jueves, 13 de noviembre de 2025

Milagro en Colombia - El tsunami que retrocedió ante a bendición con el Santísimo

 



El tsunami que retrocedió
ante la bendición con el Santísimo


Portaluz - Publicado el 16/01/15


Un milagro ocurrido en 1906
en Tumaco (Colombia)


Hace algunas décadas en la pequeña isla de Tumaco (Colombia) lo ocurrido con un violento tsunami enseñó a sus habitantes que Dios, presente en el Santísimo Sacramento, actúa cuando sus sacerdotes y fieles lo invocan con amor y fe.

Los hechos ocurrieron el 31 de enero de 1906. A las diez de la mañana los habitantes de esa pequeñísima isla del Pacífico sintieron un fuerte terremoto que duró alrededor de 10 minutos.

Entonces, todo el pueblo corrió a la iglesia para suplicar al párroco, el padre Gerardo Larrondo y al padre Julián, que organizaran inmediatamente una procesión con el Santísimo Sacramento.


Con la custodia a la playa




Mientras tanto, el mar avanzaba recogiéndose, habiendo ya cubierto cerca de un kilómetro y medio del litoral, con la amenaza de formar una inmensa ola.

El padre Gerardo, atemorizado, consumió todas las Hostias consagradas de la píxide y conservó sólo la Hostia Magna.

Luego, dirigiéndose al pueblo, exclamó:


“¡Vamos, hijos míos, vamos todos a la playa y que Dios tenga piedad de nosotros!”


Sintiéndose seguros ante la presencia de Jesús Eucaristía, todos marcharon entre llantos y aclamaciones a Dios.

Cuando el padre Larrondo llegó a la playa, bajó valientemente a las orillas con la custodia en la mano.

En el momento en que la ola estaba llegando, alzó con mano firme y con el corazón colmado de fe la Hostia consagrada y ante todos trazó el signo de la cruz. Fue un momento de altísima solemnidad.


¡Milagro!


La ola siguió avanzando pero antes de que el padre Larrondo y el padre Julián se pudiesen dar cuenta, la población, conmovida y maravillada gritó:


“¡Milagro, milagro!”


En efecto, como si hubiera sido detenida por una fuerza invisible y superior a la naturaleza, la potente ola que amenazaba con borrar de la tierra al pueblo de Tumaco había iniciado su retroceso, mientras el mar regresaba a su nivel normal.

Los habitantes de Tumaco, en medio de la euforia y la alegría por haber sido salvados de la muerte gracias a Jesús Sacramentado, daban muestras de ferviente gratitud.

Por todo el mundo se supo del Milagro de Tumaco y el padre Larrondo recibió también del continente europeo numerosas cartas que pedían oraciones.


Fuente: Libro «Agustinos amantes de la Sagrada Eucaristía», padre Pedro del Rosario Corro

Artículo originalmente publicado por Portaluz.


Un poco de Historia




El Terremoto de Ecuador y Colombia de 1906 fue un terremoto que azotó las costas de Ecuador y Colombia, cerca de la provincia de Esmeraldas, el día 31 de enero de 1906 a las 10:36 UTC-5. Tuvo una magnitud de 8,8 (Mw).


Tsunami


En Tumaco (Colombia), las olas del tsunami alcanzaron una altura de 6 metros. Fueron las olas que alcanzaron mayor altura registrada del tsunami. En Hilo (Hawái), las olas alcanzaron una altura de 5,8 metros de altura. Además el tsunami también alcanzó las costas de Costa Rica, México, y Japón.


Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG:


Fuente - Texto tomado de ES.WIKIPEDIA.ORG:

¡IMPRESIONANTE PETICIÓN! Carta al Papa León XIV - ¿Confusión doctrinal?



«Por ello, le ruego que escuche al pueblo cristiano y que tome las medidas necesarias para que el Cardenal Fernández no siga provocando tanto lío entre los fieles».


Diego Poole – 10/11/25 12:25 PM


Querido Santo Padre:

Con el respeto que le debo como hijo de la Iglesia, creo que debo manifestarle mi profunda preocupación por la continuidad del Cardenal Víctor Manuel Fernández al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

El reciente texto en el que se desaconseja el uso del título de Corredentora para referirse a la Santísima Virgen María ha causado desconcierto y división. Con el argumento de que no hay que divinizar a María, se propone retirarle el título de «corredentora». Sin embargo, hasta un niño de primera comunión sabe que la Virgen no está al nivel de Dios, sino que es intercesora y corredentora. Desde que aprende a rezar, pide a la Virgen «ruega [a Dios] por nosotros», y le llama «abogada nuestra» (no juez), y le suplica «muéstranos a Jesús». ¿Quién está divinizando a María?

Para evitar darle «tanto protagonismo», ¿no habría que retirarla también del centro de los retablos de las catedrales y de las iglesias de todo el mundo? ¿No hay más riesgo de «divinizar a María» en los santuarios marianos como Lourdes o Fátima, o en basílicas como Guadalupe, donde acuden millones de cristianos para honrarla? ¿No habría que quitar las coronas de reina y señora que adornan a la madre de Dios? Obviamente, no. ¿Y por qué conviene ahora no llamarla «corredentora»?


¿No será que, en el fondo, se está asumiendo la tesis principal del protestantismo, según la cual los cristianos solo participamos pasivamente en la redención? No solo María, sino todos los cristianos somos corredentores. 


San Pablo lo dice claramente en su epístola a los Colosenses:


«Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en beneficio de su cuerpo, que es la Iglesia. 25 De ella he sido yo constituido servidor por disposición divina, dada en favor vuestro: para cumplir el encargo de anunciar la palabra de Dios, es decir, 26 el misterio que estuvo escondido durante siglos y generaciones y que ahora ha sido manifestado a sus santos». Col, 1,24-26


El papa Benedicto XV lo dejó bien claro en 1918:


«de tal modo, juntamente con su Hijo paciente y muriente, padeció y casi murió; y de tal modo, por la salvación de los hombres, abdicó de los derechos maternos sobre su Hijo, y le inmoló, en cuanto de Ella dependía, para aplacar la justicia de Dios, que puede con razón decirse que Ella redimió al género humano juntamente con Cristo» Benedicto XV, Carta Inter sodalicia, 22-V-1918, ASS 10 (1918), 182.


¿A quién hacemos más caso?


No es la primera vez que el cardenal Fernández provoca confusión doctrinal. Su influencia en la redacción de Amoris laetitia ha dado lugar a interpretaciones que han dividido a la Iglesia en cuestiones tan delicadas como la moral conyugal y la recepción de los sacramentos. A ello se suman sus publicaciones anteriores, como el libro «Sáname con tu boca -- El arte de besar», cuyo tono y contenido difícilmente se compadecen con la dignidad del ministerio sacerdotal y que, lamentablemente, parecen dar soporte intelectual a la «mística erótica» que ha acompañado a figuras tan controvertidas como el padre Marko I. Rupnik.

Santidad, la fidelidad al Evangelio y la claridad doctrinal son indispensables para sostener la unidad de la Iglesia. Mantener al Cardenal Fernández en un puesto tan crucial no sólo pone en riesgo la confianza de los fieles, sino que también provoca ambigüedad en la orientación doctrinal del magisterio. Por ello, le ruego que escuche al pueblo cristiano y que tome las medidas necesarias para que el Cardenal Fernández no siga provocando tanto lío entre los fieles.

Que el Espíritu Santo le ilumine y fortalezca en el gobierno de la Iglesia, y que la Santísima Virgen María, verdadera Madre y corredentora del género humano, interceda por nosotros.

Con filial respeto y oración,

Diego Poole Derqui
Madrid, 9 noviembre 2025
Solemnidad de la Virgen de la Almudena


Fuente - Texto tomado de INFOCATOLICA.COM: