenciones de matar al Niño Jesús y ante otro aviso del Ángel del SeñorJosé toma a su familia y marcha hacia Egipto. Por último, con la muerte de Herodes y ante un nuevo aviso del Ángel de Dios, lleva a su familia a instalarse en Nazareth. San José, Casto Esposo de Santa María, acoge a Jesús en su corazón paternal, educándolo, cuidándolo, amándolo como si fuere hijo suyo. El Niño Jesús aprende de su "santo padre adoptivo" muchas cosas, entre éstas, el oficio de carpintero.


La Santísima Virgen María




Desde el momento de la Anunciación, María es el modelo de entrega a Dios. "He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según Tu Palabra" (Lc. 1, 38). En la Anunciación, María responde con un SÍ rotundo desde una libertad poseída, poniéndose en las manos de Dios. En Santa María vemos una continua vivencia de la dinámica de la alegría-dolor: criando, educando, siguiendo de cerca a su Hijo Jesús mostrándole en todo momento un auténtico amor maternal. "Su madre conservaba estas cosas en su corazón" (Lc. 2, 52). Ella fue vislumbrando lentamente el misterio trascendente de la Vida de Jesús, manteniéndose fielmente unida a Él. 


El Niño Jesús




Desde niño, demuestra que es el Hijo de Dios y que cumple fielmente lo que su Padre le manda. "Vivía sujeto a ellos" (Lc. 2, 51). Como niño, Él obedecía a su madre y a su padre adoptivo, y permanecía siempre junto a ellos, María y José fueron sus primeros educadores. "El Niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la Gracia de Dios estaba con Él" (Lc. 2, 40).

Jesús aprende el oficio de carpintero de su padre adoptivo José"¿No sabían que Yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?" (Lc. 2, 49). Cuando Jesús se queda en el Templo, a los doce años, se puede pensar que desobedece a sus padres y que eso está mal. No es así, Jesús demuestra en este hecho su plena independencia con respecto a todo vínculo humano, cuando está de por medio el Plan de su Padre y la Misión que Él le ha encomendado.





Oración




"Oremos hoy por todas las familias del mundo para que logren responder a su vocación tal y como respondió la Sagrada Familia de Nazareth. Oremos especialmente por las familias que sufren, pasan por muchas dificultades o se ven amenazadas en su indisolubilidad y en el gran servicio al amor y a la vida para el que Dios las eligió" (San Juan Pablo II).




"Oh Jesús, acoge con bondad a nuestra familia que ahora se entrega y consagra a Ti, protégela, guárdala e infunde en ella tu paz para poder llegar a gozar todos de la felicidad eterna".




"Oh María, Madre amorosa de Jesús y Madre nuestra, te pedimos que intercedas por nosotros, para que nunca falte el amor, la comprensión y el perdón entre nosotros y obtengamos su gracia y bendiciones".




"Oh San José, ayúdanos con nuestras oraciones en todas nuestras necesidades espirituales y temporales, a fin de que podamos agradar eternamente a Jesús".
Amén




Oración a la Familia
por San Juan Pablo II




Oh Dios, de quien procede toda paternidad
en el cielo y en la tierra,
Padre, que eres Amor y Vida,
haz que cada familia humana
sobre la tierra se convierta,
por medio de Tu Hijo, Jesucristo,
"nacido de Mujer", y del Espíritu Santo,
fuente de caridad divina,
en verdadero santuario de la vida
y del amor para las generaciones
porque siempre se renuevan.

Haz que tu Gracia guíe a los pensamientos
y las obras de los esposos hacia el bien
de sus familias y de todas las familias del mundo.

Haz que las jóvenes generaciones encuentren
en la familia un fuerte apoyo
para su humanidad y su crecimiento
en la verdad y en el amor.

Haz que el amor, corroborado por la gracia
del sacramento del matrimonio,
se demuestre más fuerte que cualquier
debilidad y cualquier crisis,
por las que a veces pasan nuestras familias.

Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión
de la Sagrada Familia de Nazareth,
que la Iglesia en todas las naciones de la tierra
pueda cumplir fructíferamente su misión
en la familia y por medio de la familia.
Tú, que eres la Vida, la Verdad y el Amor,
en la Unidad del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.




Oración
a la Sagrada Familia de Nazareth




Sagrada Familia de Nazaret:
enséñanos el recogimiento,
la interioridad;
danos la disposición de escuchar
las buenas inspiraciones
y las palabras de los verdaderos maestros.
Enséñanos la necesidad del trabajo
de reparación, del estudio,
de la vida interior personal,
de la oración, que sólo Dios
ve en lo secreto; enséñanos lo que
es la familia, su comunión de amor,
su belleza simple y austera,
su carácter sagrado e inviolable.
Amén.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=34511

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

San Juan - Apóstol y Evangelista - Fiesta Diciembre 27




San Juan Evangelista:
consíguenos de Dios
la gracia especial
de leer con fe y cariño
tu santo evangelio,
y obtener de su lectura
gran provecho
para nuestra alma

Dios es amor (San Juan)
Juan significa = "Dios es misericordioso"


El discípulo amado


Este apóstol tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús. Y se ha hecho muy famoso por haber compuesto el cuarto evangelio. Nació en Galilea. Era hijo de Zebedeo y de Salomé, y hermano de Santiago el Mayor. Fue capaz de plasmar con exquisitas imágenes literarias los sublimes pensamientos de Dios. Hombre de elevación espiritual, se lo considera el águila que se alza hacia las vertiginosas alturas del misterio trinitario:

"En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios"

Su oficio era el de pescador. Parece que fue uno de los dos primeros discípulos de Jesús, junto con Andrés. Los dos eran también discípulos de Juan Bautista, y un día al escuchar que el Bautista señalaba a Jesús y decía:



"Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo"

Se fueron detrás de Él. Jesús se volvió y les dijo:

"¿Qué buscan?"

Ellos le respondieron:

"Señor: ¿Dónde habitas?"

Y Jesús les dijo:

"Vengan y verán"

Y se fueron con Él y estuvieron en su compañía toda la tarde recibiendo sus enseñanzas. Durante toda su vida, Juan jamás podrá olvidar el día, la hora y el sitio en que se encontró por primera vez con Jesucristo. Fue el momento más decisivo de su existencia. Juan estaba después un día con su hermano Santiago, y con sus amigos Simón y Andrés, remendando las redes a la orilla del lago, cuando pasó Jesús y les dijo:




"Vengan conmigo y los haré pescadores de almas"

Inmediatamente, dejando a su padre y a su empresa pequeña, se fue con Cristo a dedicarse para siempre y por completo a extender el Reino de Dios. Juan Evangelista hizo parte, junto con Pedro y Santiago, del pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a todas partes y que presenciaron sus más grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la Transfiguración, y presenciaron la Resurrección de la hija de Jairo. Los tres presenciaron la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos. Junto con Pedro, fue este apóstol encargado por Jesús de prepararle la Última Cena.

Al ver la mamá de Santiago y Juan que Jesús los prefería tanto, y aconsejada por ellos dos, que eran bien orgullosos, se atrevió a pedirle al Señor una gracia muy especial: que cuando Él empezara a reinar, nombrara a Juan primer ministro y a Santiago ministro también. Jesús le respondió que el señalar los primeros puestos en el Reino de los Cielos le correspondía al Padre Celestial, y que éstos ya estaban determinados para otros. Los demás apóstoles se indignaron contra estos dos vanidosos, pero Jesús aprovechó aquella ocasión para recordarles que en el Reino de los Cielos ocuparán los primeros puestos, los que se hayan dedicado a prestar servicios humildes a los demás.

Está junto a Él en la Última Cena, durante el proceso y, único entre los apóstoles, asiste a su muerte al lado de la Virgen. Pero contrariamente a cuanto pueden hacer pensar las representaciones del arte, Juan no era un hombre fantasioso y delicado, y bastaría el apodo que puso el Maestro a él y a su hermano Santiago:


"Hijos del trueno"

Y ésto se debió a que un día fueron los apóstoles a pedir hospedaje en un pueblo de samaritanos (que odiaban a los judíos), y nadie les quiso proporcionar nada. Entonces estos dos hermanos, que eran violentos, le propusieron a Jesús que les mandara a aquellos maleducados samaritanos alguno de los rayos que tenía desocupados por allá en las nubes. Jesús tuvo que regañarlos porque no habían comprendido todavía que Él no había venido a hacer daño a ninguno, sino a tratar de salvar a cuantos más pudiera. Más tarde estos dos hermanos tan vanidosos y malgeniados, cuando reciban el Espíritu Santo, se volverán humildes y sumamente amables y bondadosos.

Es de los íntimos de Jesús y le está cerca en las horas más solemnes de su vida. Para demostrarnos un temperamento vivaz e impulsivo, ajeno a compromisos y dudas, hasta parecer intolerante. En el Evangelio, él se presenta a sí mismo como:


"El discípulo a quien Jesús amaba"




Aunque no podemos indagar sobre el secreto de esta inefable amistad, podemos adivinar una cierta analogía entre el alma del "hijo del trueno" y la del "Hijo del hombre", que vino a la tierra a traer no sólo la paz sino también el fuego. Después de la Resurrección, Juan permanecerá largo tiempo junto a Pedro. Pablo, en la carta de los Gálatas, habla de Pedro, Santiago y Juan "como las columnas" de la Iglesia.




En la Última Cena tuvo el honor de recostar su cabeza sobre el corazón de Cristo. Juan Evangelista fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el Calvario al morir Jesús. Y recibió de Él en sus últimos momentos el más precioso de los regalos. Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a la Madre Santísima María, como si fuera su propia madre, diciéndole:


"He ahí a tu Madre"


 



Y diciendo a María:


"He ahí a tu hijo"


El domingo de la Resurrección, fue el primero de los apóstoles en llegar al sepulcro vacío de Jesús. Se fue corriendo con Pedro (al oír la noticia de que el sepulcro estaba vacío), pero como era más joven, corrió a mayor velocidad y llegó primero. Sin embargo, por respeto a Pedro lo dejó entrar a él primero y luego entró él también; y vio y creyó que Jesús había resucitado. Después de la Resurrección de Cristo, cuando la segunda pesca milagrosa, Juan fue el primero en darse cuenta de que el que estaba en la orilla era Jesús. Luego Pedro le preguntó al Señor señalando a Juan:

"¿Y éste qué será?"

Jesús le respondió:

"Y si Yo quiero que se quede hasta que Yo venga, a ti qué?"

Con esto algunos creyeron que el Señor había anunciado que Juan no moriría. Pero lo que anunció fue que se quedaría vivo por bastante tiempo, hasta que el reinado de Cristo se hubiera extendido mucho. Y en efecto vivió hasta el año 100, y fue el único apóstol al cual no lograron matar los perseguidores. Después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, Juan iba con Pedro un día hacia el templo, y un pobre paralítico les pidió limosna. En cambio le dieron la curación instantánea de su enfermedad. Con este milagro se convirtieron cinco mil personas, pero los apóstoles fueron llevados al tribunal supremo de los judíos, que les prohibió hablar de Jesucristo. Pedro y Juan les respondieron:

"Tenemos que obedecer a Dios, antes que a los hombres"

Los encarcelaron, pero un ángel llegó y los libertó. Otra vez los pusieron presos y les dieron 39 azotes a cada uno. Ellos salieron muy contentos de haber tenido el honor de sufrir esta afrenta por amor al Señor Jesús, y siguieron predicando por todas partes. Juan, para cumplir el mandato de Jesús en la Cruz, se encargó de cuidar a María Santísima como el más cariñoso de los hijos. Con Ella se fue a evangelizar a Éfeso y la acompañó hasta la hora de su gloriosa muerte.

El emperador Domiciano quiso matar al apóstol San Juan y lo hizo echar en una olla de aceite hirviente, pero él salió de allá más joven y más sano de lo que había entrado, entonces fue desterrado a la Isla de Patmos, donde fue escrito el Apocalipsis. En el Apocalipsis Juan dice que fue perseguido y relegado a la Isla de Patmos por:


"La Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo"


Después volvió otra vez a Éfeso, donde escribió el Evangelio según San Juan, que es el libro que lo ha hecho tan famoso. Este libro tiene un estilo elevadísimo e impresionantemente hermoso. Agrada mucho a las almas místicas, y ha convertido a muchísimos con su lectura. A San Juan Evangelista lo pintan con un águila al lado, porque es el escritor de la Biblia que se ha elevado a más grandes alturas de espiritualidad con sus escritos. Ningún otro libro tiene tan elevados pensamientos como en su evangelio.




Dice San Jerónimo que cuando San Juan era ya muy anciano se hacía llevar a las reuniones de los cristianos, y lo único que les decía siempre era ésto:

"Hermanos, ámense los unos a otros"

Una vez le preguntaron por qué repetía siempre lo mismo, y respondió:

"Es que ése es el mandato de Jesús, y si lo cumplimos, todo lo demás vendrá por añadidura"

San Epifanio dice que San Juan murió hacia el año 100, a los 94 años de edad. Poco antes había ido a un monte tenebroso a convertir a un discípulo suyo que se había vuelto guerrillero, y lo logró convertir volviéndolo bueno otra vez. Dicen los antiguos escritores que amaba mucho a todos, pero que les tenía especial temor a los herejes porque ellos con sus errores pierden muchas almas.


Fuente - Texto tomado de EWTN:

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=695

San Esteban - Protomártir - Siglo I - Fiesta Diciembre 26



San Esteban es Protomártir del siglo I. Este santo se llama "Protomártir", porque tuvo el honor de ser el primer mártir que derramó su sangre por proclamar su fe en Jesucristo.


Esteban significa = "coronado" (Esteb: corona)


Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles. La S. Biblia, en los Hechos de los Apóstoles narra que cuando en Jerusalén hubo una protesta de las viudas y pobres que no eran israelitas, porque en la distribución de las ayudas se les daba más preferencia a los que eran de Israel, que a los pobres que eran del extranjero, los 12 Apóstoles dijeron:

"A nosotros no nos queda bien dejar nuestra labor de predicar por dedicarnos a repartir ayudas materiales"

Y pidieron a los creyentes que eligieran por voto popular a siete hombres de muy buena conducta y llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para que se encargaran de la repartición de las ayudas a los pobres. Y entre los siete elegidos, resultó aclamado Esteban (junto con Nicanor, Felipe y otros). Fueron presentados a los Apóstoles los cuales oraron por ellos y les impusieron las manos, quedando así ordenados de diáconos (palabra que significa "ayudante", "servidor". Diácono es el grado inmediatamente inferior al sacerdote).

Los judíos provenientes de otros países, al llegar a Jerusalén empezaron a discutir con Esteban que les hablaba muy bien de Jesucristo, y no podían resistir a su sabiduría y al Espíritu Santo que hablaba por medio de él. Siempre les ganaba las discusiones. Lo llevaron ante el Tribunal Supremo de la nación llamado Sanedrín, para acusarlo con falsos testigos, diciendo que él afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés. Y los del tribunal al observarlo vieron que su rostro brillaba como el de un ángel.

Esteban pronunció ante el Sanedrín un impresionante discurso, en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (está en el Capítulo 7 de los Hechos de los Apóstoles)y les fue echando en cara a los judíos que ellos siempre se habían opuesto a los profetas y enviados de Dios, terminando por matar al más santo de todos, JESUCRISTO El Salvador. Al oír ésto, ellos empezaron a rechinar de rabia. Pero Esteban lleno del Espíritu Santo miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba en pie a la derecha de Dios y exclamó:

"Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie a la derecha de Dios"




Entonces ellos llenos de rabia se taparon los oídos y se lanzaron contra él. Lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo (el futuro San Pablo, que se convertirá por las oraciones de este mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban decía:

"Señor Jesús, recibe mi espíritu"

Y de rodillas dijo con fuerte voz:

"Señor, no les tengas en cuenta este pecado"

Y diciendo ésto, murió. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban y la comunidad hizo gran duelo por él.

El primer mártir cristiano moría perdonando a sus verdugos, tal y como lo había hecho Jesucristo en lo alto de la Cruz. Esta mansedumbre y caridad cristiana es la nota definitiva de la plenitud de San Esteban. Estaba lleno de gracia, sabiduría y de poder sobrenatural, pero sobre todo estaba lleno de amor, tenía un corazón formado en la escuela de Cristo. El odio contra Esteban y Jesús, recogido en el corazón más grande que allí había presente, el único en que cabía, se iba a convertir en amor.


Saulo, el fariseo, será muy pronto Pablo, el siervo de Cristo. La mejor corona de Esteban será la conversión de Saulo, que ahora guarda los vestidos de los verdugos, y que se va a convertir en el Apóstol, en el medio elegido por Dios para dar a conocer la doctrina de su Hijo.


Dichoso tú Esteban:
que por proclamar tu amor
a Cristo en la tierra te fuiste
a acompañarlo a Él en el cielo.
Haz que seamos muchos,
muchísimos los que con nuestras
palabras y buenas obras
nos declaremos amigos
y seguidores de Jesús en esta vida
y seamos sus compañeros
en el gozo eterno del Paraíso.
Amén.


Fuente - Texto tomado de EWTN: