sábado, 4 de agosto de 2018

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 6, 24-35


24. Pues como viese la gente que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, entraron en dichos barcos, y dirigiéronse a Cafarnaúm en busca de Jesús.

25. Y habiéndole hallado a la otra parte del lago, le preguntaron:
"Maestro, ¿cuándo viniste acá?"
26. Jesús les respondió, y dijo:
"En verdad, en verdad os digo, que vosotros me buscáis no por mi doctrina, atestiguada por los milagros que habéis visto, sino porque os he dado de comer con aquellos panes, hasta saciaros.

27. Trabajad para tener no tanto el manjar que se consume, sino el que dura hasta la vida eterna, el cual os lo dará el Hijo del hombre, pues en éste imprimió su sello o imagen el Padre, que es Dios"
28. Preguntáronle luego ellos:
"¿Qué es lo que haremos, para ejercitarnos en obras del agrado de Dios?"
29. Respondióles Jesús:
"La obra agradable a Dios, es que creáis en aquel que Él os ha enviado"


30. Dijéronle:
"¿Pues qué milagro haces Tú para que nosotros veamos y creamos? ¿Qué cosas haces extraordinarias?"
31. Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito:
"Dióles a comer pan del cielo"
32. Respondióles Jesús:



"En verdad, en verdad os digo: Moisés no os dio pan del cielo; mi Padre es quien os da a vosotros el verdadero pan del cielo.
33. Porque pan de Dios es aquel que ha descendido del cielo, y que da la vida al mundo"
34. Dijéronle ellos:
"Señor, danos siempre ese pan"
35. A lo que Jesús respondió:



"Yo soy el pan de vida; el que viene a Mí, no tendrá hambre, y el que cree en Mí, no tendrá sed jamás"
Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús