jueves, 18 de mayo de 2017

Novena a María Auxiliadora - Día Quinto - Mayo 19 de 2017



Novena a María Auxiliadora
Quinto día
Para pedir la caridad

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria

¡Oh María Auxiliadora, vengo a postrarme humildemente a tus plantas, para tributarte mi homenaje de amor y gratitud! Indigno soy de recibir nuevos favores de tu mano amorosísima, pues no he correspondido a las innumerables gracias que me has dispensado a cada paso. Olvidando mi ingratitud y no pensando más que en tu amor y benignidad, vengo a implorar nuevamente tus auxilios. Concédeme la gracia que deseo..., si no es contraria a la Voluntad de Dios. No me desampares, Madre mía, robustece mi voluntad para que no me aparte del verdadero camino de la virtud; ilumina mi entendimiento para que comprenda cuánto me amas, y santifícame para que logre, mediante tu valiosísimo socorro, alabarte por toda la eternidad. Así sea.

Oración para pedir la caridad


¡Oh María Auxiliadora, gloriosa Madre de Dios! Por aquella unión que tu alma santísima tuvo con el Señor desde el primer instante de tu Inmaculada Concepción, ¡ah!, concédeme la gracia que te pido... y haz que yo empiece, a lo menos desde este instante, a amar de veras a Jesús con amor generoso, puro y constante. Y por aquel solemne mandato que Jesús nos dió de amarnos, alcánzame una sincera caridad para con mi prójimo tanto que me interese prácticamente por su bien y sea fácil en perdonarle, excusarle y también de prevenirle en sus necesidades del alma y del cuerpo, para hacerme siempre más digno de Ti, Auxiliadora de los cristianos. Amén.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Oración final

¡Dios te salve Reina, Madre de misericordia y auxilio de los cristianos! Pobre hijo de Eva, a quién me dirigiré en este valle de llanto sino a Ti que eres vida, dulzura y esperanza nuestra! A Ti se eleva mi grito: A TI CLAMAMOS!, a tus pies deposito el peso de mis afanes: A TI SUSPIRAMOS!... Ea, pues, Señora, manifiéstate como lo fuiste siempre, poderosa Abogada: inclina tus ojos maternales sobre mí que te amo tanto, ¡Oh Madre!, hoy más que nunca necesito de tu misericordia y de tu santo auxilio...! ¡Ah! vuelve hacia mí esos ojos tan misericordiosos y quedaré contento... Es verdad, yo soy culpable, pero Tú eres Santa: ¡Oh CLEMENTE! Yo soy ingrato, pero Tú eres buena! ¡OH PIADOSA! Yo soy rebelde, pero Tú eres dulce! ¡Oh DULCE VIRGEN MARIA! No mires mis culpas y pecados y acuérdate sólo de tu bondad: ¡MUESTRATE QUE ERES MADRE! Yo me abandono y entrego a Ti como un niño se abandona confiado en los brazos de su madre.

María, Auxilio de los Cristianos
Ruega por nosotros

En el nombre del Padre, ...



Novena a María Auxiliadora
propagada por San Juan Bosco


 Rezar, durante nueve días seguidos, tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias con la siguiente jaculatoria:
"Sea alabado y reverenciado en todo momento el Santísimo y Divinísimo Sacramento"
Y luego tres Salves con la jaculatoria:
"María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros"
 Recibir los Santos Sacramentos de Confesión y Comunión.

 Hacer o prometer una limosna en favor de las obras de apostolado de la Iglesia o de las obras salesianas.

San Juan Bosco decía:
"Tened mucha fe en Jesús Sacramentado y en María Auxiliadora y estad persuadidos de que la Virgen no dejará de cumplir plenamente vuestros deseos, si han de ser para la gloria de Dios y bien de vuestras almas. De lo contrario, os concederá otras gracias iguales o mayores"

Novena de la Confianza



Madre mía de mi vida,
auxilio de los cristianos,
la pena que me atormenta,
pongo en tus benditas manos.
(Ave María)

Tú que sabes mis secretos,
pues todos te los confío,
da la paz a los turbados
y alivio al corazón mío.
(Ave María)

Y aunque tu amor no merezco,
nadie recurre a Ti en vano,
pues eres Madre de Dios
y Auxilio de los cristianos.
(Ave María)

Finalmente, se reza:

Oración de San Bernardo


Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/Maria/Auxiliadora/novena5.htm

Fuente - Texto tomado de GLORIA.TV:
http://gloria.tv/?media=157341