domingo, 25 de septiembre de 2016

Santos Cosme y Damián - Mártires Siglo III - Fiesta Septiembre 26


Cosme significa "adornado, bien presentado"
Damián significa "domador"

Patronos de: Cirujanos, Farmacéuticos,
Médicos, Peluqueros, Dentistas,
trabajadores de los balnearios

Según la tradición son hermanos gemelos, nacidos en Arabia en el siglo tercero; estudiaron medicina en Siria y llegaron a distinguirse como muy afamados médicos. Como eran auténticos cristianos, practicaban su profesión con gran habilidad pero sin aceptar jamás pago alguno por sus servicios. A los pobres no les cobraban la consulta ni los remedios. Lo único que les pedía era que les permitieran hablarles por unos minutos acerca de Jesucristo y de su evangelio. Por eso se les conoció en el oriente entre los santos llamados colectivamente "los sin dinero".

Vivían en Aegeae, sobre la costa de la bahía de Alejandreta, en Cilicia, donde ambos eran distinguidos por el cariño y el respeto de todo el pueblo a causa de los muchos beneficios que prodigaba entre las gentes su caridad y por el celo con que practicaban la fe cristiana, ya que aprovechaban todas las oportunidades que les brindaba su profesión para difundirla y propagarla. En consecuencia, al comenzar la persecución, resultó imposible que aquellos hermanos de condición tan distinguida, pasasen desapercibidos. Se cuentan muchos prodigios milagrosos sobre sus vidas pero poco se sabe con seguridad. 

Fueron de los primeros en ser aprehendidos por orden de Lisias, el gobernador de Cilicia y, se disgustó muchísimo porque estos dos hermanos propagaban la religión de Jesús. Trató inútilmente de que dejaran de predicar. Se dice por ejemplo que, antes de ser decapitados, salieron con bien de varios tipos de ejecuciones, y como no lo consiguió, mandó echarlos al mar atados a pesadas piedras, pero una ola gigantesca los sacó sanos y salvos a la orilla.

Entonces los mandó quemar vivos, pero las llamas no los tocaron, y en cambio quemaron a los verdugos paganos que los querían atormentar. Ser crucificados pero cuando se hallaban clavados en las cruces, la multitud los apedreó, pero los proyectiles, sin tocar el cuerpo de los santos, rebotaron para golpear a los mismos que los arrojaban. Lo mismo sucedió con las flechas disparadas por los arqueros que torcieron su trayectoria e hicieron huir a los tiradores (se cuenta que el mismo caso ocurrió con San Cristóbal y otros mártires). Entonces el mandatario pagano mandó que les cortaran la cabeza, y así derramaron su sangre por proclamar su amor al Divino Salvador.

Así mismo dice la leyenda que los tres hermanos de Cosme y Damián, llamados Antimo, Leoncio y Euprepio, sufrieron el martirio al mismo tiempo que los gemelos y sus nombres se mencionan en el Martirologio Romano. Se habla de innumerables milagros, sobre todo curaciones maravillosas, obrados por los mártires después de su muerte y, a veces, los propios santos se aparecieron, en sueños, a los que les imploraban en sus sufrimientos, a fin de curarles inmediatamente.


Una tradición muy antigua atestigua la existencia de su sepulcro en Ciro (Siria), ciudad ésta que llegó a ser el centro principal de su culto y donde las referencias más antiguas sitúan el escenario de su martirio, y lugar donde se erigió así mismo una basílica en su honor. Desde allí, su culto pasó a Roma y, más tarde, se propagó por toda la Iglesia.

A principios del siglo V, se levantaron en Constantinopla dos grandes iglesias en honor de estos dos famosos mártires. La basílica que el Papa Félix (526-530) erigió en honor de Cosme y Damián en el Foro Romano, con hermosísimos mosaicos, fue dedicada posiblemente el 27 de septiembre. Ese día se celebró la fiesta de Cosme y Damián hasta su traslado al 26 de septiembre en el nuevo calendario.

Y sucedió entonces que junto a la tumba de los dos hermanos gemelos, Cosme y Damián, empezaron a obrarse maravillosas curaciones. Entre las personas distinguidas que atribuyeron su curación de males gravísimos a los santos Cosme y Damián, figuró el emperador Justiniano I de Constantinopla, en una gravísima enfermedad, se encomendó a estos dos santos mártires y fue curado inexplicablemente. Quien con sus ministros fue personalmente a la ciudad de Cirrhus, a visitar la tumba de los dos santos a darles las gracias y especialmente para venerar las reliquias de sus benefactores.

Los santos Cosme y Damián son nombrados en el canon de la misa y, junto con San Lucas, son los patronos de médicos y cirujanos. En oriente los llaman "los no cobradores", porque ejercían la medicina sin cobrar nada a los pacientes pobres.

Tres pares de santos
llevan los mismos nombres


Por un error, los cristianos de Bizancio honraron a tres pares de santos con los nombres de Cosme y Damián:
  1. Los de Arabia, que fueron decapitados durante la persecución de Diocleciano (17 de octubre).
  2. Los de Roma, que murieron apedreados en el curso del reinado de Carino.
  3. Y los hijos de Teódota, que no fueron mártires. Sin embargo, se trata de los mismos.
Pidamos al Señor por intercesión
de los Santos Cosme y Damián
por los médicos, para que cumplan
santamente con su profesión

"Lo que habéis recibido gratis,
dadlo también gratuitamente"
(Jesucristo Mt. 10, 8)

Quiera Dios enviarnos
muchos médicos generosos que,
a imitación de Cosme y Damián,
se dediquen a recetar
gratuitamente a los pobres,
y a aprovechar su ascendiente
para propagar la santa religión
de Jesucristo. Qué hermoso fuera 
que hubiera muchos médicos así.

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Fuente - Texto tomado de EWTN: