Aleteia | Enero 3 de 2017
¡Gracias por el don de tu Humildad,
tu Misericordia y tu Perdón!
Jesús, Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo,
que tanto amas a la humanidad
que no sólo te rebajas
a hacerte hombre,
sino que eres el manso cordero
que cargas con los pecados
de todos nosotros.
¡Gracias por el don de tu Humildad,
tu Misericordia y tu Perdón!
Quiero que mi vida de cada día
esté limpia de pecado,
nunca indigna de un discípulo tuyo.
Te pido que toda mi existencia
transcurra siempre en tu compañía,
y las últimas palabras sean
repetir tu Santísimo Nombre,
el Nombre Sobre Todo Nombre.
Por el mismo Jesucristo,
Nuestro Señor.
Amén
Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG: