martes, 10 de julio de 2012

San Benito de Nursia (480 - 547) - Fiesta 11 de Julio



Milagros de San Benito

He aquí algunos de los muchos milagros relatados por San Gregorio, en su biografía de San Benito:

El muchacho que no sabía nadar

El joven Plácido cayó en un profundo lago y se estaba ahogando. San Benito mandó a su discípulo preferido Mauro: "Láncese al agua y sálvelo". Mauro se lanzó enseguida y logró sacarlo sano y salvo hasta la orilla. Y al salir del profundo lago se acordó de que había logrado atravesar esas aguas sin saber nadar. La obediencia al santo le había permitido hacer aquel salvamento milagroso.

El edificio que se cae

Estando construyendo el monasterio, se vino abajo una enorme pared y sepultó a uno de los discípulos de San Benito. Éste se puso a rezar y mandó a los otros monjes que removieran los escombros, y debajo de todo apareció el monje sepultado, sano y sin heridas, como si hubiera simplemente despertado de un sueño.

La piedra que no se movía

Estaban sus religiosos constructores tratando de quitar una inmensa piedra, pero ésta no se dejaba ni siquiera mover un centímetro. Entonces el santo le envió una bendición, y enseguida la pudieron remover de allí como si no pesara nada. Por eso desde hace siglos cuando la gente tiene algún grave problema en su casa que no logra alejar, consigue una medalla de San Benito y le reza con fe, y obtiene prodigios. Es que este varón de Dios tiene mucho influjo ante Nuestro Señor.

Muertes anunciadas

Un día exclamó: "Se murió mi amigo el obispo de Capúa, porque vi que subía al cielo un bello globo luminoso". Al día siguiente vinieron a traer la noticia de la muerte del obispo. Otro día vio que salía volando hacia el cielo una blanquísima paloma y exclamó: "Seguramente se murió mi hermana Escolástica". Los monjes fueron a averiguar, y sí, en efecto acababa de morir tan santa mujer. Él, que había anunciado la muerte de otros, supo también que se aproximaba su propia muerte y mandó a unos religiosos a excavar...

Indulgencias

El 12 de marzo de 1742 el Papa Benedicto XIV otorgó Indulgencia Plenaria a la medalla de San Benito, si la persona se confiesa, recibe la Eucaristía, ora por el Santo Padre en las grandes fiestas y durante esa semana reza el Santo Rosario, visita a los enfermos, ayuda a los pobres, enseña la Fe o participa en la Santa Misa.


Las grandes fiestas son:

- Navidad
- Epifanía
- Pascua de Resurrección
- Ascensión
- Pentecostés
- La Santísima Trinidad
- Corpus Christi
- La Asunción
- La Inmaculada Concepción
- El Nacimiento de María
- Todos los Santos
- Fiesta de San Benito

Número de Indulgencias Parciales:

- 200 días de indulgencia, si uno visita una semana a los enfermos o visita la Iglesia o enseña a los niños la Fe.

- 7 años de indulgencia, si uno celebra la Santa Misa o está presente, y ora por el bienestar de los cristianos, o reza por sus gobernantes.

- 7 años si uno acompaña a los enfermos en el día de Todos los Santos.

- 100 días si uno hace una oración antes de la Santa Misa o antes de recibir la Sagrada Comunión.

- Cualquiera que por cuenta propia por su consejo o ejemplo convierta a un pecador, obtiene la remisión de la tercera parte de sus pecados.

- Cualquiera que el Jueves Santo o el día de Resurrección, después de una buena confesión y de recibir la Eucaristía, rece por la exaltación de la Iglesia, por las necesidades del Santo Padre, ganará las indulgencias que necesita.

- Cualquiera que rece por la exaltación de la Orden Benedictina, recibirá una porción de todas las buenas obras que realiza esta Orden.

Quienes lleven la medalla de San Benito a la hora de la muerte serán protegidos siempre que se encomienden al Padre, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento.

Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:
http://www.catolico.org/santos/benito.htm