sábado, 25 de junio de 2011

Solemnidad del Corpus Christi - Junio 26 de 2011

THE BODY OF CHRIST (EUCHARIST)

La Presencia Real

Dios se hizo hombre para redimir al género humano. Antes de morir, quiso dejar a sus discípulos y a los hombres del mundo entero una muestra de su amor, dando a todas las almas su Cuerpo y Sangre, escondidos bajo las especies de pan y vino.

En cada Misa, el sacerdote renueva el milagro que Nuestro Señor operó en la víspera de su muerte en el Cenáculo, al transustanciar en el momento de la consagración, el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo.


Es un milagro de su omnipotencia. Jesús está ahí. Del pan Él ha separado la sustancia de las especies. Ha hecho desaparecer esa sustancia, tan sólo permitiendo que se conservase lo que se puede apreciar con los sentidos. Y ha despojado de su propio Cuerpo las especies humanas, guardando de Él tan sólo la sustancia que puso en lugar de la sustancia del pan, bajo cuyas especies se nos presenta.

Por lo tanto, en el altar después de la Consagración existe sólo la sustancia del Cuerpo de Jesucristo privada de las especies humanas y revestidas de las del pan; y las especies del pan privadas de su propia sustancia, pero conteniendo la sustancia del Cuerpo de Jesús.


Todos los días, en las Misas, Jesucristo se ofrece en sacrificio a Dios Padre por los hombres y por nuestras intenciones.




Jesús le dijo a Santa Matilde (religiosa benedictina alemana del siglo XIII):


"He aquí lo que haré por aquel que asiste a Misa con celo y devoción: Le enviaré en la hora de la muerte, para consolarle, defenderle y para hacer un cortejo de honra a su alma, tantos nobles personajes de mi corte celestial como Misas haya asistido en la tierra".


La agitación de la vida moderna, la búsqueda desenfrenada de placeres y la pérdida del sentido de jerarquía, llevan muchas veces a los hombres a poner en un mismo plano la ida a Misa con los otros quehaceres e, incluso, en un plano inferior.


¿Cuánta gente no cambia la Misa por un programa de televisión, por un partido de fútbol o por una visita a un pariente o amigo?


Si el hombre contemporáneo comprendiese el valor infinito de la celebración de la Eucaristía, las iglesias volverían a llenarse.


Texto tomado del Libro:
Jesucristo con nosotros en la Eucaristía - Caballeros de la Virgen