sábado, 22 de noviembre de 2025

7 Datos que no sabías de la Fiesta de Cristo Rey

    



22 de noviembre de 2019 / 5:42 pm

Redacción ACI Prensa


En el calendario litúrgico el domingo 23 de noviembre se celebra la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, comúnmente conocida como la Fiesta de Cristo Rey.

Es el último domingo del año litúrgico y nos recuerda que, sin importar lo que los poderes de la tierra nos pidan hacer, Cristo es el verdadero Rey que debe reinar en nuestros corazones.


Pío XI, Primera Guerra Mundial
y Cristo Rey de Swlebodzin, Polonia


Conoce 7 detalles de esta impresionante celebración gracias a Churchpop.com:


1. Fue instituida después de la Primera Guerra Mundial




Luego de la Primera Guerra Mundial, en medio del crecimiento del comunismo en Rusia, y con ocasión del 1600 aniversario del Concilio de Nicea (año 325), el Papa Pío XI instituyó la fiesta en 1925 con la encíclica Quas Primas. 


2. Su primera celebración coincidió con el Halloween de 1926




Fue originalmente establecida para el último domingo de octubre, justo antes de la Fiesta de Todos los Santos. Cuando se celebró por primera vez en 1926, el calendario marcó el 31 de octubre, coincidiendo con Halloween.


3. San Pablo VI le dio el nombre y fecha actual a esta solemnidad




En 1969 el Papa Pablo VI dio a la fiesta su actual título: Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo; y la trasladó al último domingo del año litúrgico.


4. Fue una respuesta a la secularización, ateísmo y comunismo




Mientras el mundo presionaba para que los cristianos restringieran sus fiestas religiosas y fueran más leales a los gobiernos, el Papa Pío XI escribió:


"Porque si a Cristo nuestro Señor le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; si los hombres, por haber sido redimidos con su sangre, están sujetos por un nuevo título a su autoridad; si, en fin, esta potestad abraza a toda la naturaleza humana, claramente se ve que no hay en nosotros ninguna facultad que se sustraiga a tan alta soberanía. Es, pues, necesario que Cristo reine en la inteligencia del hombre, la cual, con perfecto acatamiento, ha de asentir firme y constantemente a las verdades reveladas y a la doctrina de Cristo; es necesario que reine en la voluntad, la cual ha de obedecer a las leyes y preceptos divinos; es necesario que reine en el corazón, el cual, posponiendo los efectos naturales, ha de amar a Dios sobre todas las cosas". (Quas Primas, 34)


5. Es celebrada también por muchos protestantes




A pesar de que fue creada hace menos de cien años en la Iglesia Católica, algunos anglicanos, luteranos, metodistas y presbiterianos también la celebran.


6. En la Iglesia protestante de Suecia, este domingo es llamado "Domingo de la condena"




Aunque oficialmente los protestantes de Suecia celebran esta fiesta como "El regreso de Cristo", su nombre coloquial "Domingo de la Condena" procede del hecho de enfocar la festividad en el Juicio Final y la segunda venida de Cristo.


7. La estatua de "Cristo Rey" de Polonia es la más grande del mundo en honor a Jesucristo Rey del Universo




Con 33 metros de altura (un metro por cada año de la vida terrenal de Jesús) y 3 metros de base, la estatua del Cristo Rey de Swlebodzin en el noroeste de Polonia es tres metros más alta que el Cristo Redentor de Río de Janeiro, Brasil.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Solemnidad Jesucristo - Rey del Universo - Último Domingo del Año Litúrgico - Fiesta Noviembre 23 de 2025

  





Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos:




"Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Jn. 18, 36)


Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado. Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce.


Un poco de historia




La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de marzo de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey. Posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido. Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta, se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.

Jesús nos habla de las características de su Reino a través de varias parábolas en el Capítulo 13 de Mateo:




"Es semejante a un grano de mostaza que uno toma y arroja en su huerto y crece y se convierte en un árbol, y las aves del cielo anidan en sus ramas". 

"Es semejante al fermento que una mujer toma y echa en tres medidas de harina hasta que fermenta toda".

"Es semejante a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta, y lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo".

"Es semejante a un mercader que busca perlas preciosas, y hallando una de gran precio, va, vende todo cuanto tiene y la compra".


En ellas, Jesús nos hace ver claramente que vale la pena buscarlo y encontrarlo, que vivir el Reino de Dios vale más que todos los tesoros de la tierra y que su crecimiento será discreto, sin que nadie sepa cómo ni cuándo, pero eficaz.




La Iglesia tiene el encargo de predicar y extender el Reinado de Jesucristo entre los hombres. Su predicación y extensión debe ser el centro de nuestro afán de vida como miembros de la Iglesia. Se trata de lograr que Jesucristo reine en el corazón de los hombres, en el seno de los hogares, en las sociedades y en los pueblos. Con esto conseguiremos alcanzar un mundo nuevo en el que reine el amor, la paz, la justicia y la salvación eterna de todos los hombres.




Para lograr que Jesús reine en nuestra vida, en primer lugar debemos conocer a Cristo. La lectura y reflexión del Evangelio, la oración personal y los sacramentos, son medios para conocerlo y de los que se reciben gracias que van abriendo nuestros corazones a su amor. Se trata de conocer a Cristo de una manera experiencial y no sólo teológica. Acerquémonos a la Eucaristía, Dios mismo, para recibir de su abundancia.




Oremos con profundidad escuchando a Cristo que nos habla. Al conocer a Cristo empezaremos a amarlo de manera espontánea, porque Él es toda bondad. Y cuando uno está enamorado se le nota.




El tercer paso es imitar a Jesucristo. El amor nos llevará casi sin darnos cuenta a pensar como Cristo, querer como Cristo y a sentir como Cristo, viviendo una vida de verdadera caridad y autenticidad cristiana. Cuando imitamos a Cristo conociéndolo y amándolo, entonces podemos experimentar que el Reino de Cristo ha comenzado para nosotros.

Por último, vendrá el compromiso apostólico que consiste en llevar nuestro amor a la acción de extender el Reino de Cristo a todas las almas, mediante obras concretas de apostolado. No nos podemos detener. Nuestro amor comenzará a desbordarse. Dedicar nuestra vida a la extensión del Reino de Cristo en la tierra es lo mejor que podemos hacer, pues Cristo nos premiará con una alegría y una paz profundas e imperturbables en todas las circunstancias de la vida.


La fiesta de Cristo Rey




Con el objetivo de que los fieles vivan estos inapreciables provechos, era necesario que se propague lo más posible el conocimiento de la dignidad del Salvador, para lo cual se instituyó la festividad propia y peculiar de Cristo Rey. Desde fines del siglo XIX, la Iglesia realizaba los preparativos necesarios para la institución de la Fiesta, la cual fue finalmente designada para el último domingo del Año Litúrgico, antes de empezar el Adviento.

Si Cristo Rey era honrado por todos los católicos del mundo, se prevería las necesidades de los tiempos presentes, poniendo remedio eficaz a los males que friccionan la sociedad humana, tales como la negación del Reino de Cristo; la negación del derecho de la Iglesia fundado en el derecho del mismo Cristo; la imposibilidad de enseñar al género humano, es decir, de dar leyes y de dirigir los pueblos para conducirlos a la eterna felicidad.

En un mundo donde prima la cultura de la muerte y la emergencia de una sociedad hedonista, la festividad anual de Cristo Rey anima a una dulce esperanza en los corazones humanos, ya que impulsa a la sociedad a volverse al Salvador. Las desventajas que proceden de la apatía y timidez de los buenos, que se abstienen de luchar o resisten débilmente; con lo cual dan fuerza para que los adversarios de la Iglesia cobren mayor temeridad y audacia. Pero si los fieles comprendieran que deben militar con infatigable esfuerzo bajo la bandera de Cristo Rey, entonces, inflamándose en el fuego del apostolado, se dedicarán a llevar a Dios de nuevo a los rebeldes e ignorantes, y trabajarán animosos por mantener incólumes los derechos del Señor.


¿Por qué Jesucristo es Rey?




Desde la antigüedad se ha llamado Rey a Jesucristo, en sentido metafórico, en razón al supremo grado de excelencia que posee y que le encumbra entre las cosas creadas. Así, se dice que:


  • Reina en las inteligencias de los hombres porque Él es la Verdad y porque los hombres necesitan beber de Él y recibir obedientemente la Verdad.
  • Reina en las voluntades de los hombres, no sólo porque en Él la voluntad humana está entera y perfectamente sometida a la santa voluntad divina, sino también porque con sus mociones e inspiraciones influye en nuestra libre voluntad y la enciende en nobles propósitos.
  • Reina en los corazones de los hombres porque, con su supereminente caridad y con su mansedumbre y benignidad, se hace amar por las almas de manera que jamás nadie (entre todos los nacidos) ha sido ni será nunca tan amado como Cristo Jesús.


Sin embargo, profundizando en el tema, es evidente que también en sentido propio y estricto le pertenece a Jesucristo como hombre el título y la potestad de Rey, ya que del Padre recibió la potestad, el honor y el reino; además, siendo Verbo de Dios, cuya sustancia es idéntica a la del Padre, no puede menos de tener común con Él lo que es propio de la divinidad y, por lo tanto, poseer también como el Padre el mismo imperio supremo y absolutísimo sobre todas las criaturas.




Ahora bien, que Cristo es Rey lo confirman muchos pasajes de las Sagradas Escrituras y del Nuevo Testamento. Esta doctrina fue seguida por la Iglesia (reino de Cristo sobre la tierra) con el propósito de celebrar y glorificar durante el ciclo anual de la Liturgia, a su autor y fundador como a soberano Señor y Rey de los reyes.

En el Antiguo Testamento, por ejemplo, adjudican el título de rey a aquel que deberá nacer de la estirpe de Jacob; el que por el Padre ha sido constituido Rey sobre el monte santo de Sión y recibirá las gentes en herencia y en posesión los confines de la tierra. Además, se predice que su Reino no tendrá límites y estará enriquecido con los dones de la justicia y de la paz:




"Florecerá en sus días la justicia y la abundancia de paz... y dominará de un mar a otro, y desde el uno hasta el otro extremo del orbe de la tierra"




Por último, aquellas palabras de Zacarías donde predice al "Rey manso que, subiendo sobre una asna y su pollino", había de entrar en Jerusalén, como Justo y como Salvador, entre las aclamaciones de las turbas, ¿acaso no las vieron realizadas y comprobadas los santos evangelistas?

En el Nuevo Testamento, esta misma doctrina sobre Cristo Rey se halla presente desde el momento de la Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen, por el cual Ella fue advertida que daría a luz un niño a quien Dios había de dar el trono de David, y que reinaría eternamente en la casa de Jacob, sin que su Reino tuviera jamás fin.




El mismo Cristo, luego, dará testimonio de su realeza, pues ora en su último discurso al pueblo, al hablar del premio y de las penas reservadas perpetuamente a los justos y a los réprobos; ora al responder al gobernador romano que públicamente le preguntaba si era Rey; ora, finalmente, después de su Resurrección, al encomendar a los apóstoles el encargo de enseñar y bautizar a todas las gentes, siempre y en toda ocasión oportuna se atribuyó el título de Rey y públicamente confirmó que es Rey, y solemnemente declaró que le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.




Pero, además ¿qué cosa habrá para nosotros más dulce y suave que el pensamiento de que Cristo impera sobre nosotros, no sólo por derecho de naturaleza, sino también por derecho de conquista, adquirido a costa de la redención? Ojalá que todos los hombres, bastante olvidadizos, recordasen cuánto le hemos costado a Nuestro Salvador, ya que con su preciosa sangre, como de Cordero Inmaculado y sin tacha, fuimos redimidos del pecado. No somos, pues, ya nuestros, puesto que Cristo nos ha comprado por precio grande; hasta nuestros mismos cuerpos son miembros de Jesucristo.


Oración
Consagración de la humanidad
para el día de Cristo Rey
por el Papa Pío XI








¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano!
Miradnos humildemente postrados;
vuestros somos y vuestros queremos ser;
y a fin de vivir más estrechamente
unidos con Vos, todos y cada uno
espontáneamente nos consagramos
en este día a vuestro Sacratísimo Corazón.

Muchos, por desgracia, jamás,
os han conocido;
muchos, despreciando
vuestros mandamientos,
os han desechado.

¡Oh Jesús benignísimo!,
compadeceos de los unos y de los otros,
y atraedlos a todos
a vuestro Corazón Santísimo.

¡Oh Señor!
Sed Rey, no sólo de los hijos fieles
que jamás se han alejado de Vos,
sino también de los pródigos
que os han abandonado;
haced que vuelvan pronto
a la casa paterna,
que no perezcan de hambre y miseria.

Sed Rey de aquellos que,
por seducción del error
o por espíritu de discordia,
viven separados de Vos;
devolvedlos al puerto de la verdad
y a la unidad de la fe,
para que en breve se forme
un solo rebaño bajo un solo Pastor.

Sed Rey de los que permanecen
todavía envueltos
en las tinieblas de la idolatría;
dignaos atraerlos a todos
a la luz de vuestro reino.

Conceded, ¡oh Señor!,
incolumidad y libertad segura
a vuestra Iglesia;
otorgad a todos los pueblos
la tranquilidad en el orden,
haced que del uno al otro confín de la tierra
no resuene sino ésta voz:

¡Alabado sea el Corazón divino,
causa de nuestra salud!

A Él se entonen
cánticos de honor y de gloria
por los siglos de los siglos.

Amén.


Oración a Cristo Rey




¡Oh Cristo Jesús!
Os reconozco por Rey universal.

Todo lo que ha sido hecho,
ha sido creado para Vos.
Ejerced sobre mí
todos vuestros derechos.

Renuevo mis promesas del Bautismo,
renunciando a Satanás,
a sus pompas y a sus obras,
y prometo vivir como buen cristiano.

Y muy en particular
me comprometo a hacer triunfar,
según mis medios,
los derechos de Dios
y de vuestra Iglesia.

¡Divino Corazón de Jesús!
Os ofrezco mis pobres acciones
para que todos los corazones
reconozcan vuestra
Sagrada Realeza,
y que así el reinado
de vuestra paz
se establezca
en el Universo entero.

Amén


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 23, 35-43

 



35. El pueblo lo estaba mirando todo, y a una con Él los principales hacían befa de Jesús diciendo:


"A otros ha salvado: sálvese, pues, a sí mismo, si Él es el Cristo, o Mesías, el escogido de Dios"


36. Insultábanle no menos los soldados, los cuales se arrimaban a Él, y presentándole vinagre.

37. Le decían:


"Si tú eres el Rey de los judíos, ponte en salvo"


38. Estaba colocado sobre la cabeza de Jesús un letrero escrito en griego, en latín y en hebreo, que decía:






"ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS"


39. Y uno de los ladrones que estaban crucificados, blasfemaba contra Jesús, diciendo:


"Si tú eres el Cristo, o Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros"




40. Mas el otro le reprendía, diciendo:


"¿Cómo, ni aún tú temes a Dios, estando como estás en el mismo suplicio?




41. Y nosotros a la verdad estamos en él justamente, pues pagamos la pena merecida por nuestros delitos; pero Éste ningún mal ha hecho".


42. Decía después a Jesús:




"Señor, acuérdate de mí, cuando hayas llegado a tu reino"


43. Y Jesús le dijo:




"En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso"


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

San Clemente I - Papa y Mártir - Fiesta Noviembre 23

   



San Clemente fue el tercer sucesor de San Pedro (después de Lino y Cleto) y gobernó a la Iglesia desde el año 93 hasta el 101.

El año 96 escribió una Carta a Los Corintios, que es el documento Papal más antiguo que se conoce (después de las Cartas de San Pedro). En esa carta da muy hermosos consejos, y recomienda obedecer siempre al Pontífice de Roma entre otras cosas dice:


"El que se conserva puro no se enorgullezca por ello, porque la pureza es un regalo gratuito de Dios y no una conquista nuestra"


Por ser cristiano fue desterrado por el emperador Trajano a Crimea (al sur de Rusia) y condenado a trabajos forzados, a picar piedra con otros dos mil cristianos. Las actas antiguas dicen que éstos le decían:


"Ruega por nosotros Clemente, para que seamos dignos de las promesas de Cristo"




San Ireneo (que vivió en el siglo segundo) dice que Clemente vio a los santos apóstoles Pedro y Pablo y trató con ellos. Las actas antiguas añaden que allá en Crimea convirtió a muchísimos paganos y los bautizó. Los obreros de la mina de mármol sufrían mucho por la sed, porque la fuente de agua más cercana estaba a diez kilómetros de distancia. El santo oró con fe y apareció allí muy cerca una fuente de agua cristalina. Esto le dio más fama de santidad y le permitió conseguir muchas conversiones más. Un día las autoridades le exigieron que adorara a Júpiter.




Él dijo que no adoraba sino al verdadero Dios


Entonces fue arrojado al mar, y para que los cristianos no pudieran venerar su cadáver, le fue atado al cuello un hierro pesadísimo. Pero una gran ola devolvió su cadáver a la orilla.

San Cirilo y San Metodio llevaron a Roma en el año 860 los restos de San Clemente, los cuales fueron recibidos con gran solemnidad en la Ciudad Eterna, y allá se conservan.


De la carta de
San Clemente I, Papa, a los Corintios
Acción de gracias y petición
del pueblo cristiano




En la oración y en las súplicas, pediremos al Artífice de todas las cosas que guarde, en todo el mundo, el número contado de sus elegidos, por medio de su Hijo amado, Jesucristo; en Él nos llamó de las tinieblas a la luz, de la ignorancia al conocimiento de su gloria.

Nos llamaste para que nosotros esperáramos siempre, Señor, en tu Nombre, pues Él es el principio de toda criatura. Tú abriste los ojos de nuestro corazón, para que te conocieran a ti, el solo Altísimo en lo más alto de los cielos, el Santo que habita entre los santos. A ti, que abates la altivez de los soberbios, que deshaces los planes de las naciones, que levantas a los humildes y abates a los orgullosos; a ti, que enriqueces y empobreces; a ti, que das la muerte y devuelves la vida.

Tú eres el único bienhechor de los espíritus y Dios de toda carne, que penetras con tu mirada los abismos y escrutas las obras de los hombres; tú eres ayuda para los que están en peligro, salvador de los desesperados, criador y guardián de todo espíritu.

Tú multiplicas los pueblos sobre la tierra y, de entre ellos, escoges a los que te aman, por Jesucristo, tu siervo amado, por quien nos enseñas, nos santificas y nos honras.




Te rogamos, Señor, que seas nuestra ayuda y nuestra protección: salva a los oprimidos, compadécete de los humildes, levanta a los caídos, muestra tu bondad a los necesitados, da la salud a los enfermos, concede la conversión a los que han abandonado a tu pueblo, da alimento a los hambrientos, liberta a los prisioneros, endereza a los que se doblan, afianza a los que desfallecen. Que todos los pueblos te reconozcan a ti, único Dios, y a Jesucristo, tu Hijo, y vean en nosotros tu pueblo y las ovejas de tu rebaño.

Por tus obras has manifestado el orden eterno del mundo, Señor, creador del universo. Tú permaneces inmutable a través de todas las generaciones: justo en tus juicios, admirable en tu fuerza y magnificencia, sabio en la creación, providente en sustentar lo creado, bueno en tus dones visibles y fiel en los que confían en ti, el único misericordioso y compasivo.

Perdona nuestros pecados, nuestros errores, nuestras debilidades, nuestras negligencias. No tengas en cuenta los pecados de tus siervos y de tus siervas, antes purifícanos con el baño de tu verdad y endereza nuestros pasos por la senda de la santidad de corazón, a fin de que obremos siempre lo que es bueno y agradable ante tus ojos y ante los ojos de los que nos gobiernan.

Sí, oh Señor, haz brillar tu rostro sobre nosotros, concédenos todo bien en la paz, protégenos con tu mano poderosa, líbranos, con tu brazo excelso, de todo mal y de cuantos nos aborrecen sin motivo. Danos, Señor, la paz y la concordia, a nosotros y a cuantos habitan en la tierra, como la diste en otro tiempo a nuestros padres, cuando te invocaban piadosamente con confianza y rectitud de corazón.


Oración




Padre de bondad, que,
con amor y sabiduría,
quisiste someter la tierra
al dominio del hombre,
para que de ella sacara
su sustento y en ella
contemplara tu grandeza,
tu providencia, te damos
gracias por los dones
que de Ti hemos recibido
y te pedimos nos concedas
emplearlos en alabanza
tuya y en bien de nuestros hermanos.
Por nuestro Señor Jesucristo.


Fuente - Texto tomado de EWTN:

¡ESCÁNDALO MUNDIAL EN EL VATICANO! ¡MÚSICA DIABÓLICA Y BLASFEMA! “Lux” de Rosalía cautiva a cardenal y obispos del Vaticano



“Lux” de Rosalía cautiva a
cardenal y obispos del Vaticano

Y Rosalía dijo: “Que se haga la Lux”.

Rosalía, la estrella global del pop español amada por millones por fusionar el flamenco con el hip hop latino y el reggaetón, ha sorprendido a sus fans con un cambio radical.

El nuevo álbum de la cantante y compositora, “Lux” (“Luz” en latín), es abiertamente espiritual. Quince canciones, cantadas en 13 idiomas diferentes, incluyendo fragmentos en latín, árabe y hebreo, están cargadas de un anhelo por lo divino.

Y está recibiendo elogios desde lo alto.

Xabier Gómez García, obispo de Sant Feliu de Llobregat, que incluye la ciudad natal de Rosalía, Sant Esteve Sesrovires, cerca de Barcelona, fue uno de los primeros líderes de la iglesia en alabar su trabajo en una carta abierta a su congregación. Según la diócesis, la abuela de Rosalía asiste regularmente a misa en Sant Esteve Sesrovires.

En una entrevista con The Associated Press, Gómez manifestó que, aunque algunas de sus canciones eran “provocativas”, Rosalía “habla con mucha libertad y sin filtros de lo que intuye que es Dios, del deseo, de la sed interior”.

“Cuando escuché el disco LUX y las entrevistas a Rosalía compartiendo el contexto y su proceso creativo me encontré con un proceso y una obra que no se limita a lo musical, es una búsqueda espiritual a través del testimonio de mujeres con una gran madurez espiritual”, expresó.

Desde sus letras iniciales cantadas sobre piano y un violonchelo melancólico, ”¿Quién pudiera vivir entre los dos/ Primero amar el mundo y luego amar a Dios”, Rosalía anuncia que este álbum es una ruptura con sus predecesores ganadores del Grammy. “El mal querer” y “Motomami” habían establecido a Rosalía como una de las artistas líderes en el mundo de la música española con sus ritmos urbanos experimentales.

A pesar de —o gracias a— su diversidad de estilos y formas de canción, que van desde cuerdas clásicas, fragmentos de electrónica con una aparición de Björk, un coro de niños de un monasterio milenario, una canción tipo aria en italiano, un fado portugués y, por supuesto, flamenco moderno y ritmos de hip hop, “Lux” ha tenido un comienzo poderoso entre los oyentes. Tiene cuatro canciones en el Top 50 global de Spotify esta semana, más que cualquier artista, incluida Taylor Swift.

Madonna se ha declarado fan de “Lux”, y el compositor Andrew Lloyd Webber lo ha llamado generosamente el ”álbum de la década”.

Volver hacia adentro

Rosalía, de 33 años, ha dicho que después de su éxito en estilos de música más populares, dejó que su anhelo de larga data por una guía espiritual la condujera al hacer “Lux”.

“Al final, en una era que parece que no es la era de la fe, o de la certeza, o de la verdad, quizás es más necesario que nunca una fe, o una certeza, o una verdad”, dijo a reporteros en la Ciudad de México el mes pasado.

Agregó que se dejó guiar por el concepto de que “un artista duda menos de su vocación, cuando trabaja al servicio de Dios, que cuando trabaja al servicio de sí mismo”.


Aparentemente Rosalía no ha tenido ese momento revelador de “acercarse a Jesús” que es común entre los creyentes evangélicos en Estados Unidos. Como muchos españoles, creció en un país que alguna vez fue firmemente católico y que se ha secularizado rápidamente en las últimas décadas, especialmente entre las generaciones más jóvenes, dejando las iglesias principalmente a los feligreses ancianos.


Pero incluso su música temprana coqueteaba con la poesía religiosa medieval, incluyendo un videoclip de 2017 cuando musicalizó un poema del español del siglo XVI San Juan de la Cruz.

Si bien adopta símbolos católicos y expresa fascinación por las santas, Rosalía parece rechazar la práctica estrictamente organizada y también se inspira en otras religiones. “Lux” responde a esa diversidad de intereses, citando en un momento dado a una poetisa sufí.

“He leído mucho más que hace años y al estar leyendo muchas hagiografías de santas de alrededor del mundo”, dijo. “Me acompañan a lo largo de todo el proceso”.

Su estilo también ha cambiado. Han desaparecido la moda hip hop y las largas uñas postizas que Rosalía lucía hace solo unos años cuando arrasó en los Latin Grammy. Contrasta eso ahora con su apariencia en la portada del álbum “Lux”, donde está vestida con un velo de monja blanco sólido con los brazos aparentemente atrapados dentro de una blusa blanca, su mirada desviada.

El cardenal de cultura del Vaticano se une al club de fans

A pesar del movimiento potencialmente controvertido de comparar a Dios con un amante obsesionado en la canción “Dios es un stalker”, Rosalía ha conquistado al equivalente del ministro de cultura del Vaticano.

El cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano, dijo este mes a la agencia de noticias española EFE que Rosalía ha detectado una insatisfacción más amplia con el mundo secular.

“Cuando una creadora como Rosalía habla de espiritualidad”, comentó, “significa que ella capta una necesidad profunda en la cultura contemporánea de acercarse a la espiritualidad, de cultivar una vida interior”.

Entre las canciones sobre la fe, Rosalía encontró tiempo para ofrecer temas como “La perla” que despotrica contra un antiguo amante.

Esa hábil mezcla de alta cultura y pop es parte del atractivo de “Lux”, dijo Josep Oton, profesor de historia religiosa de la escuela de teología ISCREB en Barcelona.

“Ha logrado hacer música popular con raíces culturales muy profundas”, comentó Oton a AP. “Cualquiera puede escucharla, y personas con diferentes antecedentes pueden llevarse cosas diferentes. Es música pop, pero es profunda”.

Interpretar “Lux”

“Lux” puede ser intimidante para los oyentes, tanto por su elaborada orquestación como por la dispersión de letras esotéricas que Rosalía se inspiró para escribir después de leer a poetas místicos medievales y sus relatos de experimentar una unión transformadora con Dios a través de la oración y la meditación profundas.

En la emocionante “Reliquia”, Rosalía se compara con santas femeninas, enumerando las partes de su cuerpo y vida que ha dejado en ciudades de todo el mundo como reliquias para que otros las conserven. Su “Mio Cristo piange diamanti” está llena de la extravagante imagen barroca de las joyas goteando de los ojos del Mesías.

En “Divinize”, Rosalía canta sobre la “divina buidor”, un concepto central del misticismo medieval que se centra en cómo el alma debe experimentar el abandono para abrir un espacio donde Dios pueda entrar.

Victoria Cirlot, profesora de humanidades en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y experta en la tradición mística femenina medieval, apreció “Lux” por su capacidad para introducir conceptos religiosos complejos al público en general, aunque señaló que es “una muestra minimalista” de la tradición mística.

Cirlot dijo que la conmovedora “La yugular” es rica en pensamiento místico porque la garganta, el hogar de la voz y la respiración, está asociada en muchas tradiciones religiosas como la puerta del cuerpo hacia lo divino.

Pero, para Cirlot, es todo el conjunto lo que hace que “Lux” sea tan impactante.

“Rosalía no es solamente una gran cantante, es una gran actriz. Tiene una gestualidad mística, este rostro ido, en éxtasis, y el vestimento de monja fashion, y su gran voz, que da la sensación de vuelo.”


Fuente - Texto tomado de MSN.COM: