domingo, 11 de marzo de 2018

San Abraham - Patriarca - Fiesta Marzo 12



La historia de Abraham se encuentra en el primer libro de la Biblia, el Libro del Génesis. Con Abraham fundó Dios en el mundo la verdadera religión.

Vivía en la ciudad de Ur, cerca de los ríos Tigris y Eufrates, cuando Dios le pidió el sacrificio de alejarse de su tierra, que era muy fértil, y de su hermosa ciudad e irse a un país desconocido y desértico, lejos de familiares y amigos, Abraham aceptó este sacrificio, y Dios en pago le prometió que sus descendientes poseerían por siempre aquel país.

Abraham deseaba tener un hijo que prolongara su familia, y Dios permitió que su esposa fuera estéril y que a la edad de 90 años Abraham todavía no lograra tener el hijo que tanto deseaba. Sin embargo, Nuestro Señor le prometió que su descendencia sería tan numerosa como las arenas del mar, y Abraham creyó a esta promesa de Dios, y esta fe le fue apreciada y recompensada.

Dios se le aparece en forma de viajero peregrino (acompañado de dos ángeles disfrazados también), y Abraham los atiende maravillosamente bien. Dios le promete que dentro de un año tendrá un hijo. Sara, la esposa, que está oyendo detrás de una cortina, se ríe de esta promesa, porque le parece imposible ya que ellos dos son muy viejos. Dios manda que al niño le pongan por nombre "Isaac"; que significa "el hijo de la sonrisa"


Y cuando el jovencito tiene 12 años, Dios pide a Abraham que vaya a un monte y le ofrezca el hijo en sacrificio. Abraham acepta ésto que le cuesta muchísimo y cuando ya va a matar a Isaac, un ángel le detiene la mano y oye una voz del cielo que le dice:


"He visto cuán grande es tu generosidad. Ahora te prometo que tu descendencia nunca se acabará en el mundo"
Y luego ve un cordero enredado entre unas matas de espinas y lo ofrece en sacrificio a Dios. Los enemigos atacaron a la ciudad donde vivía Lot, el sobrino de Abraham, llevándose a todos prisioneros. Entonces el patriarca reunió a sus obreros (318) y atacó por sorpresa a los enemigos y libertó a todos los cautivos.
En acción de gracias llevó a Melquisedec, sacerdote de Jerusalén, la décima parte de todo lo que había conseguido. Desde entonces quedó la costumbre de dar para Dios y para los pobres el diezmo, o sea la décima parte de lo que cada uno gana.


Nuestro Señor le comunicó a su amigo Abraham que iba a destruir a Sodoma, porque en esa ciudad se cometían pecados de homosexualidad. Abraham le rogó a Dios que no la destruyera si había allí siquiera 10 personas buenas. Pero como no las había, cayó una lluvia de fuego y los mató a todos. Sólo se salvó Lot, por ser sobrino de Abraham. Pero la mujer de Lot desobedeció la orden de los ángeles y al salir de la ciudad se puso a mirar hacia atrás y quedó convertida en estatua de sal.



Abraham fue padre de Isaac, del cual nacieron Esaú y Jacob. Los hijos de Jacob se llaman los Doce Patriarcas, de los cuales se formó el pueblo de Israel.

Dios le cambió el nombre de Abrán, que significa "padre", por el nombre de "Abraham", que significa: padre de muchos pueblos.

La S. Biblia alaba a Abraham porque creyó contra toda esperanza y porque nunca dudó de que Dios sí cumple lo que promete, aunque parezca imposible.

Santo Patriarca Abraham,
pídele a Dios que nos conceda
una fe tan grande como la tuya,
y el perseverar fieles a nuestra
religión hasta la muerte.

Fuente - Texto tomado de EWTN:

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 3, 14-21


14. Al modo que Moisés en el desierto levantó en alto la serpiente de bronce, así también es menester que el Hijo del hombre sea levantado en alto.



15. Para que todo aquel que crea en Él, no perezca, sino que logre la vida eterna.



16. Que amó tanto Dios al mundo, que no paró hasta dar a su Hijo unigénito; a fin de que todos los que creen en Él, no perezcan, sino que vivan vida eterna.

17. Pues no envió Dios su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que por su medio el mundo se salve.

18. Quien cree en Él, no es condenado: pero quien no cree, ya tiene hecha la condena; por lo mismo que no cree en el nombre del Hijo unigénito de Dios.


19. Este juicio de condenación consiste en que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, por cuanto sus obras eran malas.

20. Pues quien obra mal, aborrece la luz, y no se arrima a ella, para que no sean reprendidas sus obras.

21. Al contrario, quien obra según la verdad le inspira, se arrima a la luz, a fin de que sus obras se vean, como que han sido hechas según Dios.

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

4a. Semana de Cuaresma - Marzo 11 al 17 de 2018



Domingo - Marzo 11

Cuarto Domingo de Cuaresma

Domingo de Israel
y del ciego de nacimiento

"El Señor me puso barro en los ojos, me lavé" (Antífona de Comunión Jn. 9, 11).

Reflexión

«Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis, alegraos de su alegría» (Antífona de entrada).

Con esta invitación a la alegría, se abre la liturgia de hoy. Ella da un tono particularmente gozoso a este cuarto domingo de Cuaresma, llamado tradicionalmente domingo laetare. Sí, debemos alegrarnos, puesto que el auténtico espíritu cuaresmal es búsqueda de la alegría profunda, fruto de la amistad con Dios. Nos alegramos porque la Pascua ya está cerca, y dentro de poco celebraremos nuestra liberación del mal y del pecado, gracias a la vida nueva que nos trajo Cristo muerto y resucitado.

En este camino hacia la Pascua, la liturgia nos exhorta a recorrer el itinerario catecumenal con los que se preparan para recibir el bautismo. El domingo pasado meditamos en el don del agua viva del Espíritu (cf. Jn 4, 5-42); hoy nos detenemos con el ciego de nacimiento junto a la piscina de Siloé, para acoger a Cristo, luz del mundo (cf. Jn 9, 1-41).

El ciego fue, se lavó, y volvió con vista» (Jn 9, 7). Como él, debemos dejarnos iluminar por Cristo, y renovar la fe en el Mesías sufriente, que se revela como la luz de nuestra existencia: «Yo soy la luz del mundo; (...) quien me sigue tendrá la luz de la vida» (Aclamación antes del Evangelio).

El agua y la luz son elementos esenciales para la vida. Precisamente por eso, Jesús los elevó a la categoría de signos reveladores del gran misterio de la participación del hombre en la vida divina.

Caminad como hijos de la luz» (Ef 5, 8). Las palabras del apóstol San Pablo, en la segunda lectura, nos estimulan a recorrer este camino de conversión y renovación espiritual. En virtud del bautismo, los cristianos son «iluminados»; ya han recibido la luz de Cristo. Por tanto, están llamados a conformar su existencia con el don de Dios: ¡a ser hijos de la luz!

Amadísimos hermanos y hermanas, el Señor os abra los ojos de la fe, como hizo con el ciego de nacimiento, para que aprendáis a reconocer su rostro en el de vuestros hermanos, especialmente en los más necesitados.

María, que ofreció a Cristo a todo el mundo, nos ayude también a nosotros a acogerlo en nuestras familias, en nuestras comunidades y en todos los ambientes de vida y trabajo de nuestra ciudad. Amén.

Oración

Señor Dios, luz que alumbras a todo hombre que viene a este mundo, ilumina nuestro espíritu con la claridad de tu gracia, para que nuestros pensamientos sean dignos de ti y aprendamos a amarte de todo corazón. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

MARZO 12 - MARZO 17

Lunes, Marzo 12

"Yo confío en el Señor. Tu misericordia sea mi gozo".

Oración

Oh Dios, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos; concede a tu Iglesia la ayuda de estos auxilios del cielo sin que le falten los necesarios de la tierra. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Martes, Marzo 13

"Sedientos, acudid por agua -dice el Señor- " (Antífona de Entrada, Cf. Is 55, 1).

Oración

Te pedimos, Señor, que las prácticas santas de esta Cuaresma dispongan el corazón de tus fieles para celebrar dignamente el misterio pascual y anunciar a todos los hombres la grandeza de tu salvación. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Miércoles, Marzo 14

"Mi oración se dirige hacia ti, Dios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude". (Antífona de Entrada, Sal 68, 14)".

Oración

Señor, Dios nuestro, que concedes a los justos el premio de sus méritos y a los pecadores que hacen penitencia les perdonas sus pecados, ten piedad de nosotros y danos, por la humilde confesión de nuestras culpas, tu paz y tu perdón. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Jueves, Marzo 15

"Que se alegren los que buscan al Señor. Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro". (Antífona de Entrada, Sal 104, 3-4).

Oración

Padre lleno de amor, te pedimos que, purificados por la penitencia y por la práctica de las buenas obras, nos mantengamos fieles a tus mandamientos, para llegar, bien dispuestos, a las fiestas de Pascua. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Viernes, Marzo 16

"Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras". (Antífona de Entrada, Sal 53, 3-4).

Oración

Señor, tú que en nuestra fragilidad nos ayudas con medios abundantes, concédenos recibir con alegría la salvación que nos otorgas y manifiéstala a los hombres con nuestra propia vida. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Sábado, Marzo 17

"Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. Soy un gusano, no un hombre; vergüenza de la gente, desprecio del pueblo". (Antífona de Entrada, Sal 21, 20. 7).

Oración

Señor, tú que realizas sin cesar la salvación de los hombres y concedes a tu pueblo, en los días de Cuaresma, gracias más abundantes, dígnate mirar con amor a tus elegidos y concede tu auxilio protector a los catecúmenos y a los bautizados. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:
http://ewtn.com/espanol/cuaresma/week4.asp