martes, 12 de agosto de 2025

Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias - Agosto 13 de 1831

   



Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, junto a San Miguel Arcángel, España (13 de agosto de 1831).




La madre Patrocinio, conocida hasta entonces por sor Rafaela, tuvo una visión del cielo el 13 de Agosto de 1831.

Se encuentra reunida en el coro de la iglesia con sus Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Caballero de Gracia, de Madrid, a la hora de la oración de la tarde.


Esta religiosa, sumida en éxtasis profundo,
contempla a la Virgen María,
que viene acompañada del Arcángel San Miguel


Mientras sostiene en sus manos una pequeña imagen, que representa a la Señora con el Niño Jesús sentado en el brazo derecho.


Una prolongada conversación tiene lugar entre la Virgen y la religiosa


La misma madre Patrocinio lo cuenta en los Apuntes que le mandaron escribir los superiores y su confesor.

La Virgen María entregó la preciosa imagen a la Madre Patrocinio:


«… a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta, mi imagen, el consuelo... Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor»


Relato de la Aparición


En el libro «Vida Admirable de la Sierva de Dios Madre Patrocinio», Concepcionista Franciscana, escrito por la R.M. Sor María Isabel de Jesús, de la misma Orden y secretaria por muchos años de la Sierva de Dios, publicada al año 1925, dice:


El día 13 de Agosto de 1831 estando mi Rda. Madre Sor María de los Dolores y Patrocinio en el coro, en la oración de Comunidad, de cinco a seis de la tarde, se le apareció la Santísima Virgen, en una hermosísima y resplandeciente nube, cercada de querubines. Y le presentó una preciosa Imagen suya, que llevaba el glorioso Príncipe San Miguel con los títulos de Olvido, Triunfo y Misericordias.

La Virgen Santísima le dijo, que aquella imagen venía enriquecida con muchas gracias y privilegios para sus verdaderos devotos, que cuidase de darle culto, que la dejaba en la Comunidad.

 

Le dijo también que, desde entonces, le quitaba el permiso a Satanás para atormentarla por sí mismo.

 

Y pusiera la figura del dragón amarrada a los pies de la Sagrada Imagen, que ella misma le atara con una cadena y pusiera ésta en las manos de la Santa Imagen, en señal de que quedaba sujeto.

 

El demonio, furioso, bajó a los abismos, asegurando a mi venerada Madre, que ya que no podía perseguirla por sí -como lo había hecho hasta entonces de una manera terrible-, lo haría por los hombres, y no sólo en vida sino después de muerta la perseguiría también.

Durante esta admirable visión, el Príncipe San Miguel colocó la Sagrada Imagen en el altar del coro, oyendo la celestial música de los ángeles la ejemplarísima religiosa Sor María Juana de la Santísima Trinidad y otras dos religiosas más.

 

Pero, ignorando lo que sucedía, para ellas invisible, guardaron por entonces el más profundo silencio.

 

En la noche del día siguiente de la primera aparición, después de Maitines, tuvo su Reverencia otra celestial visión de la Santísima Virgen con la preciosa Imagen del Olvido en sus purísimas manos.

 

Y le dijo, que en las suyas iba a poner, con aquella Sagrada Imagen, todas las misericordias de su Santísimo Hijo. Para que las distribuyese en su nombre a los mortales. Segura de que, lo que por caridad hiciera a sus hermanos, eso mismo confirmarían la celestial Señora y su divino Hijo en el Cielo.

 

Todo lo cual se lee en unos apuntes de la Sierva de Dios, donde refiere al detalle esta aparición maravillosa.


Dice así:


"Clamaba mucho en esta ocasión por las necesidades que tanto afligen a la Santa Iglesia y el Dulce Amor se me manifestó severo, airado y como dando muestras de que quería castigarnos".


Díjele: 


"Esposo mío, ¿para cuándo son vuestras misericordias?"


Díjome: 


"Pide, Esposa mía, que cuanto pidas seré liberal para concedértelo".


"Pedía sin límites; entonces, mi dulce Amor me manifestó el lastimoso estado en que se hallaba la Santa Iglesia. Moría de dolor y mis angustias crecían sobremanera".


Díjome mi dulce Esposo:


"Paloma mía, mi amor no puede verte afligida; aquí tienes a mi Madre, que siempre será tu guía, consuelo y amparo".


Manifestóse de nuevo la Benditísima Virgen con esta preciosísima, potentísima e invictísima imagen en sus soberanas manos.


Díjome la Soberana y divina Señora:


"Hija mía ¿porqué se contrista tu corazón, si todas las misericordias y tesoros de mi Hijo voy a poner en tus manos, por medio de esta mi soberana Imagen. Para que las distribuyas en mi nombre a los mortales, segura de que las que hicieses por amor a tus hermanos, esas mismas confirmamos mi Hijo y yo, que soy tu Madre, en el cielo?"


Díjele: 


"Señora y Reina mía, ¿no veis la España; no veis los males que nos afligen?"

 

"Hija mía, los veo; pero no puede mi amor ser más benéfico para con los hombres".

 

"Ellos se olvidan de mí y retiran las misericordias; y por esto, a esta Imagen le darás el título misterioso del Olvido; para darles a entender, que me han olvidado".

 

"Pero yo que soy vuestra tierna y amorosa Madre, quiero poner a vista de todos los mortales en esta Imagen mía, que jamás mis misericordias se apartan de ellos".


Miraba yo con gran ternura a tan divino simulacro; cuando ví, que mi invictísima Reina cogió un pañuelo de manos del Príncipe San Miguel, y aplicándole a la soberana llaga del costado de nuestro amante Jesús, lo empapó la divina Señora en sangre de aquel divino y deífico Corazón.

Y después, aquel pañuelo, así empapado, le puso sobre esta encantadora Imagen, y después ví que la soberana Reina rociaba a este pueblo con la sangre preciosísima.

Díjome luego: 


"Hija mía, me amas, hasta tres veces".


Díjele: 


"Señora mira, Vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra".


 

"Pues a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada Imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias".

 

"Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta mi Imagen, el consuelo".

 

"Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor".

 

"Será el consuelo del mundo y la alegría de la iglesia Católica y, por su medio, mi Hijo y yo recibiremos culto".

  

"Tú, hija mía, alcanzarás victoria del poder de Satanás, y tu Comunidad perfección en servirme".


Entregóme la soberana Reina esta portentísima Imagen, este encanto de los Cielos y la Tierra, y empezó en el Cielo una celestial música entonando la Salve y otros sagrados cánticos.

Todos los cortesanos del Cielo se daban parabienes.

La Santísima Trinidad la bendijo, igualmente la Santísima Virgen María y después todos los cortesanos del Cielo llegaron a adorar a su Reina y Señora en esta soberana y encantadora Madre del Olvido». (De unos apuntes de la Sierva de Dios).




La Liberación


Escribe la madre María Isabel, secretaria de la madre Patrocinio, que terminada la santa oración.


“Salió mi venerada madre Patrocinio, con su prelada, al pequeño jardín del convento, y le dijo que tenía que darle una noticia de muchísimo consuelo. Y le dijo que ya podía estar tranquila y sin cuidado alguno, pues no volvería jamás el demonio a golpearla ni asustarla, porque la Reina de los Ángeles le había sujetado, que para eso le enseñara una Imagen que tenían”.


La abadesa, madre Pilar refiere a su vez:


“Sólo yo, que lo padecí, puedo decir cuál fue mi gozo, descanso y alegría al oír tan deseada nueva, que no puedo explicar el júbilo que sintió mi corazón”.


Llevaba razón la superiora. Los malos tratos recibidos en estos años del enemigo del mal que fueron extraordinarios y constantes: golpes, amenazas, ruidos estrepitosos que aterraban a toda la Comunidad.

En cierta ocasión la condujo sobre los tejados con grave peligro de resbalar, tanto ella como otras dos religiosas que, al verla en situación semejante, sin pensárselo demasiado, con sus largos hábitos salieron a los tejados a recogerla y la introdujeron de nuevo en la clausura.

Por otra parte, la persecución diabólica fue pública, declarada, intolerable y gravísima, proporcionándole heridas, contusiones, magullamientos, y toda clase de cardenales en brazos, piernas y espalda.

El médico de la Comunidad, que tuvo que auxiliarla en repetidas ocasiones, decía a la madre abadesa:


Dejemos a Dios que obre en ella como mejor le plazca; esto se sale de mi competencia”.


Las curaciones solían ser en ella instantáneas, aunque ya se la había dado por desahuciada en dos ocasiones y recibidos los últimos auxilios espirituales, padeciendo vómitos de sangre y fiebres altísimas.

La prueba fehaciente de la liberación definitiva de los asaltos y persecución del demonio la tuvieron todas las religiosas al comprobar que desde esa fecha y hora nunca más volvió a molestarla.


La Imagen de Nuestra Señora




La madre abadesa e hija buscaron por el convento una “imagen que tenían”.

Cierta vitrina guardaba la perla escondida.

Al verla, y no fue fácil el hallazgo, la hija exclamó llena de gozo:


“Ésta, ésta es”.


Pero la superiora nunca había visto esa imagen en aquella Casa.

Por este motivo hizo venir a las restantes monjas, para cerciorarse y hacer más averiguaciones: nadie la conocía.

Ante esta situación embarazosa, la abadesa mandó por obediencia, a sor Patrocinio, que dijera “qué significaba aquello”.

Con gran humildad y no menor embarazo confesó la joven religiosa lo ocurrido en las visiones de la Virgen.

Para mayor esclarecimiento de los hechos y tranquilidad suya, la Abadesa requirió la presencia del Padre Guardián del convento franciscano de San Francisco el Grande, de Madrid, quien estudió el caso con seriedad e hizo exhaustivos interrogatorios entre las religiosas, pero mientras se halla en este quehacer desapareció la Imagen de la vista de todos, incluido el Padre.

Confuso el religioso y Padre Guardián, se retiró para reflexionar y redactar cartas a los restantes conventos de su provincia en demanda de “rogativas en asunto de mucha gravedad”. Era el 13 de agosto de 1831.

El día 15, fiesta de la Asunción de Nuestra señora, hacia media mañana, decidió retornar por el convento de las concepcionistas para indagar “lo de la imagen”.

Pasa a la clausura y se establece en el despacho que usa la superiora, para continuar su gestión.

“la imagen, de improviso, se coloca al lado de sor Patrocinio”, con gran sorpresa de los tres reunidos, que son el padre, la madre abadesa y sor Patrocinio.

Ante esta novedad se convoca a la Comunidad, y todas las religiosas se convierten en testigos de la “nueva aparición” de esta singular imagen y “oran con alegría con acción de gracias”.

De todo lo sucedido se redactó un informe detallado y se remitió a la Santa Sede para su conocimiento.

Consta que el santo padre tuvo especial interés por este asunto y gran devoción a la Virgen del Olvido.

La respuesta desde Roma consistió en redactar una Bula del Papa Gregorio XVI, en la que se permite el culto público a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias. Con la concesión de muchas gracias espirituales e indulgencias y otros privilegios singulares.


Gracias obtenidas


El culto a la sagrada imagen surge con fuerza y el primer novenario en su honor se celebra en Madrid, donde pronto se comprobó su especial patrocinio.

Un operario sube a la cornisa del templo a encender las velas que arderán en este primer novenario y, perdiendo el equilibrio, cae estrepitosamente al pavimento.

La madre Patrocinio ve por los aires al infortunado (la religiosa se hallaba en el coro) e invoca en su favor a la Señora del Olvido: “Resultó sólo algo contuso”.

Los presentes, que eran muchos, pensaron que aquello había sido un verdadero “prodigio”.

Y, según ellos, que era el segundo “favor” de la Señora.

El primero había tenido lugar con el nieto del mayordomo de las mismas monjas, que estaba “baldado de las dos piernas y lo poco que andaba era con dos muletas. Ofreció dicho señor a la Santísima Virgen colocar las dos muletas en su altar si le curaba e instantáneamente curó; él, lleno de gozo, cumplió su promesa”.

Las muletas se veían junto al altar y los enfermos acudían presurosos. Se multiplicaban las “gracias”.




El monarca don Francisco de Asís María de Borbón, rey consorte de la soberana Isabel II, que “tenía un enemigo, también poderoso, que le perseguía a muerte; entró, espada en mano, y se arrojó sobre él. Viéndose sin amparo humano (ni medios para defenderse), acudió a la santísima Virgen del Olvido, tomando en la mano una medalla que llevaba siempre consigo de la celestial Señora; el asesino quedó en el acto parado, trémulo y sin acción y huyó avergonzado”.

En el año 1849 dispuso el rey “celebrar una solemne función en acción de gracias a la santísima Virgen del Olvido. Regaló un hermoso altar portátil, con rico dosel de terciopelo grana” y otros obsequios regios.


Emplazamiento de la Imagen




Los años que median entre 1831 y 1891 la dulce Imagen se hizo viajera con la madre Patrocinio (sufrió ésta destierros que duraron más de veinte años) o pernoctó con ella en el retiro del convento.

Como final, desde 1891 dispuso de un hermoso camarín, orlado de nubes y ángeles que le sirven de cobijo amoroso, con despliegues de fervores afectuosos que le vienen ofreciendo los hijos de la Alcarria.

En la iglesia de las concepcionistas franciscanas de Guadalajara (España), presidiendo el retablo del altar mayor, se conserva intacta la Imagen pequeñita y bella, la misma que había sido amor, encanto, fidelidad y de un corazón ardoroso, de un espíritu vibrante, la madre Patrocinio, ofrecida en holocausto permanente, la compañera entrañable de correrías infatigables, mientras los requiebros silenciosos y los coloquios íntimos hinchaban su alma y aliviaban las penas hondas.

Conocemos el último importante requiebro porque lo quiso ella desvelar:


“Ya, gracias a Dios, he conseguido lo que tanto he deseado y pedido”.


Una religiosa le pregunta:


“Podemos saber, madre, ¿qué ha sido?”.

“Sí, hija: que ninguna de mis hijas se condene”.

“Al oír tan inefable anuncio, llenas de agradecimiento, las religiosas se abrazaron a tan sin igual madre y prorrumpieron en copioso llanto de gratitud, de alegría y de consuelo”.


Pronunciaba la madre Patrocinio esta “promesa” “con gran cariño y muy enternecida. Cierto día poco antes de su feliz tránsito”, que tuvo lugar en los dichos conventos y ciudad de Guadalajara (España) a la amanecida del 27 de enero de 1892, legando a la Comunidad Concepcionista Franciscana esta perla y reliquia.

Las religiosas cuidan de la imagen del Olvido, Triunfo y Misericordias con el mismo y exquisitez que se merece.

Trabajan por el mantenimiento de su culto litúrgico y la propagación constante de su devoción con los padres franciscanos, que son los custodios, juntamente con las religiosas, de la iglesia llamada del Carmen, dedicada a la santísima Trinidad.


Promesas de la Virgen a la Madre Patrocinio




1ª. – En tus manos, voy a poner ésta Sagrada IMAGEN y con ella, TODAS LAS MISERICORDIAS de mi Santísimo Hijo.

2ª. – Ha vinculado al Señor en ésta portentosa IMAGEN al ALIVIO, CONSUELO y REMEDIO de todos, y la alegría de la Iglesia Católica.

3ª. – Al alma, que rendida a sus pies (de la IMAGEN) me pidiera alguna GRACIA, jamás se le negará mi AMOR.

4ª. – Cualquier población que expusiese y venerase a la VIRGEN DEL OLVIDO, TRIUNFO y MISERICORDIAS, se verá libre (decía la Sierva de Dios) de las calamidades con que en otros puntos serían poblados, porque sería Ella como un pararrayos de la Divina Justicia, Arca de Noé y Refugio para librar sus devotos.


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Señora nuestra del Olvido, Triunfo y Misericordias
que prometiste ser “EL ALIVIO, CONSUELO
Y REMEDIO DE TODOS,
y que jamás tu AMOR les negaría
cuanto te pidieran rendidos a tus pies”.


Te suplico presentes a Jesús Crucificado
las gracias que solicito por medio
de la Madre Patrocinio.
(Pídase la gracia).

No me olvides, Señora mía,
y consígueme esto que te he confiado.

Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

(Tres Avemarías)


El nombre del Triunfo es el título más excelente del triple apelativo advocacional. Su figuración en segundo término indica claramente que el triunfo definitivo no ha llegado aún y que su disponibilidad presupone un esfuerzo necesario y conveniente, a partir del cual, el nombre de Olvido por la Presencia de María, y permanentes las divinas misericordias gracias al indecible Amor con el que somos amados, el título del Triunfo es el único al que su Celestial Dueña niega toda aclaración explícita, por innecesaria. Pronunciado por Ella, une e identifica el Triunfo de María —que supone el quebrantamiento de Satanás– con la imagen que ha de vindicar y producir ese mismo triunfo. No en vano será dispuesto que junto a la imagen de la Virgen del Olvido se muestre al Dragón encadenado e impotente. Y el concepto y su significado son tan transparentes que se vuelven inútiles todas las palabras para agradecer la participación que se nos ofrece en la pronosticada victoria final.


Fuente - Texto tomado de FOROSDELAVIRGEN.ORG:


Fuente - Texto tomado de DOCPLAYER.ES:

San Estanislao de Kostka S.J. - Patrono de Novicios y uno de los Patronos de Polonia - Fiesta 13 de Agosto

    



El Martirologio Romano, al conmemorar la muerte de San Estanislao de Kostka, afirma con razón que, "con la inocencia de su vida, alcanzó en poco tiempo la perfección de una larga existencia".

Estanislao era el segundo hijo de Juan Kostka, senador de Polonia, y de Margarita Kryska. Nació en el castillo de Rostkovo, en 1550. Hizo sus primeros estudios en su casa bajo la dirección de Juan Bilinsky, junto con su hermano mayor, Pablo. A los 14 años, Estanislao ingresó en el colegio de los jesuitas de Viena. Acostumbraba consagrar a la oración y al estudio todo el tiempo que podía y la rudeza del lenguaje le molestaba en extremo. Cuando había en su casa huéspedes indiscretos, el padre de Estanislao les decía:


"No relatéis vuestros cuentos delante de Estanislao"


En el internado del colegio de Viena el recogimiento y devoción de la vida y la oración del joven sorprendieron a todos. Ocho meses después de la llegada de Estanislao a Viena, el emperador Maximiliano II quitó a los jesuitas la casa que Fernando I les había prestado para el internado, comenzando una larga serie de abusos contra la Compañía de Jesús.

Pablo de Kostka, dos años mayor que Estanislao, era un joven alegre y amante de las diversiones, que consiguió el permiso de Bilinsky para hospedarse en casa de unos luteranos. Como esa perspectiva desagradaba a Estanislao, Pablo se burló de su recogimiento y devoción. En cierta ocasión, cansado de los malos tratos de su hermano, Estanislao profirió la gran amenaza que hacen todos los niños:


"Acabaré por escaparme para no volver y tú tendrás que dar cuentas a papá y mamá"


Estanislao comulgaba todos los domingos y días de fiesta y ayunaba siempre la víspera del día en que iba a comulgar. Cuando no estaba en la iglesia o en el colegio, se hallaba en su cuarto, entregado al estudio o a la oración. Se vestía modestamente, practicaba la mortificación corporal y detestaba las clases de baile. La antipatía de Pablo por su hermano aumentó paulatinamente. Por otra parte, Bilinsky, aunque era un hombre razonable, no profesaba a Estanislao un afecto particular.

Cierto día, Estanislao cayó enfermo y pidió el viático, pero el luterano, en cuya casa habitaba, no permitió que el Santísimo Sacramento entrase en ella. Entonces, San Estanislao, muy afligido, se encomendó fervorosamente a Santa Bárbara, a cuya cofradía pertenecía, y tuvo una visión en la que dos ángeles le trajeron la Comunión.




Se cuenta también que se le apareció la Santísima Virgen en otra ocasión y le dijo que aún no había llegado la hora de su muerte y que debía ingresar en la Compañía de Jesús. Estanislao, que ya antes había pensado en hacerlo, pidió la admisión en cuanto recuperó la salud. El P. Maggi, provincial de Viena, no quiso admitirle por temor de indisponer a su padre contra la Compañía. Entonces, Estanislao decidió ir a pie a Roma, si fuera necesario, para solicitar la admisión al P. General en persona. Así pues, caminó a Augsburgo y luego a Dilinga, con el objeto de entrevistarse, primero, con San Pedro Canisio, provincial en Alemania superior. Para ese viaje de casi 500 kilómetros, se vistió pobremente. En cuanto su hermano y Bilinsky descubrieron su fuga, salieron a perseguirle, pero no consiguieron reconocerle, por razones que varían según los autores.

San Pedro Canisio le acogió amablemente y le puso a servir a los estudiantes en el comedor y a hacer la limpieza de sus aposentos; el joven cumplió su cometido con tal reverencia y humildad, que los estudiantes quedaron asombrados, aunque no lo conocían. Al cabo de tres semanas, San Pedro Canisio le envió a Roma con dos compañeros. En la Ciudad Eterna, Estanislao se entrevistó con San Francisco de Borja y le expuso el objeto de su viaje. San Francisco de Borja accedió a su petición y le admitió en el noviciado, en 1567, a los 17 años de edad. Entretanto, Estanislao había recibido una dura carta de su padre, en la que éste le amenazaba con hacer expulsar de Polonia a los jesuitas, y le reprendía por haber tomado una "sotana despreciable y haber abrazado una profesión indigna de su alcurnia". Estanislao respondió en términos filiales, pero manifestó su firme decisión de servir a Dios en la vocación a la que Él le había llamado. Después, dejando el asunto en manos de Dios, se dedicó tranquilamente al cumplimiento de sus deberes.

Según el P. Fazio, maestro de novicios de Estanislao, el objetivo principal del santo fue santificarse perfectamente en la vida ordinaria. El único límite de su mortificación era la obediencia a su director espiritual. Aunque exageraba sus faltas con no fingida sencillez, lo cierto es que llevó en el noviciado una vida de oración constante.

Le preguntaron qué hay que hacer para demostrarle a la Virgen que la amamos, y respondió:




"Ofrecerle pequeños homenajes, pero no dejar nunca de ofrecérselos"


Su amor a Jesucristo en el Santísimo Sacramento era tan ardiente que, cuando entraba en la iglesia, su rostro se encendía; además, con frecuencia era arrebatado en éxtasis durante la misa y después de la Comunión.




Pero aquel novicio modelo sólo estaba destinado a vivir nueve meses. En efecto, el calor del verano romano le hizo mucho daño y le produjo frecuentes desvanecimientos, de suerte que el joven comprendió que moriría pronto. El día de la fiesta de la dedicación de Santa María la Mayor, el 15 de agosto de 1568, hablando con el P. Manuel sobre la Asunción de la Santísima Virgen, Estanislao le dijo:


"¡Qué día tan feliz debió ser para todos los santos aquél en que María entró en el cielo! Quizá ellos lo celebran con especial gozo, como lo hacemos nosotros en la tierra. Espero que estaré entre ellos en su próxima celebración"


Por el momento, nadie dio importancia a esas palabras, cuyo verdadero sentido se reveló 10 días más tarde. El día de la fiesta de San Lorenzo, Estanislao se sintió mal. Dos días después, cuando le sacaron de la cama para trasladarle a un lecho más confortable, hizo la señal de la cruz sobre él y dijo que nunca volvería a levantarse. El P. Fazio se rio paternalmente y le dijo:


"Hombre de poca fe, ¿abandonáis toda esperanza por una enfermedad tan leve?"


Estanislao replicó:


"Cierto que soy un hombre de poca fe, pero la enfermedad no es leve y ella me matará"




Al amanecer del día de la Asunción, el joven susurró al oído del P. Fazio la noticia de que contemplaba a la Santísima Virgen rodeada por los ángeles. Después murió apaciblemente a los 18 años de edad, en 1568. Al cabo de un mes, Pablo de Kostka llegó a Roma con instrucciones de su padre para que Estanislao volviese a toda costa a Polonia. Bajo la impresión de la noticia de la muerte de su hermano, Pablo comprendió lo mal que se había portado con él y fue uno de los principales testigos en el proceso de beatificación. Otro de los testigos fue Bilinsky, quien afirmó entre otras cosas:


"Pablo jamás dijo una palabra amable a su bendito hermano. Tanto él como yo teníamos completa conciencia de la santidad de todos los actos de Estanislao"


Pablo vivió devorado por los remordimientos hasta el fin y, a los 60 años, pidió ser admitido en la Compañía de Jesús. San Estanislao fue canonizado en 1726 y se le venera como patrono menor de Polonia.

Por su intercesión se obtuvieron numerosos milagros, y el Santo Padre lo canonizó y lo declaró patrono de los novicios y de los que se preparan para el sacerdocio.


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:
http://www.corazones.org/santos/estanislao_kostka.htm

Novena por la Asunción de la Virgen María - Día Octavo - Agosto 13 de 2025

    



Octavo día


En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo
Amén


“María, fue asunta en cuerpo y alma al cielo”.


Versículo introductorio


V. Dichosa, tu María, que llevaste en tu seno a Cristo.

R. Él te ha llevado al cielo en cuerpo y alma.


Lectura


“Proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la Gloria celestial” Cf. DS 3903


Comentario


La gloria de María en el cielo consiste en participar de la gloria de Dios, estar ya gozando de la plenitud total de Dios. María continúa en el cielo la alabanza de gloria, que había iniciado en la tierra, es decir: alaba y glorifica a Dios. Ahora podemos aplicar a María las palabras de Isaías 61, 10:


“Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios”


María asunta al cielo, por ser Madre de Jesús, sigue siendo Madre de todos los hombres, Madre de la Iglesia:


“Porque en virtud del Espíritu Santo continúa generando al Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia y a cada creyente… esta maternidad de María en la economía de la gracia perdura sin cesar… hasta la consumación perpetua de todos los siglos” (L.G. 62)


Una vez asociada a la glorificación de su Hijo, María continúa intercediendo en el cielo como Mediadora al Mediador y de esta forma, el recurrir a María debe conducirnos al encuentro con Cristo y por medio de Él llegar al Padre.


“María es la figura de una Mujer que, calladamente y en espíritu de servicio, vela por la Iglesia y la protege benignamente en su camino hacia la Patria hasta que llegue el día glorioso del Señor” (Cf. Pablo VI, 2-2-1974)


Peticiones




a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre Fundadora.


Ave María… y Gloria al Padre


b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.


Ave María… y Gloria al Padre


c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.


Ave María… y Gloria al Padre


Oración final


Señor, has querido elevar a tu humilde sierva María a la dignidad de Madre de tu Hijo y la has coronado de gloria en el cielo, te pedimos, por su intercesión, que imitemos su ejemplo, camine por la senda de la caridad perfecta, para que un día podamos gozar con ella en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

¡ESTREMECEDOR! Lo que el ALMA siente en su propio velorio - ¿Qué será?


0:00 Los relatos de experiencias cercanas a
0:02 la muerte coinciden en algo asombroso.
0:06 Cuando morimos vemos nuestro cuerpo
0:08 desde afuera,
0:10 pero no termina ahí. El alma asiste a su
0:14 propio velorio.
0:16 El alma escucha, siente y espera.
0:20 Una oración es luz. Una misa es
0:23 liberación.
0:24 Una burla es una herida.
0:28 Aquí te mostramos lo que el alma vive,
0:30 cuando tú estás ante el cuerpo que yace
0:33 y crees que el alma ya no está.
0:36 Y cómo cada gesto tuyo puede ayudarla en
0:40 su purificación para llegar al cielo.

0:53 El corazón se detiene, la respiración
0:56 cesa, la muerte llega,
0:59 pero el alma sigue viva y más lúcida que
1:02 nunca.
1:04 Lo primero que percibe es el silencio,
1:08 luego el desprendimiento.
1:10 Ya no está dentro del cuerpo, lo ve
1:12 desde afuera, lo reconoce, pero ya no lo
1:15 habita.

1:18 Quienes han pasado por experiencias
1:19 cercanas a la muerte, coinciden en que
1:22 flotaban sobre su propio cuerpo. Lo ven
1:25 en la camilla, en el piso, en la cama y
1:28 saben que algo irreversible ha
1:30 comenzado.
1:32 En ese instante tiene una claridad
1:35 brutal.
1:36 Recuerda, comprende, intuye lo que viene
1:39 y ve el mundo por última vez desde otro
1:42 lugar.
1:45 Pero no está sola. Aparecen seres que no
1:49 pertenecen a este mundo.
1:51 Pueden ser ángeles o presencias de
1:53 oscuridad.
1:55 Todo depende del estado del alma.
1:58 Santa Faustina Kowalska vio muchas veces
2:01 cómo las almas eran recibidas por su
2:05 y también vio, otras arrastrados por
2:07 fuerzas que no pudo describir sin
2:10 temblar.
2:14 que en el instante de la muerte los
2:17 demonios se acercan como hienas
2:18 hambrientas si el alma no está en
2:20 gracia.
2:22 Y si está en gracia, los demonios huyen
2:25 mientras los ángeles cantan.
2:29 Hay una historia contada por una mujer
2:32 que vivió una experiencia cercana a la
2:34 muerte tras un accidente
2:35 automovilístico.
2:37 Fue declarada clínicamente muerta por
2:39 varios minutos.
2:41 Relató que vio su cuerpo desde lo alto
2:44 durante ese tiempo y fue trasladada a lo
2:47 que describió como una especie de plano
2:49 suspendido entre la tierra y la
2:51 eternidad.
2:53 Desde allí escuchaba lo que decían los
2:56 médicos, pero también, según sus
2:59 palabras escuchaba los pensamientos de
3:01 sus familiares que estaban llegando al
3:03 hospital.
3:05 Contó que pudo ver que las oraciones de
3:09 su madre eran como columnas de luz que
3:12 subían desde la tierra hasta lo alto. En
3:15 cambio, las palabras de otros
3:16 familiares, llenas de ansiedad, de
3:19 reproche o incluso de hipocresía, eran
3:22 como ruido que hacía daño.
3:26 Y hay un momento al que no muchos
3:29 prestan atención, el velorio.
3:32 El alma está ahí. Observa desde lo alto,
3:36 flota en la habitación, recorre los
3:38 rincones, ve quién entra, quién sale,
3:41 quién llora y quién solo vino por
3:44 compromiso.
3:46 Pero lo más impactante no es lo que ve,
3:49 sino lo que siente.
3:51 Siente si hay amor, siente si hay fe,
3:55 siente si hay alguien que ora por ella o
3:58 si solo hay frases vacías.
4:00 Percibe cada palabra, cada gesto, cada
4:03 silencio
4:05 y sabe si la recuerdan con cariño o con
4:07 rencor, si oran por ella o ya la han
4:10 olvidado.
4:13 María Simma reveló que las almas del
4:16 purgatorio sufrían enormemente durante
4:19 sus velorios, cuando todo lo que se
4:22 decía eran elogios vacíos, frases
4:25 superficiales o recuerdos sin valor
4:27 espiritual.
4:29 Me habrían hecho un favor si hubieran
4:32 guardado silencio y rezado un Padre
4:35 Nuestro, dijo una de esas almas en uno
4:38 de sus encuentros.
4:41 ¿Y qué pasa cuando nadie reza?
4:45 Santa Faustina alertó sobre las almas
4:48 que están completamente abandonadas, que
4:50 esperan una oración y no la reciben
4:53 nunca.
4:55 Y en su diario relata como un alma se le
4:57 apareció pidiendo ayuda porque aún
5:00 estaba sufriendo y no encontraba
5:01 descanso.
5:03 Ofreció una misa
5:06 y esa misma alma volvió luego en paz.
5:09 "La luz de Dios me envolvió gracias a esa
5:12 misa", dijo.
5:14 Una sola misa puede cambiarlo todo.
5:18 Puede arrancar un alma del purgatorio.
5:22 María Simma lo repitió muchas veces. Lo
5:26 más poderoso que se puede ofrecer por un
5:28 alma es una misa.
5:30 No flores, no frases bonitas, misa,
5:34 porque la misa es el sacrificio de
5:37 Cristo, su sangre derramada por cada
5:40 alma.
5:42 En cada misa ese sacrificio se
5:44 actualiza, se vuelve presente y puede
5:47 ser aplicado al alma de un difunto.
5:51 Incluso si nadie más recuerda esa
5:53 persona, una misa puede abrirle el
5:56 cielo. Y el alma lo sabe y lo espera y
6:00 sufre si nunca llega.
6:04 Santa Brígida contó que el alma es
6:06 guiada por ángeles a tres lugares clave
6:09 inmediatamente después de la muerte.
6:12 Primero, a los lugares donde pecó y no
6:16 solo a lugares de pecados graves,
6:18 también de omisiones, palabras que
6:20 hirieron, gestos que escandalizaron.
6:25 Una mujer que vivió una experiencia
6:27 cercana a la muerte, relató que fue
6:29 llevada a un momento puntual de su
6:31 juventud. en una fiesta donde empujó a
6:34 una amiga a abortar.
6:37 "Vi el alma de ese niño y comprendí mi
6:39 culpa", dijo.
6:41 No hubo condena, solo una revelación que
6:44 ardía como fuego.
6:47 Segundo, el alma llevada a lugares donde
6:50 amó.
6:52 Una persona que sobrevivió a una muerte
6:54 clínica, narró que se vio a sí misma
6:56 dándole pan a un anciano que vivía en la
6:59 calle.
7:01 No lo había recordado nunca, pero en ese
7:04 plano espiritual esa escena brillaba.
7:08 "Ese momento fue como una joya", dijo.
7:13 Y tercero, el alma visita el lugar donde
7:16 alguien reza por ella.
7:18 En esos momentos, según muchos
7:20 testimonios, una paz profunda la inunda.
7:24 Un joven que tuvo una experiencia
7:25 cercana a la muerte tras un paro
7:28 cardiorrespiratorio,
7:29 dijo haber visto a su abuela rezando el
7:31 rosario por él.
7:33 Y en ese instante, una presencia
7:36 luminosa lo tomó de la mano.
7:39 Supo que estaba siendo sostenido.
7:42 En este recorrido, el alma ve su
7:44 historia como nunca antes, sin excusas,
7:48 sin máscaras.
7:51 De modo que si no se trata de una
7:54 experiencia cercana a la muerte, el alma
7:56 ya ha sido juzgada cuando el velorio y
8:00 no hay vuelta atrás. El cuerpo yace en
8:03 el ataúd,
8:04 pero alrededor se libra una batalla
8:06 invisible.
8:08 Ángeles que protegen, demonios que
8:11 intentan distraer a los vivos,
8:13 conversaciones vacías, celulares,
8:15 distracciones, chismes.
8:18 Si alguien reza, un rayo de luz
8:21 atraviesa esa oscuridad.
8:24 Si alguien ofrece una misa, el cielo se
8:26 abre. Si alguien murmura o se burla, el
8:30 alma si está en purificación sufre una
8:32 herida.
8:34 El velorio no es un evento social, es un
8:38 campo de combate espiritual
8:40 y todo esto incidirá en la purificación
8:43 del alma.
8:46 Pero pocos saben que hay un momento
8:49 justo antes de morir, quizás segundos
8:51 antes.
8:54 María, la reina del cielo, se presenta
8:56 ante almas que aún tienen una chispa de
8:59 arrepentimiento.
9:01 Un caso impactante fue contado por una
9:04 joven francesa en 1985,
9:07 que había sido criada en un ambiente sin
9:09 fe.
9:11 En una experiencia cercana a la muerte,
9:14 tras una sobredosis se vio en un túnel
9:16 oscuro. Sentía presencias que la
9:19 rodeaban.
9:21 Pero de pronto una mujer vestida de
9:24 blanco se le acercó.
9:26 No habló, solo la tomó a la mano y la
9:29 envolvió en un manto azul. Fue
9:32 arrastrada fuera de ese túnel y despertó
9:35 en el hospital.
9:37 Más tarde, viendo una imagen de la
9:39 Virgen, supo que había sido ella.
9:43 "No sabía rezar, pero mi abuela sí, su
9:47 rosario me salvó", dijo.
9:51 Y María Simma contó que muchas almas le
9:54 dijeron que la Virgen se les había
9:55 aparecido justo antes de morir, para
9:59 darles una última oportunidad de
10:01 arrepentirse.
10:03 Una sola Ave María dicha en vida, con fe
10:07 puede atraerla en la hora más crítica.
10:10 Incluso hay testimonios de almas que
10:13 tras morir sin confesión fueron salvadas
10:15 por la Virgen gracias a una devoción que
10:18 cultivaron en vida, aunque no la
10:21 entendieron del todo.
10:23 Santa Faustina escribió:
10:26 "Vi a la Virgen María abrazar un alma
10:29 que estaba a punto de condenarse.
10:32 Le dio una última luz y el alma se
10:35 volvió a Dios.
10:38 Así actuó la madre".

11:17 Y me gustaría preguntarte: ¿Qué
11:20 experiencias has tenido en Velorios?"
11:24 Que Dios te bendiga y te dé la luz para
11:27 orar por quienes ya partieron.


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