sábado, 10 de diciembre de 2011

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 1, 6-8, 19-28


6. Hubo un hombre enviado de Dios, que se llamaba Juan.

7. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyesen.

8. No era él la luz, sino enviado para dar testimonio de Aquel que era la luz.

19. Y he aquí el testimonio que dio Juan a favor de Jesús, cuando los judíos le enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para preguntarle:
"¿Tú quién eres?"
20. Él confesó la verdad, y no la negó; antes protestó claramente:
"Yo no soy el Cristo"
21. ¿Pues quién eres?
Le dijeron:
"¿Eres tú Elías?
Y dijo:
"No lo soy"
"¿Eres tú el profeta?
Respondió:
"No"
22. "¿Pues quién eres tú (le dijeron) para que podamos dar alguna respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?"
23. "Yo soy, (dijo entonces) la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor; como lo tiene dicho el profeta Isaías".
24. Es de saber que los enviados eran de la secta de los fariseos.

25. Y le preguntaron de nuevo, diciendo:
"¿Pues cómo bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?"
26. Respondióles Juan, diciendo:
"Yo bautizo con agua; pero en medio de vosotros está uno, a quien no conocéis.
27. Él es el que ha de venir después de mí, el cual ha sido preferido a mí, y a quien yo no soy digno de desatar la correa de su zapato".
28. Todo ésto sucedió en Betania, la que está a la otra parte del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús